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El silencio de los medios sobre la cumbre UE-América
Latina se puede volver en su contra
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x Oscar Grácia
Especial para LH
Pocos están perfectamente al corriente. En los carteles electrónicos
del metro madrileño se señala que "la estación
'Campo de las Naciones' estará cerrada debido a la cumbre UE-América
Latina". La gente sabe que no debe planear bajarse allí desde
el jueves hasta el sábado, pero practicamente nada más.
A ese nivel se propagandiza la presidencia española de la Unión
europea estos días. La cumbre es un detalle, un apunte a tener
en cuenta.
Esto podría calificarse de victoria antiglobalización,
ya que hemos conseguido que tengan que esconderse para realizar sus reuniones
y que no puedan alardear de su demagogia. Pero esto también puede
funcionar como contra-ofensiva. Pretenden provocar el fracaso de las movilizaciones
en Madrid del fin de semana, que cuenten con escasa participación
popular, lo que podría conllevar diviones internas, frustración,
etc.
Pero hay que tener en cuenta que el silenciar la Cumbre y la respuesta
que se va a producir se puede volver en su contra. Probablemente sea la
primera vez desde Seattle que la población no está avisada
de las protestas que se van a producir. Esto se puede aprovechar.
Si son lo bastante importantes y numerosas, el efecto sorpresa puede
ser alucinante y seguramente impactará más esto en las cabezas
que piensan que todo está 'normal', que la programación
anticipada de lo que va a pasar.
Si encendíamos la tele el 16 de marzo en Barcelona, estabamos
preparados durante meses para ver imágenes de la policía
cargando contra una manifestación de miles de personas, nos habían
condicionado para que pensaramos así. Uno piensa que es inevitable.
En el caso de este fin de semana no es así. Y a pesar de la manipulación
criminalizadora posterior que ya tendrán pensada, será imposible
que oculten que hay mucha gente que quiere acabar con este sistema, lo
que enseñará a muchos que piensan igual que hay una salida
y que hay gente trabajando y luchando por ello.
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