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Estado español, Mundo :: 18/03/2024

Mala gente que camina y va apestando la tierra

Maité Campillo
Las potencias europeas menos ‘la España’ de capa caída, prestas a institucionalizar el saqueo como el gringo, se lanzan al expolio

Los apoyos a la revolución se sucedían ya sin interrupción, se llevaba meses informando, movilizando universidades populares, sedes de las asociaciones de vecinos vitales y contagiosas activas de encuentros, conferencias, semanarios unitarios programando, organizando teatro internacionalista, descarga de cantautores, documentales, murales, revistas de apoyo hechas por socios, pintadas, hojas informativas, acampadas, mítines en plazas y manifestaciones, cuando en julio de 1979 cae sobre todos los antifascistas del mundo iluminando con sus rayos la noticia más festejada del año ¡EL FSLN ha tomado Managua!

La que parecía una nueva revolución

(Tras la de Cuba dos décadas antes en 1959) Le esperaba una larga travesía de lucha y calamidades insoslayables contra la rancia ‘contra’ y sus dirigentes yanquis que en calificativo del poeta Antonio Machado viene a decir Mala gente que camina y va apestando la tierra, estela de excombatientes somocistas borrachos de sombra negra, vomita el gringo escuadrones de la muerte a reventar la tierra y sembrar la hambruna en ruina de calamidades, enfilados en las garras del imperio a asesinar masas trabajadoras y dirigentes, al intento de desestabilizar el proceso revolucionario: refuerzo militar, económico e instrucción para el crimen y en eso el centro de control lo ejerció la CIA. Sí, por fin llegó la noticia anhelada, la más festejada del año, con ella los días emblemáticos fueron acumulando inquietud, entusiasmo por la victoria, contra una de las dictaduras más sangrientas y corruptas de Indoamérica: días de amor y lucha y también de impaciencia a la espera por otro lado del golpe definitivo a la dictadura salvadoreña. No dudaría en reconocer que posiblemente, fuera la Nicaragua, de entonces, el país más invadido de la historia por el yanqui imperialista cuya injerencia se remonta a la fiebre del oro, en California, a mediados del siglo XIX. Y es que tras la ocupación, de la mitad de México, Norteamérica necesitaba una ruta corta para llegar de un océano a otro, ya que el comercio entre las dos costas era prácticamente imposible. Ahí es que se encontraba el gringo ideando un canal a través del istmo centroamericano. Así fue como Nicaragua volvió a sentirse una vez más invadida maldecida atrapada bajo la bota bélica a la miseria sometida, ninguneada, asesinada, dolorida. Por contra al yanqui le serpentean los ojos de serpiente ve un afluente negocio fabuloso, una vía de entrada y salida, y se equiparon para la conquista. Crearon una empresa de transporte de una parte a otra del país por donde llegar, y llegar llegaron. Les gustó el clima, y se quedaron, soñando sus grandes negocios al desarrollo escalofriante de la explotación hasta la extenuación saboreando poder colono y degradación, viendo que por igual podían abusar del pueblo que ejercer poder político, dentro del propio poder, avaro y destructivo de somocistas sin escrúpulos. Y se quedaron con sus negocios y con el país: como Pedro ‘por su casa’, I de Aragón, rey de Aragón y Pamplona en continuas confrontaciones con los árabes en la Península Ibérica sin respeto ni permiso, como el gringo, con todas las garantías del poder y triunfo sobre Nicaragua, y siguieron llegando otros y muchos más después con el mismo interés expansivo por todo el ámbito nacional, y también barcos cañoneros dispuestos a proteger los intereses de sus ciudadanos norteamericanos a cañonazos.

Las primeras once intervenciones de EEUU sobre Nicaragua tuvieron lugar en 1853, con el desembarco de marines ‘para proteger’ a sus empresarios del transporte. Como mirando un espejo mágico de historia años más tarde en 1984 durante una riña con el alcalde de San Juan del Norte, pequeño puerto de la costa Atlántica: <<un diplomático norteamericano resultó levemente herido cuando de entre la multitud enfurecida alguien lanzó una botella>>.
Y como represalia, un buque cañonero, bombardeó el pueblo hasta que no quedó en pie un solo edificio como hace el sionismo en Palestina. No les pareció suficiente castigo, por lo que un grupo de marines desembarcó, primero saqueó las ruinas y luego prendió fuego. Volviendo al año

