|
La guerra de aquí: Acebes, Almodobar,
el Papa y los Pacifistas Coyunturales
x Jesús García Blanca - kefet@telepolis.com
|
¿Lo ves, Acebes?
Definición del Ministro del Interior (sin que
él lo sepa)
de las fuerzas de la coalición que arrasan Iraq
“Grupos violentos organizados que tienen intención de
continuar con sus acciones (...).
Y lo hacen en nombre de la libertad, de la tolerancia y de la paz, cuando
lo que están haciendo es poner en peligro la seguridad de los
ciudadanos (...).
Es necesario que nadie colabore con estos grupos (...).
Ni siquiera se solicita autorización y por tanto se realizan
[las acciones] fuera del ordenamiento jurídico”.
Los 45 segundos de gloria de Almodovar
Se quedaron en 45 segundos de cobardía. Y punto. Nadie le acusa:
lo dijo él –yo lo presencié en TV. Otra cosa es
que más tarde –cuando su cobardía lo asaltó
negro sobre blanco en primera de tirada nacional- calculó que
aquello no encajaría bien con la inminente santificación
nacional en los altares de quien está haciendo historia. Osea,
que además de cobarde, mentiroso.
El Papa y el Pepe
No sabemos si el Papa se decidirá a viajar a Bagdad como Escudo
Humano (ignoro si el adjetivo es apropiado tratándose de quien
está inspirado por el Espíritu Santo). Lo que si sabemos
es que tiene programada una visita a España para primeros de
mayo que según parece costará a las arcas del Estado millón
y medio de euros.
Adelanto que si aprovecha el viaje para excomulgar a Aznar (y a unos
cuantos más) en olor de multitudes, no sólo habremos empleado
maravillosamente nuestro dinero sino que hasta me pensaría correr
personalmente a Madrid a saludar el paso del papamóvil.
Ellos solos se ponen en evidencia
El Partido Socialista no apoya la Marcha a Rota ni ninguna otra movilización
de protesta contra la permanencia de bases estadounidenses en territorio
español.
El motivo –quiero decir: el motivo que arguyen de cara a la opinión
pública- es la preocupación por los puestos de trabajo.
De modo que ahora habrá que preguntarles por qué no les
preocupan los puestos de trabajo de los trescientos mil soldados que
están ganándose la vida en Mesopotamia, los miles de puestos
de trabajo de la industria armamentística o los a buen seguro
también miles de currantes de las empresas que están con
las ampas abiertas esperando la reconstrucción de Iraq.
Lo dicho: ¿pacifistas?... A otro perro con ese hueso.
extraído de Cadizrebelde, 63.
|