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Europa, EE.UU., Medio Oriente :: 14/04/2025

Cuando el "Nobel" de Economía celebra la limpieza étnica

Monthly Review
El exterminismo, según se desprende del argumento de los laureados del "Nobel" de Economía 2024, es bueno para el capitalismo, por lo tanto, es bueno para el mundo

El Premio Sveriges Riksbank (Banco Central de Suecia) de Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel -el llamado Premio Nobel de Economía- se concedió por primera vez en 1969, sesenta y ocho años después de que la Fundación Nobel, de acuerdo con la voluntad de Alfred Nobel, estableciera cinco Premios Nobel en los campos de la física, la química, la literatura, la paz y la fisiología o la medicina. A diferencia de los auténticos Premios Nobel, el Premio Sveriges Riksbank se financió con fondos ajenos al patrimonio de Nobel y con el objetivo partidista de reforzar ideológicamente la economía neoclásica frente a las corrientes radicales surgidas a finales de la década de 1960. Así, el premio se reservó desde el principio a los defensores de la economía neoclásica y ha estado fuertemente controlado a lo largo de su historia por economistas conservadores asociados a la derechista Escuela de Chicago, partidaria del libre mercado.

En tiempos de crisis, el Premio Riksbank se ha concedido a economistas que se han mostrado especialmente hábiles a la hora de hacer apología, contrarrestar los análisis de la izquierda y defender las instituciones capitalistas, a veces pretendiendo representar análisis liberales más predominantes. Así, Paul Krugman fue galardonado con el Premio Riksbank en el momento de la crisis financiera de 2008 por su papel como economista neokeynesiano relativamente progresista y firme defensor del orden existente, y William D. Nordhaus recibió el premio en 2018, en el momento del engranaje del movimiento climático mundial, por su modelo económico sobre el clima, que restaba importancia a los efectos económicos de la crisis climática y a la necesidad de una acción enérgica en relación para evitar la catástrofe («Notas de los editores», Monthly Review 68, n.º 7 [diciembre de 2016]).

Así que no debería sorprendernos del todo que, justo mientras Israel --como estado colonial de asentamiento-- estaba llevando a cabo un genocidio contra los palestinos en Gaza, matando y dejando heridos a diario a miles de personas con armas en su mayoría suministradas por EEUU, el Premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel fuera otorgado a economistas cuyas investigaciones respaldan la idea de que el colonialismo de asentamiento generó instituciones político-económicas "superiores" y más "inclusivas".

Los ganadores del "Nobel" de Economía 2024 fueron Daron Acemoglu, Simon Johnson y James A. Robinson (conocidos colectivamente como "AJR"), por su trabajo sobre "El origen colonial del desarrollo comparado". En el comunicado de prensa oficial del premio, publicado por la Academia Sueca, se afirmaba que los galardonados habían establecido la base que explicaba por qué algunos países estaban destinados al éxito y otros al fracaso. En "algunos lugares [como en gran parte de África], el objetivo [de los colonizadores europeos] fue explotar a la población indígena y extraer recursos para beneficio propio". El desarrollo económico en esos países, claro, terminó fracasando. En cambio, en los países coloniales, donde los europeos llegaron en grandes números --como EEUU, Canadá o Australia-- se introdujeron "instituciones inclusivas" que supuestamente favorecieron el desarrollo.

Ni una sola mención, por supuesto, tanto por parte de la Academia Sueca como en el propio trabajo de los premiados, a que esos mismos países coloniales llevaron a cabo procesos brutales de eliminación y exclusión de las poblaciones indígenas. Tampoco se hace referencia alguna al sistema esclavista estadounidense, ni a las instituciones del Jim Crow, a lo que Mark Twain llamaba "los EEUU del linchamiento". (Daron Acemoglu, Simon Johnson, and James A. Robinson, "The Colonial Origins of Comparative Development: An Empirical Investigation," American Economic Review 91, no. 5 [December 2001]: 1369-1401; Royal Swedish Academy of Sciences, "The Sveriges Riksbank Prize in Economic Sciences in Memory of Alfred Nobel 2024," press release, October 14, 2024, nobel.org; Mark Twain, "The United States of Lyncherdom" [1901]).

