Legionarios se entrenan para el "control de masas" con la ayuda de policías y guardias civiles
Cuando los segundos gritan, los primeros reprimen. Así se desarrolló uno de los ejercicios prácticos del “seminario” anual celebrado por la Bandera Millán Astray de la Legión Española en agosto pasado con la colaboración de las Fuerzas de Seguridad del Estado y la asistencia de maestros de defensa personal. El objetivo: aprender a desempeñarse en el “control de masas”.
El último número de la revista oficial de la Legión Española –editada por el Ministerio de Defensa– trae un artículo del capitán Carlos Ramos Fiol, quien ofrece un resumen de los seminarios de “Detención, Defensa Policial y Control de Masas“, así como de “Sanidad Táctica Operativa” que tuvieron lugar en Ronda durante el pasado mes de agosto.
“Tras más de 15 años, la Compañía sigue contando con el asesoramiento de instructores de la Guardia Civil, Policía Nacional, Municipal, Ertzaintza, instructores de Krav Maga y expertos en materia sanitaria”, destaca Ramos en su artículo. En tal sentido, fuentes de la Ertzaintza consultadas por Público negaron que la Policía Autonómica del País Vasco participase en el encuentro de este año.
La revista de la Legión señala que durante el el seminario de Detención y Defensa Policial, los miembros de esta unidad militar “aprendieron las técnicas más modernas usadas por nuestras FCSE (Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado), adaptando las mismas al armamento y material con el que se contaría en un despliegue en zona de operaciones de una Bandera de La Legión”.
El capitán Ramos relata que “se llevó a cabo un ejercicio táctico conjunto en el que se pusieron en práctica y se evaluaron los conocimientos adquiridos en cada uno de los seminarios”, lo que dio lugar a la recreación de supuestos enfrentamientos entre manifestantes y legionarios.
“Lo que a priori parecía ser una detención de personal violento bajo los efectos de alcohol y drogas, derivó en la necesidad de actuación de una unidad, la cual se vio involucrada en una acción de control de masas en la que debieron realizar cargas, repliegues, detenciones de personal sospechoso, protección de equipos sanitarios y asistencia a los mismos”, cuenta el responsable de esa unidad de la Legión.
En declaraciones a la cadena local CharryTV Ronda, el capitán Ramos dijo entonces que habían contado con la instrucción de “personal profesional de la Policía Nacional y la Guardia Civil que se han visto en este tipo de situaciones anteriormente”. “Hemos podido contar con ellos y con su propia experiencia para enseñarnos las técnicas más depuradas y más actualizadas que podíamos aprender”, afirmó.
“Disolución de tumultos”
El Departamento de Defensa Personal Policial de la Asociación de Luchas Olímpicas de Asturias también se encargó de dar clases a los legionarios. En un dossier publicado poco después del seminario, los instructores asturianos detallan que su misión, al igual que en ocasiones anteriores, fue impartir un curso “centrado en materia antidisturbios como preparación a un futuro próximo despliegue operativo de la unidad”.
“Control de masas pacíficas y hostiles, barreras, canalizaciones, disolución de tumultos de baja, media y alta intensidad, uso de material específico de antidisturbios como fumígenos, lacrimógenos, bocachas (adaptadas a su armamento reglamentarios), utilización y movilidad de los vehículos en orden público, despliegues operativos, formaciones tácticas, cuadros…y otros fueron entrenados, mejorados y dominados por la unidad de vanguardia de nuestro ejército”, describen en su informe.
El curso práctico también incluyó “protocolos de evacuaciones, tácticas en el interior de inmuebles, aproximaciones y despliegues, disolución de tumultos, detención de personas violentas y medicina de combate efectuada por los miembros del curso sanitario”.
“Seguridad interior”
La federación asturiana asegura que durante las últimas dos décadas “ha impartido formación a operativos de la Legión de muye diversa índole”, incluyendo prácticas de “Krav Maga y combate cuerpo a cuerpo”, “técnicas de arresto y detención”, “protección de personalidades”, “control de masas y orden público” o entrenamiento “CQB”, en alusión a entrenamientos de tácticas de tiro en espacios reducidos.
Los instructores señalan que de esta manera, los legionarios consiguen especializarse “en una materia para la que cada vez son más requeridos”: nada más y nada menos que “su labor de auxilio a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en labores de seguridad interior“, algo que, según los maestros de defensa personal, “se pudo verificar en el estado de alarma”.
Público