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Internacional

Globalización de la información y concentración de la propiedad de los medios
El Rol del Periodista

Orador:
IGNACIO RAMONET

Nació en 1943 en Redondela (Pontevedra). Especialista en geopolítica y estrategia internacional. Doctor en Semiología y en Historia de la Cultura, en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París (alumno de Roland Barthes y de Christian Metz). Director, en París, del mensual Le Monde Diplomatique, y del trimestal Manière de voir. Profesor de teoría de la comunicación audiovisual en la Universidad Denis-Diderot (París VII). Es autor de La golosina visual; La communication victime des marchands; Médias, mensonges et démocratie; Como nos venden la moto (con Noam Chomsky); Télévision et pouvoirs, y Nouveaux pouvoirs, nouveaux mâitres du monde; Un mundo sin rumbo y es coautor de pensamiento crítico vs. pensamiento único.

Panel de Discusión:
CARLOS GABETTA (columnista trespuntos; director, Le Monde Diplomatique en la Argentina)
MARGARITA GRAZIANO (directora, Carrera de Ciencias de Comunicación, UBA)
ROSENDO FRAGA (director, Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría)
SUZANNE BILELLO ( directora, Centro Latinoamericano del Freedom Forum)

Suzanne Bilello: Bienvenidos. Yo soy la directora del Centro Latinoamericano del Freedom Forum, fundación internacional que se dedica a la libertad de prensa y la libertad de expresión en todos los países del mundo. Cuando inauguramos este centro en 1997 nuestra meta fue crear un lugar donde pudieran discutirse todos los asuntos relacionados con los medios.

Dos temas que están cada día más presentes no sólo en nuestro país sino en el resto del mundo, son el gran cambio que se está operando en la propiedad de los medios de comunicación y la globalización de la información.

Cómo afectan esos fenómenos el flujo de información hacia las sociedades y al periodismo independiente son dos de las muchas preguntas que hoy intentaremos abordar.

Les presento a Carlos Gabetta, de la Asociación para la Defensa del Periodismo Independiente y columnista de la revista trespuntos. Carlos presentará a nuestros panelistas y a nuestro invitado especial Ignacio Ramonet.

Carlos Gabetta: En nombre de la Asociación para el Periodismo Independiente quiero darles las gracias a todos ustedes por estar aquí; al Freedom Forum por auspiciar y colaborar en este proyecto, y al resto de los panelistas.

Ignacio Ramonet es director de Le Monde Diplomatique, un mensuario de política, sociedad y cultura, el de mayor difusión en lengua francesa y que tiene ediciones en otras lenguas como el árabe y el japonés. Ignacio es, además, profesor de Teoría de la Comunicación en la Universidad de París y autor de varios libros.

Un dato importante es que a él le debemos a partir de enero de 1995, una definición, la del "pensamiento único'. Ese fue el título de una editorial suya en Le Monde que hizo carrera porque, como esas intuiciones intelectuales que suelen imponerse, expresaba una manera de pensar en una sola dirección.

Ignacio Ramonet: Yo quisiera exponer una síntesis de cómo veo el problema de periodismo hoy en el marco de esta concentración de los medios y por otra parte de la globalización de la información. Obviamente no conozco la situación en la Argentina por lo tanto no haré ninguna alusión a ella pero en el debate los demás panelistas hablarán de la situación local.

Yo diría que para entender la situación hoy hay que comprender una serie de elementos. Yo diría que, en los últimos 10 años, el fenómeno más importante que se produce en el mundo es la globalización económica. Esta globalización económica se caracteriza por la interdependencia cada vez mayor de las economías de los países con respecto a la economía de los demás.

