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ATTAC en el teatro financiero
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x Miguel Martín Ayllón
Cádiz Rebelde
Salvo la presencia sindical dentro de las entidades bancarias,
prácticamente limitada a la política de convenios, los
distintos estamentos del poder financiero se encuentran totalmente libres
de la capacidad de presión y lucha de la sociedad civil. La propuesta
de la Tasa Tobin introduce un campo de acción que siempre ha
sido colateral en las luchas sociales, pero contra el que nunca se han
definido formas y estrategias de lucha concretas o diferenciadas. La
propuesta puesta en circulación por los círculos de "Le
Monde Diplomatique", ha generado un rico debate en torno a ella.
En este artículo no solo se valora a la TT como tal, sino las
posibilidades que abre para un debate a fondo sobre las maneras de cortocircuitar
y restar credibilidad al poder financiero.
1. MERCADO FINANCIERO, REFORMA Y SUBVERSIÓN
La especulación en todos sus aspectos, desde la inmobiliaria
hasta la financiera, es un juego, un divertimento de la acumulación,
no como pasatiempo, sino como norma del teatro y la guerra en que picardía
y oportunidad son esenciales. Tiene su propia relación interna
entre realidad jurídica y realidad financiera, fronterizas en
la diferencia entre valor de uso y valor de cambio; una falsa contraposición,
ya que es el sobredimensionamiento del valor de cambio el único
uso que busca el especulador. El ordenamiento jurídico al fin
y al cabo define por razones de formalidad y control fiscal el valor
de uso de los objetos, pero su intención es dibujar claramente
los derechos de propiedad. En el mercado inmobiliarío, para el
especulador, cada adquisición es una simulación de la
condición jurídica correspondiente. Vivienda, local comercial,
solar... son formalismos legales que camuflan la verdadera idea que
subyace en la intención del sujeto: acumulación de rentabilidad.
En el caso de los mercados financieros esa diferencia prácticamente
no existe ni como formalidad jurídica, ya que por ejemplo en
la Bolsa, máximo exponente, el valor de cambio es el valor de
uso: la rentabilidad. Oferta-demanda, posibilidad, tanteo, bulos, oportunismo...
son los agentes alegales en la difusa "realpolitik" de la
especulación;
El respaldo industrial y productivo de las empresas es decisivo en
la competencia. Pero los instrumentos financieros (transferencias, compra-venta
de acciones, stock options...) son un artificio, un juego de movimientos
intangibles, proyectados en la pasmosa e insultante abstracción
de las dos o tres páginas diarias de economía, o los suplementos
sepia, dedicados por cada periódico al tema. Oliver Stone, en
"Wall Street", desentraña la mezcla de rumores, información
privilegiada o falsa, mezcla de ambas... que caracteriza el teatro financiero;
más la degradación humana interpretada magistralmente
por Michael Douglas y el desgarramiento ético que con profesionalidad
pero sin implicación representan Daryll Hannah y Martin Sheen.
El sujeto especulador no encuentra bajo su informatizada, bélica
y diplomática actuación cotidiana, más que una
moral acumulativa, una mística de cifras que vacía el
tiempo y los hechos de la vida; mecánica de decisiones, en que
una intuición depredadora y el asesinato figurado del adversario
son los elementos fundamentales de la conciencia, si consideramos esta
como el lugar donde se funden lo práctico, lo simbólico
y lo ético.
Desde fuera de ese mundo no contemplamos más que los acontecimientos
de una criptología para especialistas, jeroglíficos de
los que podemos balbucear una interpretación pero de los que
nunca podemos presumir conocimiento:
"Puleva Biotech, una de las empresas del Nuevo Mercado español
con más éxito bursátil en los últimos
tiempos, está bajo sospecha. La Comisión Nacional del
Mercado de Valores (CNMV) ha denunciado ante la fiscalía una
posible manipulación de los precios en las acciones de esta
empresa de biotecnología.
El organismo controlador de los mercados remitió ayer al Ministerio
Fiscal las actuaciones derivadas de una investigación sobre
un individuo que difundió información falsa en Internet
sobre Puleva Biotech, con el fin de manipular el precio de las acciones
de esta empresa.
En la CNMV no se precisó el periodo de tiempo en que presuntamente
se manipuló la cotización del valor. Tampoco identificó
al autor del mismo.
Según fuentes de la Comisión Nacional del Mercado de
Valores, la persona objeto de la investigación difundió
a través de un chat de internet diversas informaciones falsas
sobre Puleva Biotech, al objeto de manipular los precios de los títulos
de la compañía...
...Fuentes de Puleva Biotech manifestaron su sorpresa por la decisión
de la CNMV por no notificarles previamente el asunto investigado.
Del mismo modo, declinaron manifestarse sobre la investigación,
si bien subrayaron la 'máxima transparencia' en que opera la
compañía e hicieron hincapié en que la empresa
se vería afectada negativamente por las actuaciones de una
persona física sin relación alguna con la misma."(El
Mundo 11-7-02)
Días después, la denuncia era archivada, sin aclarar
el origen ni la persona responsable del rumor. Tampoco se conoce si
las posibles pérdidas provocadas por la denuncia ante la Fiscalía
fueron mayores o menores que las ganancias desatadas por el bulo. Con
los datos existentes podríamos hablar de hipótesis tan
dispares como el fiasco de una táctica empresarial, un rumor-trampa
de la competencia, un espontáneo con sus propios intereses, o
la materialización desleal de determinadas disputas internas
en Puleva Biotech, nada extraño en una empresa nacida de una
fusión entre Ebro y Puleva. Tan raros y confusos trazos en este
caso, son en realidad la manifestación nítida de los mecanismos
de funcionamiento del mercado financiero, impulsados mas que por una
determinada racionalidad por una brumosa lógica de sombras chinas,
y como tantas veces se ha dicho, por escaladas de sentimientos colectivos
incontrolados como el miedo, el pánico, la tranquilidad o la
euforia, que también indican la vocación de espectáculo
peripatético de los mercados de valores.
