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Monterrey, escenario para la desvergüenza
imperialista
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Grandes potencias impusieron mantención
de la pobreza
El Siglo
En Monterrey primó la ley del más fuerte. EE.UU. junto
a sus aliados impusieron el texto final sin aceptar enmiendas, atropellando
groseramente a varios jefes de gobierno que abandonaron la sesión
final. Fidel Castro se retiró mucho antes debido a la presión
ejercida por Bush sobre el Presidente Fox para no tener que hablar ante
el líder de Cuba socialista.
A la cita en México asistieron más de 50 presidentes y
Jefes de Estado, y delegaciones de 189 países. Los mandatarios
intervinieron con sus opiniones y aportaciones sobre el tema central,
cómo combatir la pobreza en el mundo, pero no fueron tomados en
cuenta. El "Consenso Monterrey", documento final de la reunión
mundial, no incluyó proposiciones de gobiernos que no fueran proclives
a la opinión norteamericana, y menos aun las demandas de las 700
organizaciones sociales que se reunieron en diversos foros alternativos.
Según las ONGs, se requieren 50.000 millones de dólares
para reducir considerablemente la pobreza en un plazo de cinco años.
La Unión Europea y Estados Unidos, en cambio, sólo acordaron
un incremento en 5.000 millones de dólares.
Rechazo de los pueblos
Más de millar y medio de personas de 700 Organizaciones No Gubernamentales
de unos 100 países restaron validez al llamado "consenso"
de la Cumbre del Milenio de que la pobreza se reducirá a la mitad
para el 2015, entre otras cosas porque el mundo subdesarrollado no tendrá
un crecimiento económico suficiente para alcanzar esa meta, y los
poderosos del planeta han disminuido la ayuda oficial para el desarrollo
a los niveles más bajos.
Hasta el mismo Banco Mundial, destacó el periódico Granma,
estimó entre 40.000 y 60.000 millones de dólares la cantidad
adicional necesaria para hacer algo contra la pobreza y, aunque se quede
corto en sus cálculos, no está demás recordar que
la parte mínima de esa suma la gasta Estados Unidos con fines bélicos
en menos de cuarenta días.
Del 14 al 16 de marzo se realizó el Foro Global "Financiación
para el Derecho al Desarrollo Sustentable con Equidad", dirigido
por organizaciones no gubernamentales. Su principal decisión, tras
estudiar punto a punto el Consenso de Monterrey, elaborado en enero del
2001, fue rechazarlo porque simplemente "no sirve para nada, pues
es un simple ejercicio de relaciones públicas".
Más de 50 organizaciones de mujeres del mundo denunciaron en otro
foro alternativo a la cita oficial que los objetivos de la Cumbre de Monterrey
se desviaron en las metas del desarrollo, para avanzar en los niveles
de militarización en la guerra antiterrorista de Estados Unidos.
Las mujeres se pronunciaron por una gobernabilidad global democrática
que garantice los derechos humanos, la redistribución de la riqueza
y el cambio en las relaciones de poder.
Voces indígenas
El diario La Jornada, de México, destacó durante la cumbre
las críticas al Plan Puebla-Panamá, el cual afectará
negativamente a 120 comunidades en varios estados del país.
Las comunidades campesinas de México y América Latina,
sobre todo las indígenas, han sido las más grandes víctimas
del sistema neoliberal, porque también han sido las que mejor han
resistido a los embates de las trasnacionales para apoderarse de las riquezas
de la biodiversidad, se dijo en la mesa de trabajo que analiza los efectos
de dicho modelo económico en el área rural.
En la Asamblea social "Otro mundo es posible", que impulsó
el Foro Social Mexicano, Aldo González, dirigente indígena
de Oaxaca y ex alcalde de San Pablo de Guelatao, afirmó que la
mayor riqueza en flora y fauna que hay en el planeta -y que interesa sobremanera
a las grandes potencias económicas mundiales- coincidentemente
existe en las zonas indígenas del continente americano, "por
eso vienen sobre nuestras tierras con programas como el Plan Puebla-Panamá
y el Plan Colombia".
En tanto, Mariana Hernández Sosa, lideresa indígena oaxaqueña,
señaló que el campo mexicano está muriendo por el
efecto de las políticas neoliberales que han provocado el desplome
de los precios de los productos agrícolas, presentándose
fenómenos como la migración, con lo cual los campesinos
han tenido que emplearse con salarios miserables en empresas maquiladoras,
sin derechos laborales, o bien arriesgar su vida intentando cruzar la
frontera estadounidense.
En la mesa de libre comercio -que revisó los principales tratados
comerciales en el mundo-, el secretario de Movimientos Sociales del CEN
del Partido de la Revolución Democrática (PRD) e integrante
del Consejo Nacional Indígena, Abelardo Torres, presentó
la síntesis de un documento de análisis sobre el PPP y dijo
que este proyecto forma parte de la "reordenación del gran
capital" de un puñado de hombres poderosos "que se reparten
el mundo en términos de mercado en tres grandes bloques: el asiático,
dominado por Japón; el de la Unión Europea, y el de Occidente,
en el que impera Estados Unidos".
En pocos meses, anticipó, los indígenas se verán
involucrados en movilizaciones, porque no están dispuestos a ser
desalojados de sus tierras por un proyecto para el que no fueron consultados.
La dignidad frente al imperialismo
Fueron Fidel Castro y Hugo Chávez, así como algunos otros
pocos representantes dignos de sus pueblos, quienes desnudaron y denunciaron
los verdaderos objetivos de la cumbre. El mandatario cubano sostuvo la
tesis justa de que la asignación de fondos para el desarrollo de
los países debe realizarse con la ayuda democrática de todos
y sin el sacrificio de la independencia y soberanía de los pueblos.
El Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, habló en nombre
del Grupo de los 77 y China y señaló que los programas de
ajuste del FMI "han producido guerras, hambre, rebelión y
muerte a los pueblos del Tercer Mundo".
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