Organizacionees mexicanas y españolas promueven agenda ultrarreligiosa de intolerancia
Las revelaciones de Wikileaks sobre las organizaciones de ultraderecha Hazte Oír (HO) y Citizen Go (CG), con asiento originario en México y España y ramificaciones en 50 países, vienen a arrojar mayor visibilidad sobre una añeja y vasta red subversiva dirigida a penetrar y desestabilizar países y/o derrocar gobiernos considerados enemigos por EEUU.
Según la nota “México, un eje del financiamiento a la derecha en Europa: Wikileaks” ( La Jornada, 6/8/21, https://lahaine.org/fY8n), Hazte Oír y Citizen Go serían estructuras de fachada de la organización secreta (o reservada) ultracatólica y anticomunista El Yunque (de origen paramilitar y legalizada en España y México bajo el nombre Asociación del Bien Común), y tienen entre sus principales aliados locales sectores reaccionarios del Partido Acción Nacional (PAN) y personajes desprendidos de éste, como los hermanos Margarita y Juan Ignacio Zavala, esposa y cuñado, respectivamente, del ex presidente Felipe Calderón. Asimismo, contarían con el aval de obispos conservadores de la iglesia católica e instituciones como la Universidad Panamericana y los institutos tecnológicos Autónomo de México (ITAM) y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM).
Ambas plataformas −que cuentan con dos estructuras o tapaderas: Citizen Go México y Yo Incluyo−, promueven una agenda ultrarreligiosa antiabortista, de intolerancia frente a la comunidad de la diversidad sexual, contra la eutanasia, y a menudo xenófoba (antinmigrante) y de un nacionalismo exacerbado. Yo Incluyo tiene como directora a Rosa Abascal Olascoaga, hija mayor de Carlos María Abascal Carranza (a su vez hijo de Salvador Abascal Infante, el jefe de la Unión Nacional Sinarquista que quería ser un führer mexicano), uno de los fundadores de El Yunque y secretario de Trabajo y de Gobernación en el sexenio de Vicente Fox. En España, sus principales aliados políticos son el Partido Popular (PP), constituido en sus orígenes por la extrema derecha neofranquista de carácter nacional-populista, y un desprendimiento de éste, el grupo de la ultraderecha católica neofascista Vox, fundado en 2013.
Los datos precedentes exhiben los nexos ya no tan secretos de la Organización Nacional del Yunque y sus plataformas de fachada (CG, HO, Yo Incluyo) con el PAN, en México, y con el PP y Vox, en España. Fundado en 1953 en Puebla por Ramón Plata Moreno y Manuel Díaz Cid, para defender a la religión católica de sus adversarios: el comunismo, el pueblo judío y la masonería, la organización con inicio paramilitar contó entonces con dos grupos de fachada: el Frente Universitario Anticomunista (FUA), en la capital poblana, respaldado por el arzobispo local Octaviano Márquez y Toriz, y el Movimiento Universitario de Renovadora Orientación (MURO), que mantuvo una relación tirante con el arzobispo primado de México, Miguel Darío Miranda, y operó como grupo de choque en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En 1964, Manuel Buendía denunció que el MURO era manejado por varias sociedades secretas o reservadas: la Legión Juvenil Cristiana, la Legión Juana de Arco, la Liga Universitaria Nacionalista y Vanguardia Integradora de la Mexicanidad, las dos últimas con sede en Puebla, y nexos con las bandas fascistas de Los Tecos (de la Universidad Autónoma de Guadalajara, subsidiada por EU a través de la Agencia Internacional para el Desarrollo [USAID], tapadera de la Agencia Central de Inteligencia); la organización extremista argentina Tacuara y la Falange Española.
En los años 70, en el marco de la denominada Operación Prometeo, el inicial rechazo de El Yunque a la participación en grupos políticos fue sustituido por la infiltración en el PAN y organismos civiles y del gran capital como el Consejo Coordinador Empresarial y la Coparmex. Los calificativos predilectos de la organización: judío, masón, comunista, fueron desplazados por otros propios de la guerra fría impulsada por EEUU, tales como criptocomunista, filomarxista, castrocomunista.
Desde comienzos del siglo XXI se hicieron públicos los estrechos vínculos de Vicente Fox y el ex presidente del gobierno español José María Aznar, con la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), de Miami, Florida, que financió las campañas a la presidencia de ambos con la anuencia de la administración de George Bush padre. Desde entonces México pasó a ser una de las rutas del dinero para la subversión en Cuba. El operador del radical viraje político-diplomático fue el ex canciller foxista Jorge G. Castañeda Gutman: México se consolidó como cabeza de playa de grupos terroristas anticastristas y los intentos de EU por derrocar a Fidel Castro.
A su vez, la senadora panista Cecilia Romero se convirtió en anfitriona de los cada vez más frecuentes viajes a México de dirigentes de la organización fundada por Jorge Mas Canosa. Ya entonces, la FNCA financiaba redes de contrabandistas de cubanos en la ruta Pinar del Río-Quintana Roo-Florida. El sexenio siguiente, como titular de Migración de Felipe Calderón, Cecilia Romero se hizo de la vista gorda de ese negocio criminal que sigue hasta nuestros días.
Con Fox también se dio la consolidación de los nexos del PAN con la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA), ligada a la democracia cristiana alemana y a su diplomacia informal, la Fundación Konrad Adenahuer; el PP español; el Instituto Republicano Internacional (brazo propagandístico del Partido Republicano de EU), y el Directorio Democrático Cubano, un engendro de la CIA en Miami financiado por la Usaid.
El pasado 13 de julio, René Bolio Hollarán, suplente de la senadora Romero en la Legislatura 58, miembro de la ODCA y presidente de la Comisión Mexicana de Derechos Humanos (otro grupo fachada de El Yunque), orquestó una provocación frente a la embajada de Cuba en México y durante un incidente con un funcionario de la misión diplomática, sentenció: ¡No me toques, maricón, no me toques! ¡Estás muerto, maricón! Luego alegó: El guardia negro que estaba ahí me empujó en territorio mexicano.
En 2012, como senador del PAN, el racista y homofóbico Bolio estuvo involucrado en un operativo para introducir propaganda anticastrista a la isla durante la visita del papa Benedicto XVI, a través de ocho jóvenes mexicanos pagados e instruidos por Orlando Gutiérrez Boronat, dirigente del miamense Directorio Democrático Cubano. Dios los cría y ellos se juntan.
La Jornada / La Haine