Los mecanismos que utilizan los actores financieros son difícilmente
identificables y atacables. Las transacciones no pueden contemplarse
en ningún escaparate que pueda ser destrozado, no circulan por
ninguna vía que podamos bloquear. La relación con los
bancos y demás instituciones financieras, está perfectamente
normalizada dentro de los hábitos sociales. La confrontación
con ellos tiene un grado más simbólico que real, ya que
mientras hay cierta cultura de engañar a las empresas o el estado
monopolista, en cuanto a la electricidad, el teléfono... no hay
cultura transgresora alguna en torno a las cuentas corrientes u otras
formas de "cotidianidad financiera", seguramente porque no
es posible. La forma en que realizan la mayoría de sus operaciones
no necesita siquiera de blindaje, basta una total opacidad administrativa
y la abstracción inherente a movimientos que no mueven nada que
no sea el balance de una computadora.
Por añadidura, su ombliguismo comunicativo ha conseguido que
alrededor de sus ciclos de ascenso, estabilidad, crisis o deterioro,
gire la política de noticias económicas de los medios
de información masiva, desbancando a la economía real
sobre un espacio secundario que bascula entre el reportaje sensacionalista
en torno al Tercer Mundo y la enumeración de cifras sobre empleo,
paro precariedad, marginación... Política de noticias
que convierte a estos medios en centros difusores de realidades de las
que en todo caso somos víctimas, pero en ninguno protagonistas
directos, y si principalmente espectadores.
Da por tanto la impresión, no solo de que el mercado financiero
es imprescindible (que lo es... para el orden actual), sino de que es
tan difícil de entender como de controlar. Son las condiciones
básicas del mito, una fuerza superior sin la que no se entiende
el mundo, eterna e indomeñable.
PRIMER ACTO. DEL BOICOT A LA TASA TOBIN
Quebrantar esa mitificación es fundamental a la hora de recuperar
la autoestima social no ya frente a los mercados de valores, sino ante
lo financiero en general. Desde las hipotecas a los créditos,
y cualquiera de las formas del denominado "capitalismo popular",
estamos ante elementos de la vida sometidos a una crítica trivial,
y que finalmente son hoy figuras incuestionables de uso e incluso abuso
para la mayoría de la población(1) . El enfrentamiento
con tal poder significa el paralelismo entre la obstaculización
de su funcionamiento y la descolonización psicológica.
En los compases finales del tercer tomo de la Tetralogía de Buru,
"Hacía el mañana" (Txalaparta), Pramoedya Ananta-Toer(2)
recuerda el arma del boicot como un instrumento contra los aspectos
económicos del colonialismo holandés en Indonesia, creador
de subjetividad colectiva tanto práctica como moral, y como herramienta
efectiva para dificultar los planes de los agentes económicos
de poder colonial:
"El Sindicato del Azúcar planeaba reducir la renta que
pagaba a los campesinos por sus tierras de 130 céntimos a 90
céntimos por bahu cada dieciocho meses...
... yo tenia que convencer a los dirigentes del SDI de su importancia.
Pero ellos no entendían que los intereses de los campesinos
y los suyos eran los mismos...
...La reunión acabó en algo que yo no esperaba: la
SDI se partió en dos. Mi grupo llamaba a los otros hipócritas.
Y a nosotros nos llamaban el grupo que no sabe de lo que está
hablando...
...La división venía a significar que la SD Islam
tenía que enfrentarse a la decisión del Sindicato del
Azúcar...
...Si el Sindicato seguía con sus planes, la SD Islam decretaría
un boicot inmediato y total.
...Aquí en las Indias los débiles tienen ahora en
su mano una nueva herramienta. Su nombre es Boicot.
...El sindicato claramente había renunciado a sus planes
de bajar la renta a los campesinos"
En la actualidad, el Boicot contiene la posibilidad paradójica
de revertir la especulación. El sujeto subversivo es el que especularía
mediante el no consumo, mediante la negación, la razón
de la negación y la propaganda de la negación, esperando
las consecuencias. Esa potencialidad es por supuesto imposible sin una
extendida maquinaría de inteligencia y decisión colectiva,
armada de una crítica radical a los llamados "productos
bancarios" en este caso. Pero la posibilidad tropieza tanto con
la colonización psicológica como con la realidad de una
izquierda carente arrojo, imaginación e instrumentos de análisis.
Hoy la idea del boicot es una cuestión individual y fetichista
dentro los círculos antagonistas, sin pasar de ser un elemento
que refuerza la subjetividad colectiva (no entrar en el Mcdonals, no
beber Coca-cola o Bacardí), pero que no afecta al desarrollo
ni las ventas ya sea de un grupo de productos (por su origen, modo de
producción...) a un producto concreto, una empresa... Efectuada
la crítica mas o menos elaborada y lanzada la consigna de "boicot",
hoy se espera hasta el momento en que la campaña vuelve a diluirse
como recuerdo, anécdota, o seña de identidad individual.
La misma debilidad de las redes y la falta de elementos propios para
cuantificar el trabajo, hace difícil si no imposible evaluar
sus resultados, con lo que poner en marcha campañas cuyas consecuencias
ni siquiera se pueden medir deja un vacío que se sitúa
en el límite entre la relación con la realidad o la mera
autocomplacencia.
La Tasa Tobin se diferencia del boicot, en su posibilidad de llegar
a espacios donde el boicot es difícilmente materializable; en
el uso "positivo" (tanto en el sentido jurídico como
moral y filosófico) de los mecanismos ya existentes en el sistema
financiero; y en que necesita en mucha menor medida de la movilización
y la tensión colectiva. La propuesta identificativa de ATTAC,
a partir de una idea del Premio Nobel James Tobin en los 70, no combate
la especulación sino que la regula, fijando una línea
blanca que tratase de limitar el movimiento de determinados actores
sobre el escenario:
"El impuesto sobre las transacciones de divisas estaba pensado
para amortiguar las fluctuaciones de los tipos de cambio. La idea
es muy simple: en cada cambio de una moneda a otra se impondría
una pequeña tasa, digamos del 0,5% del volumen de la transacción.
Así se disuade a los especuladores. Porque muchos inversores
invierten su dinero en divisas muy a corto plazo. Si este dinero se
retira de repente, los países tienen que elevar drásticamente
los intereses para que la moneda siga siendo atractiva. Pero los intereses
altos son a menudo desastrosos para la economía nacional, como
han puesto de manifiesto las crisis de los años noventa de
México, el Sudeste asiático y Rusia. Mi tasa devolvería
un margen de maniobra a los bancos emisores de los países pequeños
y opondría algo al dictado de los mercados financieros"(James
Tobin, "El movimiento antiglobalización abusa de mi nombre",
entrevista a Der Spiegel reproducida por El País, 3/9/01).
