Transformar la crisis en revolución
Reunido en Madrid los días 21y 22 de enero de 2023, el CC del PCPE, considera:
Igual que el pasado año, el 2023 que ahora iniciamos estará determinado en todo su desarrollo por la profunda crisis general del Capitalismo que, tanto por su carácter estructural, como por la evidencia de los hechos que afectan muy negativamente a la realidad material y a la vida cotidiana del pueblo trabajador, se convierte en irreversible y definitiva.
Ninguna proclama del estilo de las hechas en Davos, ni tampoco los huecos compromisos en el sentido de transformarlo y/o humanizarlo que realizan las diversas caras de la socialdemocracia o el fascismo, podrá obviar la perentoria necesidad del capitalismo de usar todos los recursos a su mano para tratar de recuperar y mantener activa su única razón de ser: la reproducción ampliada del capital.
Sobreexplotación basada en la creciente desvalorización de la fuerza de trabajo y el uso indiscriminado y absoluto de la violencia son, junto a un acelerado proceso de concentración y centralización del capital, los recursos más eficaces del Capitalismo para tratar de frenar la inevitable tendencia a la caída de la tasa de ganancia que determina su realidad.
La monetarización de la economía, generando una economía de empresas subsidiadas sobre la base del constante aumento de la deuda pública y privada, muestra sus límites y ya no es suficiente para evitar el abismo de la eclosión incontrolada de la crisis que, necesariamente, debe saldarse con la desaparición de miles de empresas y una generalizada destrucción de fuerzas productivas.
El recurso de emitir deuda para financiar nuevos nichos de acumulación de capital para los monopolios y las transnacionales, fundamentados en la economía verde y la inteligencia artificial, toca a muertos antes de ponerse en marcha. Los límites físicos de un Planeta saqueado y las propias leyes del capital, sitúan en la inmediatez el horizonte de un mundo que, necesariamente, no solo será diferente, sino que ya ha empezado a serlo.
LA TERCERA GUERRA MUNDIAL YA ES UNA REALIDAD QUE TOCA A LA PUERTA
La consolidación efectiva de una realidad multipolar armada, que pone fin a las más de tres décadas en las que, tras la desaparición de la URSS, la hegemonía de los EE.UU y sus aliados campó a sus anchas, abre un nuevo escenario. Éste está marcado, en primer lugar, por la Guerra y el riesgo de la destrucción nuclear, pero también por las nuevas oportunidades que brinda a la clase obrera y sus aliados, en el desarrollo de un complejo proceso de lucha de clases que, finalmente, debe abordar la totalidad de aspectos sobre los que se cimenta la explotación y la opresión de la sociedad dividida en clases.
La defensa de la Paz, sinónimo de Justicia social y Libertad, es imposible desligarla de los derechos de los Pueblos y el fin de la Explotación.
La lucha por la Paz, lo es por la Autodeterminación de los Pueblos y por el Socialismo.
La defensa de la Naturaleza, y del nicho ecológico de la Humanidad, es incompatible con el irracional e irresponsable uso de los recursos de la misma que realiza el Capitalismo. Hay que poner fin a la sociedad de consumo y al fetichismo de la mercancía. Si no es Rojo, no es Verde.
El desarrollo de los acontecimientos en la guerra de la OTAN contra Rusia en Ucrania y el reciente compromiso entre la UE y la OTAN para “elevar a otro nivel su cooperación” que, entre otras muchas cosas, sitúa la posibilidad en cualquier momento de la participación directa de España en su guerra, no dejan lugar a la duda: el capitalismo occidental se dirige a la morgue igual que nació, “chorreando sangre y lodo por todos los poros, desde los pies hasta la cabeza”.
LA MODERNIDAD LLEGA A SU FIN.
Iniciada a finales del siglo XV, de la mano del genocida y salvaje proceso de acumulación originario del capital, la etapa histórica fundamentada en la supremacía de los valores culturales, religiosos e ideológicos de la Europa cristiana y occidental, toca a su fin.
Sumada a la inicial violenta desposesión del campesinado europeo, para proletarizarlo e imponerle su poder, la burguesía europea –a un lado y otro del Atlántico- es responsable y debe parte de su riqueza originaria a la esclavitud y a los saqueos absolutos de África, Asia y América. Proceso genocida que, en nombre de la Libertad y la Razón (de los propietarios blancos) universalizó su dominación.
Desde 1492, el aval de la Modernidad que representa la supremacía Occidental, son miles de culturas destruidas y cientos de millones de personas asesinadas en nombre y razón exclusiva de la acumulación del Capital.
Esa es la realidad que, con todas las armas a su alcance –incluidas las nucleares- defiende en este momento la OTAN, y a la que, más allá de la Casa Blanca, la UE y la Entidad sionista, se pliegan todos los actores políticos y sociales que, de una u otra forma, se alinean con sus estrategias belicistas.
Una posición en la que el pueblo trabajador, y el conjunto de naciones que luchan por su Independencia y Soberanía, no tienen nada que ganar, y a la que deben enfrentarse radicalmente con el doble objetivo de
Derrotar definitivamente su hegemonía.Aprovechar los nuevos escenarios para el avance y consolidación de sus intereses nacionales y de clase.
Siendo conscientes que, como siempre, la lucha de clases será el factor social que, en última instancia, determinará el desarrollo de la Historia, el PCPE y su Juventud, la JCPE, asumimos la tarea de hacer avanzar la más amplia política de alianzas a favor de la derrota del poder burgués, y por el poder obrero y el Socialismo.
