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Por Brukman, por Kosteki y Santillán:
¡No votar!
x Asociación Madres de Plaza de Mayo
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Comparar es odioso, pero éstas son las elecciones
más tramposas que recuerde la historia nacional. Las más
sangrientas, las más impúdicas. Las menos importantes.
Nunca una elección burguesa resolvió los problemas fundamentales
de la clase trabajadora, pero esta vez menos que menos.
Las sonrisas falsas de los candidatos con dentaduras postizas recién
estrenadas resultan hoy la burla más obscena. El pueblo no olvida
que el gobierno y su coro opositor pactaron estas elecciones en los
alrededores de la sangre obrera caída en las calles aquel 19
y 20 de diciembre, mientras los cuerpos de Kosteki y Santillán
permanecían calientes todavía sobre el suelo de la estación
Avellaneda. Para rematar la estafa, la engaña pichanga electoral
se comete entre la nube espesa de gas lacrimógeno y balas contra
los trabajadores de Brukman y Sasetru, que también amenaza con
extenderse hasta los ceramistas de Zanon. Ni hablar de la detención
“por las dudas” de “Pepino” Fernández
y “Piquete” Ruiz, dirigentes ambos del pueblo de General
Mosconi, que ya puso demasiada sangre piquetera en el duro camino de
conseguir trabajo y hacer la revolución.
En un país democrático en serio, un gobierno que se sostiene
a través de la aplicación del Terrorismo de Estado nunca
podría convocar a elecciones, ni tener candidatos, ni permitirse
debatir más o menos civilizadamente con exponentes de otros pensamientos
infinitamente iguales. El gobierno de Duhalde es perfectamente ilegítimo.
No tiene moral ni consenso. Únicamente lo defienden las balas
de sus fuerzas de seguridad y la oscura corporación de jueces
y fiscales. Apenas cuenta con una flaca legalidad emanada de esa cueva
de corruptos y coimeros que es el Congreso de la Nación. Sólo
con la complicidad obediente de todos los que conforman el arco político
del régimen, este gobierno en retirada puede permitirse acabar
a sangre y fuego con las experiencias de control obrero de la producción,
una más entre todas las variantes que ha ensayado este pueblo
en su camino de vencer a la burguesía y a todos sus sirvientes
de la burocracia sindical.
En consecuencia, presentarse a votar el próximo 27 de abril
supone encubrir a los capitalistas que a través de las elecciones
justifican la sempiterna explotación a los trabajadores y la
represión constante y sistemática para todos los que resisten
y luchan. Los sectores populares debemos denunciar la criminalidad del
régimen capitalista y no asegurarnos mínimos espacios
dentro de la institucionalidad burguesa, que a esta altura no sirven
ni para detener una violenta represión a cara descubierta, transmitida
en vivo y en directo por televisión, a seis días de las
elecciones.
Porque lo que se define el domingo no es la posibilidad de lograr una
política más acá o menos a favor del pueblo, sino
el nombre del miserable político que intentará poner en
caja a los luchadores populares mediante la cárcel, el itakazo
de plomo o la bomba de gas, asegurándoles a los patrones, los
ricos y el Fondo Monetario la continuidad de sus índices de ganancia.
Estas elecciones pretenden enterrar de una vez por todas la rebelión
popular del 19 y 20 de diciembre; volver a fojas cero la brecha abierta
durante todo este año y pico de duras luchas, resultante a su
vez de otros combates de clase previos; silbar, votar y aquí
no ha pasado nada
La legitimidad o excusa en votos que le falta a Duhalde para reprimir
la tendrá el candidato que triunfe en la primera o la segunda
vuelta electoral. Cuando la lucha de clases se libra descarnadamente
en los piquetes, las plazas y las fábricas ocupadas, las elecciones
resultan una fuente donde beben los poderosos y el siempre sonriente
imperialismo, demócrata en Argentina, golpista en Venezuela,
guerrero en Irak. Por eso, hoy más que nunca, decirle no a estas
elecciones es pronunciarse por la profunda democracia del pan, los libros
y el trabajo para todas las familias obreras; construye esa otra legalidad
de los pueblos que cimientan palmo a palmo su destino de libertad o
nada.
Editorial de ¡Ni un paso atrás! Programa del 24-04-03
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