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Latinoamérica: Semana caliente con huelgas
y protestas
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x Rafael Contreras - Prensa Latina
Un ambiente de agitación social volvió a respirarse en
varios países de Latinoamérica, donde el reclamo de aumentos
salariales, pagos atrasados, empleos y condenas a la privatización
ocupan los primeros espacios políticos en la región.
De un punto a otro de la geografía latinoamericana, las movilizaciones
de condena a los sistemas de gobierno iniciadas la semana pasada se
reafirman desde este lunes con fuerza en unos países, mientras
que en otros se amplían con la intención de ver satisfechas
sus demandas.
Sin olvidar la situación Argentina que desde hace un año
se mantiene en constantes manifestaciones de protesta por la carencia
de recursos financieros, las críticas siguen firmes en Bolivia,
Perú, Paraguay, El Salvador, Honduras y con marchas de condenas
al neoliberalismo en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza.
En efecto, el mayor estallido de la inconformidad se registra en las
últimas 72 horas en Bolivia, donde los cultivadores de hoja de
coca intensificaron sus acciones y otras dos organizaciones agrarias
respaldan la protesta, que tiende a propagarse a otras zonas.
Al mismo tiempo, el Gobierno dice tener controlada la situación
con el despliegue de miles de soldados y policías en la estratégica
carretera centro-oriente y la ruta entre La Paz y la ciudad de Cochabamba.
Los huelguistas demandan respeto al cultivo originario de la coca,
más tierras para colonización, reversión de las
empresas estatales privatizadas y estabilidad laboral.
También, se oponen al llamado Acuerdo de Libre Comercio de las
Américas (ALCA), a la entrada de tropas de Estados Unidos en
Bolivia y a la venta de gas natural a ese país.
Las protestas han dejado un saldo extraoficial de cinco muertos en
la región central, a los que a lo largo de la semana pasada se
sumaron otros dos fuera de esa zona, epicentro de la confrontación,
así como 11 fallecidos al estrellarse un autobús en el
que la Policía evacuaba por la fuerza a jubilados de una marcha.
El líder indígena, Evo Morales, persistió en el
empeño de generalizar la protesta, al convocar a las organizaciones
populares a formar un comando nacional sindical y aseguró que
en los próximos días recibirán el apoyo de diversas
regiones.
La ola de huelgas que parece tomar impulso en esta parte del Cono Sur
latinoamericano, coincide también con otros descontentos populares
en las calles de Perú con el pedido de derogación de las
privatizaciones.
Las inconformidades que surgieron por primera vez en los departamentos
peruanos de Arequipa, Cusco, Junin y Puno, se mantenían este
lunes en un proceso de negociación con los manifestantes, quienes
exigen el cumplimiento del acta firmada el año pasado en la que
el gobierno.
El ejecutivo se comprometió a asfaltar la carretera Bagua-Saramerisa
y otros convenios incumplidos.
En los últimos cinco días, unos dos mil indígenas
tomaron una central hidroeléctrica, cercaron dos estaciones de
bombeo de petróleo de la estatal PetroPerú y bloquearon
varias vías de la zona de Bagua, a 900 kilómetros de Lima.
Otro panorama difícil recobra fuerza hoy también en Paraguay,
donde la principal agrupación sindical (CNT) exigió una
reorientación económica para fomentar la producción
y una moratoria de la deuda externa, durante una marcha de protesta
contra el Gobierno de Luis González Macchi.
"Queremos que se plantee un modelo de desarrollo que apunte a
la reactivación productiva, porque desde 1995 el Estado ha apuntado
al sector financiero y a la especulación, en detrimento de la
producción primaria, que genera empleo", expresó
el secretario general de la CNT, Eduardo Ojeda.
En otro extremo del continente, en El Salvador, miles de trabajadores
de la salud se mantienen en paro desde hace más de tres meses
con el 92 por ciento de los hospitales públicos cerrados.
La huelga, la más grave que ha afrontado el Gobierno en los
últimos dos años aquí, comenzó el 18 de
septiembre después de que 10 empleados fueran despedidos por
participar en otro paro laboral, realizado el 5 de ese mismo mes.
De acuerdo con analistas, los altos endeudamientos externos, extremos
niveles de déficit público, presiones políticas
por parte del Fondo Monetario Internacional y la influencia de los inversores,
entre otras causas, constituyen aspectos esenciales del desencadenamiento
de la crisis en el área.
Como van las cosas, los niveles de confrontación en la región
tenderán a incrementarse en el curso de los próximos días,
pues organizaciones sindicales de Latinoamérica convocaron nuevas
protestas contra las políticas neoliberales.
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