Ladrones de símbolos. De cómo el fascismo copia y adapta simbología ajena
La esvástica
En el mundo occidental es imposible ver una cruz gamada y no asociarla con el nazismo. El Partido Nacionalsocialista comenzó a utilizarla oficialmente en 1920, pero es un símbolo utilizado, debido a su sencillez de diseño, por prácticamente todas las culturas y religiones desde tiempos inmemoriales: desde hindús, budistas o romanos a los indígenas Kuna de Panamá. El nombre “esvástica” procede del sánscrito, antiguo idioma de la India, y significa algo así como “buena suerte”.
La esvástica se comenzó a usar en Alemania como símbolo de la “raza aria” por diversos grupos ultranacionalistas, como la Sociedad Thule, a principios del siglo XX, ya que consideraban que los primeros arios procedían de la India, y que fueron el prototipo de invasores de raza blanca. De estos grupúsculos que mezclaban el racismo con el esoterismo surgió el partido nazi, que incluyó la esvástica en una bandera con los colores de la enseña imperial alemana. Así, transformaron por arte de birlibirloque un símbolo universal de buenos augurios en un símbolo de supremacía racial.
La cruz celta
La céltica es un símbolo de lo más común en Europa, especialmente en las zonas en las que hubo presencia de pueblos celtas. Surge en el siglo V con la conversión al cristianismo de los celtas, y une la cruz cristiana con un círculo que representa el paso del Sol, algo muy propio de los pueblos precristianos. El primer grupo que la utilizó fue el Partie Populaire Français, partido ultraderechista francés fundado en 1936 y desaparecido en 1944 con la derrota de los nazis en Francia. En los años 50 y 60 fue utilizado por Jeune Nation y algunos comandos de la OAS, organizaciones de las que la tomó “Joven Europa”, grupo neofascista internacional que fundó secciones nacionales a partir de las cuales dicho símbolo comenzó a proliferar en otros países como Italia o España, al considerarlo un símbolo pagano y puramente europeo. Así transforman un símbolo de mezcla de culturas (la celta y la cristiana) en uno de rechazo.
Las dos banderas
Es la última tendencia en los grupos de extrema derecha de muchos lugares de Europa, y que está llegando a España: el empleo de las dos banderas superpuestas dentro de un círculo. En esta ocasión no intentan apropiarse de símbolos milenarios de otras culturas, sino directamente un logotipo antifascista.
En concreto es el de la organización alemana “Antifaschistische Aktion”, Acción Antifascista, que fue fundada en 1932 por el KPD, el Partido Comunistade Alemania. El logotipo original de aquella época mostraba dos banderas rojas. Décadas después, diversas organizaciones han tomado este nombre y adaptado el símbolo a su situación política, añadiéndose una bandera negra que puede estar encima o abajo, según cual sea la tendencia mayoritaria en el colectivo en cuestión; o incluso cambiando una de las banderas por la del lugar. Los nazis suelen poner ambas banderas negras, pero hay ocasiones en las que incluso una de ellas es roja. Y se quedan tan anchos.
El “nacionalsindicalismo”
El partido político pionero del fascismo español, las JONS –Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista- a finales de 1931. Su fundador Ramiro Ledesma acuñó el término nacionalsindicalismo, a imitación del nacionalsocialismo alemán, pero ambos a su vez pretendiendo adueñarse de la dialéctica del proletariado. La importancia que daban al anarcosindicalismo español y el intento de atraerse a sus bases fue una obsesión constante del fascismo español desde sus más tempranos orígenes.
Dentro de la ideología nacionalsindicalista, hay varios aspectos que tratan de recordar vagamente al anarcosindicalismo. Lo primero de todo sería su pretensión de organizar la economía nacional en “sindicatos”; en su caso no son realmente sindicatos, sino corporaciones formadas tanto por patronos como por obreros. Su intención: detener la lucha de clases, que según ellos disolvía a la nación española. Para los nacionalsindicalistas la “superación del capitalismo” debía darse mediante la colaboración entre las clases y no la lucha, en aras de lo que ellos llamaban “la grandeza de la Patria”. Este sistema fue aplicado durante el franquismo para disciplinar a la clase trabajadora, aunque su eficacia económica, laboral y social fue más que dudosa.
El segundo aspecto es el énfasis en el municipalismo, recordando vagamente a Koprotkin o a Boochkin. Frente a la democracia representativa y sus instituciones artificiales de parlamentos y partidos políticos, las JONS primero y la Falange después proponían una organización social basada en instituciones naturales como “la familia, el municipio y el sindicato”. Ni qué decir tiene que su propuesta, además de reaccionaria, difiere en lo fundamental de la idea anarquista de organización no jerárquica, igualitaria, horizontal y asamblearia. Eso por no hablar de su carácter radicalmente nacionalista frente al carácter internacionalista del movimiento obrero.
La bandera rojinegra
Símbolo del anarcosindicalismo desde sus orígenes, la bandera rojinegra ha sido imitada por varios partidos políticos fascistas españoles, por ser este país el de mayor arraigo del movimiento obrero de cariz libertario.
