La rebeldía no tiene límites

Aportación al debate sobre el foro social de Porto Alegre

x Jesús García Blanca

Dos temas de muy distinto calado se entremezclan en el debate suscitado por la negativa de La Haine a participar en el Foro Social Mundial: la cuestión de fondo sobre el Poder; y la cuestión concreta, inmediata de la asistencia al Foro.

A la espera de lo que nos depare la tercera edición del FSM, voy a exponer brevemente lo que pienso en relación con los dos asuntos y con el contexto general en el que se desenvuelven.


1. La cuestión del Poder

Dicho así, sin matices y como lema para una lucha, yo también creo que “otro mundo es posible”. Pero claro, es que todo es posible. O dicho de forma más rigurosa: las posibilidades del ser son infinitas; de modo que innumerables mundos son posibles. Esa no es la cuestión. La cuestión es: algunos -quizá muchos- queremos construir otro mundo. A partir de ahí, tendremos que discutir largamente qué mundo es ese, cómo lo construimos y qué hacemos entretanto.

Habrá quien considere que lo que hay que hacer es mejorar en lo posible las condiciones de esta gigantesca estructura de poder en la que vivimos.

Otros quizá crean que es posible construir otra cosa distinta de la que hay utilizando como materia prima lo que hay.

A mi me parece absurdo.

Sí, conozco los argumentos. Pero resulta que están calcados de las consignas que repite la verborrea del Poder representado en las capas de cebolla de administraciones locales, autonómicas, estatales o regionales y repetidas una y otra vez por los Mass Media del Imperio.

Lo nuestro es el Caos

Integración, tolerancia, igualdad, democracia... fetiches de la propaganda imperial que no resisten el más superficial de los análisis: integrar es destruir, despojar a los otros de sus señas de identidad; tolerar es privilegio del que manda, más aún, es una forma de dejar claro quien manda, ejercer la dominación; igualar es uniformar, borrar los rasgos individuales, reforzar el sentimiento de Masa, aborregar, idiotizar, destruir.

Y qué mejor trampa para conseguir todo esto que hacer creer a la Masa que decide, que toma decisiones, que ejerce el poder. Es la ignominiosa pantomima de la Democracia que destila los valores occidentales civilizados fruto del progreso constante que debe llegar hasta los últimos rincones del planeta.

Pero es precisamente el Orden Civilizado el que ha producido y continua produciendo guerras, pobreza, hambre, miseria, enfermedades, destrucción, rechazo de las culturas, racionalización del rechazo, degradación ecológica, deshumanización...

Y son las instituciones creadas por el Orden Civilizado Occidental las que ejercen el control necesario para el sostenimiento de la mentira y sus infamias; y muy especialmente -actuando en la raíz misma de la dominación- ese temible engranaje defendido por los colectivos del Foro Social: la Educación pública gratuita y -condición indispensable- obligatoria, integrada en el resto del aparato educativo que fabrica en serie lo que Wilhelm Reich llamaba “esclavos de no importa quien”: paritorios, hospitales, centros de reclusión, manicomios, cuarteles...

De modo que lo nuestro es oponernos al Orden: romper estructuras, desobedecr códigos, desenmascarar tiranos, boicotear la Máquina. Lo nuestro es el Caos, lo espontáneo, la fuerza de la Naturaleza operando por debajo del orden institucional civilizado.

2. ¿Asistir al FSM III?

En contra de lo que afirma Iñaki yo pienso que el FSM sí tiene una posición. Lo cual no quiere decir que entienda que todos los colectivos y personas participantes en el Foro compartan en su totalidad esa posición; pero claro, a eso se arriesga uno si participa.
Comentemos un poco la “Declaración de los Movimientos Sociales reunidos en el FSM” en su segunda edición y algunos textos que se refieren a la tercera.

Discursos vacíos y trampas conceptuales

Yo distinguiría dos clases de afirmaciones o planteamientos: los discursos genéricos (y por tanto vacíos) que pueden ser ampliamente compartidos (“derecho humano a la comunicación”, “derecho de las y los jóvenes para acceder a la autonomía social”...), y los discursos trampa, es decir, los que contienen formulaciones aparentemente asumibles pero que, revisadas a la luz del contexto general de la Declaración o de la propia acción de los colectivos que integran el Foro o de otros agentes de Poder de los que depende la propuesta, se revelan como bombas de tiempo que pueden explotar en las propias barricadas rebeldes.