Tal como señalaba el comunicado de prensa de la Academia Sueca, el argumento de los galardonados con el "Nobel" de 2024 es que el buen desempeño económico se basa en instituciones inclusivas (entendiendo por esto instituciones de propiedad privada y capitalismo, irónicamente fundadas en la expropiación y la exclusión). Pero, ¿por qué estas supuestas instituciones inclusivas se establecieron en unos países y no en otros? La respuesta de AJR es que dichas instituciones (capitalistas) surgieron allí donde hubo grandes asentamientos de colonos europeos, lo cual solo ocurrió en partes del mundo donde el clima y las enfermedades no dificultaban la migración europea.

En cambio, en las colonias --principalmente tropicales-- donde la mortalidad europea por enfermedades era alta, los europeos optaron por no asentarse y, en su lugar, establecieron colonias puramente extractivistas, diseñadas para enviar recursos directamente a la metrópoli. Por el contrario, en los lugares donde el clima era favorable y la mortalidad baja, sí se produjeron grandes asentamientos europeos, lo que permitió establecer "instituciones inclusivas" o relaciones sólidas de propiedad privada.

Y así, según este enfoque, se explica por qué las colonias de asentamiento como EEUU, Canadá, Australia o Nueva Zelanda lograron desarrollar un capitalismo interno, mientras que otras colonias "fracasaron".

No obstante, una crítica demoledora al trabajo de los galardonados con el "Nobel" de Economía 2024 puede encontrarse en un artículo de 2025 publicado en Human Geography por Shahram Azhar, profesor asociado de economía en la Universidad de Bucknell. El artículo de Azhar lleva un título elocuente: ¿El premio de Daron Acemoglu o el de Paul Baran?: Una crítica al Premio Nobel de Economía 2024.

Tal como señala Azhar, todo el núcleo del argumento de los premiados con el "Nobel" del Riksbank en 2024 ya había sido planteado por Paul A. Baran en La economía política del crecimiento, publicado en 1957. Además, Baran abordó estas cuestiones dentro de un marco mucho más amplio, que incluía no solo el clima (y, por implicación, las enfermedades o la mortalidad de los inmigrantes), sino también factores como los niveles de desarrollo y el grado de resistencia que encontraron los colonizadores europeos.

Las conclusiones de Baran, de hecho, apuntaban en dirección opuesta a las de los ganadores del premio. "Este ensayo," escribe Azhar sobre su propio artículo, "contrapone la teoría de AJR con la obra fundamental del eminente economista marxista Paul Baran, La economía política del crecimiento, considerada como el texto fundacional para entender el problema de la divergencia económica de largo plazo entre países: una contribución que, hasta el día de hoy, sigue sin ser reconocida en el trabajo de AJR. Sostengo que el aporte de Baran (1957), que se anticipa al de AJR por casi cinco décadas, es el primero en plantear que los patrones de divergencia económica a largo plazo están profundamente ligados a la cuestión del asentamiento europeo". (Shahram Azhar, "Daron Acemoglu's or Paul Baran's Prize: A Critique of the 2024 Nobel Prize in Economics," Human Geography [January 25, 2025]: 2; Paul A. Baran, The Political Economy of Growth [New York: Monthly Review Press, 1957], 141-42).

Baran había escrito que "no se puede trazar una distinción lo suficientemente clara entre el impacto de la entrada de Europa Occidental en América del Norte (y en Australia y Nueva Zelanda), por un lado, y la 'apertura' del capitalismo occidental en Asia, África o Europa del Este", por el otro. Señalaba que no solo el "clima y el entorno natural", sino también la existencia de civilizaciones consolidadas y el grado en que las sociedades indígenas fueron capaces de resistir las invasiones de colonos, fueron factores determinantes a la hora de establecer dónde pudo arraigar el colonialismo de asentamiento europeo. Allí donde las condiciones ambientales dificultaban en exceso el asentamiento europeo (como en África), o donde las sociedades indígenas no pudieron ser fácilmente sometidas (a menudo por su nivel de desarrollo, como en buena parte de Asia), los europeos "rápidamente optaron por extraer la mayor cantidad posible de ganancias de los países anfitriones y llevarse el botín a casa".

