Todo el mundo rechaza el terrorismo de los bajos fondos, pero acaso no es peor el terrorismo de estado que llevan a cabo los países desarrollados, terrorismo financiado con dinero público. El 11-S, fue un atentado en toda regla, pero también lo fue el bombardeo del Golfo Pérsico en el ’91, o las masacres en Bosnia, o la limpieza en Afganistán. El gobierno de los EEUU presidido por G. Bush, acusa de terrorista a todo país o persona que no acepte el orden establecido por el sistema imperialista yanky; el llamado “eje del mal”. Pero lo que ningún medio de información dice, es quién vende las armas a los países de este “eje del mal”.

España ha estado vendiendo minas anti-persona a países del tercer mundo, Rusia ha vendido y vende material bélico a estos países, y que decir de los EEUU, que además de vender armamento, la CIA entrenó a Osama Ben Laden en la guerra de Afganistán y la entonces URRSS. Son los países desarrollados los que alimentan el terror y es ese mismo terror el que después les dá la espalda y les paga con su misma moneda.

Qué puede hacer un palestino si ve como los israelies derrumban su casa y matan a su familia, además de ocupar sus tierras. Qué puede hacer un colombiano si ve como su país se viene abajo gracias a la corrupción de los políticos. Qué puede hacer el Frente Polisario ante la opresión de la dictadura del Rey de Marruecos. Pues a esta gente se les llama terroristas. Pero los verdaderos terroristas son los gobiernos cómplices de la OTAN, los asesinos del tratado atlántico, esos mismos estados que pregonan a los cuatro vientos ser demócratas, y en realidad ocultan el fascismo que llevan por dentro. En España los trabajadores estamos sufriendo lo que es tener un gobierno de derechas y con mayoría parlamentaria, y Andalucía en concreto mucho más, ya que vive bajo la opresión de un estado centrista que tiene a nuestra tierra como el culo de España.

El azote del estado fascista español nos da de lleno a los andaluces, ya sea con el paro, con la LOU, con la instalación masiva de centrales térmicas, con la ley de extranjería, con los problemas de pesca con Marruecos, etc...Como podemos ver ejemplos no faltan, y por desgracia hay muchos más. Desde Jaleo Prado, apostamos por un mundo mejor, por una Andalucía libre y solidaria, por la unión de los trabajadores frente a una causa común, despreciando así al capitalismo, al racismo, a la xenofobia, y a la imposición de ideas que el gobierno trata de hacer. Abajo el imperialismo.

¡Viva Andalucía libre y revolucionaria!

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