Asistimos a escala planetaria a una apertura de las economías y a una relación cada vez más estrecha entre las economías de los países. Este fenómeno de mundialización económica es una mundialización que se caracteriza más como una mundialización financiera más que económica. Sobre el 100% de los intercambios que se realizan en el mundo, 99% son financieros. La globalización es esencialmente financiera. Lo que más circula son órdenes de compra y venta de valores y la producción de objetos y servicios concretos representa sólo el 1% de los intercambios. Este fenómeno, que sucede mediante la supresión de barreras y aranceles en la mayoría de los países que adhieren a esa mundialización en nombre de lo que se llama el neoliberalismo económico, ha permitido que exista una libertad total de la circulación de los focos. Estos focos económicos, si circulan totalmente, pueden hacerlo porque circulan por unas vías que se llaman las autopistas de la comunicación. Si no existiera la puesta a punto de la infraestructura de las autopistas de la comunicación, la globalización de la economía no podría darse como se da. Desde cualquier parte del mundo puede enviarse una orden que se transforma en una venta o una compra, en una inversión a través de las bolsas integradas del mundo.

Segundo fenómeno central, el que mejor caracteriza la época actual. Si tuviéramos que nombrar ese período que comienza con la caída del muro de Berlín y de la Unión Soviética, diríamos que es el decenio de la globalización. Esta globalización significa la segunda revolución capitalista. La primera se vivió al final del S. XVIII con las teorías de Adam Smith, con el desarrollo de la era industrial, con la expansión colonial. Hoy vivimos una segunda revolución capitalista, todas las demás dinámicas son reacción, negociación o moderación con respecto a esto que está ocurriendo.

Vivimos una gran revolución tecnológica, una mutación que tiene dos características centrales. La primera es la informatización generalizada de nuestra sociedad. Son sociedades globalmente informatizadas o en las que la informatización no tiene ningún tipo de censura o impedimento para su desarrollo. La informatización significa una enorme transformación del sector de la producción. La máquina de vapor sustituyó al músculo en la primera revolución, sustituyó la energía animal y humana y transformó las sociedades y el equilibrio de las potencias en el mundo. De hecho, las potencias que se desarrollan en la era industrial son las que aun hoy dominan el mundo al final del s.XX.

La informatización es la irrupción de una máquina que no sustituye al músculo sino un número cada vez mayor de las funciones del cerebro. Entonces, si la sustitución del músculo transformó al mundo, es obvio que la sustitución del cerebro lo va a transformar de una manera aun más radical. De ahí la modificación exponencial de la productividad, la desaparición de la era industrial y el surgimiento de una era nueva con la aparición de nuevos problemas.

La informatización se ha generalizado de tal manera que ha dejado de ser visible. Hace unos años si hablábamos de informatización hubiera puesto a mi lado un ordenador para que alguien supiera de qué se hablaba. Hoy hay cientos de dispositivos. Cada uno de nosotros tiene celulares, tarjetas de crédito. Cada uno de nosotros lleva incorporadas a su cuerpo varias máquinas informáticas. Ha dejado de impresionarnos, se han banalizado.

El segundo aspecto es la revolución digital, un aspecto de la revolución informática. Qué es esto? Un cambio radical en la historia de las comunicaciones que tiene que tener consecuencias. Para comunicarnos, los seres hasta ahora hemos utilizado tres sistemas: la voz, el dibujo y la escritura. Esos tres sistemas han conocido a través de la edades el aporte de tecnología que ha mejorado el sistema de comunicación. Pero este desarrollo tecnológico nunca ha permitido que cada sistema deje de ser un sistema específico, que se mezcle. Yo hablo y mi voz pasa por el micrófono. Con la imprenta de Gutemberg no puedo imprimir un sonido. Las tecnologías han mantenido estos tres sistemas separados. Que es la revolución digital? Es la puesta a punto de un sistema que permite hoy enviar por un mismo canal texto, imagen y sonido a la velocidad de la luz. Es la primera vez que esto ocurre. Hemos visto surgir sistemas nuevos: el multimedia, CD Rom e Internet, la galaxia central de esta revolución. Nada está más alejado que una fracción de segundo para aquel que recibe un mensaje complejo. Esto permite la construcción de las autopistas de la comunicación.

