Más autocrítica y diversificación
Creo que debemos ser más críticos con nuestros propios medios.
En comparación con los mass media hay una clara falta de rigor en la calidad, tanto por recursos como por criterio (Libro de Estilo, elección de articulistas, edición, redacción), que provoca que en los medios alternativos se publiquen cosas impensables en un mass media: mal escritas, incomprensibles, repetitivas, mal estructuradas.
Otro tema que separa los mass media de los alternativos es la existencia declarada de un punto de vista. Esto tiene sus ventajas para lectores expertos (uno sabe qué va a buscar) pero en general es una desventaja. Un mass media como El Mundo se puede permitir un articulista como Javier Ortiz, como El País se puede permitir un Chomsky o La Vanguardia un Fisk, porque quedan sepultados en el resto de artículos y porque les da cierto brillo de objetividad y amplitud de miras. Claro que se sabe que El Mundo es 'de derechas' y El País 'de izquierda' (¡), pero se hace un gran esfuerzo por la 'objetividad’ dentro de ciertos marcos inexpresados de lo que se debe decir y lo que no. Nos venden que su punto de vista afecta solamente a algunas cuestiones partidistas, o a darle un mayor matiz hacia un lado o hacia otro, pero que la visión general de la realidad, la información, es veraz. Y lo venden bastante bien. El resultado de todo ello es que para la mítica persona normal, los medios convencionales son más fiables, más creíbles, y los medios alternativos no dejan de ser el producto de un grupo de gente de buena voluntad pero excesivamente ideologizada (y a menudo con poco sentido común).
Es decir, en los medios alternativos no se separa suficientemente opinión de información. Aunque en los convencionales metan muchos goles con eso, la verdad es que la impresión que damos muchas veces es de ser manipuladores y dogmáticos.
Otro tema que separa a unos de otros es el tono general de lo escrito. En los medios convencionales, incluso cuando se intenta demonizar a un enemigo, la supuesta o fingida indignación se pretende esconder bajo un manto de objetividad; en los nuestros la indignación está muy a flor de piel. Comprensible, pero no sé si muy útil.
Bueno, algo positivo para variar, alguna propuesta:
- En internet los recursos necesarios para hacer un determinado medio son inferiores al resto de medios, así que aquí podemos influir más que en el resto. No digo que esté mal hacer una revista en papel, pero creo que podemos luchar con más éxito más por atraer la atención del internauta medio. Cosas como promocionarnos en foros públicos, contactar con webs generalistas, etc, es mucho más fácil que llegar a la gente en prensa escrita. Lo que ocurre es que lo hacemos poco, debemos ir más a foros públicos e intervenir en discusiones con gente "normal".
- Es necesario diversificar. No me parece preocupante que haya muchas webs, sino que digan lo mismo. Tiene que haber más conexiones con webs alternativas no políticas, con gente que haga fanzines, con gente que haga páginas demenciales pero que digan cosas interesantes, con grupos de música. ¡Tenemos que aprender a ser divertidos!