1997. Un editorial de Ignacio Ramonet, alarmado por la devaluación
de los "Estados en tanto que espacios idóneos para el ejercicio
de la democracia y como garantes del bien común...". La
consecuencía: "...las sociedades realmente existentes son
sociedades sin poder"(3) . Propone la creación de una ONG
con el objeto de instaurar la Tasa Tobin, añadiéndole
el apelativo "de ayuda a los ciudadanos". Sobre la mesa una
idea determinada del estado y de la ciudadanía, el Leviatan republicano
reformado en algunos aspectos del discurso, y la penalización
mediante un impuesto a quienes Toni Negri define como aristocracia del
Imperio.
Desde la misma hora de ese "Punto de partida", la propuesta
de Tobin sufre un proceso de construcción cultural y teórica,
que escapa a la propiedad simbólica y real de su autor, para
pasar a un debate público. Las incógnitas alcanzan a su
aplicación, consecuencias, y principalmente, su papel como posible
alternativa de lucha. Pero la primera escala de la Odisea es una interpelación
que a la vez que delimita el lugar donde James Tobin ya no es dueño
de su propuesta, sitúa el dilema radical al que han de responder
tarde o temprano los partidarios de la tasa. Una disyuntiva que al leal
alumno de Keynes no le concierne por su ideología, y que precisamente
por su declarado anticapitalismo acosará a los "attacchik":
¿Cual es el poder transformador de la propuesta?.
SEGUNDO ACTO. CRÍTICA DE LA CRÓNICA ECONOMÍA
POLÍTICA
En aquel "Punto de partida", Ramonet indicaba que "El
desarme del poder financiero debe convertirse en un interés cívico
de primera magnitud, si se quiere evitar que el mundo del próximo
siglo se transforme en una jungla donde los predadores impongan su ley".
¿Existen esperanzas respecto a los efectos de la Tasa Tobin sobre
el mundo financiero?. A la hora de teorizar, los "attacchik"
han diseñado un escenario privilegiado para su objetivo. Una
supuesta falta de ideas del neoliberalismo en la que coinciden algunos
de los más briosos miembros de la "inteligentsia" concitada
alrededor de Porto Alegre, exige con urgencia propuestas alternativas,
como si se abriera un "periodo de las mil flores" de la globalización,
el cual propiciara la aplicación de la medida Tobin a medio plazo.
En este sentido se ha venido moviendo ATTAC, centrando buena parte de
las intervenciones de sus figuras más notables, en la demostración
de que la propuesta es "técnicamente factible" dentro
de los mecanismos actuales de la legalidad financiera.
Según el econo(opti)mista francés Bruno Jetin, cuyas
intervenciones se caracterizan por un positivismo impenitente, los mismos
cauces ya existentes para las transacciones parecen ser propicios:
"la 'entrega' de las divisas se efectúa, en último
término, gracias a sistemas de pago nacionales sobre los cuales
cada banco central ejerce una actividad de vigilancia y control de
la legislación nacional. Mejor aún, la 'entrega' se
materializa a través de un juego de escrituras en las cuentas
que cada banco privado está obligado a abrir para el banco
central del país en el que opera. Este juego de escrituras
es enteramente realizado gracias a programas informáticos de
punta que identifican y registran la identidad de los bancos y la
naturaleza de la transacción. Aún si al principio una
sociedad privada encargada de efectuar la 'entrega' de las divisas
está localizada en un paraíso fiscal, sus clientes están
mayoritariamente localizados en las grandes economías del planeta.
Para tener acceso a sus clientes esta sociedad debe respetar la legislación
nacional en vigor. Es por lo tanto técnica y jurídicamente
posible colectar la tasa Tobin"(4) .
Según el propio Jetin, parece que incluso el proceso de toma
de decisiones del orden conspira inconscientemente a favor de la aplicación
de la Tasa Tobin:
"La creación del euro hace todavía más
simple la imposición, puesto que los países de la zona
euro han decidido unificar sus sistemas nacionales de pago en un sistema
único llamado 'Target'... La Unión Europea dispone de
la potencia económica necesaria para instaurar la tasa a cada
conversión del euro en otra moneda, el dólar y el yen
por ejemplo. Podría así crearse la primera zona Tobin"
(art.cit)
Viento en popa a toda vela. Veamos. Si consideramos la economía
tal y como la define Rossana Rosanda, "una relación entre
hombres mediada por bienes"(5) , y entendemos el movimiento de
capitales como una figura artificiosa y virtual, la Tasa Tobin intenta
convertir parte de lo financiero en económico. O sea, la economía
inmaterial y especulativa en economía real, y esa economía
real en una economía más justa. Pero la separación
entre lo económico y lo financiero, que desde ATTAC se divide
como capitales productivos frente a capitales especulativos, es como
aquellas puertas falsas del teatro en que los actores pasan de una habitación
a otra sin moverse del mismo escenario. La división es necesaria
a la hora de definir las formas que adquiere y los diferentes estadios
porque atraviesa el capital en sus infinitas reencarnaciones, pero como
eje central de una propuesta esa dicotomía es esquemática
y estéril, lleva de un lugar al mismo sitio:
"... En realidad, los recursos de los capitalistas pasan de
los mercados financieros a las llamadas inversiones productivas solamente
cuando estas últimas son más rentables que los primeros.
Y, de hecho, a pesar de lo que diga ATTAC, estas dos formas de inversión
están íntimamente unidas. Los beneficios obtenidos con
la producción pueden servir para la especulación financiera,
dependiendo de la rentabilidad de cada operación... todas las
inversiones de los capitalistas son especulativas, sin ninguna excepción.
Cada franco que invierte el propietario de una empresa es justamente
una especulación sobre la rentabilidad de la explotación
de los trabajadores de esa empresa. Cuando la apuesta no produce beneficios,
o produce pocos, se detiene la actividad. Cellatex, Marks & Spencer,
Danone y muchos otros ejemplos recientes son prueba de ello"(6)
El planteamiento, una retención en principio del 0,5% sobre
la transacción, tiene cierta equivalencia con la reivindicación
del "0.7%", pero con un carácter político mucho
más acentuado y en apariencia con fundamentos menos caritativos.
Aun así su dialéctica es rayana en idéntico posibilismo,
pero remozada por un discurso mucho mejor elaborado y articulado en
torno a las llamadas "políticas de participación":
"...El Ministerío de finanzas de Francia ha incluso calculado
la recaudación para la Unión Europea en un rango de
22 000 a 26 000 millones de euros, que podrían ser consagrados
a financiar el desarrollo. Podríamos retomar la experiencia
del presupuesto participativo iniciada por la ciudad de Porto Alegre
para confiar a los pueblos del Tercer Mundo la definición de
las prioridades sociales y ecológicas a financiar" (Bruno
Jetin).