Cómo estos dos fenómenos centrales conciernen al mundo entero, cómo perturban el sector de la información? De la manera siguiente. Hasta ahora, en la medida en que las tecnologías de la comunicación permanecieran aisladas se habían desarrollado industrias de la comunicación específicas parta cada sector. Cuando Orson Wells en 1945 quiere denunciar a un gran grupo mediático, se inspira en Hearst, que en realidad sólo tiene unos cuantos periódicos. Hoy en día, poseer unos cuantos periódicos no significa dominar la comunicación, en la medida en que ya no se puede hablar entre aislamiento de la prensa escrita, radio y televisión. De hecho, lo que ocurre en la comunicación es que estos tres medios que se mezclan inducen la mezcla de tres máquinas: el teléfono, la computadora y el televisor. Hoy esos tres aparatos se confunden y el proyecto es crear una máquina que suplante a los tres. Eso significa que las industrias del teléfono, de los ordenadores y la televisión se mezclan y aparecen grupos de megacomunicación sin fronteras.

Hoy día no sabemos cuáles son las fronteras de la comunicación. Hace unos años, si yo quería interesarme por los cohetes que permiten recolocar satélites en el espacio, tenía que leer informes y publicaciones militares. Hoy, el 90% de los satélites que se instalan en el espacio son satélites de comunicación. Los industriales que fabrican y que explotan los cohetes de colocación de satélites ya están en el marco de la industria de la comunicación.

Todo el sector de la informática está en el campo de la comunicación. Quién domina la informática? Bill Gates. Quién quiere dominar todo la comunicación internacional? Bill Gates. Y él también quiere dominar Internet porque hoy el Internet está destinado a recibir todo el boom. Desde esa plataforma se controlarán todos los otros sectores.

En la mayoría de los países quienes dominan el sector de la comunicación son industriales que tienen poco que ver con la comunicación. En el caso de Francia, los tres industriales que controlan las comunicaciones son: el principal distribuidor de agua del país, el principal constructor de autopistas y el principal constructor de armas. De hecho, basta con tener una cultura del fluido para tener la posibilidad de dominar la comunicación. El que sabe distribuir agua sabe distribuir cable y televisión. Por eso las compañías de teléfono y de electricidad se acercan a la comunicación. También todo el que tiene una cultura de la red viene a la televisión y al cable porque es el mismo tipo de cultura. El fabricante de armas fabrica cohetes para colocar satélites.

Otra observación. Hasta ahora teníamos tres esferas autónomas: la de la información, la de la comunicación publicitaria y la de la cultura de masas. La cultura de masas es la cultura que se somete al mercado. La cultura que selecciona el mercado es la cultura de masas. Hasta ahora teníamos estas tres esferas independientes. Ahora observamos que se están fusionando. Una esfera absorbe a las demás. La esfera de la comunicación publicitaria es la que absorbe a las demás. Hoy día los principios de la comunicación publicitaria se imponen tanto en la información como en la cultura de masas. Es decir que se comunica de la misma manera cuando se informa, se publicita o se hace cultura de masas. Cómo se comunica? Privilegiando tres cualidades: la rapidez (ya sea publicidad, información o texto la información debe ser rápida y corta, con títulos directos como títulos publicitarios); la sencillez (máximo de comprensión); y hay que ser divertido. El aburrimiento es el adversario de estas tres esferas de comunicación. De hecho, cuando estas tres cualidades se repiten conducen inevitablemente a una concepción muy infantil del pensamiento. Hay un proceso de infantilización de los mensajes.

Observamos que la información tiene tres características. La primera: la información es sobreabundante. Se ha demostrado que existe más información en un ejemplar de fin de semana de The New York Times que en toda la información que podía adquirir una persona culta en el s.XVIII. Estamos ante un fenómeno de sobreabundancia de información. Yo digo que la información hoy es el quinto elemento en nuestro planeta después del agua, el aire, el fuego y la tierra. Esta sobreabundancia acarrea consecuencias. Es una situación inaugural que causará problemas.