Para Baran, toda colonización fue explotación despiadada y/o exterminio, y formaba parte de lo que Karl Marx había llamado la "acumulación originaria [o primitiva] de capital" a escala global. Nada de esto tenía que ver con las llamadas instituciones inclusivas; por el contrario, los sistemas que guiaron el desarrollo del capitalismo y el imperialismo se basaron invariablemente en la exclusión. (Baran, The Political Economy of Growth, 141-42; ver también John Bellamy Foster, "El imperialismo y el colonialismo de asentamiento blanco en la teoría marxista", https://lahaine.org/gK68, Monthly Review 76, no. 9 [February 2025]: 1-21).

Con respecto al capitalismo monopolista/imperialismo, Azhar señala que el enfoque "eurocéntrico" de AJR es completamente vacío:

"AJR no consideran al "capitalismo", y mucho menos al "capitalismo monopolista global", como un punto de partida conceptual adecuado para su análisis. Se nos dice que las instituciones económicas deben analizarse en abstracción, desligadas de la lógica del capital y del sistema histórico mundial que dio origen a esas mismas instituciones.

Por eso, para valorar la importancia del aporte original de Baran --y entender por qué el enfoque de AJR (2001) es una versión burguesa mistificada de aquel-- debemos prestar especial atención [...] al momento de la interacción colonial con el capitalismo global. Es ahí donde AJR, al mismo tiempo, toman prestado gran parte del marco de Baran, distorsionan su lectura materialista histórica y la invierten por completo al convertirla en una ideología institucional neoliberal [...] una artimaña empiricista muy conveniente para los dueños del capital." (Azhar, Daron Acemoglu's or Paul Baran's Prize?, pp. 3-4).

Pero la dimensión completa del carácter apologético y la falta de rigor en el trabajo de los ganadores del "Nobel" del Riksbank 2024 solo se hace evidente cuando se reconoce que utilizan datos sobre la mortalidad de soldados como un sustituto de la mortalidad de colonos, basándose en la investigación de Philip D. Curtin en su obra de 1989 Death by Migration, "un estudio cuantitativo sobre los costos de traslado entre los soldados europeos en los trópicos entre 1815 y 1914". Aunque ese tipo de sustitución podría justificarse en algunos aspectos, la tasa de mortalidad de los soldados es mucho más alta que la de los colonos. Además, presentar a los soldados como si fueran colonos minimiza el exterminio dirigido contra los pueblos indígenas. Sirve, en efecto, para ignorar cuál era la verdadera función de esos soldados: eliminar a los habitantes originarios.

Los soldados, por otra parte, sufrían tasas de mortalidad mucho más altas por enfermedades y disentería durante las campañas que cuando permanecían en sus cuarteles. Aunque los datos que distinguen entre ambas situaciones sí están presentes en el trabajo de Curtin, AJR en gran medida ignoran esa distinción, y con frecuencia toman las tasas de mortalidad de soldados en campaña --y no en cuarteles-- como base para estimar la mortalidad de los colonos, todo ello con el fin de reforzar su argumento. En el análisis de AJR, las tasas de mortalidad asociadas con la colonización nunca incluyen las muertes de los propios pueblos indígenas, cuyas vidas ni siquiera son consideradas relevantes en el contexto de una discusión sobre los supuestos beneficios económicos del colonialismo de asentamiento y sus instituciones "inclusivas".

En su argumento, lo único que importa es la tasa de mortalidad de los colonos o soldados. (Acemoglu, Johnson y Robinson, "The Colonial Origins of Comparative Development: An Empirical Investigation," pp. 1370, 1382; Philip D. Curtin, Death by Migration: Europe's Encounter with the Tropical World in the Nineteenth Century [Cambridge: Cambridge University Press, 1989], p. xiii, énfasis añadido; David Y. Albouy, "The Colonial Origins of Comparative Development: An Empirical Investigation--Comment," American Economic Review 102, n.º 6 [octubre de 2012]: 3059-76; Azhar, "Daron Acemoglu's or Paul Baran's Prize?," p. 5). Si la mortalidad de soldados es el indicador que usan los ganadores del "Nobel" del Riksbank 2024 como sustituto de la mortalidad de los colonos, el equivalente para las llamadas instituciones inclusivas es la creación de sistemas de propiedad privada con bajo "riesgo de expropiación" (para quienes poseen dicha propiedad). (Aquí no se menciona, por supuesto, que esa propiedad con bajo riesgo de expropiación --que representa las instituciones inclusivas-- fue originalmente expropiada a los pueblos indígenas).