Como veremos más adelante los cálculos mecanicistas en
torno a la recaudación no se ajustan a la realidad, pero sí
hay algo sorprendente de esta opinión es la prisa por empezar
la fiesta ciudadanista y descorchar la posibilidad de exportar "la
experiencia del presupuesto participativo iniciada por la ciudad de
Porto Alegre para confiar a los pueblos del Tercer Mundo la definición
de las prioridades sociales y ecológicas a financiar", omitiendo
de una manera insultante las condiciones políticas de la mayoría
de esos países. El absurdo extremo de esta conclusión
y su imperturbable relación causa-efecto, hace de la realidad
un holograma adaptable al deseo dialéctico, impregnado de un
desarrollo burdo que desprecia aspectos políticos imprescindibles,
para demostrar la aplicabilidad "lógica y participativa"
de la Tasa. En esta gramática, todo (otro mundo) es posible,
gracias a una línea profética repleta de corolarios ("proposición
que no necesita de prueba particular"), que recuerda en exceso
a la misma inasequible retórica del Banco Mundial, el FMI y cualquier
ministro de economía, cuando defienden con total seguridad en
sí mismos las posibilidades y consecuencias positivas de sus
medidas.. No se puede hablar de presupuestos participativos en Marruecos,
Libia, Serbia, Tunez, Sudán, Croacía, Bosnía-Herzegovina,
Arabia Saudí, Pakistán... en los que no hay las mínimas
libertades políticas. ¿Qué propiedades políticamente
sanitarias tiene la Tasa Tobin como para convertir a la democracia participativa
a las peores tiranías del planeta?. Por otra parte, el presupuesto
participativo no tiene porque encontrarse, ni en las prioridades ni
en los procesos de lucha en según que lugares, ni siquiera aunque
que posean una democracia formal.
Pero esa frivolidad no es simple ligereza lingüística.
Tras afirmaciones de este calado se encuentra el resabio psicológico
de ese viejo ilusionismo del pensamiento puro decimonónico, que
liga progreso económico con progreso social y político,
cuando precisamente ante sus narices está un ejemplo de la asimetría
entre esos tres aspectos: el mismo proceso de Porto Alegre con todas
sus carencias, muestra como a pesar del subdesarrollo económico
y social brasileño respecto a Europa o Estados Unidos, la cultura
política está allí años luz por delante
de ambos centros; pudiendo decir lo mismo de algunos de los procesos
que se están produciendo en Ecuador o Bolivia.
Del mismo corte falaz son los planteamientos del segundo de a bordo
de Ramonet, Bernard Cassens y sus propuestas de sanción a los
gobiernos que "no respeten los derechos humanos", dando nuevamente
un carácter de justicia ciclopea a la cuestión económica;
y recurriendo además sin recato a los tradicionales métodos
de castigo del Imperio, de cuya propaganda depende la percepción
derecho-humanista de según que régimen para el uso de
las "imaginativas" ideas de Cassens.
El desdén por aspectos políticos tan sumamente fundamentales
como el uso político de la recaudación y la distribución
por parte de las instituciones o estados correspondientes; o el papel
de los estados totalitarios del Tercer Mundo en la gestión, desvela
una deriva no ya economicista sino casi tecnocrática por lo menos
en ciertos sectores favorables a la Tasa. Por otra parte este planteamiento
parece acercarse nuevamente a uno de los viejos planteamientos tanto
de la socialdemocracía como del stalinismo y los PC eurocomunistas,
y es la consideración del estado como un elemento neutral, con
el que basta conseguir que aquel legisle de una u otra manera para generar
procesos de transformación.
Al cruzar esta puerta miramos donde estamos y al otro lado. Nos encontramos
en el mismo lugar, pero en esta escena nuestro protagonista, ATTAC,
con una espantosa habilidad autodestructiva se planta sobre las muñecas
unos grilletes que el mismo aprieta. Sobredimensionando el aspecto económico,
enfrascados en el farragoso debate técnico, banalizando o simplificando
los aspectos políticos, finalmente la realidad hace una maniobra
envolvente que desvela los límites reales de la propuesta:
"...cuanto mejor funcione la medida, menor será la recaudación
y viceversa, ya que de lo que se trata principalmente es de que la
tasa evite las operaciones especulativas. De aquí el espejismo
en que algunos caen al calcular los ingresos que se obtendrían
considerando todas las operaciones actuales, sin caer en la cuenta
de que la mayoría de ellas no se producirían si fuese
eficaz la medida"(Juan Francisco Martín Seco, "·La
Tasa Tobin", La Estrella Digital).
2. MEDIOS, MÉTODOS Y FINES
En la primera parte hemos intentado entender el funcionamiento
del sistema financiero, los distintos aspectos de la Tasa Tobin, y la
relación entre ambos. En esta parte tratamos los límites
de las propuestas de ATTAC tal y como se han propagado hasta ahora,
entrando en un debate que es tan histórico como coyuntural: la
relación los objetivos y los instrumentos utilizados para conseguirlos.
TERCER ACTO. CAUSA-EFECTO DE LA TASA TOBIN
No parece que la Tasa Tobin pueda mas que reestructurar el sistema
financiero. Es cierto que la mecánica del impuesto, hace que
a más volumen y movimiento de capital mayores ingresos. Pero
también es innegable que las empresas o especuladores individuales,
que verdaderamente son capaces de causar estragos, cuentan con la suficiente
liquidez como para seguir su actividad a pesar del impuesto. Este afectará
precisamente a la cuota de beneficios de pequeños especuladores
individuales, o a miembros imprescindibles pero reemplazables del organigrama,
como los testaferros, empresas-tapadera... En este sentido, la propuesta
Tobin podría provocar una cierta crisis, pero en algunos aspectos
incluso más regeneradora que destructiva. Efectivamente podría
dificultar la dinámica de parte de la infraestructura de maquillaje
bancario. Pero a la vez servir como instrumento de selección
de los más fuertes, dejando fuera del juego a quienes carezcan
de respaldo financiero suficiente, drenando así elementos sobrantes
que estorben los movimientos de los auténticos capitostes. Alguna
razón por el estilo ha llevado al más famoso especulador
contemporáneo, George Soros, a defender tanto la intervención
comedida del estado como la propia Tasa Tobin, de una manera explícita.