Primero fue Falange Española, el más importante e influyente partido político fascista español de la historia, fundado en Madrid en 1933 por José Antonio Primo de Rivera, Alfonso García Valdecasas y Julio Ruiz de Alda y fusionado con las JONS en marzo de 1934. Desde el principio adoptaron la bandera rojinegra pero distribuida en tres franjas verticales, siendo la negra la franja central y las rojas las laterales. La distribución imita a la bandera francesa, como se sabe surgida durante la Revolución de 1789, y de alguna manera pretendía presentar al falangismo como “modernizador” de España. Sin duda el típico pastiche ideológico que siempre ha representado el fascismo en general y el falangismo en particular dio una espectacular pirueta para mezclar en una sola bandera el anarcosindicalismo y el liberalismo doctrinario encarnado por las revoluciones burguesas de finales del siglo XVIII y comienzos del XIX.
Recientemente grupúsculos nazis como Nación y Revolución han utilizado la bandera rojinegra, incluso directamente copiada de la confederal. Por supuesto todos los grupos y partidos que hoy en día se declaran herederos de Falange o del pensamiento joseantonioano utilizan el rojinegro, bien mayoritariamente en su forma clásica vertical, bien horizontal.
Camisa azul
El uniforme falangista por antonomasia, la camisa azul “mahón”, no hacía otra cosa que imitar el clásico “mono azul” utilizado por los trabajadores. La verborrea fascista sería inconcebible sin sus constantes cantos de sirena dirigidos a la clase obrera todo ello adornado con una dialéctica anticapitalista muy simple y basada en lugares comunes y lemas vacíos repetidos hasta la saciedad. La Falange adoptó dicho uniforme imitando la estética de los fascistas italianos –camisa negra- y los nazis alemanes –camisa parda- pero dándole un cariz claramente dirigido al trabajador.
Por si esto fuera poco el Partido Comunista en sus orígenes también tenía un uniforme similar, que constaba de una camisa azul y una corbata roja. La imitación de los falangistas, adornada con estética paramilitar –correajes, botas altas- y simbología propia, es más que evidente. Como curiosidad destacar que tras el Decreto de Unificación de 1937 Franco añadió una corbata negra y la boina roja carlista; ambos elementos son rechazados por los grupos falangistas actuales.
Naturaleza
Muy típico de nazis y falangistas el excursionismo, las actividades al aire libre, la creación de espacios naturales, las marchas al monte, los campamentos juveniles etc. Tienen una más que probable inspiración en el naturismo y el ecologismo de raíz libertaria en los años 20-30 y al calor del ecologismo surgido en los 60, pero evidentemente sin la transformación social y la crítica al capitalismo que contienen éstos.
Estéticas y triburbanismo
A partir sobre todo de los años 80 irrumpen diversos movimientos musicales y contraculturales, con sus propias normas estéticas y una pretendida “rebeldía” en sus planteamientos. El caso de la utilización de una de estas tribus urbanas por parte de la extrema derecha más claro es el del movimiento skinhead. Pese a que sus raíces son la fusión de la estética y música (ska, reggae…) de los jóvenes trabajadores británicos y de los inmigrantes jamaicanos de raza negra a finales de los 60 esto no impidió a los diversos grupos neonazis agruparse alrededor de este movimiento, especialmente a raíz de la segunda oleada, más agresiva en lo musical (Oi!), lo estético y la actitud (más violenta y patriota que antes). Suelen ser referencia obligada al hablar de esta utilización el grupo musical Skrewdriver y el partido National Front. Durante mucho tiempo la palabra skinhead se asociaba inmediatamente a neonazi, pero el trabajo de organizaciones como el SHARP (Skinheads Against Racial Prejuices) y el RASH (Red and Anarchist Skinheads) – con sus particularidades locales en cada zona- consiguió cambiar esa idea. Esto sucedió, con muchísima menos fuerza, en otras tribus urbanas: punks, heavys, mods, rockers...
Así, hoy por hoy no se puede hablar, como hacen habitualmente los mass media, de una estética neonazi. Muchos diseños de material de grupos de extrema derecha, tanto estrictamente político como en el mundo futbolero, tienden a la discreción y a la imitación de la estética del mundillo hardcore o del deporte estadounidense.
Otros
Good night… “Good night white pride” (Buenas noches, orgullo blanco) es una campaña que surgió en Alemania para frenar la intrusión de elementos de extrema derecha en la escena hardcore. El origen del logotipo de un hombre con las siglas “HC” en su espalda pateando a otro que está en el suelo con una céltica es una foto de un activista estadounidense de raza negra agrediendo a un nazi (ver foto). Los nazis imitaron este lema y cambiaron el logotipo poniendo “Good night left side” (Buenas noches, “lado izquierdo”) y haciendo, una vez más, el ridículo.
Stop criminalización: las juventudes de Democracia Nacional en los carteles que anuncian sus actividades han copiado sin rubor alguno el logotipo que se diseñó para denunciar las campañas mediáticas dirigidas por la AVT contra diversos grupos de música vascos (SA, Berri Txarrak, Fermín Muguruza, Su Ta Gar…), añadiendo la palabra “patriotas” y los colores de la bandera española.
Bibliografía recomendada:
SALA ROSE, Rosa. Diccionario crítico de símbolos y mitos del nazismo. Barcelona, El Acantilado.
Un libro para comprender todo el mundo de símbolos, estética y mitos del nazismo, “la sangre negra” de dicho movimiento. Hoy en día es importante conocer cómo es y de dónde proviene la estética nazi para entender bien sus orígenes y explicar las causas de por qué ha atraído a tantísima gente en todo el mundo.
Artículo publicado en el nº5 de la revista Strasse