1953-54, los dos partidos que había entonces el Liberal y Conservador, estaban a la gresca, o sea a tiro limpio, y no se le ocurre otra cosa al Partido Liberal que contratar a un yanqui para que forme un ejército de mercenarios. El yanqui presto mercenario de lleno a la faena, con su ejército de mercenarios, derrota a los conservadores y después de cobrar los servicios prestados <<no se fue del país>> se quedó y autoproclamó Presidente de Nicaragua: impuso sus leyes, legalizó la esclavitud y su idioma, el fue William Walker. Supuso, por otro lado, que los países centroamericanos dejaran sus rancias disputas y se unieran para expulsar al enemigo común: <<En 1856 sacan al mentado y su ejército de mercenarios de Nicaragua. En 1860 cuando quiso regresar para continuar robando es capturado y fusilado en Honduras. Las dos primeras décadas del siglo XX fueron traumáticas, en ellas se encuentran los años de las cañoneras, y del robo a los países de Centroamérica y del Caribe. En cada ocasión que hubo revueltas EEUU no dudó en desplegar sus cañoneras y marines para proteger sus grandes empresarios: el gringo se hizo fuerte y rico en pocas décadas>>.

(El fin de siglo marcó el surgimiento de EEUU como potencia mundial) Al tiempo las potencias europeas menos ‘la España’ de capa caída, prestas a institucionalizar el saqueo como el gringo, se lanzan sobre el espejismo de la fiebre del oro al expolio robando y asesinando, es su forma de evangelizar derechos humanos. El yanqui les amenaza autoproclamándose ser los únicos por <<derecho natural>> a intervenir en los territorios, apropiándose lógicamente de sus recursos y, ya con la construcción del Canal de Panamá, muestra su fuerza industrial y miliar. Pero para el yanqui, sobre todo Nicaragua sigue siendo un país fundamentalmente estratégico para sus intereses.
Por lo que en 1912, durante un periodo de conflicto civil llegan nuevamente, y esta vez sí, esta vez desembarcan 3.000 marines “para proteger a sus empresarios” y, se quedaron 13 años, con un gobierno títere de los conservadores. En 1925 los marines salen del país y casi inmediatamente, los liberales, toman las armas en contra de los conservadores: por lo que en 1926, 6.000 marines, el doble de los anteriores, regresan a restablecer el orden combatiendo una vez más al lado de los conservadores ¡Y es en esta ocupación que aparece en escena Augusto César Sandino!!! Se niega a aceptar un presidente conservador impuesto por EEUU, al mando de un ejército por la soberanía nacional y libertad de Nicaragua compuesto su gran mayoría por campesinos librando durante seis años una guerra de guerrillas contra los marines yanquis, alcanzando en ello reconocimiento internacional como patriota y antiimperialista [Hoy nos odian y nos desprecian escribe un empresario cafetero yanqui en 1931 el uso de los marines para perseguir y asesinar nicaraguenses fue lo que motivó ese sentimiento]. El legado de Sandino representó para el nicaragüense “la primera vez en la historia en la que una guerrilla campesina logra derrotar la intervención estadounidense”. Marcó perfil en toda Indoamérica el sombrero de Sandino, que por primera vez desarrolla un gran movimiento de solidaridad con revuelta social en El Salvador de 1932. No, el yanqui no podía permitir vivir al guerrillero de pensamiento libre de talla humana contagiosa que entraña una estrategia militar que le ridiculiza, en aquello que domina, como potencia bélica de guerra: el crimen. Y le organizan una emboscada a través de sus colaboradores <<acudir al palacio presidencial de La Loma en Managua, en la noche del 21 de febrero de 1934 “para una cena” a la que ni por lo más remoto imaginó que iba a ser la última [No peques de ingenuidad ‘como yo hice’ nos diría Sandino recuerda que la historia está llena de traiciones y traidores prestos a ejecutarla]. Fue asesinado, con sus dos lugartenientes, en un descampado a las afueras de Managua donde los fusilaron, justo hace noventa años. La invitación cursada por el presidente Juan Bautista Sacasa, con orden de la CIA, acabó con el guerrillero que puso en jaque a uno de los ejércitos más armados y sanguinarios: el ejército de Estados Unidos.