El grupo de propuestas que acompañan la Tasa Tobin, que van
desde la prohibición de los paraísos fiscales hasta el
aumento de la fiscalidad sobre las rentas altas, es un archipiélago
disperso. Puestas en marcha y coordinadas podrían mellar parte
de los beneficios y la capacidad de maniobra de las grandes fortunas,
pero no hay que olvidar que a parte de los intercambios fuera de control
como el dinero negro, cada medida de regulación, control o prohibición,
también da lugar a nuevas formas de evasión. El problema
no es tanto la trampa, penable al fin y al cabo, como la dependencia
para la aplicación de cualquiera de estas medidas, de la meritocracia
del Imperio. Es previsible que no serán sometidas mas que a innumerables
amagos, como el de Jospin en Francia acompañando el sí
retórico a la TT condicionándola a su instauración
internacional, o la aun mayor vacuidad de Zapatero en el estado español.
Estamos ante un enorme vacío constituyente. Aunque el empirismo
no sea un elemento político válido por si solo, si se
puede decir que a día de hoy la experiencia histórica
manda que las conquistas sobre el papel han sido necesarias pero débiles.
Cualquier movimiento de oposición que se precie, por lo menos
dentro de las democracias formalistas, debe dejar un espacio para la
creación política palpable desde su propia capacidad de
maniobra, sin tener que depender de la legislación ni de la voluntad
gubernativa.
La capacidad de ATTAC para extender grupos de base y generalizar el
debate en torno a su propuesta en medios intelectuales y periodísticos,
está en abierta contradicción con la canalización
administrativa de cualquiera de sus logros. Esta tensión entre
presente y futuro, entre agit-prop y acción, está intimamente
relacionada con el proceso histórico del sector intelectual del
que surge. En las altas esferas intelectuales de occidente, la década
de los noventa se caracteriza por el alineamiento de un buen número
de miembros de la "inteligetsia" izquierdista con las posturas
oficiales en cuanto a economía de mercado, orden internacional...
La Guerra del Golfo es la fractura temporal mas representativa, como
indica Petras, que iría abriendo brecha en las posteriores incursiones
militares en los Balcanes o finalmente en Afganistán. El proceso
se caracteriza por el feroz e incluso despreciativo discurso "anti-progre"
de numerosos intelectuales y la ruptura del aparente pluralismo de los
medios en pos de una línea editorial meridianamente clara solo
matizada por opiniones individuales aisladas, generando lo que vino
a ser definido como "pensamiento único". Ese cerco
lo cierra la propia derechización social. La correlación
de fuerzas desplaza a la izquierda intelectual, poniendo en riesgo tanto
su papel como referente dentro del organigrama mediático-político,
como la misma "cuota que mercado" que cubre entre la población,
arriesgando no tanto su supervivencia económica como su existencia
simbólica, o sea su función como formadores de opinión
pública.
Este proceso se da en toda la intelectualidad occidental de izquierda,
y no solo a nivel de las elites propiamente dichas, sino a distintos
niveles territoriales y espaciales. Desde ciudades de tamaño
pequeño o mediano a las capitales con mayor densidad cultural,
desde los grupos de pensamiento de influencia socialdemocrata o marxista
hasta espacios como la universidad, sin olvidar que todos estos territorios
y espacios comparten personas y ámbitos de actuación.
Cuando en 1997 Ramonet firma su "Punto de partida", y propone
la puesta en marcha de la iniciativa ATTAC, no solo se encuentra detrás
el análisis explícito en el propio artículo, sino
además la necesidad de recuperar ese espacio perdido dentro del
mercado de producción pública intelectual, limitado cada
vez más a una minoritaria y conformista "izquierda ilustrada".
Llama por tanto implícitamente a los "resistentes"
a la ofensiva. Pero es una ofensiva que no hace una crítica radical
del proceso histórico que lleva a esta situación, y por
tanto nunca redefine la posición subjetiva del intelectual ante
el mundo y en el mundo tal y como es, sino que pretende recuperar su
lugar.
En este punto es necesario recordar la evolución histórica
de las personas y organizaciones políticas y sindicales, que
hoy forman parte de las estructuras parlamentarías y de consenso,
tras aprender la política en las barricadas de la "revolución
inminente" de Mayo´68, ya fuera antes, durante o después,
de la fecha simbólica que agrupa solapadas esperanzas y fracasos.
El centro era París, los acontecimientos una última espiral
revolucionaría. Espiral reconvertida en hemiciclo desde la propia
práctica parlamentaría hasta la actividad intelectual
entendida como formación homogeneizadora del pensamiento ajeno:
producción de "sentido común". Esa trayectoria
merece una analogía razonable con las posturas de ATTAC.
¿En que coinciden el camino de los hijos muertos de la revolución
y algunas fuerzas vivas de la ciudadanía del s.XXI?. La reconstrucción
de la historia que hacen gente como Cohrn-Bendit o Joshcka Fischer,
identificando las luchas de los 60-70 con la "democratización
del estado y la sociedad", encuentra un exceso de armonía
con el discurso ciudadanista y estatista de ATTAC. Los Fischer o Bendit
reescriben la historia general y su propia historia vital, describiendo
su contribución a una sociedad hoy presuntamente democrática,
mientras observamos el reforzamiento del ámbito securitario del
estado, y un cuerpo social que no tiene a su disposición mas
que unos trámites formales de participación que no se
relacionan en ningún caso con los mecanismos de decisión
reales. Por su parte, recaudación y administración de
recursos son las figuras elementales de la técnica práctica
y jurídica a la que ha de dar lugar la Tasa Tobin, una mera normativa
fiscal-burocrática que de antemano da el poder ejecutivo a los
estados e instituciones internacionales, carentes de cauces de verdadero
control e intervención ciudadana.