Otra característica es la velocidad. Hoy en información se alcanza el límite posible de la velocidad: la instantaneidad. Es la velocidad de la luz. Esta velocidad crea problemas. Por ejemplo, una información en directo tiene un valor añadido. La prensa escrita tiene más dificultad de dar una información en directo. Esta velocidad hace que los periodistas, que antes representaban para el ciudadano una garantía en cuanto a la calidad de la información en la medida que filtraban y probaban la información para ver si no tenía elementos manipuladores, sean hoy instantaneístas, sólo retransmisores y mediadores de la información sin tiempo a probarla. Lo hemos visto en la Guerra del Golfo, en Ruanda y seguramente lo veremos en Kosovo. Estamos asistiendo a un fenómeno interesante. Las Malvinas es un caso testigo. No querían que fuera otro Vietnam entonces la relación de los poderes políticos con los periodistas cambió de manera radical y apareció lo que se llama hoy "el modelo Malvinas". El modelo Malvinas es el que los norteamericanos van a aplicar en Granada en el '83, en Panamá en el '89 y en el Golfo en el '91. Aparece un sistema en el que esta sobreabundancia se va a utilizar de una manera radicalmente nueva.

Tercera característica: la comunicación se caracteriza por ser veloz, abundante y por ser una mercancía. Por consiguiente, obedece más a las leyes del mercado que de la información. Se ve sometida a una regulación de tipo mercantil y no informativa. De ahí que en la mayoría de los nuevos grupos de comunicación como por ejemplo Murdoch, quienes los dirigen no son periodistas. Son empresarios cuya principal preocupación es el provecho.

Todo este sistema, en razón de las transformaciones que acabamos de ver, produce tres certidumbres:

1) en el sistema nuevo de información se establece una ecuación: en la información instantánea el concepto mismo de información se modifica. Informar hoy es hacer asistir al acontecimiento. La máquina informativa se desvive por darle al ciudadano la posibilidad técnica de que vea lo que está pasando. Se establece la ecuación ver = comprender. Si veo, comprendo. Los ciudadanos que ven se autoinforman sin explicaciones. La dificultad es que ver no es comprender. Al contrario, el racionalismo, el pensamiento científico moderno se ha construido sobre lo opuesto: ver, generalmente, es confundirse. La Iglesia considera que Galileo blasfema porque dice que el sol no da vueltas alrededor de la tierra cuando vemos que es así. Yo veo con el cerebro pero comprendo con la razón. Todo el sistema infomacional establece esa ecuación.

2) la ecuación del reportaje, del enviado especial: Estar basta para saber. Si estoy, sé lo que pasa. Evidentemente puede ser que cuando se está, se tiene más posibilidad de saber, pero no es una garantía. Todos los descarrilamientos mediáticos de los últimos tiempos lo probaron, demostraron que se está pero no se sabe. A veces quien participa de una batalla no sabe si la ganó o la perdió. Lo sabe el Estado Mayor pero no quien está en el terreno.

3) El sistema mediático está convencido que se puede imponer una verdad mediática. La verdad mediática dice que cuando todos los medios de información dicen que algo es verdad, eso se impone aunque sea falso. Esto significa que, cuando la prensa dice que algo es verdad, por ejemplo que los serbios son malos, eso es verdad. Esto se basa en una premisa que dice que repetir es demostrar. Pero repetir no es demostrar.

Para terminar con estas tres últimas consideraciones. Hasta ahora estábamos convencidos de que cuanta más información hay, hay más libertad. Esa ecuación se ha modificado. Hoy la información es sobreabundante pero no estamos convencidos de que haya más libertad que en períodos en que la información no era tan abundante. Segundo, creíamos que los medios eran el cuarto poder porque protegían al ciudadano contra el abuso de otro poder, pero hoy los medios en la globalización constituyen uno de los poderes.

También creíamos que los medios crean la opinión pública. Hoy podemos demostrar que hay un divorcio entre lo que piensan los medios y lo que piensan las sociedades. Los medios no construyen opinión pública. Se ha complicado.