Y es que para el presidente yanqui Calvin Coolidge trigésimo presidente de los Estados Unidos (1923-29), Sandino es un agente del bolchevismo mexicano ”cuyo objetivo era extender el comunismo soviético por toda Centroamérica”. Inteligente Sandino, antiimperialista estratega astuto, franco y decidido con su ideario claro va comiendo la moral al gringo que en 1932 SE NIEGA A ENVIAR TROPAS DE REFUERZO. Pero hay que tener en cuenta, que el yanqui como el fascismo, boñiga del mismo gran animal, nunca olvida su presa.
Cuando el yanqui “se retira de Nicaragua”, en 1933, deja una Guardia Nacional entrenada por ellos, comandada por Anastasio Somoza García y en ello no hay que pasar por alto uno de sus grandes logros maniobra como carnicero pertrechado por el gringo: <<organizar el asesinato de Sandino cuando éste visitó la capital, Managua, para concertar la paz con el gobierno>>.
Por lo que en 1936, Somoza, desplaza al presidente conservador y organiza su propia elección dando inicio a una dictadura, dinastía que dura 42 años con dos sólidos pilares: la temible Guardia Nacional con todo tipo de privilegios y, el respaldo del yanqui garantizado por el anticomunismo de los Somoza. La descripción de Somoza, por Roosevelt, responde con evidencia a la esencia imperialista apuntalando las cuatro décadas de la dinastía: <<Somoza podrá ser un hijo de puta: pero es nuestro hijo de puta!>>.
Y al padre, le suceden los hijos, Luis, y Anastasio Somoza regresado de West Point hablando ingles, parco en el idioma de sus padres.

No hace falta profundizar mucho para asegurar que un régimen de tal catadura no hizo sino enriquecer la especialidad heredada del gringo: robar, robar y robar desmantelando Nicaragua, llevándola a la pobreza extrema, convirtiéndola en uno de los países más pobres de toda Indoamérica. Anastasio Somoza (padre) controlaba un imperio económico de mil millones de dólares incluía una tercera parte de la tierra cultivable del país, la industria empacadora de carne, de la construcción, la pesquera, aerolíneas nacionales, cadena de televisión, varias de radio, varios bancos… Durante las tres primeras décadas los Somoza, gobernaron con total impunidad teniendo a la oposición domesticada y, mucha, mucha represión contra todo lo que se moviera. Parecía la dinastía de los Somoza, interminable, hasta que el 23 de diciembre de 1972 la tierra empezó a temblar. La conmoción política posterior al terremoto que destruyó Managua evidenció la catadura de los Somoza sacando ventaja de la adversidad.

Somoza y sus socios se cebaron y enriquecieron hasta mas no poder robando la ayuda internacional enviada supuestamente a las víctimas del terremoto, estaba a cargo personalmente de la reconstrucción de Managua: <<reconstruida por las compañías de Somoza sobre tierras que le pertenecían>> y todo con la ayuda INTERNACIONAL canalizada a través de sus bancos.
Pelotazo de dimensiones inimaginables para los Somoza, y clases altas, a las que benefició. A la clase trabajadora como era de esperar el terremoto los hundió aún más en la miseria. Esto creo más odio, más antagonismo, más aliento hacia una oposición de rigor e intereses de clase: empezaron las huelgas las manifestaciones y las tomas de tierras en todo el país durante los años 1972 y 73. El Frente Sandinista de Liberación Nacional se colocó a la vanguardia de la oposición (Fundado en 1961 fue una de las tantas organizaciones guerrilleras que surgieron con el ejemplo de la revolución cubana). El 27 de diciembre de 1974, un grupo del FSLN, irrumpe en una fiesta navideña en una casa de Managua y captura a una docena de los más importantes líderes políticos y empresarios de Nicaragua: intercambia los rehenes por 14 presos políticos más un millón de dólares y su salida a Cuba. Esta acción supuso un golpe de moral y el reconocimiento nacional e internacional como organización guerrillera. Somoza emprende una guerra de exterminio contra el FSLN, e instauró el estado de sitio, la Guardia Nacional desencadenó un estado de terror una oposición más sanguinariaal ver que Carter pantalla de EEUU, ya no le apoyaba como antes asesinando el 10 de enero de 1978 a Pedro Joaquín Chamorro (periodista moderado). Lo que dio paso a más revueltas que el Frente Sandinista aprovechó para iniciar una insurrección en todo el país contra Somoza.