Ni en la práctica histórica de los unos, ni en la teoría
de los otros se observan cauces de participación por ningún
lado. Incluso limitada a los confines del discurso clásico republicano
sobre el estado y la ciudadanía, la "Acción por una
Tasa Tobin de Ayuda a los Ciudadanos", no contiene ningún
elemento reformista siquiera. No necesita absolutamente ninguna modificación
de las estructuras del orden para conseguir su aplicación, y
no conlleva la democratización parcial de ningún ámbito
de la vida y los procesos de toma de decisiones. La propuesta queda
totalmente desvirtuada como generadora de espacios de creación
y decisión política. De por sí, la Obertura de
los presupuestos participativos de Porto Alegre a las "nuevas propuestas
sociales", aunque funciona a nivel municipal y con sujetos reales
de "participación", sufre hoy críticas relacionadas
con la institucionalización y la canalización burocrática
y selectiva de las reivindicaciones. Que se puede decir entonces de
una propuesta como la Tasa Tobin cuyo territorio de funcionamiento es
el difuso mundo financiero, en el que el estado es un mediador irremediable,
y en que las instituciones que gestionarían los fondos, como
el PNUD (Plan de Naciones Unidas para el Desarrollo), no están
sometidas ni siquiera a la mas formalista de las votaciones.
Por tanto aquello a lo que se llama "participación"
no encierra mayor recorrido que la triada de movilización-agitación-propaganda,
cerrada sobre sus propios confines. Una alternativa social que se echa
a un lado en el momento de la creación política palpable,
reservada a "los representantes" institucionales, entiende
el movimiento social como ese camino mil veces recorrido hacía
el "coitus interruptus". La interrupción traumática
del desarrollo colectivo en el momento de la legislación y estatalización
de la propuesta, genera una contradicción brutal entre la presunta
"conquista" y la entrega dócil del producto de la lucha
a la maquinaría burocrática, provocando una dinámica
enfermiza que afecta en toda su profundidad al corazón mismo
de cualquier movimiento, su capacidad de crear y reinventarse. Esa dinámica
enfermiza no se puede medicalizar engrosando cuentas corrientes. Una
mayor disposición de recursos para determinados fines, consecuencia
del reparto de los frutos de la Tasa, no tiene porque ofrecer mayor
potencial político. Es más, puede extender formas de clientelismo,
como el afinado dispositivo de la Junta de Andalucía que bajo
el epígrafe de la "concertación social", tiene
en estos momentos un dominio absoluto de lo social, abarcando desde
sindicatos y empresarios hasta las asociaciones gitanas, que sostiene
la paz social de los conflictos realmente existentes a costa del erario
público con el que se paga el silencio de los "mediadores
sociales".
CUARTO ACTO. ESTADO, MOVIMIENTO SOCIAL Y LOBBY
El estado y la moral que lo sostiene, avanza como una apisonadora que
por su capacidad de extensión temporal, territorial y simbólica,
es capaz de apoderarse de la autonomía política incluso
de sus más acérrimos enemigos. En "Imperio"
Hardt y Negri afirman el retroceso hasta la extinción de sus
funciones de mediación. Efectivamente la cada vez mayor autonomía
de las corporaciones multinacionales para su expansión económica,
territorial e industrial, desmembra parte de su poder real y simbólico,
pero eso no puede ser confundido con una perdida de contenido del papel
del estado sino con su modificación y redefinición. La
figura de los lobbys, imprescindible por ejemplo para comprender la
política en Estados Unidos, será fundamental para esta
redefinición. Conforme se enquistan y embrutecen las organizaciones
patronales y sindicales como la industria pesada, cara y burocrática
que son, será la estructura de lobby la que ofrezca un nuevo
modelo de interlocución, que permita flexibilizar y fortalecer
la acción de estado. De hecho, ya hoy el lobby, incluso antes
de pasar al centro de la escena pública, reúne características
de interlocutor de estado: Forma tejidos informales que influyen utilizando
principalmente las redes personales y la negociación, y manteniendo
la movilización no como principio de creación política
sino como alternativa táctica.
El lobby feminista, ecologista, gay... fueron algunas de las vertientes,
junto con la institucionalización, sobre las que se derramó
la frustración de los movimientos sociales de los 60-70. Es precisamente
en el denominado "movimiento antiglobalización" donde
hoy se concentra la suficiente proyección pública y mediática
como para dar lugar a los liderazgos y lazos necesarios, que mediante
la legitimación correspondiente genere una nueva casta dialogante
que propicie la transición de una vocación de movimiento
a diversas estructuras de lobby. Y es precisamente la ambigüedad
entre movimiento social y lobby una de las características de
ATTAC. Si bien la presencia e implicación en las contracumbres
muestra un compromiso real con estas movilizaciones, iniciativas como
la del "Frente Internacional de Parlamentarios" por la Tasa
Tobin, destilan una apuesta sin ambages por la influencia y negociación
institucional característica del lobby.
Por pura empírica, hemos visto una vez detrás de otra,
como el partido político se introduce bajo la bruma institucional
y no sale. Por su parte, conforme teje su red, el lobby construye su
espacio vital y en el encuentra tanto su fuerza como sus límites;
pensamiento y acción funcionan mediante la tela de araña
y condicionados no tanto por la propia red sino por el habitat en el
que se desarrolla. Les aquejan a ambos distintas enfermedades pero un
mismo principio. Un objetivo político que de antemano necesite
de la administración como eje principal, supone una cesión
de terreno práctico y simbólico inestimable. No se trata
ni mucho menos de un desprecio a los derechos y garantías históricas
arrancados por el proletariado y los movimientos sociales a nivel legislativo,
sino a la delegación y legitimación sobre la administración
estatal y su ideología, como ejecutores de aquellos logros(7)
. El que provisionalmente se obligue al estado a ser el garante de unos
determinados derechos, no quiere decir que sea aquel el necesario organizador
y ejecutante. ¿Cuáles son las consecuencias de esa absoluta
centralidad del estado?. A los brillantes residuos de la radicalidad
de los 60-70 los degradó moral y políticamente en un filantrópico
abrazo, que puso al servicio de su talento o volubilidad una estructura
que por su peso arrinconó a cada uno a la sombra de su propio
posibilismo. Hoy ATTAC se abraza a ese estado generoso para protegernos
de la fiebre especulativa, esperanzado de recuperar de esa manera la
democracia de los ciudadanos.
La meritocracía política global, busca voces inteligibles
entre la multitud; figuras, miradas y oídos, con los que establecer
una nueva complicidad que genere un modelo que en el fondo se atenga
y recree, sobre los conceptos de paz social y razón de estado,
la misma bien alimentada responsabilidad mutua que hoy mantiene a los
sindicatos mayoritarios con su propia partida presupuestaría
y un perfil político y social de bajos vuelos y paso torpe, a
la altura funcionarial del INEM y la Seguridad Social. Solo si se tornara
en espejismo el anhelo del mandarinato mundial de "interlocutores
razonables" con "propuestas razonables", la Tasa Tobin
fuera un peligro real.