Para ello, nuestro compromiso a todos los niveles, con la necesidad de:
Construir la Unidad Antiimperialista sobre la base de acuerdos políticos concretos, basados en la determinación de que el Bloque nucleado en torno a la OTAN es el enemigo principal de la Humanidad.Sobre el mismo principio de los acuerdos políticos que nos unen, propiciar la articulación de las diversas fuerzas revolucionarias, como referencia política para organizar la respuesta de masas a la ofensiva del Capital.Trabajar en el desarrollo de las actuales capacidades del PCPE para que, en la práctica, sea la fuerza determinante en la conducción revolucionaria de las luchas de las masas obreras y populares.
LA LUCHA ES POR EL SOCIALISMO.
Partiendo de la realidad material de una clase trabajadora crecientemente explotada y empobrecida, se impone la necesidad de abrir los más diversos espacios de conformación de estructuras de organización obrera y popular.
Es desde la propia experiencia de sentirse pueblo, de ser protagonista y conformarse en clase para sí (misma), desde donde se puede empezar a quebrar la dominación burguesa que, aún hoy, conserva amplios consensos sociales.
Revertir la subjetividad de derrota con la organización, requiere un amplio ejercicio de dirección política del Partido Comunista, del PCPE, cimentada en una creciente referencialidad de su militancia en los más diversos frentes de lucha. Como ha demostrado la historia de la lucha de clases, sin la intervención del Partido Comunista, trasladando la ideología socialista a las masas y ejerciendo correctamente su papel de vanguardia política, todo es más difícil.
Si decimos que Solo el Pueblo Organizado, salva al Pueblo, es porque somos muy conscientes de que sin el protagonismo inequívoco de los verdaderos sujetos de la Revolución Social, solo nos espera la Barbarie.
Un Pueblo Organizado que liderado por su clase obrera y atendiendo a las consignas de su Vanguardia política, enfrenta con moral de Victoria la distópica realidad a la que nos encaminamos aceleradamente, es nuestra meta.
ES IMPRESCINDIBLE LEVANTAR LA REFERENCIALIDAD ORGANIZATIVA DE LOS ESPACIOS POLÍTICOS FUNDAMENTALES
Desaparecidas o institucionalizas; esa es la realidad de las estructuras básicas de organización de la clase trabajadora. Liquidadas por décadas de colaboración y pacto social propiciadas por la socialdemocracia y el oportunismo, las referencias que sirvieron para defender en exclusiva nuestros intereses y necesidades, hoy prácticamente no existen.
El sindicalismo de clase, el movimiento vecinal y cultural de los barrios populares, el feminismo de clase, la juventud en lucha por su futuro, el movimiento internacionalista, la lucha por la Paz y la Soberanía (OTAN No, Bases Fuera) o el movimiento ecologista, han sido mayoritariamente integrados por el Sistema de dominación y, consecuentemente, anulados.
Con la voluntad de ofrecer marcos concretos, conformados para trascender su inicial realidad organizativa, la existencia de nuevas referencialidades del movimiento obrero y popular son imprescindibles para enfrentar con éxito, ya no la realidad actual, sino el complejo escenario que acecha en el que todos y absolutamente cada uno de los derechos adquiridos a lo largo de décadas de lucha, van a verse condicionados por la crisis general del capitalismo y su necesidad de mantener la tasa de ganancia.
La carestía de la vida que ellos llaman inflación no es más que un robo descarado a las rentas del trabajo. Las burbujas del alquiler y la subida de tipos, más de lo mismo. El desmantelamiento de los servicios sociales, bajo el eufemismo de la “colaboración público-privada”, es la entrega gratuita a la Patronal del patrimonio del Estado pagado con nuestros impuestos. Se entregan miles de millones de € a los monopolios energéticos y no solo no para de subir la factura de la luz, sino que la Cañada Real y otros barrios populares sigue sin ella y se siguen ejecutando millones de cortes de suministros. El pago de la deuda, de su deuda, de la que solo se ha beneficiado la Patronal, es absolutamente ilegítimo. La liquidación progresiva y privatización del Sistema Público de Pensiones es el pastel al que no renuncia el gran capital. El aumento del gasto militar por encima del 2% del PIB es absolutamente irracional y criminal, tanto como las leyes que cierran las fronteras y condenan a la muerte a los millones de personas expulsadas de sus países. Se blanquea el nazismo en Ucrania y, cínicamente, se rasgan las vestiduras porque avanza el fascismo en España, pero mantienen la Ley Mordaza y se persigue a los y las militantes que la enfrentan. La Casa Real solo tiene dos salidas: el exilio o la cárcel…..
Se haría larga la lista, casi tan larga como la infinidad de contradicciones que expresa a diario esta sociedad cimentada en la explotación y la opresión, sin embargo, ahora, en este momento, después de más de tres años de gobierno de Coalición PSOE/UP, ya nadie puede tener ninguna duda de la absoluta complicidad del reformismo con esta realidad descrita, todo se puede resumir en una necesidad.
ORGANIZARSE Y LUCHAR.
Como marca el camino iniciado por el movimiento obrero británico y la Huelga General de Francia. Como señalan los/as mártires masacrados del pueblo peruano de los que nadie habla y como nos indican siglos de Resistencia.
Organizarnos para defendernos de un criminal herido de muerte que la Historia nos exige acabemos de enterrarlo, esa es la consigna.
Madrid, 22 de enero de 2023