Por último, la comunicación, que podía aparecer como un medio de realización individual y como medio de expresión de la propia libertad, hoy es, de hecho, una ideología. Nuestras sociedades nos exigen comunicar y la comunicación funciona como un elemento que permite que el grado de violencia que existe pueda diluirse.

Suzanne Bilello.: Ahora nuestros panelistas van a hablar brevemente y después iremos al debate.

Margarita Graziano: Evidentemente es bastante difícil hacer comentarios. Voy a tratar de poner el acento en algunas cosas que me parecen centrales. Una es la que señala a la globalización como un proceso nuevo. Este proceso debería analizarse en América Latina con todas sus implicancias de concentración, dependencia e interdependencia que llevan muchos años y valdría la pena citar como precedentes los planes de la AID en la información tecnológica, la concentración de los sistemas de medios en la década de los '60 y '70, pero que, quizás en este caso, era un valor referencial..

La tecnología se ha transformado hoy en un valor diferencial a los otros sistemas. Si hay algo que puedo atreverme a decir es que la globalización lleva consigo un elemento bastante fuerte: una resignación atroz. El sentido común de los globalizados. Esto trae un desafío que consiste básicamente en una sociedad que debe crecer más que en imagen, en la realidad. Y señalo esto porque también hay una ideología de la apropiación tecnológica que hace que nos preguntemos qué se está globalizando realmente.

Uno pertenece a un mundo con mayor información, con mayor apropiación de tecnología pero nos lleva a un mayor extrañamiento con respecto a la realidad que nos toco vivir.

Un segundo punto es que estamos asistiendo a una sobreabundancia de información pero de información más alejada de los problemas cotidianos. Hay que plantearse cómo esta globalización ha interferido en todos los modelos de comunicación vigentes hasta el punto de que uno considere que ya no es más la memoria sino la memoria es de la computadora. Aquél que no posee ciertos elementos está aislado del mundo, tiene una sobreabundancia de información que no puede comprender, ni buscar ni usar.

En tercer lugar quería contar cómo es la situación de nuestro país en la última década. El fenómeno de concentración se inicia en 1989 con la derogación del art. 47 inc. E que prohibía a las empresas gráficas ser adjudicatarias de medios radioeléctricos. A partir de ese momento vimos que avanzaron las empresas periodísticas gráficas hacia las empresas radioeléctricas. Vimos la permisiva concentración de los medios en cuatro consorcios que transformaron en un monopolio el sistema de telecomunicaciones.

Rosendo Fraga: Todo lo que se ha dicho nos lleva a dos preguntas: Hay que hacer algo o se debe hacer algo frente al fenómeno de la concentración de los medios? Se puede hacer algo?

Cuando a Tony Blair se le pregunta qué es la tercera vía, él responde: la reivindicación de la política. Porque a través de la reivindicación de la política y desde el Estado se puede hacer algo para modificar las cosas, para regular el proceso de la globalización.

A partir de esto se plantea un tema: a cualquier persona que es preparada para ser gerente de un conglomerado se le dice que la información es poder. La relación entre la información y el poder es un tema central. Informar puede ser dominar.

Respecto al fenómeno de la globalización, coincido con Margarita en que no es un proceso nuevo. Lo que ha cambiado es que los cambios tecnológicos han aumentado la velocidad del fenómeno. Lo que al cristianismo le llevó cinco siglos, ahora le hubiera llevado unos pocos días. El cambio tecnológico imprime velocidad. Un caso interesante en el '91, es el caso Somalía y la intervención norteamericana en ese país. Cuando Bush, para ganar la elección, planea un éxito militar, piensa en Somalía. Cuatro meses antes de la elección, la CNN empieza a transmitir a la hora del desayuno las imágenes de niños raquíticos en Somalía muriéndose de hambre y realiza una encuesta entre sus televidentes para ver si apoyaban la intervención en Somalía. A mediodía se comunicaba que el 82% apoyaba la intervención. Cuando Clinton asume, se encontró con este tema. En el noticiero se empezaron a emitir imágenes de cadáveres de marines. Hubo encuestas y el resultado: el 85% de la opinión pública norteamericana dice que hay que irse de Somalía. Esto lo llevó a Clinton a decir: "No puede ser que la CNN maneje la política exterior de Estados Unidos. Poner o sacar 30.000 efectivos de un país no puede hacerse con la velocidad del cambio de un público impactado por el reciclado de las encuestas.

