Socialismo ecológico antiimperialista ¿Ecologismo progre, ecosocialismo, decrecimiento?
El socialismo ecológico antiimperialista no es ni puede ser una teoría acabada, cerrada en sí misma y perfecta. Es una praxis en permanente crisis de crecimiento, una praxis que empieza a agotarse y a retroceder si detiene su permanente autocrítica, si niega y rechaza su necesidad de integración de nuevos datos y de nuevas corrientes; una praxis que se rompe internamente dando paso, por un lado, a la teoría abstracta y por otro lado, a la práctica empirista y ciega. De este modo, más temprano que tarde el reformismo se va apoderando de la praxis revolucionaria.
Por esto mismo, la vida del socialismo ecologista antiimperialista está indisolublemente unida a la lucha por el poder obrero popular, por la democracia socialista, por la construcción de nuevos y diferentes Estados obreros antiimperialistas e internacionalistas conscientes de que deben caminar a su autoextinción según avance la sociedad comunista.
La reunificación o mejor decir la reintegración de la especie humana en la naturaleza, de la que forma parte objetivamente, está ya realizándose en lo teórico y político mediante la reintegración de la ecología en el socialismo, mediante la lucha antiimperialista. Esta reintegración que será comunista o no será, y este comunismo que será naturalista o no será, está ya dada teóricamente en el contenido ecológico del socialismo. Por esto, la lucha antiimperialista es la lucha por la vida y por la naturaleza.