Remitirse a convenciones y acuerdos internacionales que han sido suscritos en condiciones más que dudosas y bajo presión de los grandes administradores del Imperio -los diferentes gabinetes de la Casa Blanca- no parece mero candor.

Proclamar la derrota de Davos “porque probamos que los temas esenciales para la humanidad en el mundo contemporáneo son discutidos en Porto Alegre” no sólo es presunción, es ignorar o contribuir a ocultar que Davos es una pura escenificación intranscendente y que las decisiones se toman en otros foros mucho menos accesibles y hasta ahora intocables, como las Conferencias del Grupo Bildelberg.

Contradicciones reveladoras

Pero además, los que de alguna forma están asumiendo la portavocía del Foro no tienen reparos en reconocer que “el propio Banco Mundial coquetea con Porto Alegre” y que “ha comenzado a revisar sus paradigmas y abrir su cartera de proyectos para los movimientos sociales empeñados en el combate a la exclusión y la opresión”.

Ya se ha mencionado en este debate la exclusión el pasado año de determinadas personas o colectivos, exclusiones que no sólo refuerzan la imagen “políticamente correcta” del foro hacia el exterior sino que desvelan enormes contradicciones con su propio discurso: “condenamos los bloqueos económicos contra pueblos y naciones, en particular contra Cuba” -pero regalamos un titular a Falsimedia negando la invitación a Castro; “las luchas combativas y resistencias reivindican la dignidad de la vida (...) condenamos las operaciones militares planteadas en el Plan Colombia” -pero cerramos nuestras puertas a las Madres de mayo, a las FARC o al Ejército Zapatista... y así sucesivamente.

Y luego está lo de Lula.

No crean que escribo a la ligera, que no me duele.

Por eso lo voy a plantear -por ahora- en forma de preguntas: ¿Será el triunfo electoral de Lula -que los portavoces del Foro no dudan en enarbolar como ejemplo de victoria del propio Foro- un triunfo furtivo del neoliberalismo? ¿Cómo debemos digerir su defensa de la dolarización, la presencia en su gabinete de capitalistas de viejo cuño o la posibilidad de que acuda al foro de Davos? ¿Será el “Caballero de la Esperanza” otro títere más en este guiñol nauseabundo?

Rebeldía y claudicación

Con matices, suscribo el conciso comunicado de La Haine negándose a asistir. A la luz de lo escrito, cada cual puede hacerse su propia composición de lugar.

Gran parte del debate suscitado posteriormente parece perderse en vericuetos sin demasiada trascendencia si se contemplan como yo los contemplo: con el marco conceptual que he resumido hasta aquí. De modo que, hasta que el encuentro se celebre, me queda muy poco que decir.

Yo lo veo como una cuestión de límites.

Es posible oponerse al Imperio en diferentes grados: situar los límites de la aceptación más allá o más acá; asumir esto o aquello por razones estratégicas; llenar páginas y páginas -y hasta convertirse en best seller con algún manual de uso- con complicados soportes teóricos de la claudicación -parcial pero claudicación al fin. Lo dicho: una cuestión de límites.

Pero la rebeldía no tiene límites.

La rebeldía desborda los paradigmas, establece relaciones sinuosas entre insondables energías que resisten los esfuerzos paralizadores del Poder.

La rebeldía penetra los resquicios de la Máquina. Es un grito. Un grito sin palabras pero ensordecedor, interminable, inabarcable.

Kefet@telepolis.com
21 de enero de 2003.

 
         
   
 

| Principal | España | País Vasco | Internacional | Antiglobal | Antimúsica |
| Pensamiento autónomo | La violencia como herramienta de lucha política | Alizia Stürtze |
| Reconstruyamos la historia de América Latina | La prensa al servicio del neoliberalismo |
| Anticultura | Desenmascaremos a Garzón | Antirred [enlaces, campañas] |