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Multitudinarias
protestas y represión en Roma en inauguración de cumbre
de la UE |
Roma, Italia. Agencias/La Haine. 05/10/03.-
Ante multitudinarias marchas de protesta de altermundistas se inauguró
ayer la conferencia intergubernamental de la Unión Europea, que
negocia la elaboración de la primera Constitución del
bloque comunitario, que a partir de mayo de 2004 aglutinará a
25 países.
De acuerdo con las estimaciones policiales, unas 70 mil personas llegaron
de toda Italia para participar en las protestas, en tanto que los organizadores
y fuentes independientes estimaron que 250 mil manifestantes desfilaron
por las calles en distintos puntos con el lema de "por otra Europa,
la de los pueblos y los ciudadanos".
Mientras el primer ministro italiano Silvio Berlusconi inauguraba la
cumbre con la asistencia de los jefes de Estado y gobierno de la Unión
Europea, a pesar de las multitudinarias marchas pacíficas que
se desarrollaron hubo ocasiones en que la violencia utilizada por la
policía para contener a los smanifestantes obligó a una
serie de enfrentamientos entre activistas antiglobalización y
la policía.
Los disturbios tuvieron lugar en las cercanías de la Basílica
de San Pablo, donde grupos de jóvenes perseguidos por la policía
atacaron bancos, almacenes y arrojaron piedras y botellas a la policía,
que continuó arremetiendo contra los manifestantes con palos
y gases lacrimógenos.
Al menos ocho manifestantes resultaron heridos y otros 40 fueron detenidos.
La policía desplegó unos 10 mil uniformados para proteger
la cumbre, con el apoyo de francotiradores y helicópteros.
Las protestas pacíficas, que se desarrollaron al mismo tiempo
en el centro de la ciudad pero lejos de la reunión por las vallas
de los agentes, tuvieron la participación de miles de adolescentes,
estudiantes, desempleados, ecologistas, comunistas, sindicalistas y
activistas sociales.
"Es una jornada de protesta pacífica. Hacemos un llamado
a las fuerzas del orden para que no alimenten la tensión",
pidieron el parlamentario Paolo Cento (verdes) y Giovanni Russo Spena
(comunista). Los sindicalistas clamaron por que la nueva Constitución
garantice la protección social característica de los países
europeos.
Los líderes europeos se reunieron en un centro de congresos
de la era fascista en el barrio Eur, construido por el dictador italiano
Benito Mussolini, que estaba bajo fuertes medidas de seguridad y fue
elegido justamente por ser de difícil acceso para los manifestantes.
Berlusconi se declaró "optimista" en estas negociaciones
para la nueva Constitución que regirá a los 25 países
de la Unión Europea, y calificó de "histórica"
la reunión que elaborará la carta magna europea en los
próximos dos meses y medio, hasta la cumbre del 13 de diciembre.
No obstante, las primeras divergencias quedaron de manifiesto ante
las posiciones de España y Polonia, que junto con Italia y Portugual
y el apoyo del papa Juan Pablo II reivindican en el preámbulo
del tratado constitucional que debe haber una referencia a las raíces
cristianas de la Unión Europea, como planteó el jefe de
gobierno español, José María Aznar.
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