ePub
pdf
Palestina: merece la pena luchar.
El fin de las reuniones era el viejo tema de la causa Palestina. Pero hablar no era lo único necesario, la acción cobraba aquí un papel muy especial.
Desde hace tiempo el I.S.M (Movimiento de Solidaridad Internacional), coordinado por activistas palestinos, se ha ido extendiendo por todo el mundo con el fin de denunciar las injusticias del Sionismo en particular y de la globalización en general. En el 2001 le tocó a Europa y, ahora, palestinos y activistas internacionales llegan al estado español con un fin muy concreto.
El ISM hace una labor de desobediencia no-violenta muy importante. Gente de todo el mundo lleva yendo y viniendo a Palestina desde hace tiempo con el objetivo de ser observadores internacionales de los derechos humanos, de frenar la ocupación, de contrainformar; en definitiva: de apoyar la Intifada que no es otra cosa que el legítimo derecho del pueblo palestino a defenderse contra la ocupación; contra el fascismo.
La gente que va allí ve y cuenta cómo los niños y las niñas palestinas son asesinadxs cuando van a las "escuelas", cómo destruyen sus casas, cómo cualquier mando militar israelí, por pequeño que sea, puede matar a quien quiera con la legitimidad del Estado de Israel. Cuando el toque de queda suena en Palestina, las calles se vacían, pues corres peligro de ser fusiladx. Una colonización en toda regla.
Al amanecer, allí siguen los tanques, las ametralladoras, los militares dispuestos a cercar y matar de hambre a un pueblo que sólo reclama sus tierras para vivir en paz. No hay prácticamente jóvenes palestinos que no conozcan la cárcel y la tortura.
Palestinos del ISM llegan al estado español a pedirnos solidaridad, a pedirnos acción y compromiso con su pueblo, con su causa. Son conscientes de los éxitos que la ayuda internacional obtiene. Saben que para los sionistas son basura, y como basura les matan; y saben que tu presencia allí es considerada, por lo menos, como humana.
Desde hace tiempo, como sabréis, les están cercando en un muro que recuerda a las alambradas de los campos de concentración nazis. Un muro que les separa aún más de sus tierras, que les separa del agua y de las tierras fértiles. El muro de la vergüenza. Un infierno.
Los palestinos saben que si no se frena la construcción del muro pronto nunca se frenará, y por ello piden que la gente del estado español, al igual que la de muchos otros lugares del mundo, vaya allí este verano a parar el muro.
Para todo ello se están organizando charlas, talleres, jornadas, encuentros que desde La Haine serán difundidos y apoyados. Así mismo pedimos a los compañeros de paginas afines hagan lo mismo.
Atento a las próximas convocatorias, puede que sea en tu ciudad. Infórmate y participa.
