Un mundo que quepan muchos mundos.
Queremos unir el mundo a fronteras, pueblos, culturas y lenguas. Queremos un mundo que quepan muchos mundos. Por eso nos rebelamos contra la uniformización, marginación y explotación de personas.

Democratización de lo global
Queremos solucionar los problemas globales a nivel global. Todo el mundo tiene el derecho de participar en el debate, presentar sus reclamos y hacer sus propuestas para soluciones colectivas a los problemas colectivos. Queremos un mundo en que la voz de cada hombre y cada mujer valgan por igual. Por eso nos rebelamos contra los clubs antidemocráticos de los estados ricos, G8, la OMC, la UE, el FMI, y el Banco Mundial. Asimismo nos rebelamos contra la influencia que tienen las multinacionales sobre todos los niveles de nuestras vidas.

Ninguna persona es clandestina
Queremos un mundo en que las personas puedan moverse libremente a través de las fronteras, en que ninguna persona sea penalizada por causa de su ubicación geográfica. Por eso nos rebelamos contra un mundo que obliga a las personas a emigrar o exilarse. Asimismo nos rebelamos contra la construcción de muros para dejar personas fuera.

Comunidad
Queremos un mundo en que todos contribuyan en la medida de sus posibilidades a la comunidad, en que todos disfrutan por igual de los recursos del mundo. Queremos un mundo en que en comunidad poseamos y tengamos acceso a la medicina, las escuelas, los centros de trabajo, nuestros genes, los resultados de investigación, los edificios, la tierra y los alimentos. Por eso nos rebelamos contra el hecho que cada espacio y cada persona son juzgados por su valor de mercado. Asimismo nos rebelamos contra el hecho que una minoría rica saca provecho de la pobreza de la mayoría.

Sostenibilidad ecológica
Queremos un mundo que sobreviva a nuestro consumo. Un mundo con producción ecológica, con agua pura para las futuras generaciones. Por eso nos rebelamos contra el hecho que las empresas se preocupan más por su rentabilidad que por la sobrevivencia del planeta. Asimismo nos rebelamos contra la insuficiente e ineficaz política ambiental de los estados.

Libertad de la mujer
Queremos un mundo en que las mujeres tengan la libertad de ser mujeres según sus propias premisas, en que la vida de las personas no sea moldeada según clichés de género estereotípicos. Un mundo en que la mujer sea libre de decidir sobre su cuerpo y su embarazo. Por eso nos rebelamos contra el hecho que algunas mujeres son forzadas a tener 10 kilos menos su peso normal en tanto que otras mujeres mueren de hambre. Asimismo nos rebelamos contra la doble explotación de las mujeres: como mano de obra subpagada en el mercado de trabajo y como trabajadoras de cuidados no pagadas en el hogar.

Respeto entre las personas
Queremos un mundo con espacio para diferencias individuales. Un mundo en que las diferencias sexuales, culturales y de edad sirven para nuestra evolución y sean un desafío, en que nos tratemos con respeto y curiosidad. Por eso nos rebelamos contra el racismo y la xenofobia. Asimismo nos rebelamos contra la idea de que una sola cultura afirme ser superior a las otras.

"Raíces Globales - globalización desde abajo"
Formamos parte del movimiento anticapitalista no tradicional que ha surgido como reacción contra "la globalización desde arriba". Es el movimiento que ha puesto la agenda en las manifestaciones en Seattle, Praga, Davos, Génova y Gotemburgo. Es un movimiento múltiple que se distingue por su movibilidad y variabilidad. Luchamos contra diferentes formas de opresión, y cuando nos reunimos aumenta la posibilidad de llegar a una comprensión de las causas generales. Cuando los reclamos de los militantes ecologistas son formulados junto con los de los sindicatos, los de los homosexuales, de los indígenas, del movimiento feminista, se pueda lograr un análisis más amplio. Se pueden formular políticas y crear un frente de lucha común.

Un movimiento que es capaz de ver los diferentes frentes de lucha y formas de resistencia como aspectos que se complementan y se secundan, en vez de como proyectos competidores, puede tener esperanzas de progreso. No creemos en la idea de una sola verdad, un camino, un compás de marcha común. Si queremos una sociedad que respete las diferencias individuales, entonces, nuestra organización y nuestra lucha deben reflejarlo.

Las potencias están sorprendidas y atenmorizadas por el éxito que ha tenido la resistencia contra la globalización desde arriba. Ahora tratan de desunir la resistencia en "buenos y malos", tanto a nivel político como en las acciones.

Es importante quebrantar esa estrategia, por un lado desarollando y refinando la estrategia de desobediencia civil de masas, y por otro conectándola con otras formas de acción y manifestación.

* Globale Rodder es un movimiento de la izquierda extraparlamentaria que ha anunciado su participación en las movilizaciones contra la presidencia danesa de la UE.
http://www.ulydighed.dk/