Los "feudoeléctricos" se ahogan en pasta
Un año más, llegados los meses de julio y agosto, salen a la luz los resultados de los ejercicios económicos de las diferentes empresas en el primer semestre del año, y entre ellas, las encargadas de suministrar uno de los principales sectores estratégicos y de vital importancia: el energético. Tres de las grandes empresas de este sector ya han anunciado sus resultados publicando, un año más, el aumento en los ingresos y nuevos beneficios netos respecto al mismo periodo de tiempo del año pasado.
Iberdrola, Repsol y Endesa han anunciado aumentos en ambas facetas antes comentadas. Según los resultados publicados de Endesa, sus ingresos han ascendido hasta los 14.841 millones de euros, un crecimiento del 64,4% respecto al primer semestre del año pasado, y el beneficio neto de la compañía ha sido de 916 millones de euros, lo que representa un 10% más que el año pasado en estos seis primeros meses. El resultado bruto se situó en 2.188 millones, un 16,5% de aumento.
Iberdrola, por su parte, ha presentado unos datos que ascienden hasta 24.430 millones de euros en cuanto a ingresos, un 30% más, y un beneficio neto de 2.075 millones. Aunque han destacado que en el mercado español el descenso de los resultados ha sido de un 26%.
Repsol, no solo sigue la tónica de sus compañeras, sino que mejora los resultados de estas, anotándose un beneficio neto récord de 2.539 millones de euros, beneficio que no se obtenían en un solo semestre desde los años de crisis del 2008, justo también cuando coincidió el máximo del precio del barril de crudo. En definitiva, Repsol obtuvo unos beneficios netos en los seis primeros meses de este año superiores a todos sus beneficios del año pasado. Y eso que estamos en una crisis mundial, global.
Estos datos se relacionan de manera directa con el aumento del total de la factura de la luz e hidrocarburos, así como de la inflación, que en los últimos meses está azotando a los europeos con menos recursos, como siempre, sobre todo en el Estado español, que supera las cifras europeas de inflación.
No en vano los propios líderes y economistas del teatro de esta dictadura de las multinacionales, afirman que el aumento del coste de la energía es uno de los principales causantes del aumento de la inflación, junto con la subida de los alimentos. Ésta última, causada por el coste del transporte, derivado, a su vez, del sector energético de los hidrocarburos.
“Esta evolución se debe, principalmente, a la subida de los precios de los carburantes, mayor este mes que en junio de 2021, así como de los alimentos y bebidas no alcohólicas, frente a la estabilidad registrada el año anterior”,
explican los técnicos del INE en una entrevista en El País.
“Es mucho peor de lo previsto; habrá que esperar a ver el detalle de todos los componentes para ver dónde se disparó. Con los datos adelantados parece probable que energía y/o alimentos subieron bastante más de lo previsto”, completa Ángel Talavera, economista jefe para Europa de la consultora británica Oxford Economics.
Cabe decir que, los datos de la inflación subyacente, que elimina ciertos alimentos y los productos energéticos del resultado total de la inflación total, estiman el aumento de la tasa en un 6,1%.
Cabe recordar que este fenómeno de auge inflacionista ha sido mayoritariamente globalizado en toda la eurozona, según datos del propio Eurostat.
Pero estos son solo datos, la realidad es que las personas de clase trabajadora y con menos recursos vivimos una situación mucho más deteriorada de lo que muestran estos simples números estadísticos.
Los intentos por parte del Gobierno por mostrar que pone límites a las eléctricas se quedan en un mero discurso. La realidad es que el Gobierno de PSOE-UP, ha tomado recientes medidas entre las que destacan
- el abaratamiento del impuesto del IVA al sector eléctrico
- y la prórroga de la bonificación en la compra de carburantes.
En concreto, estas dos medidas, reman a favor de que las energéticas sigan registrando y ofreciendo datos como los antes mencionados, con beneficios récords, mientras la población se empobrece y pierde poder adquisitivo.
Una vez más se evidencia que el gobierno de turno no es más que la junta de accionistas de las grandes empresas (en este caso energéticas), que simplemente continúan ofreciendo ayudas y privilegios a costa del trabajo de la clase trabajadora. Medidas, ayudas y privilegios para favorecer a las empresas más poderosas de este sector que, por si fuera poco, gozan además del clásico oligopolio en el que tan bien se desenvuelven y tan a gusto se encuentran estas grandes empresas y corporaciones.