Lo que revela la mortalidad por accidentes de trabajo
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La mortalidad por accidentes de trabajo refleja, mejor que ningún otro dato, la podredumbre de una sociedad basada en la explotación del trabajo humano por parte de la minoría capitalista. Por eso, este hecho es, junto al incremento de los suicidios, el más ocultado.
El constante aumento de la tasa de suicidios, tanto en jóvenes como en personas muy mayores, refleja, no el fracaso individual de quien se quita la vida como erróneamente se interpreta, sino el fracaso de la sociedad en su conjunto.
La mortalidad por accidentes de trabajo muestra la criminalidad sin paliativos de un sistema social que, literalmente, tritura la vitalidad de quienes producimos la riqueza ante la deidad absoluta de la obtención de beneficios.
Los datos oficiales de mortalidad por accidentes laborales referentes a 2024, por unos días, se han colado en los titulares de los grandes medios de comunicación. Así hemos conocido la cifra estremecedora de 796 personas muertas, un 11% más que en 2023; de ellos la inmensa mayoría son hombres y su número es 13 veces mayor que el de mujeres.
Por cierto, el hecho de que el asesinato machista se publicite, como debe ser, mientras que la muerte de una persona trabajadora, hombre o mujer, apenas se de a conocer, no tiene que ver ni con el machismo, ni con el feminismo.
Se debe a que la muerte en el puesto de trabajo muestra, inocultable, cómo el brillante y colorido escaparate de la sociedad capitalista se nutre, como el más depredador de los vampiros, de la vida y la salud de quienes lo construimos cada día.
Todo ello a mayor gloria de los criminales de cuello blanco que se sientan en los consejos de administración de bancos y multinacionales. Las muertes se producen mucho antes de lo que marca el indicador de la esperanza de vida, 86,4 años para mujeres y 81,1 para hombres.
Otro dato muestra el crimen oculto del retraso en la edad de jubilación: las muertes por accidente laboral aumentan vertiginosamente a partir de los 50 años, y casi se triplican en el grupo de edad de 60 a 69 años.
El espectacular incremento de la muerte en el trabajo por accidentes cerebro vasculares. La mortalidad por infarto y enfermedades cardiovasculares (ACV) ha sido tradicionalmente la primera causa de muerte en el trabajo, pero las muertes de trabajadores por estas patologías, se ha disparado en los últimos años. ¿Desde cuándo? Aquí están los datos oficiales del INSST.
No están incluidos los datos de 2020 por la distorsión generada por la pandemia. Los datos son evidentes y las preguntas, inquietantes: ¿qué es lo nuevo que está afectando tan gravemente a la clase trabajadora?¿Por qué, tanto los sindicatos, como la patronal, como sobre todo las autoridades sanitarias no investigan?
Ese sospechoso silencio, ¿tiene algo que ver con lo que la gente sencilla percibe ya, y es su posible relación con el único hecho nuevo y masivo que se ha producido en esos años: la vacunación contra el Covid?
Periódico NHU – Lavapiés, La Latina y Embajadores, Madrid