Miembro de Hemen eta Munduan responde al análisis de La Haine sobre el Foro Social Mundial de Porto Alegre. La postura de La Haine respecto a la participación en el FSM me ha causado cierta desazón, aunque he de confesar que no me ha cogido de sorpresa, habida cuenta de los comentarios que en el mismo sentido se han ido repitiendo una y otra vez en listas de correo, páginas web, etc. Suelo leer La Haine con asiduidad, y como lo considero un colectivo referencia para muchas personas, creo de interés contestar a algunas de las afirmaciones que vierten en el escrito. Yo acudí como delegado al II FSM de Porto Alegre. Y la sensación que me traje de allí fue muy buena: es cierto que el FSM no es la panacea de nada, es cierto que allí se pudieron escuchar opiniones para todos los gustos, y es cierto también que algunas de las personas que allí acudieron se encuentran en las antípodas de lo que debe ser una izquierda rupturista con el actual modelo neoliberal. Pero de ahí a afirmar que el FSM es un espacio socialdemócrata va un gran trecho. Por contestar a algunas de las afirmaciones del escrito de La Haine: 1. No sé de dónde sale que en Porto Alegre no participaron
ni Petras, ni las madres de la Plaza de Mayo, ni la delegación
vasca... Yo mismo estuve en una conferencia de cientos de personas en
la que entre otros uno de los ponentes era James Petras, y escuché
a Hebe de Bonafini en el campamento de Vía Campesina ante un
público de más de mil personas. Es cierto que un delegado
del Estado español (en concreto de CCOO) trató de vetar
la presencia de LAB alegando su próxima inclusión en las
listas de “organizaciones terroristas”, pero el comité
organizador del FSM rápidamente resolvió diciendo que
el Foro es un espacio abierto cuyo único requisito es ser un
movimiento social o sindicato y aceptar la Carta de Principios del foro,
por lo que la delegación de LAB pudo acreditarse sin problemas.
Y por este mismo motivo (por ser un espacio únicamente reservado
para movimientos sociales, algo que comparto) no pudieron acreditarse
“oficialmente”, al igual que cualquier otro partido político,
delegación gubernamental, u organización armada, ni Batasuna,
ni la delegación del gobierno cubano, ni las FARC. Lo que no
obsta para que no puedieran participar en el Foro al igual que el resto
de los allí presentes, y de hecho yo pude escuchar personalmente
al concejal de Batasuna de Bilbo Lander Etxebarria como ponente en un
taller sobre derecho de autodeterminación, y al delegado de las
FARC en una charla que pudimos seguir por la megafonía interna
los miles de personas que nos encontrábamos en la Campamento
de la Juventud (que, como espacio autónomo, formaba parte de
la estructura del Foro; de hecho, los miles de jóvenes que allí
nos encontrábamos, “socialdemócratas de los pies
a la cabeza”, acudíamos en masa cada mañana y cada
tarde a las distintas conferencias del Foro). 5. Entre los organizadores y participantes del encuentro se encuetran
personas como Bernard Cassen, Susan George, etc., cuyas posturas sobre
el movimiento contra la globalización neoliberal, el empleo de
la violencia en las luchas, etc., son de sobra conocidas. Pero también
participaron, y en mayor número, personas que mantienen planteamientos
contrarios. El objetivo del FSM es servir de espacio de debate entre
todas las personas que de alguna u otra manera se oponen al neoliberalismo
y sus nefastas consecuencias. Y en ese amplio espectro hay de todo:
socialdemócratas como los mencionados Cassen y compañía,
miembros de movimientos sociales, campesinos, izquierda revolucionaria...
Y creo que quienes partimos de unos planteamientos e ideas rupturistas,
si de verdad creemos en la solidez de los mismos, no le debemos tener
ningún miedo al debate con quienes no los comparten, sean socialdemócratas
o convencidos liberales o derechosos. Al contrario, creo que de ese
debate (al menos esa es la sensación que saqué yo de todas
las conferencias a las que asistí) salimos casi siempre victoriosos/as,
sobre todo cuando dicho debate se da (como en el FSM) ante un público
compuesto por militantes de movimientos sociales, organizaciones campesinas,
personas (la mayoría jóvenes) dispuestas a plantear en
serio la lucha contra el neoliberalismo... En fin, que creo que planteamientos como los de La Haine se deben a una cosa más bien triste: la gente se queda con la imagen del FSM que trasmiten los grandes grupos de comunicación, que lógicamente se encargan de maximizar la presencia de corbatudos socialdemócratas y minimizar la de los militantes de movimientos sociales y revolucionarios. Me dio mucha pena, a la vuelta de Porto Alegre, que pese a todo el esfuerzo que quienes allí estuvimos por contar lo que allí pasó, los debates que se dieron, el tipo de gente que acudió (la inmensa mayoría, insisto activistas de movimientos sociales y de la izquierda revolucionaria) la propia gente de nuestro entorno sólo se quedara con la copla de El País y las fotos de Garzón, Mario Soares y compañía. Para otras cosas bien que sabemos evitar la intoxicación informativa de los grandes medios y acudimos a los medios alternativos como Indymedia (que contaba en Porto Alegre con un espacio propio con ordenadores con conexión continua a Internet, proporcionados por la organización del FSM) o la propia La Haine, pero en ese caso la sensación que tengo es que se le da muchísima más credibilidad a la imagen que transmitían los reporteros de El País y cía. que a lo que contamos los miembros del movimiento antiglobalización que allí estuvimos. Esperemos que para este III FSM no ocurra lo mismo, y no hagamos valoraciones precipitadas de lo que allí se dé hasta que escuchemos a nuestros compañeros y compañeras contar sus experiencias de primera mano. 12/01/03 |