Ante la caída del gobierno sirio
Hace aproximadamente 15 años, el plan impulsado por el imperialismo estadounidense y las fuerzas reaccionarias de la región para fragmentar Siria finalmente se materializó ayer. EEUU, Israel, Reino Unido y el gobierno del AKP turco movilizaron fuerzas yihadistas que, en tan solo una semana, lograron derrocar al gobierno sirio.
No llegará la paz ni la estabilidad a Siria, como alegan. Por el contrario, comienza una era de barbarie en Siria, un país que durante años ha sido escenario de masacres, ocupaciones, saqueos y conflictos interminables. Con la caída del último punto de resistencia que moderaba mínimamente estas tragedias, la región se sumirá en un caos aún mayor.
Por ahora, el ganador de este panorama es Israel. Se ha demostrado una vez más que el problema de Israel no es una cuestión religiosa. Los grupos yihadistas e Israel han trabajado en estrecha armonía para tomar Siria, y el gobierno del AKP ha sido el elemento facilitador de esta armonía.
La victoria de Israel es, al mismo tiempo, la victoria del imperialismo estadounidense.
Hoy, todos los "ganadores" en Siria son aliados de EEUU e Israel. Cabe la posibilidad que entre estos "ganadores" se desaten sangrientas disputas, o tal vez EEUU consolide la "armonía" que hemos presenciado durante la última semana.
Sin embargo, la "paz" estadounidense siempre es sangrienta y siempre engendra nuevos conflictos. La paz, la estabilidad y la seguridad en Siria solo podrán lograrse cuando el imperialismo y los yihadistas sean derrotados.
En Siria, surgirá inevitablemente una resistencia contra el imperialismo y el sionismo. Es crucial que esta resistencia actúe sin depender de otras potencias internacionales, con una perspectiva revolucionaria, defendiendo la laicidad y promoviendo la unidad; y en esto, las dinámicas en Turquía también jugarán un papel importante.
En Siria, Israel y EEUU han logrado una victoria temporal utilizando a los yihadistas. En Turquía, Israel, EEUU y el yihadismo deben ser derrotados.
Hacemos un llamado a todos nuestros conciudadanos: Esto no es un juego. Si valoramos nuestro país y nuestro futuro, debemos hablar de cómo levantarnos y liberarnos de esta barbarie, y actuar en consecuencia.
Lo que está ocurriendo en Siria es una prueba de las consecuencias del sectarismo, el fanatismo religioso, el nacionalismo y la dependencia de fuerzas extranjeras.
Turquía, para seguir existiendo, debe cambiar. No puede haber unidad en un país donde reinan la explotación, la desigualdad y la injusticia.
Tras los recientes acontecimientos en Siria, es necesario frenar la euforia de los círculos neo-otomanistas que sueñan con la "expansión". Esta postura no solo intenta ocultar la explotación, la desigualdad y la injusticia bajo un velo de expansionismo, sino que también podría activar un plan que conduzca a la desintegración de Turquía.
Nuestro país y nuestra ciudadanía enfrentan una gran prueba.
O derrotamos a la mentalidad explotadora, reaccionaria y proestadounidense que ha llevado a nuestro país al borde del abismo, o caeremos en ese abismo.
Confiamos en nosotros mismos, en nuestro pueblo, en la humanidad. La alegría de los partidarios de Israel será efímera.
Resumen de Medio Oriente