Es un caso extremo y discutible pero en algún punto muestra cuál es el problema. Quién decide que en el noticiero de la mañana esté la imagen del niño raquítico o la imagen de un marine muerto?

Es que en una hora yo sé lo que piensa la opinión pública norteamericana.

Cuando uno lee el diario, lo primero que lee son los títulos. Una de cada tres personas, cuando lee el título, baja, lee la frase destacada, el gráfico. Sólo uno de cada doce o cada quince baja a leer el artículo. Por lo tanto, si el título no dice lo que quisimos decir no transmitimos el mensaje. Estamos leyendo el 10 o el 12% de la información que nos traen los diarios del domingo.

En los procesos electorales, los consultores les dicen a los candidatos: Olvídese de lo que va a decir, lo importante es cómo lo va a decir. Esto es probado con estudios que se hacen luego de programas políticos de alto rating. Cuando se le pregunta a la gente qué le pareció la actuación de determinada persona, del 100% de personas que dice que estuvo bien, sólo 2 ó 3 de 10 se acuerdan de qué dijo. Esto es un vaciamiento del concepto.

Muchas veces el sistema de información se centra en lo que no es importante. Cualquier movimiento en torno a la reelección ocupaba las primeras planas y cuando la UIA anunció que el desempleo llegaría al 18%, el tema ocupó un cuarto de página 18 ó 19. Qué es más importante. Quiero decir que se confunde lo principal con lo secundario.

Carlos Gabetta: Todo esto es tan interesante que nos llevaría días analizarlo. Tomé algunos apuntes que me llamaron la atención. Uno es el tema de ver para comprender, el periodista como testigo y mediador de la información. En una película de Kurosawa hay una violación con 7 testigos y todos ven cosas diferentes. Esto tiene mucho que ver con una cultura y cómo la han absorbido los periodistas. Se ha generalizado una cultura de la denuncia que muere allí. Se descubre un hecho, se denuncia, y al día siguiente me ocupo de otra cosa. Es por ello que se crea una sensación de sobresaturación y no finalidad. Otros dirán, es la justicia que debe ocuparse. Es cierto. Pero qué sucedería si los periodistas siguieran con los temas. Quizás aguijonearían a la justicia.

En las conferencias de prensa se ve esto. Recuerdo una conferencia de Bill Clinton sobre la actuación del gobierno y las agencias de información en Guatemala: atrocidades cometidas por militares guatemaltecos con apoyo de la CIA y el gobierno. Clinton hace un mea culpa, los periodistas siguen haciendo preguntas al respecto y a ninguno se le ocurrió preguntar, teniendo en cuenta que esto sucedió hace treinta años, "usted bombardeó hace seis semanas una fábrica de medicamentos en Sudán, en medio del affaire Lewinsky". Esto es un ejemplo. Hay políticos que podrían ser sometidos a preguntas de este tipo. Ver es como ver una foto fija. Cuando vemos algo sabemos que vemos pero no sabemos quién, cómo ni por qué.

Lo otro que me llamó la atención fue la relación entre información y poder que mencionó Rosendo Fraga. Recuerdo que en 1976-77, presidente Carter, la Unesco encargó a Sig Mac Bride, premio Nobel irlandés, un informe sobre medios de comunicación. El informe era muy interesante y proponía la democratización de los medios, que se le diera medios a las universidades, etc. sin modificar el sistema de propiedad privada. Sin embargo, provocó tanta resistencia que se le retiró financiación a la Unesco. El poder se resiste a los cambios.