QUINTO ACTO. VINDICACIÓN DE LA ÉTICA
Pero si hay algo que diferencia a los "attacchik" de la
fracción social-liberal del orden es la catadura moral. A pesar
de que se acerquen los discursos, es evidente que la credibilidad de
la oligarquía de presunta izquierda, no tiene comparación
con la trayectoria de los principales exponentes de la propuesta Tobin.
No lo afirmo como un elemento subordinado. La inteligencia ética
puede suponer un muro infranqueable entre proyectos aparentemente iguales,
igual que la mezquindad moral puede hacer que dos posiciones en apariencia
opuestas se acerquen. De hecho esa escisión podemos contemplarla
en la directa oposición durante el alargado ecuador rojo del
siglo XX (1917-1989), entre los distintos movimientos consejistas y
autónomos europeos y el llamado "socialismo real" soviético.
Igualmente la afinidad moral de supuestos enemigos ideológicos,
encuentra uno de sus exponentes más vomitivos en la directa participación
y organización del PCI y su entorno, de la represión contra
la extrema izquierda italiana a finales de los 70, como parte de su
"compromiso histórico" con la Democracia Cristiana
camorrista.
Si confrontar valores es un factor de la lucha imprescindible, es evidente
que esa distancia entre "attacchik" y oligarquía "progresista",
no es de forma sino también de fondo. Precisamente al moverse
en el abstracto de los movimientos financieros de capital, el discurso
de ATTAC podría romper la retórica tecno-monetaría
de los mercados y la prensa, potenciando una dimensión ética
del discurso. De hecho, la Tasa Tobin, solo tendría una capacidad
subversiva, subordinando el factor posibilista a una crítica
principalmente ética. No estamos hablando de nada nuevo, que
la propuesta se mueva sobre lo financiero, no quiere decir que esa sea
su única dimensión. Como ejemplo en otro ámbito,
a pesar de que el Ejército Zapatista es evidentemente una estructura
militar disciplinada y un elemento de vanguardia político-militar,
las armas han jugado una función de mera presencia, de afirmación
de la autodefensa, como respaldo de un discurso político-moral,
ya que limitada al enfrentamiento armado la política zapatista
moriría de inanición. Si el debate público sobre
la Tasa Tobin se limita a los caracteres técnicos de un simple
"impuesto redistributivo" dentro de la política fiscal
de gobiernos e instituciones internacionales, en vez de valer de parapeto
para un discurso radicalmente crítico, se disolverán las
palabras bajo la prepotente frialdad tecnocrática.
"... Las ciencías económicas, y con ellas todas
las otras ciencias sociales plenamente desarrolladas (que hoy, en
definitiva están degradadas a simples ciencias auxiliares,
por no decir policías auxiliares de las ciencias económicas),
no tienen las categorías capitalistas de trabajo, valor, mercancía,
dinero, mercado, etc., como objeto, sino como prerrequisito tácito
de su razonamiento 'científico'. La forma de sujeto de cambio
de mercancías, la transformación de fuerza de trabajo
en dinero y del capital-dinero en plusvalía (lucro) no es indagada
acerca de su 'que' o su 'porque', sino tan sólo acerca de el
'como' funciona, semejante al modo en que los científicos naturales
sólo analizan el 'cómo' de las llamadas leyes naturales.
El primer obstáculo de una crítica categórica
del capitalismo consiste, por tanto, en retirar esas categorías
de su status de obviedad tácita y tornarlas explícitas
y así, y solo entonces, criticables."(8)
Sostiene al sistema financiero la omisión de cuestionamientos
éticos. Si algo debe o no hacerse solo va en función de
las maquillables normativas legales, o con la moralidad como imposición
externa, o sea, la preocupación por la imagen que se proyecta
y sus efectos sobre la cuenta de beneficios. El fetichismo de la cifra
encierra la principal categoría moral del mundo financiero: la
acumulación. En su sentido más ciego e irracional, ese
abstracto pitagórico mueve sobre pantallas procesadoras miles
de trozos de nada, desde ningún lugar hacía ningún
lugar, acumulando no ya mercancía, trabajo o dinero, acumulando
simplemente movimiento. Frente a su normalización, tal y como
indica Robert Kurz, hacer explícito y discutible lo implícito
y supuesto, actúa sobre su línea de flotación.
Pero precisamente la crítica de ATTAC se caracteriza por su
endeblez simbólica y ética, al enfrentar "inversión
productiva vs. especulación", positivizando la primera,
que no es más que otra manera de acumulación de valor
y movimiento. ATTAC insiste en la especulación, la convierte
en la piedra angular de su mensaje público, y para entonces el
movimiento se despoja a sí mismo de cualquier crítica
radical. Intencionadamente o no, de una manera subrepticia se genera
un sentido moral en el que no es el fondo, la acumulación de
beneficios, sino la forma de conseguirlos, el objeto de juicio teórico.
Sin una crítica del concepto de acumulación, como uno
de los elementos fundamentales de la psicología y la moral capitalista
y consumista, es como poco ficticio, y sin duda imposible, plantear
la mínima disputa en torno a la creación de una escala
de valores distinta. El aspecto más débil de la propuesta
es este precisamente, ya que es adaptable a la dialéctica entre
mala conciencia y buenas intenciones, que bancos y corporaciones llevan
elaborando años, habiendo conseguido inestimables logros clientelares
y de imagen, con frutos como la colaboración directa con determinadas
ONG´S, la creación de fundaciones, o más recientemente,
los "fondos éticos". Fortuna, Pepsi, BSCH, BBVA...
sin contar con la tradición de beneficencia de las Cajas de Ahorros
en el estado español, por lo pronto han neutralizado cualquier
posibilidad de que el avance de las posiciones de ATTAC les desacrediten,
ya que los fines de la Tasa Tobin no van mas allá de lo que estos
bancos y multinacionales llevan haciendo unos años, con excelentes
resultados publicitarios.
Al fin y al cabo el principio es el mismo, paliar sin cuestionar. La
diferencia está en el mecanismo, ya que sería un impuesto;
y en el sujeto que lo aplica, ya que no sería una autoretencion
en base a cuestiones de rentabilidad o falsa conciencia, sino una retención
sistemática gestionada desde los estados u otro tipo de instituciones.
