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Sobre los secretas, el silencio de los medios y
las ganas de crear conflicto
x Manuel de la Peña
Especial para La Haine
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La "Marcha hacia la Cumbre" convocada ayer
por la mañana [18M] desde Ventas hasta Ciudad Lineal transcurrió
sin disturbios y escoltada por un dispositivo policial masivo que hubiese
hecho las delicias de más de un jefe de estado para asistir a esta
o a cualquier cumbre.
El número de policías antidisturbios, combinado con la
visible presencia de agentes secretos infiltrados, hizo frenar a mucha
gente que tenia la intención de hacerse oír sin concesiones
y crear unos disturbios que cada vez se hacen más necesarios en
una ciudad donde las políticas represivas del estado han dañado
tanto: Madrid.
Y esa parece haber sido su baza. Los manifestantes no sólo han
de tener valor y organización para enfrentarse a varios cientos
de antidisturbios, sino que además deben tener sufiente frialdad
como para soportar que decenas de secretas merodeen a su lado durante
la manifestación. ¿Será que el estado cuenta con
que aún el movimiento no está maduro como para ahuyentar
a los secretas por las malas? En otros lugares se les echa a patadas de
las manifestaciones.
El derecho a la manifestación parece bastante coartado últimamente,
pero si además de aguantar que nos cambien el itinerario y nos
acose un enorme dispositivo de antidisturbios, tenemos que aguantar el
caminar nerviosos durante todo el recorrido, entonces es que la libertad
de manifestación está anulada completamente.
Por ahora Aznar está satisfecho con la falta de incidentes: no
ha habido escándalos y la gente se ha manifestado pacíficamente,
siguiendo una conducta "ejemplar" en todo momento. La policía
respeta y el ciudadano de a pié sigue su camino monótono.
Los medios de comunicación de masas marcan como rutinarias y sin
consecuencias las manifestaciones antiglobalización y ningún
poderoso se siente irritado.
Ningún detenido hasta el momento y el mayor silencio posible en
los medios. Pretenden que el lunes todo se haya olvidado. Otra Barcelona
durante el semestre europeo no les conviene. Y mucho menos que arda la
ciudad.
Las manifestaciones del 17 y 18M fueron más bien tranquilas. Sin
embargo, se palpa el sentimiento general de que se hace necesario que
ocurra algo más. Se ha de crear conflicto, no se puede seguir intentando
agradar y quedar bien en los medios porque estos siempre nos dejan aislados.
Es un espejismo pensar que ganamos algo muy relevante saliendo en una
página secundaria de El País o con 15 segundos en la televisión.
El juego limpio nos neutraliza.
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