Así, todo el análisis se reduce a esta lógica: donde la mortalidad de soldados era baja, las barreras epidemiológicas al colonialismo de asentamiento eran menores, lo que permitió que los europeos establecieran instituciones inclusivas bajo la forma de propiedad privada con bajo riesgo de expropiación, lo cual a su vez habría impulsado el desarrollo económico.

Aunque el análisis de AJR sobre el colonialismo de asentamiento se basa en las tasas de mortalidad de soldados europeos --en particular durante campañas militares contra pueblos indígenas--, los pueblos originarios apenas figuran como una presencia fantasmagórica en su argumento (los indígenas son el "otro" no examinado, el objetivo que los soldados buscaban eliminar). Como señala Azhar, uno "podría legítimamente estremecerse de horror ante la equiparación lingüística entre el reconfortante término 'inclusividad' y el genocidio de los pueblos indígenas, [pero] tales 'juicios de valor' no inquietan a nuestros laureados del Nobel", quienes logran ignorar no solo el genocidio vinculado al colonialismo de asentamiento, sino también la realidad de la esclavitud en EEUU antes de la guerra civil. (Azhar, Daron Acemoglu's or Paul Baran's Prize?, p. 2).

El hecho de que todo esto esté íntimamente ligado al genocidio colonial de asentamiento en curso en Palestina (tanto para los laureados de 2024 como, sin duda, para quienes integran el comité del "Nobel" del Riksbank que tomó la decisión) quedó completamente expuesto en un artículo titulado Uncultured que Acemoglu y Robinson publicaron en Foreign Policy en 2012. Allí (y también en su libro Why Nations Fail) sostienen que los "nuevos israelíes", es decir, los migrantes judíos que llegaron a Israel, trajeron consigo "instituciones inclusivas" de carácter económico, procedentes de Europa, que promovieron la educación, la tecnología y el desarrollo. En contraste, se nos dice que los "palestinos" "no han logrado crear el tipo de instituciones inclusivas... que son fundamentales para generar desarrollo económico".

Israel, afirman, fue "la primera democracia de Medio Oriente, pero no la extendió a los palestinos", lo que habría generado el conflicto entre un Estado democrático/inclusivo (Israel) y una nación relativamente "inculta", autoritaria y subdesarrollada (Palestina). Esto, a su vez, habría derivado en guerra y en la expropiación, por parte de la supuestamente más inclusiva, democrática y desarrollada sociedad israelí, de tierras mal gestionadas en Cisjordania y otras regiones.En ese proceso, un número incalculable de palestinos --aunque esto no se mencione-- fueron borrados del mapa. El exterminismo, según se desprende del argumento de los laureados del "Nobel" del Riksbank 2024, es bueno para el capitalismo, por lo tanto, es bueno para el mundo.

Sin embargo, mientras que esta burda maniobra ideológica, disfrazada con el prestigio del llamado "Premio Nobel" de Economía, tiene como objetivo justificar el colonialismo de asentamiento como una forma "inclusiva" de desarrollo, solo resulta convincente para una porción relativamente pequeña de la población mundial, principalmente en los estados imperialistas hegemónicos. La gran mayoría de los pueblos del mundo, libres de tales ilusiones, pueden reconocer esta negación del genocidio por lo que realmente es. (Daron Acemoglu y James A. Robinson, "Uncultured: Mitt Romney Don't Know Much About Economic History", Foreign Policy [1 de agosto de 2012]; Why Nations Fail [Nueva York: Crown Business, 2012], pp. 142-143)

monthlyreview.org. Traducción: Ayoze Alfageme para Sinpermiso.

 

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