Nacionalismo/Estatalismo. La opresión nacional
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2. - ESTADO/NACIóN
2. 4.-Nacionalismo/Estatalismo. La opresión nacional
El estado territorial, como realidad político-administrativa basada en una unidad violenta y artificial, necesita segregar una ideología patriótica que lo legitime ante la población. Necesita aparentar una cohesión entre los diferentes territorios que lo componen. Distinguimos aquí dos tipos de nacionalismo, el que se basa en el estado y el que se basa en la nación.
El nacionalismo estatalista se convierte en la ideología del estado, cumpliendo dos funciones: eliminar cualquier rastro de conciencia diferencial entre las dos naciones sometidas por aquél, con la finalidad de evitar cualquier intento de secesión y por tanto el fraccionamiento de su poder, y de otra parte, como elemento de superación de los antagonismos sociales - con cualquier pretexto patriótico- es decir, como consolidación de un orden social clasista.
El nacionalismo estatalista, o mejor, el estatalismo, como exaltación irracional de la patria estatal, toma formas agresivas cuando ve la continuidad de la "patria" en peligro, siendo así un obstáculo a la solidaridad internacionalista. El españolismo y el francesismo son dos ejemplos palpables de estatalismo.
De la incidencia del estado sobre la nación, intentando sustituir a esta, proviene lo que llamamos opresión nacional. La incomprensión de este hecho es uno de los principales motivos de la indiferencia de los anarquistas ante la lucha de liberación nacional. La opresión nacional se manifiesta en dos niveles. De un lado en un nivel directo, con la ocupación militar, con la imposición de divisiones administrativas aberrantes - hasta el punto de partir por el medio la nación por frontera de estados - con una represión abierta o camuflada sobre las manifestaciones lingüísticas y culturales, la sustitución de estas manifestaciones por las oficiales del estado, la uniformización general, la persecución de los luchadores o de cualquier individuo que se cuestione la unidad, la paz, el orden del estado, etc. Y de otro lado en un nivel indirecto , de una forma más peligrosa, con la alineación de la población a partir de la introducción sistemática del estatalismo. El reconocimiento y admisión de la patria estatal, en tanto que ejercicio mental castrador, sirve al estado como agente de despersonalización, de anulación de la capacidad de razonamiento del individuo y por tanto contribuye a perpetuar y consolidar el sistema.
Así mismo, el nacionalismo que toma como base la nación intenta superar este alineamiento y redescubrir la identidad nacional. En este sentido y unido a una práctica anticapitalista puede llegar a ser un factor progresista, e incluso como un factor de desestabilización del estado central. Ahora bien, en manos de una burguesía local que quiere un estado propio para asegurarse su peso financiero y comercial, etc, llega a ser tan nefasto como el nacionalismo estatalista.
Próxima Entrega: Estatalismo anarquista y estatismo independentista.
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