Los políticos se muestran nerviosos en el inicio de campaña sobre la Constitución Europea

El ex presidente del Gobierno español, Felipe González, sin ánimo de parecer catastrofista aseguraba ayer que si los ciudadanos no dan su apoyo a la Constitución europea en el referéndum y el texto es derrotado, "habremos dado un paso atrás de muchos años". Y eso por supuesto nadie lo quiere. También se refirió, sin ánimo de hacerles demasiada propaganda, a los que "están por el no" porque "creen que los males vienen de fuera y creen que este documento es insuficiente", algo que a pesar de todo manifestó compartir. Cómo no.

Luego vino el ex eurodiputado y comisario español en la Unión Europea, Marcelino Oreja, quien no dudó en mostrar su apoyo a la Constitución Europea, aunque lamentó que la celebración de un referéndum para aprobar la Constitución Europea "no es el camino más fácil". Si hubiera tenido más valor hubiera dicho que es el camino más puñetero; a quién se le ocurre preguntar a la ciudadanía por un texto que no tienen nada que ver con ella.

En fin. Por su parte el primer secretario del PSOE catalán, José Montilla, se dedicó ayer a buscar descalificaciones originales para hacer quedar mal al que se le pase por la cabeza votar NO. Aseguró que "dos tercios de la expresión política del 'no' son euroescépticos o directamente antieuropeístas". No me llame eso por favor... Asimismo, se empleó a fondo para evidenciar las "contradicciones" que "sufren" los que sostienen "el voto negativo". Si es que los políticos son tan positivos y nosotros tan pesimistas que todo nos parece mal.

Y tanto quieren el PP y el PSOE que no se enfade el Banco Central europeo, que han decidido unir lazos fraternales alrededor de la Constitución. El secretario general del PP, Ángel Acebes, presentó esta semana la campaña por el SI, a la cual destinarán 3.720.000 euros y, ojo al dato, no se dedicará a "criticar" al PSOE ni "mezclará mensajes", pese a la cercanía de las eleciones autonómicas vascas. Europa Press informaba que "esta campaña está marcada por una especie de acuerdo implícito entre los dos grandes partidos españoles de no abrir fuego entre ellos para no debilitar el proyecto europeo que se votará el próximo 20 de febrero". Eso sí que es dejar de lado los interes partidistas en favor de "lo colectivo".

Para los indecisos o los que simplemente no se enteran muy bien de qué va todo este rollo, el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, se encargó hoy de dejarles claro que "no es suficiente" con estar "de acuerdo" con la Constitución Europea, que lo sepáis, sino que es "necesario" que la "visión positiva" del Tratado "se traduzca en votos". Vamos, que si estamos todos de acuerdo para qué andar con vueltas.

Lo que ocurre es que parece ser que no todos están de acuerdo. La campaña por el NO existe muy a pesar del dolor de cabeza que tienen que soportar los encorbatados. Además de la intensa campaña que los movimientos sociales están desarrollando a lo largo y ancho del estado español, que unirán fuerzas el próximo 12 de Febrero en Barcelona, también hay otros sectores institucionales y ciudadanos que están por el NO o que simplemente no les ha dado tiempo a digerir toda esta película.

El líder de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, puso cara de bueno y comenzó ayer finalmente su campaña en favor del NO, junto al coordinador de IU Madrid, Fernando Marín; el eurodiputado Willy Meyer, y el Grupo Municipal del Ayuntamiento de Madrid, encabezado por su portavoz, Inés Sabanés.

Incluso la Conferencia Episcopal está dando problemas, ya que dijo lamentar la "omisión deliberada" del cristianismo. Si ya lo decía yo.

Luego están los que pueden hacer peligrar una amplia ventaja del SI. Según una encuesta hecha pública ayer por el periódico CanariasAhora.com, el 72,23% de los canarios aún no tiene decidido si acudirá a las urnas el próximo día 20. Y del resto, son más los que aseguran que no van a votar (15,37%) que los que tienen claro que sí lo van a hacer (12,40%). No vaya a ser que sean tan pocos los que voten, que el NO tenga alguna posibilidad.

El caso es que en los próximos meses, varios Gobiernos europeos tienen la difícil tarea de convencer a sus ciudadanos de la "utilidad’ y la "necesidad’ de una Constitución Europea ultraneoliberal. En algunos casos será necesario adelantar una dura campaña. El Gobierno español, por ejemplo, ha contratado al ex futbolista holandés Johan Cruyff para una campaña de publicidad. De la misma forma, el Gobierno holandés dispone de un fondo de reserva de 1 millón y medio de euros para hacer que el ciudadano opine de forma "positiva".

Fuentes: Europa Press, Elsemanaldigital.com, CanariaAhora.com, Totalnews.com.ar, La Haine.