La presión de ETA y de la opinión pública ponen de rodillas al régimen de Madrid
La huelga de hambre del colectivo de presos de ETA, de otros que no son ETA pero no se citan (ya saben: en España "no" hay presos políticos) y las concentraciones a favor de Iosu Uribetxebarria, preso vasco enfermo de cáncer terminal, pueden determinar que se le conceda el Tercer Grado. ¡Aurrera bolie! (que corra la bola) ha dicho Iosu desde el hospital donde está ingresado. Golpe directo al hígado. Y eso duele.
Los periodistas extranjeros acreditados en España hablan del estado lamentable del preso y de la falta de sensibilidad del Gobierno español, se hacen eco de las huelgas de hambre de los presos y difunden imágenes de las manifestaciones a favor la excarcelación de Iosu Uribetxebarria; sin embargo no facilitan ni una sola imagen (detalle más que significativo) de Ortega Lara, el que pasó de carcelero a encarcelado, lo que ha provocado que el ministro del Cuentacuentos (Interior) pida que también muestren esa misma sensibilidad con el ex carcelero.
Nada tenemos contra Ortega Lara en particular; todo, en términos generales, contra los carceleros de las prisiones de exterminio españolas, dada su condición de funcionarios al servicio de la burguesía, nuestra enemiga de clase. Sin embargo ahora parecen más relajados, con cierta dejadez y desánimo en sus funciones porque les han rebajado el sueldo y quitado una paga extra. En ese sentido, el régimen con sus recortes favorece, sin pretenderlo, a quienes lo combaten desde el plano dialéctico.
Si a lo citado arriba, unimos las disputas internas en el aparato del Estado (Judicatura, Gobierno y grupos mediáticos) así como que el Tribunal de Estrasburgo dejó recientemente en evidencia a Madrid, considerando ilegal la “Ley Parot", el plato está servido para que, muy posiblemente, hoy se humillen concediendo el Tercer Grado a Iosu Uribetxebarria "por razones humanitarias".
ETA, en la cárcel, medios extranjeros y manifestaciones de apoyo fuera de ella, han puesto de rodillas al régimen de Juan Carlos I de Franco. Veremos si éste puede erguirse sin que le duelan los riñones.