No queremos que ocurra lo mismo que en Barna o Madrid, no queremos que los partidos politicos copen el movimiento antiglobalizacion, que lo conviertan en un circo de cumbre, manifestación pacífica y foto, que miles de personas se desplacen a Sevilla para combatir al capitalismo y se encuentren con una berbena sosa y anodina. [...] "No queremos otro Madrid" Barcelona. La manifestación del dia 16 de marzo en Barcelona ha sido un acontecimiento que transciende todas las fronteras del planeta, y es ya, en sí, patrimonio de TODO el movimiento anti-globalización. Dicha manifestación no fué en ningún momento copada por los partidos políticos, sólo se subieron en el estribo del tren que hace años se ha puesto en marcha y no llegaron ni tan siquiera a salir del punto de partida de la manifestación (la Plaza Catalunya), allí mismo se disolvieron, porque centenares de miles de personas les pasaron por delante, y anda que no tenían ganas, los manifestantes, de pasar por delante de los partidos. Y éramos cientos de miles, insisto, los que pasamos por delante de esos que tanto preocupan. Pero sobre todas las cosas tengamos en cuenta que en Sevilla seremos quizás un millón, y con todo lo sosos y aburridos que se nos vea les volveremos a dar un "susto" de muerte, ya que pondremos en evidencia, con otro hito histórico del movimiento antiglobalización, que les damos la espalda a sus políticas especuladoras y que exigimos otras políticas. Pero sobre todas las cosas reflexionemos que el antagonismo, la tolerancia y la pluralidad de éste movimiento de personas no se deja fagocitar por el sistema, no porque seamos radicales de palabra, sino porque somos capaces de dinamizar unas bases organizativas estables a nivel local y sectorial que reconstruyan el tejido social antagonista entre todos los que estamos dispuestos a cambiar / acabar el sistema neoliberal que nos domina; crear espacios de convergencia política claramente comprometidos con la solución de las emergencias sociales, culturales, económicas, de solidaridad, medio-ambientales, que tiene el planeta, etc (de todos los que nos reclamamos del antagonismo político, social y solidario). Nuestra energía ha de ser -a mi entender- dirigida a fortalecer y extender el movimiento, a enraizarlo en el ámbito local, en las fábricas, en las universidades, los institutos, las asociaciones, etc, y no dirigida contra los manifestantes que lo único que hacen es demostrarnos que no es cierto eso de la apatía, que no quieren que sigan hablando en su nombre... Cuando una persona es capaz de salir a la calle, a una manifestación, y coincidir en ella cientos de miles, no se les puede despreciar de ese modo. Han ido allí por motivos muy diversos pero han ido, han dejado la rutina, el pasotismo y han querido dejar claro que somos millones y que el planeta no es suyo. [IndyBCN] |