Durante los 6 meses siguientes, no cesó la lucha contra la dictadura, los sandinistas empezaron a acumular armas y a organizar a los trabajadores del campo y la ciudad: los moderados viéndolas venir, esperando que los yanquis sacaran a Somoza del poder para entrar ellos; y, Carter seguía en sus trece, no estaba dispuesto a entregar más armas a Somoza, pero sí, a impedir que los sandinistas tomaran el poder. Su objetivo: cambiar a Somoza por otro pelele más acorde que el bravucón hijo e puta suyo es decir “nuestro hijo e puta”, dejando el mismo estado policial y militar represivo, armado hasta los dientes: lo que hizo que los moderados oportunistas intentaran aliarse con los sandinistas. En agosto de 1978 el FSLN asaltó el Palacio Nacionalen un pleno del Congreso capturó a 500 rehenes; la audacia de los sandinistas, conquistó el apoyo popular y con éste la vanguardia de la lucha. Cuando los guerrilleros junto a 59 presos políticos recién liberados se dirigían al aeropuerto, para tomar un vuelo a Panamá, miles de nicaraguenses bordearon las calles para aclamarles. Después del asalto, al Palacio, hubo una huelga general y ataques a la Guardia Nacional. Las acciones de la guerrilla provocaron insurrecciones populares en las ciudades de Matagalpa, Masaya, León, Estelí y Chinandega. Y la Guardia Nacional empezó a destruir ciudades desde el aire, para evitar que cayeran en manos de los rebeldes, hubo más de tres mil asesinados. Después que los sandinistas se retiraran se unieron nuevos miles de combatientes (tras la salida de los guerrilleros la Guardia Nacional lejos de retirarse hizo cientos de ejecuciones).
Ocho meses más tarde en junio de 1979, es cuando el FSLN, lanzó la ofensiva “final” en contra de la dictadura de los Somoza. En unas semanas el Frente controlaba las ciudades principales prácticamente todo el campo y la mitad de Managua. Cuando los yanquis ven que su “hijo e puta” estaba prácticamente derrotado pidió en la OEA, que Somoza dimitiera, y que una fuerza militar de “paz” interviniera en Nicaragua para restaurar el “orden”, y de paso, ya que están, impedir que los sandinistas tomasen el poder y derrotaran la Guardia Nacional. El 17 de julio de 1979 Anastasio Somoza salió por patas y, blindado de dinero se exilió en Miami, junto a todo el estado mayor de la Guardia Nacional que procedió a desintegrarse ¡LOS SANDINISTAS HABÍAN VENCIDO A LOS ‘HIJO E PUTA’ DE EEUU!!!

Tras el triunfo del Frente Sandinista, el imperio a través de Carter tantea la misión de acercamiento, ofreciendo ayuda económica para reconstruir el país devastado por los Somoza. En definitiva lo que intentan es salvar sus propios interés económicos, hacerse con el control e intentar desaparecer como sea de la esfera política, la corriente ideológica más antagónica y antiimperialista del FSLN: impedir que gobierne el país del que se consideran únicos dueños por <<derecho natural>>.
La misión Carter se estancó, quedó paralítica, no pudo caminar y, al poco llega Reagan como presidente, presto a zanjar la tozudez rebelde de la nueva Nicaragua. Lleva en mano la misión macabra sin dilaciones resuelto a terminar con la revolución sandinista, a la que califica de marxista-leninista, lanzándose ejemplar a consolidar su asiento gubernamental apoyándose en la ‘contra’ desde Honduras: con armas, dinero y todo lo necesario desde la frontera por donde se infiltran y atacan poblaciones nicaragüenses. Tras estos y otros hechos arduos más profundos si cabe de su historia e intromisión imperialista, se aprecia la complejidad de las dificultades que se imponen gobernar un país independiente frente al estrangulador de verdades, a la hora de plasmar el torrente de ideas que motivaron la toma de poder en su tiempo, principios y sueños añorados de derechos de existencia en el que se encontró involucrado todo un pueblo.

Maité Campillo (actriz y directora d` Teatro Indoamericano Hatuey)
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