Los sindicatos amarillos hacen piña con Ana Botella por el negocio de los JJ.OO.

Los dos principales sindicatos amarillos del Estado español, CC.OO. y UGT, han acordado colaborar con el Ayuntamiento de Madrid - gobernado por el Partido Popular - para promocionar la candidatura de la capital a la celebración de los Juegos Olímpicos de 2020. El acuerdo ha sido escenificado por los dos secretarios generales de las mencionadas organizaciones, Fernández Toxo y Cándido Méndez, y la alcaldesa Ana Botella. En un acto celebrado en la sede del Ayuntamiento, tanto Botella como Méndez y Toxo aseguraron "que los JJ.OO. que se celebraron en Barcelona en 1992 son un referente para Madrid y para el resto del mundo y manifestaron su intención de "hacer unos Juegos ejemplares".

En la declaración institucional que suscribieron, las dos centrales mayoritarias y la primera edil derechista reprodujeron la propaganda oficial con la que se trata de persuadir a los habitantes de las ciudades en las que se organizan los Juegos de las enormes ventajas que, supuestamente, conlleva este "privilegio".

En el documento firmado por Toxo y Méndez se sostiene, entre otras cosas, que "el legado olímpico debe reforzar el proyecto de ciudad más sostenible, en sintonía con una ciudadanía que aspira a vivir mejor" y que los JJ.OO. suponen "una oportunidad para fomentar la participación ciudadana y contribuir al equilibrio territorial y cohesión social de la ciudad".

Pero los dos burócratas sindicales fueron incluso más allá en sus declaraciones. Toxo, que expresó con entusiasmo "el apoyo y respaldo de CCOO a la candidatura", aseguró "que celebrar los Juegos supondría un evento tremendamente importante para el conjunto del país". En la misma línea, Méndez resaltó la coincidencia con el Ayuntamiento y con UGT en que los juegos son un "Proyecto País, ya que "la concesión de los JJOO a Madrid serían una oportunidad muy importante para toda España".

Botella les correspondió, agradeciéndoles que acudieran a firmar el protocolo de una colaboración "muy importante en momentos difíciles" "Haremos unos Juegos espléndidos"- dijo la alcaldesa, quien se mostró "convencida de que el 8 de septiembre, después de conocer la concesión que el Comité Olímpico Internacional (COI) hará en Buenos Aires el día antes, Madrid podrá celebrar que será la sede en 2020".

¿QUÉ HAY DE CIERTO EN LAS PROMESAS DE TOXO, MÉNDEZ Y BOTELLA?

Las promesas reiteradas por los secretarios generales de CC.OO. y UGT y Ana Botella sobre los JJ.OO. no son en absoluto novedosas. Una de las tareas fundamentales de los responsables de los proyectos olímpicos consiste, precisamente, en convencer a la población de que éstos se traducirán en un formidable impulso para el desarrollo económico de las ciudades que los acogen. Del mismo modo, se insiste en el supuesto "legado olímpico", refiriéndose a las instalaciones que se deben construir para albergar los Juegos. Aun cuando estas instalaciones están destinadas, prácticamente en su totalidad, al uso exclusivo de los deportistas de élite.

La realidad es que, hasta la fecha, nadie ha sido capaz de concretar la manera en la que la colosal inversión pública que los Juegos Olímpicos exigen revierte en la mayoría de los ciudadanos. El ejemplo de Barcelona 92 -que los líderes "sindicales" presentan hoy como un ejemplo a seguir- resulta suficientemente ilustrativo. En la capital catalana se crearon solamente empleos temporales en el sector de la construcción y la hostelería, que duraron exactamente los mismos días que el evento. Tras la finalización de los JJ.OO. no se incrementó el bienestar de la población ni la práctica de la actividad física más allá del ámbito profesional. ¿Una magra retribución para los miles de millones de pesetas de fondos públicos que se gastaron en la organización de Barcelona 92? Lo cierto es que, para algunos, el macro evento sí se tradujo en sustanciosos beneficios.

UN MAGNÍFICO NEGOCIO PARA UNAS POCAS EMPRESAS

Las Olimpiadas son utilizadas como pretexto para realizar violentas reconversiones urbanísticas y voraces operaciones especulativas que, en otras circunstancias, se enfrentarían a un fuerte rechazo popular.

Obtienen jugosos beneficio las constructoras concesionarias de las obras faraónicas que requiere el olímpico evento. Pero también una poderosa red de intereses inmobiliarios, vinculados al poder político, aprovecha la ocasión para abrir sus fauces ante esta oportunidad. Para hacer frente al aumento coyuntural de la demanda de alojamiento durante los días que dura la Competición es necesario, además, aumentar las infraestructuras turísticas de manera desproporcionada, lo que reporta millonarios ingresos a corto plazo a un sector privilegiado de inversores.

Esto fue lo que sucedió en Barcelona en 1992, donde los juegos estimularon enormemente el crecimiento de la burbuja inmobiliaria. Se trata, en suma, de un negocio de envergadura con el que, con toda seguridad, sueñan las grandes empresas que hoy se encuentran en boca de todos gracias a los papeles del ex tesorero del PP Luis Bárcenas.

La palabra final la dirán en la capital de Argentina los miembros del COI, el próximo 7 de septiembre, cuando optarán por conceder los Juegos a Tokio, Estambul o Madrid. No obstante, si la "patriótica" patronal española y sus representantes políticos no logran consumar su particular pelotazo no habrá sido, desde luego, por la falta de colaboración de Comisiones Obreras y UGT.

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