Por apoyar dictaduras y no respetar la voluntad militante, un sector minoritario rompe con CR
No es nuestra intención entrar en una guerra de comunicados, ni en medio de las movilizaciones y luchas abiertas tras el 15M y la preparación de nuevas movilizaciones como el 19J, perder el tiempo en polémicas estériles. Pero el comunicado aparecido en algunos medios estos días obliga a dar una explicación de los hechos.
Un sector minoritario de Corriente Roja encabezado por Nines Maestro decidió romper con la organización por razones políticas y desgraciadamente de mala manera. Ante las revoluciones del norte de África y Oriente Próximo, en contra de la opinión de la gran mayoría de la militancia de Corriente Roja, ese sector se pronunció por el apoyo a las dictaduras de Líbia y Síria. Será el Encuentro Estatal convocado para los próximo días 9 y 10 de Julio quien cierre definitivamente este episodio, cuando la amplia mayoría de la militancia, o sea, la base, va a decidir todos los pasos de la organización.
El primer problema serio surge con el conflicto en Libia. Sin consultar a organismo alguno en Corriente Roja, Nines Maestro encabezó en nombre de Corriente Roja la ruptura de la Plataforma de solidaridad con los pueblos árabes de Madrid y la conformación de una nueva “plataforma antiimperialista” cuyo punto distintivo era estar contra la intervención de la OTAN sin aceptar que se hiciera critica alguna a Gadafi. Defendían así el apoyo al dictador libio, a veces explicito y en la mayoría de la ocasiones por omisión, una defensa tan apasionada que no importaba que costara la ruptura de un organismo unitario contra la guerra, ni la ruptura de la propia CR.
Pero llegaron a renglón seguido los acontecimientos en Siria. Allí no hay intervención militar de la OTAN, miles de jóvenes y trabajadores/as sirios se han echado a la calle contra el régimen de Bashar el Asad y son ya más de 1.000 los muertos y centenares los detenidos y desaparecidos.
Mientras los militantes de CR en diferentes lugares del Estado participábamos de las protestas ante embajadas y consulados sirios, este sector minoritario de CR imponía el silencio de la organización, amenazando con la ruptura si se hacía explícito el apoyo de CR al pueblo sirio contra su dictador. La Coordinadora Estatal de CR optó por apelar a la base, para que la base decidiera de la forma más democrática que es la realización de un Encuentro Estatal donde participaran todos/as sus militantes.
Al dictado de la dirección del Partido Comunista de Cuba y Chávez, ese sector resolvió apoyar a Gadafi y Bashar el Assad convirtiéndose en defensores de dictaduras cuando sus pueblos se levantan contra ellos. Apoyar dictaduras contra los pueblos es incompatible con una organización revolucionaria.
Este sector que ahora rompe con Corriente Roja, resolvió situar a los compañeros/as que proceden del disuelto PRT-IR como si fueran el problema e intentaran “adueñarse” de CR. Cuando estábamos en un debate entre militantes de CR, diferenciar a los que vienen del ex PRT-IR del resto es el primer mecanismo para intentar fraccionar a la organización y colocar a una parte significativa de la organización como si fueran algo distinto a Corriente Roja. Por otro lado es un intento de esconder su aislamiento interno, ya que los miembros del disuelto PRT-IR son solo una parte minoritaria de todos los/as que conformamos hoy la militancia de CR.
La verdad es que el 80% de la militancia quiere el Encuentro Estatal, ha apoyado las resoluciones de la Coordinadora Estatal convocándolo para el 9 y 10 de julio y no acepta ni las posiciones políticas, ni el accionar stalinista de este sector que sigue creyendo que una organización son sus “jefes” y no la base y el respeto a la misma. Ese hecho ha llevado a este sector, sabedor de ser minoría, a la ruptura.
Si tienen opiniones distintas ¿Por qué no las defienden ante el Encuentro estatal? ¿Porque no apelan a la militancia? Rompen entonces porque no aceptan que la base decida, no aceptan en Corriente Roja más dirección que la suya, no aceptan ser minoría.
Reproducen así lamentablemente lo mismo que desde CR y gran parte de los activistas sindicales hemos criticado a la burocracia de los Sindicatos y los partidos institucionales, la falta absoluta de respeto por los organismos electos democráticamente y por la voluntad de la militancia.
Una clarísima mayoría de la militancia ha defendido CR ha mantenido la organización, militando con entrega, reafirmando sus compromisos con los trabajadores/as y pueblos que enfrentan a las dictaduras, interviniendo y alentando la movilización de los jóvenes y trabajadores que llenan las plazas y las asambleas en los barrios y pueblos diciendo basta, plantando cara a las medidas de los gobiernos y los banqueros y exigiendo medidas que avancen en una democracia plena en una línea anticapitalista, en defensa del socialismo con democracia obrera... Y ha hecho todo eso al tiempo que en los núcleos se van haciendo los debates preparatorios del Encuentro Estatal. Por eso Corriente Roja está viva y seguirá avanzando construyéndose como una organización democrática, donde la base debate, decide y después enfrenta unificadamente a la burguesía, al imperialismo y a las burocracias.
El próximo Encuentro Estatal tendrá como tarea responder a todos los desafíos abiertos con la nueva situación política abierta tras las movilizaciones del 15 M y lo haremos en forma colectiva. Corriente Roja seguirá construyéndose como una organización política socialista y revolucionaria y se hará todavía más fuerte por haber sabido no alejarse de los principios revolucionarios ni de la democracia interna.
Corriente Roja no va a perder el tiempo en polémicas públicas con el grupo que ha roto con nosotros/as. La vida sigue y con ella las tareas militantes. ¡Viva Corriente Roja!