Milei hace ministros a sus perros

Bertolt Brecht (1898 – 1956): Muchos jueces son absolutamente incorruptibles; nadie puede inducirles a hacer justicia. Con la guerra aumentan las propiedades de los hacendados, aumenta la miseria de los miserables, aumentan los discursos del general, y crece el silencio.

Calígula: «Que me odien, siempre y cuando me teman»

¿Por qué no hacer un dios vivo? ¿Acaso Roma no es el poder más grande de la Tierra? ¿Acaso Roma no domina al mundo conocido? ¿Por qué no puedo ser dios de todos los que domino? Cayo César en nombre de pila, se convirtió en el primer emperador en presentarse ante el pueblo como un dios, el mismo que gritara gozoso torturando a sus víctimas: «hiérele, hiérele y haz sentir la muerte en él, haz que sienta la muerte». La sed de un dios esquizofrénico calienta sus pensamientos descuidando la guardia presta a las intrigas poniendo tierra de por medio sobre el nefasto dios del imperio romano –tan similar a Nerón– que en cada ataque de ira volvía con más ferocidad sobre su dominio.
Gobernó desde el año 37 después de nuestra era [hasta su muerte el 24 de enero del 41, a la edad de veintiocho años y ya a sus espaldas miles de víctimas, ejecutado dicen las habladurías, al propio grito del dios henchido y fanático en una de sus frases favoritas de disfrute sobre el circo romano: “dale una vez más, dale una vez más, dale una vez más”, y, le dieron, una y otra y otra más hasta dejarle sin vida]. De personalidad extravagante y comportamiento despiadado en tan sólo un año de mandato cuentan que se gastó tres mil millones de sestercios, más o menos como todo el tesoro que tenía Roma, su administración fue marcada por el más absoluto derroche y fracaso emprendiendo un conjunto de reformas públicas y urbanísticas para él, que acabaron por vaciar el tesoro público, eso si, hizo cónsul a su caballo, apuntalando al compás su paso a una ‘mejor vida por los misterios de dios’ conspiración integrada por pretorianos y senadores, liderada por su praefectus Casio Querea, que marca alguno de ellos en el deseo de restaurar la República. Pero los pretorianos no podían consentir que regresara la República, aferrándose de forma tan oportuna a los acontecimientos, como oportunista el calmar las agitadas aguas a la deriva, proclamando emperador al propio tío de Calígula, Claudio, el mismo día de la ejecución.

Claudio era cojo y tartamudo, tenía tics, y eso le salvó la vida ya que provocaba la diversión del dios Calígula permitiéndole seguir vivo, lo que sirvió a éste, único que quedaba con vida de toda la dinastía, para llegar al poder absoluto coronado por los pretorianos como emperador títere. Una de sus primeras acciones fue ordenar la ejecución de los que se cargaron a su sobrino a forma de limpiar enemigos a la vista. Al parecer Claudio no fue tan tonto como se pensaba posiblemente su táctica humorística ante Calígula le curtió en astucia, supo aguantar, hasta que finalmente confiado en el poder muere envenenado: una apetitosa bandeja de setas fue el manjar ofrecido. Existen pocas fuentes contrastadas que describan el reinado de Calígula, mayoritariamente se argumenta su crueldad, extravagancia y perversidad sexual presentado como un mequetrefe tirano fanático y demente teniendo que hacer frente a varias conspiraciones, surgidas en el Senado con el objeto de derrocarle, aplastando a la oposición que este órgano legislativo continuaba ejerciendo. Siguiendo la estela de los iluminados soberbios muchos siglos después y esta vez en Alemania, la ley habilitante del 24 de marzo de 1933 aprobada por el Reichstag, daba todo el poder legislativo a Adolf Hitler, a partir de ahí, el Estado era él. En Italia ocurrió lo mismo con Mussolini. En el E. español el general golpista se erigió como caudillo de España por la gracia de Dios dejando un país en la miseria hasta más allá de su muerte. Y ahí tenemos a “El General Ancap” Milei, en Argentina, otro de los iluminados hitlerianos que como el original, se encuentra de golpe con una miserable cuota de poder emulando a Nerón, en el intento de quemar Buenos Aires, mientras enciende la motosierra para cortar cabezas de los que sobrevivan al estilo de los paramilitares colombianos que aún siguen dentro del ejército –amparados por la democracia que encabeza el presidente Petro– ¿Hasta dónde sería capaz el nuevo Calígula argentino? ¿De qué sería capaz este nuevo Nerón, perverso de poder y soberbia? ¿Cómo permitir, que gobierne Calígula el temible, en Milei, Calígula el temido y repudiado?

