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2002: Nuevo punto de inflexión para el anarquismo
en España
x Ateneo Eliseo Reclús (Jeréz de la
Frontera)
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o Carta a l@s Anarquist@s:
Con motivo de la presidencia española de la Unión Europea
en el 2.002 y las sucesivas cumbres de organismos internacionales vinculados
de una u otra forma al proceso de Globalización capitalista que
se están desarrollando durante este año en el Estado español,
como las de Santiago de Compostela o Barcelona y con el colofón
de la de Sevilla a mediados del mes de junio, el movimiento libertario
en toda la amplitud del término- atraviesa, sin duda, uno
de sus principales puntos de inflexión en los últimos años.
La trascendencia de nuestra participación en los sucesivos actos
que se desarrollen no puede ir pareja a ese fenómeno que de escasos
años acá se está produciendo: me refiero a lo que
se ha denominado en determinados círculos como turismo revolucionario,
esto es, el plantear una lucha puntual que no pasa de las distintas citas
del movimiento antiglobalización, en las que se enmarcan
organizaciones e individualidades de lo más variopintas y de las
cuales, muchas, su actitud contestaria se reduce única y exclusivamente
a esos días, influenciadas por un afán de protagonismo mediático
y cuyo contenido contestario no queda sino vacío de auténticas
connotaciones rebeldes. Nuestra propuesta de transformación social
se caracteriza o al menos así debería serlo -, por
el contrario, por la constancia y la perseverancia del día a día,
de modo que quede latente que al capitalismo y sus desigualdades no se
le combate sólo en Seattle, Praga, Génova, Barcelona o en
Sevilla, sino desde todos los puntos de nuestro entorno más arraigado:
desde tu núcleo familiar, hasta en la red telemática, pasando
por tu barrio o tu ciudad. Y ello, durante los 365 días del año.
Pero independientemente de la necesidad de no caer en este triste tópico,
no podemos ignorar la realidad a la que nos enfrentamos, por no decir,
al chaparrón que ya nos ha caído. Es necesario
un posicionamiento claro respecto a las protestas que ya han comenzado
a lo largo y ancho de nuestra geografía. No podemos divagar entre
acuerdos y decisiones referentes, por ejemplo, al empleo de la violencia
o no en las mismas. Pues hechos como éste, no harían sino,
además de retardar una labor que ya debería estar más
que terminada, caer en los mismos errores en los que han caído
otras organizaciones como ATTAC, quienes gastan la mayor parte de su tiempo
en comunicados a los principales mass media distanciándose de
otro término de nueva cuña - l@s violent@s. Y ello lo digo,
no precisamente para arengar a la revuelta en su vertiente más
radical, sino porque si la mayoría de quienes conforman el entramado
anarquista en nuestros días, son grupos que trabajan de cara al
público, ¿qué sentido tiene decir que no vamos a
causar destrozos?. Lo que sale de las asambleas de los centros sociales,
de los ateneos libertarios, de los grupos autónomos o de las federaciones
locales de CNT, son decisiones totalmente enmarcadas en el terreno de
la legalidad, con una clara proyección pública, pues en
última instancia, esa ha sido la principal meta de l@s anarquistas:
plantear a la sociedad en la que nos toque vivir, otros modelos de convivencia
distintos a los desgraciadamente anquilosados en las estructuras de poder,
en cuya cima se encuentra cómo no, el Estado.
Es cierto que durante el 2.002 se producirán episodios que nos
salpicarán a tod@s, pues ya se han producido. Y también
lo es que las consecuencias de algunos sucesos serán más
que desagradables para el movimiento ácrata en general, independientemente
de no guardar ninguna conexión con los mismos. Pero... ¿acaso
esto es nuevo?. La criminalización de los hombres y mujeres anarquistas
no es algo que empezó con el compañero Eduardo García
o con Estefanía Maurette. Siempre han existido montajes, fundamentalmente,
en las etapas en las que ha estallado un fuerte florecimiento de nuestras
ideas, veáse la época del caso Escala o la actual. Por lo
que ahora no tenemos porqué anhelar esos años de seguridad
en los que ser anarquista se reducía a tener tu carné en
el bolsillo o a comprarte los discos del último grupo libertario
de moda. Preparémonos para el atosigamiento policial y la persecución
sin ningún tipo de motivo, porque ya se está dando, y si
no que se le pregunten a quienes vivimos por el sur, cerquita de la capital
hispalense.
L@s anarquistas, afortunadamente, volvemos a estar presentes en frentes
que se creían olvidados, como la crítica a las prisiones
o al capitalismo en una vertiente más general y globalista (porque
esto tampoco es nuevo). Los tajos siguen siendo pieza clave de nuestras
acciones, y es que seguimos perteneciendo a la clase obrera, pero el anarquismo
siempre se ha extendido más allá de este punto: así
y por citar clásicos que nunca viene mal, Eliseo Reclús
en el ecologismo, Ferrer i Guardia en la enseñanza, Mujeres Libres
en el feminismo, etc. De ahí que ahora no vaya a ser distinto.
Nuestra propuesta siempre ha pretendido llegar más lejos que el
trasnochado discurso dialéctico marxista.
Es hora ya, por no decir tarde, que empecemos a trabajar en ello, porque
como afirmaba un compañero recientemente, no sabemos lo que
se nos viene encima. La dejadez o la indiferencia frente a estas
fechas, denotará única y exclusivamente que el apogeo del
movimiento libertario no ha sido sino algo meramente esporádico
y sin trascendencia alguna. Si entre los miedos causados por los intentos
del poder de amedrentarnos - que ya han comenzado y por aquellos
otros temores que llevamos instalados de fábrica en nuestras cabezas,
habremos empezado, nuevamente, a difuminar la idea, con el riesgo de que,
esta vez, puede ser definitivo, pues de eso se trata el pensamiento único.
ATENEO LIBERTARIO DE SEVILLA
www.nodo50.org/sevilla2002
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