[Video] Evo Morales: «La raíz de los problemas está en el sistema capitalista»
«La responsabilidad de nuestra generación es entregar a la siguiente un mundo más justo y más humano. Eso solamente se conseguirá si es que trabajamos juntos para consolidar un mundo multipolar (…), defendiendo al multilateralismo, a los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional», dijo.
Desde el podio de la ONU, el mandatario señaló que la oligarquía global sin escrúpulos ha puesto las nuevas tecnologías al servicio de la muerte y del comercio, además de los sistemas financieros inequitativos que privilegian los paraísos fiscales y someten a los países débiles a aceptar condiciones que perpetúan su dependencia.
«Sólo un puñado de multimillonarios define el destino político-económico de la humanidad, 26 personas tienen la misma riqueza que 3.800 millones de personas, eso es un insulto, eso es inmoral y es inadmisible», manifestó.
La desigualdad, el hambre, la pobreza, la crisis migratoria, las enfermedades epidémicas, el desempleo no son sólo problemas locales, sino globales, agregó Morales y dijo, sobre la base de datos de Oxfam, que en la actualidad 1.300 millones de personas viven en la pobreza, mientras el 1% de los más ricos se quedó con el 82% de la riqueza mundial en 2017.
«Hermanas y hermanos, es imprescindible hablar de las causas estructurales de las diferentes crisis, las empresas transnacionales controlan los alimentos, el agua, los recursos no renovables, las armas, la tecnología y nuestros datos personales, se pretende mercantilizar todo para acumular más capital», señaló.
El mandatario boliviano responsabilizó al sistema capitalista por las grandes asimetrías sociales y la distribución inequitativa de la riqueza a nivel mundial, aunque dijo que Bolivia en los últimos años marcó la diferencia, particularmente en la región latinoamericana, con un despegue económico de corte socialista que sacó a miles de personas de la pobreza y les ofreció mejores condiciones de vida.
«En Bolivia hemos dado pasos muy importantes, somos el país con mayor crecimiento económico en Sudamérica con un promedio de 4,9% en los último seis años. Entre el 2005 y 2019 se incrementó el producto interno bruto de 9.574 a 40.885 millones de dólares, tenemos el desempleo más bajo de la región, se redujo de 8,1% en 2005 al 4,2% 2018», relievó.
También informó que el índice de la extrema pobreza bajó de 38,2% a 15,2% en 13 años, mientras que la esperanza de vida aumentó en nueve años; dijo que el salario mínimo subió de 60 a 310 dólares y que la brecha de género se redujo en la titulación de tierras, 138.788 mujeres recibieron tierras hasta 2005 y 1.011.249 hasta el 2018.
Añadió que Bolivia es el tercer país del mundo con mayor participación de mujeres en el parlamento (más del 50%), un territorio libre de analfabetismo desde el 2008 y con una tasa de mortalidad infantil que se redujo en 56%.
«Estamos en proceso de implementación de un sistema universal de salud que garantiza que el 100% de los bolivianos accedan a un servicio gratuito, digno, con calidad y calidez; aprobamos una ley de atención gratuita para los enfermos de cáncer», complementó Morales.
El presidente atribuyó esos logros a la revolución democrática cultural que Bolivia vive con estabilidad política, económica y social «gracias a la conciencia del pueblo, de los movimientos sociales, de indígenas, campesinos, obreros, profesionales, de hombres y mujeres del campo y de las ciudades».
Morales, quien se convirtió en 2006 en el primer presidente indígena en la historia boliviana, pronunció su discurso ante la ONU a pocas semanas de las elecciones generales que definirán su futuro político, si es reelecto ampliará su mandato hasta 2025.
Cuando llegamos al Gobierno «nacionalizamos nuestros recursos naturales y nuestras empresas estratégicas, tomando el control de nuestro destino, construimos un modelo económico social comunitario productivo que reconoce a los servicios básicos como derecho humano y no un negocio privado, hoy podemos decir con orgullo y optimismo que Bolivia tiene futuro», señaló.
«Bolivia no renunciará a su derecho de acceder soberanamente al Océano Pacífico».
Morales manifestó que la salida al mar para Bolivia sigue siendo «un tema pendiente en la región».
«El mar es indispensable para la vida, para la integración y el desarrollo de los pueblos», recalcó el mandatario.
En su intervención, Morales hizo referencia a la disputa marítima que Bolivia tiene con Chile desde hace 136 años y que fue llevada hasta la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
Recordó que en su último fallo, de octubre de 2018, esa instancia determinó que: «Bolivia tenía una costa de más de 400 kilómetros a lo largo del Océano Pacífico». Mientras, en la sentencia de septiembre de 2015, estableció que «los asuntos en disputa no son asuntos resueltos por arreglo de las partes, por laudo arbitral, por sentencia de un tribunal internacional o regidos por acuerdos o tratados en vigencia».
También, en el fallo del año pasado, la CIJ determinó que «la conclusión de la Corte no debe entenderse como un impedimento a que las partes continúen su diálogo e intercambios en un espíritu de buena vecindad para atender asuntos relativos a la situación de enclaustramiento de Bolivia».
Ante ello, Morales pidió a la ONU «vigilar y exigir el cumplimiento integral de las decisiones de la Corte», para que ambos pueblos sigan negociando, de buena fe, esta disputa marítima.
Resumen Latinoamericano