El insaciable pantomima quiere asumir todo el poder del Estado, ¡yo soy el estado!, el legislativo, el judicial, el mandato del ejército y de la policía y sigue inventando leyes por decreto para hacer la vida imposible al proletariado, a los desempleados, a la mujer, a los jubiladxs… Uno de los decretazos asienta su demencia, contra la libertad de reunión y manifestación, ya que más de tres personas en la calle puede ser considerado delito <<o sea el estar parados padre, madre e hija o abuela, hijo y nuera>> si antes no se ha comunicado a las autoridades el motivo de encuentro, es decir que, el quedar con las amigas a tomar un café o hacer deporte y charlar en la calle para acordar donde ir o esperar a la amiga que no ha llegado, será considerado peligroso, “muy peligroso para la sociedad”.
Esto lo dice el nuevo Calígula del rostro simple nuevo presidente del imposible el que como dijera Benedetti: ” Aquí en la calle suceden cosas, que ni siquiera pueden decirse, los estudiantes y los obreros ponen los puntos sobre las íes”, y en 2024, los ponen sobre la huelga general, sobre los derechos históricos conquistados contra la política de ajustes Milei, el desempleo y la pobreza, avanzadilla de los vampiros de la degradación económica, los ponen contra los centros de detención y del crimen (previniendo lo que Cabral cantó) para nunca olvidar sobre el campo del “amor encantado de las alianzas”; y, sí, yo también; <<Le tengo mucho miedo a los pendejos, porque son muchos y pueden elegir un presidente>>.

Milei no solo impone su autoridad, su esquizofrenia y extravagancia porque el FMI le permite ser dios, pólvora, mecha y receta, un loco que será destronado cuando de nada sirva al capital. Y entre tanto, la vocación, el medio útil, la imposibilidad, la conformidad, los altos muros, la alambrada, el arma suicida contra la lucha de clases y las múltiples formas de resistencia popular. El fascismo como el cruel capitalismo que le sostiene alerta bajo sus órdenes e intereses, no ha dejado de existir, se mantiene no sólo por medio de la represión que filtra sobre la sociedad, y violencia ocasional, irrumpiendo sobre distintos escenarios a diferentes temperaturas y sorpresas, sobre la conquista de los imposibles, también por la falta de conciencia que brinda la sumisión de una clase sobre otra donde la supuesta víctima coopera imposibilitando la revolución de los pueblos. Sin retina pero con rutina el agente de la ley ómnibus, va asumiendo palmo a palmo como un avance su enseñanza servil y su grosería, una nefasta educación y cultura veleidosa diseñada sobre una encerrona de sentimientos globalizados que esclavizan, y con él las bocas que callan aferradas a aunque no lo crean como correa transmisora, parte ya intrínseca de las organizaciones fantasmagóricas del sistema y sus marionetas dramáticas o cómicas, por las que astutamente se limitan ha medrar peleando “por nosotros”. Milei se debate como bufón de palacio imponiendo el único manantial en el que cree su irrumpir fugaz creado por el propio sistema opresor enriqueciendo la servidumbre e ignorancia en pasto del capitalismo. Elijo los principios inalienables del entrañable periodista argentino, Rodolfo Walsh; que sus reflexiones florezcan, conservo su semilla, la mimo y riego por los mismos objetivos: La revelación de lo escondido el método cotidiano la furia fría los compañeros el futuro los que no obedecen los que no se rinden los que piensan y forjan y planean los que actúan el análisis claro la alegría general que ha de venir un día la gente abrazándose la pareja en su amor la esperanza insobornable la sumersión en los otros.

El capitalismo interNAZIonal es el cáncer social con el que el imperialismo doblega, el que remunera golpes de estado, potencia ejércitos, quitó las ladillas al feudalismo y avivó los monopolios de la oligarquía financiera, la corrupción más absoluta de la explotación en cadena potencia la degradación como hierba mala que nunca muere, favorece mafias y serviles, ejemplariza la tortura como un bien democrático en ajuste Milei: ley del veneno y esencia carcelaria de tortura sobre enfermedades y suicidios como caso cerrado. Su ciencia de la economía ómnibus, es destruir, hundir, esclavizar, usurpar presto colonizar culturas e imponerse al mundo de los trabajadores avanzando como apisonadora contra toda nave antagónica que se enfrenta, siembra el odio a favor de los genocidios en masa, favorece la farsa y la mentira contra la razón, y lo contradice al nivel que sea. La Ley Milei, es el poder en castas de acumulación de capital y gestión centralizada, entre la más parásita aristocracia, pretende mantener las viejas leyes feudales religiosas y monárquicas de idénticos intereses bajo un ídolo imperial superior de ignorancia: una ideología, un fascio, un régimen de dominio, una opresión que electrocuta como cólera de Aquiles. Miente su sistema, como miente Europa y EEUU, cuando dice que las dictaduras han desaparecido, claro que para ellos todavía existe la URSS, ante los ojos de serpiente de los nuevos presidentes afines al imperio: la ven, la olfatean, la sienten, al ninguneado le implican, todos somos rojos, todos somos chusma, todos somos la imagen que definen como el terror del que hay que huir: ¡que viene el coco, que viene el coco, que viene el coco!!! Sus buitres medios, y de la CIA, planean como portadores de magia negra, como papones mano alzada, como Ku Klux Klan en nómina fija. Estar están, viviendo “del velar por nuestros intereses”; estar están inamovibles estafadores y villanos: Fujimori (e hija), Netanyahu, Zelenski, y cientos de Milei, y cientos de sátrapas en el mundo, en Marruecos, Arabia Saudí, Catar, Kuwait, Guinea Ecuatorial, los talibanes de Afganistán… haciendo la guerra al pueblo al son del imperialismo facilitándoles el mando para que el capitalismo no muera.

Maité Campillo (actriz y directora d` Teatro Indoamericano Hatuey)
La Haine