Esto, por un lado contrarrestaría en parte la actividad de especuladores
individuales, y por otro lado rebajaría algo de autonomía
a instituciones bancarias y financieras, pero no les restaría
un ápice de legitimidad pública a ellas, ni mucho menos
a su política de apropiación caritativa de la solidaridad
EPILOGO
Hoy, tal y como ATTAC construye su discurso y su práctica, llevan
dentro una vieja relación que Erich Fromm podría definir
como "perversión masoquista": un discurso crítico,
una propuesta política, que necesita para sobrevivir del propio
mal que combate. La Tasa Tobin lleva en lo mas profundo de sus entrañas
ese daño. Bruno Jetin: "M.B.: ¿Existiría la
tentación de guardar los euros debido a este costo suplementario
en las transacciones?
B. J.: Ninguna empresa extranjera podría desear aislarse del
mercado estadounidense, por tener que pagar un impuesto mínimo.
Es altamente improbable. Gracias al impuesto Tobin, el euro
podrá ser más estable y comportarse como una moneda
de reserva, lo que alentará a los ricos de otros continentes
a tener euros.(...)
M. B.. Si este impuesto logra suprimir la especulación, deteriorará
igualmente los ingresos procedentes de dicha especulación y
cuyo destino sería el Tercer Mundo. ¿No le parece que
existe una contradicción?.
B. J.: La especulación no desaparecerá totalmente,
de modo que siempre producirá ingresos para el Tercer Mundo.
Los impuestos sobre el alcohol y el tabaco han reducido el consumo
pero no al punto de hacerlo desaparecer."(9)
Como Quijotes, con granos de arena contra los molinos... Que hable
Sancho: "¡Que haceis! Que aquello que enfrentáis no
son molinos, que son gigantes".
Notas:
1. - LA MITAD DE LAS FAMILIAS TIENE DIFICULTADES PARA LLEGAR A FIN
DE MES Las familias españolas destinan un 66% de sus ingresos
al pago de deudas en forma de cuotas mensuales y un 51,8% reconocen
que tienen dificultades para llegar a fin de mes, según un informe
presentado hoy por la organización de consumidores CEACCU. El
estudio "El sobreendeudamiento de las familias españolas"
de la Confederación Española de Organizaciones de Amas
de Casa Consumidores y Usuarios (CEACCU) señala también
que la vivienda absorbe el 43% de los pagos fijos familiares y reclama
medidas "urgentes" para proteger al consumidor ante este fenómeno.
Como punto de partida, la presidenta de CEACCU, Isabel Ávila,
subrayó la disparidad de definiciones de "sobreendeudamiento".
Endeudamiento excesivo La CEACCU considera que existe un endeudamiento
excesivo siempre que "el consumidor no pueda hacer frente a los
pagos comprometidos", pero según los bancos -destacó
Ávila- el sobreendeudamiento se produce cuando el porcentaje
del deuda familiar sobrepasa el 70% de sus ingresos. En España,
ese porcentaje ha pasado de un 50% en 1993 a un 66% en 2001, señala
el informe de CEACCU. Esta cifra está en la línea de otros
países europeos y es incluso baja en relación con Holanda
o Reino Unido, donde el porcentaje se eleva por encima del cien por
cien, señala una estadística del Banco de España
incluida en el estudio. Asimismo, el informe explica que durante los
últimos 17 años los créditos al sector privado
en España han pasado de 85.421 millones de euros en 1983 a 201.753
millones de euros en la actualidad y los créditos concedidos
para la adquisición de bienes pasan del 2,06% del total del crédito
al 9% (agencia EFE).
2. - "Pramoedya Ananta Toer nace el 6 de febrero de 1925 en Blora,
una pequeña ciudad de Java Central, en un momento en que las
contradicciones entre el gobierno colonial holandés y el movimiento
nacionalista indonesio alcanza su punto más álgido. Estudia
en una "escuela libre", un proyecto nacionalista para alfabetizar
a las clases populares, a las que no llegaba la eduación impartida
por los holandeses. Más tarde estudia una carrera técnica
en Surabaya, pero antes de que pueda acabarla los japoneses invaden
Java. Se incorpora al Ejército Revolucionario de Liberación
Nacional después de la rendición japonesa en 1945 y como
consecuencia de esta militancia es torturado y encarcelado por los holandeses,
de nuevo instalados en el poder. En octubre de 1965, tras el sangriento
golpe militar de Suharto en que se asesina a más de quinientos
mil comunistas, es arrestado y cuatro años más tarde internado
en la isla-prisión de Buru. Como no le permiten leer ni escribir,
empieza a narrar historias a sus compañeros de cautiverio"
(Biografía ofrecida por Txalaparta en la edición citada)
3. - Ignacio Ramonet, "Punto de partida", Le Monde Diplomatique
edición española, nº26 Diciembre 1997
4. - Bruno Jetin, "Unión Europea: Tasa Tobin aquí
y ahora", Rebelion -www.rebelion.org- 10-10-01.
5. - El Viejo Topo-Extra 2, "Historia, política, economía,
cultura, sociedad, disidencia, de la URSS y los países del este".
En el artículo "5 Preguntas a Rossana Rossanda sobre la
disidencia", Rossanda afirma lo siguiente: "...la economía
no es sólo produción de bienes (y cuando éstos
escasean la gente está descontenta y la toma con los que mandan)
sino que es también el primer terreno de relación inter-humana".
6. - Greg Oxley, "La Tasa Tobin y el proteccionismo: el engañoso
programa de ATTAC". La Riposte. Reproducido en Rebelión
-www.rebelion.org-.
7. - La consecución de la escuela pública, es desde un
punto de vista histórico un logro incuestionable, pero es un
ejemplo de cómo importantes victorias, una vez depositadas en
manos de la administración se convierten en un arma ideológica
más del estado que subvierte cualquier conquista originada por
las luchas sociales en su propio favor. Existen ejemplos de que se puede
dar continuidad a esos logros desde la propia base social, como es el
caso de "La Prospe" en Madrid, uno de los pocos casos en que
la lucha por una escuela pública ha dado lugar a la larga experiencia
de un proyecto educativo y popular arraigado en el barrío de
Prosperidad.
8. - Robert Kurz, "Las lecturas de Marx en el siglo XX",
Pimienta Negra. Reproducido en Rebelión 29-6-02.
9. - Entrevista con Bruno Jetin, realizada por Marie Boêton para
"Politis". Reproducido en "El grano de arena".
(co-redactor de Cadiz Rebelde - www.cadizrebelde.com-)
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