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Dar vuelta a la historia
Argentina.- A De la Rua fue el pueblo en la calle el que le revocó el mandato antes de los cuatro años. Es necesario que esto se pueda aplicar para todos los representantes que podamos elegir incorporando una serie de limitaciones a esta representación, como ser: todos los representantes son revocables en cualquier momento, todas las decisiones de un representante deben ser confirmadas por asamblea de sus representados, no se admiten las negociaciones secretas, ningún representante puede cobrar un sueldo superior al salario mínimo vital y móvil.
Democracia Directa para consolidar el triunfo popular
Las jornadas del 19 y 20 pasarán a la historia como el primer levantamiento popular que logró derrotar a la represión y voltear un gobierno hambreador. Necesitamos organizarnos para seguir ejerciendo la democracia directa que revocó en las calles el mandato de un gobierno que con promesas mentirosas subió por los votos. El 19 de diciembre fueron miles los que salieron a imponer en las calles el reparto de alimentos que el gobierno les negaba. Fueron miles los que se organizaron barrialmente para reclamar alimentos y lo consiguieron. Este fue el hecho principal, a pesar de una minoría de desmanes promovidos por los aprovechados de siempre. El gobierno De la Rua siguiendo la línea represora que desató en Corrientes ni bien asumió, quiso frenar a los que conseguían comida con mayor represión imponiendo el “estado de sitio”. Pero se encontró con millones que salieron a la calle ocupando las plazas del Congreso y de Mayo, cercando la quinta presidencial y ocupando todos los cruces de calles importantes. El movimiento popular desbarató en las calles un “estado de sitio” que sólo existió en las mentes calenturientas de los hambreadores del gobierno.
Tratando de ganar aire el gobierno anuncia la caída de Cavallo intentado desarmar la protesta, pero su voluntad represora quedó en evidencia una vez más cuando atacó con gases, pasadas las cuatro de la mañana del 20, en las plazas del Congreso y de Mayo. A media mañana del 20, el gobierno intenta una vez más derrotar la protesta en las calles. y ordena la represión para desalojar la Plaza de Mayo. Una vez más se encuentra con miles que lo enfrentan volviendo una y otra vez en el intento por recuperar la plaza para los manifestantes, a pesar de que la represión se cobraba un muerto por hora. Miles de jóvenes y activistas, en un recambio incesante, cercaban la plaza una y otra vez desafiando los gases y las balas de goma y plomo, hasta que lograron la caída del gobierno.
El mismo perro con diferente collar
El pueblo en las calles consiguió comida, logró derrotar la represión y voltear al gobierno. Pero tanto o más importante que esto logró conciencia de su tremendo poder cuando toma la calle, logró conciencia de que las elecciones no son el único ni el mejor camino para derrotar a los ladrones de turno, que no es necesario esperar cuatro años para votar por el menos malo cuando las injusticias son grandes. La rebelión popular volteó un gobierno elegido por el voto, en una acción independiente, a pesar de la pasividad de las direcciones tradicionales que se escondieron. Pero estos inmensos triunfos no pudieron impedir que otros hambreadores, por el momento más organizados que el pueblo en la calle, se quedaran con el gobierno. Si bien la lucha espontánea muestra claramente que existe la semilla para una democracia directa, en el corto plazo los hambreadores del PJ lograron tomar el lugar de los hambreadores de la UCR que derrocamos. La gran tarea que tenemos por delante es desarrollar y extender la organización de los trabajadores y el pueblo para imponer otro sistema de gobierno, de democracia directa. Comisiones vecinales para garantizar los derechos básicos Es preciso desarrollar las comisiones vecinales que se crearon al calor de estas históricas jornadas, para garantizar que no nos tiren la comida desde la culata de los camiones como si fuéramos animales y que lleguen a todos los que la necesitan, sin importar a quien votan. No podemos dejar esta tarea en manos de los mismos políticos que sostuvieron a los gobiernos ladrones. Estas comisiones vecinales son necesaria además para garantizar la seguridad en cada barrio. No podemos seguir dejando que nos enfrenten a pobres contra pobres, ni andar saqueando a los pequeños comerciantes ni arriesgando la vida por un par de paquetes de comida que nos tienen que dar sí o sí y con la dignidad que nos merecemos. Las fuerzas de la policía de cada barrio deben estar controladas por estas comisiones de vecinos que son las únicas que conocen qué debe hacerse. Sin embargo no alcanza con estas organizaciones vecinales, es preciso ir cambiando el sistema político de todo el país para que los triunfos en cada localidad no se pierdan por las políticas provinciales o nacionales. Democracia directa como alternativa a este sistema político Es preciso que todas estas comisiones vecinales y demás organizaciones de trabajadores confluyan en medidas que permitan cambiar el sistema actual. El artículo 22 de la actual constitución establece que ”El pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus representantes y autoridades creadas por esta Constitución.” Es preciso cambiarlo por otro que establezca que todos tienen el derecho de participar en el gobierno directamente o por medio de sus representantes.
A De la Rua fue el pueblo en la calle el que le revocó el mandato antes de los cuatro años. Es necesario que esto se pueda aplicar para todos los representantes que podamos elegir incorporando una serie de limitaciones a esta representación, como ser: todos los representantes son revocables en cualquier momento, todas las decisiones de un representante deben ser confirmadas por asamblea de sus representados, no se admiten las negociaciones secretas, ningún representante puede cobrar un sueldo superior al salario mínimo vital y móvil. Por supuesto que esta metodología esta pensada para ser aplicada a las grandes líneas de gobierno, como ser si se paga la deuda externa o se rebajan sueldos, y no para decidir si se compra la manija de una puerta. Es preciso que miles de asambleas populares debatan sobre la renacionalización de las empresas robadas, sobre qué planes de obras públicas deben implementarse, sobre qué sectores precisan de mayores planes de salud, educación y viviendas. Se trata de debatir en asambleas populares que decidan y lleven adelante un plan económico al servicio de los trabajadores y los sectores populares, pero a través de la democracia directa y no votando cada dos o cuatro años para firmarle un cheque en blanco a los ladrones de turno. Después de diciembre de 2001 Argentina ya no será la misma, todo gobierno que suba sabrá que puede ser revocado por un levantamiento popular, pero esto no es suficiente. Han votado nuevas elecciones para seguir haciendo más de lo mismo. La tarea que tenemos planteada es la de dar vuelta la historia pero esta vez de manera definitiva construyendo un nuevo sistema político. Desde el Grupo Socialista Guernica llamamos a todas las organizaciones populares a seguir este camino y comprometemos nuestros mayores esfuerzos en esta tarea. Grupo Socialista Guernica Miércoles, 26 de Diciembre de 2001
www.geocities.com/gguernica
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