Suzanne Bilello: Sobre el divorcio entre los medios y la opinión pública, no es necesario ese divorcio para poder abordar temas que a la sociedad no le interesan? Cuándo es necesario ese divorcio y cuándo no lo es? Ignacio Ramonet: Lo del divorcio es relativamente nuevo. El concepto de opinión pública no es admitido por todos los sociólogos. Es un concepto propuesto por la escuela norteamericana.

Qué es la opinión pública? Es el reflejo de la opinión de los medios. Sobre la mayoría de los problemas sobre los que hablan los medios nosotros los ciudadanos no tenemos ninguna experiencia concreta. La experiencia que tengo es virtual. Si me preguntan en una encuesta qué piensa de la revolución islámica en Irán, qué conocimiento tengo yo además del virtual de los medios. Cualquier cosa que diga, estaré repitiendo lo que queda del mensaje que he recibido.

Esto lleva a dos conclusiones: la opinión pública la construyen los medios, la fabrican, y por lo tanto deducimos que poseer los medios es poseer el poder de fabricar opinión. Eso es lo que han pensado los líderes políticos. El discurso radicalmente crítico de Orwell dice que quien posee los medios posee la posibilidad de manipular las mentes. Pero nos estamos dando cuenta que esto no es así. Porque tenemos una serie de ejemplos que demuestran que no hay una relación directa entre el control de los medios y el control de las mentes. No es tan sencillo.

Por ejemplo, en Chile, Pinochet asume en 1963 y se apodera del control de todo el aparato mediático. Todo es censurado y la universidad es controlada. Se suprime la facultad de sociología. Esto dura hasta el '89. Durante el régimen de Pinochet se controlan los medios. Pero en el '89 Pinochet se somete a un plebiscito y pierde. Luego, 16 años de control no ha logrado manipular la opinión publica.

Podríamos decir lo mismo del franquismo o el comunismo durante 70 años. En las primeras elecciones libres luego de 40 años de franquismo, el candidato oficial obtiene menos de 0,09 de los votos. En Rusia, en las primeras elecciones que se hacen después de la caída del régimen y luego de 70 años de control, el comunismo pierde.

Hoy día, controlar los medios y las mentes no es lo mismo. Fue una creencia fuertemente existente en la idea de los dirigentes políticos que creían que se obtenía el poder obteniendo los medios. Tomemos el asunto Clinton-Lewinsky. La mayoría de los medios americanos más influyentes eran partidarios de la destitución del presidente. Cada vez que la prensa hablaba del asunto los ciudadanos compraban los diarios pero la opinión, mayoritariamente, no era partidaria de la destitución. Que los medios quieran imponer una idea no es posible.

En cuanto al flujo de información hoy es más difícil. El debate se hace en el marco Organización Mundial de Comercio y estamos globalmente en el mismo concepto. Los partidarios del neoliberalismo pretenden que la comunicación se someta al mercado porque sólo el mercado tiene la posibilidad de gestionarla y para el mercado, en la era de Internet, enviar un mensaje por correo o el Facundo de Sarmiento es exactamente igual, es una impulsión. No hay distinción entre la información cultural y cualquier orden de compra. Hay que excluir lo cultural de lo demás.

Periodista: Cómo relaciona la educación de un pueblo con la influencia de los medios? A menos educación, más influencia?

Ignacio Ramonet: Puede haber sociedades donde no existe educación ni una infraestructura educacional bien construida, pero son sociedades con una cultura, con apego religioso y a pesar de todo tiene una gran resistencia. Se ha mencionado aquí el caso de Somalía. A pesar de la campaña masiva que se hizo, los somalíes no aceptaron la intervención ni el discurso. La educación se supone que eleva el espíritu crítico pero algunas sociedades se sienten amenazadas por esta cultura globalizada y que pueden parecer primitivas.

Magdalena Ruiz Guiñazú: Quiero hablar de Malvinas. Que los chicos sepan que no ver es dramático para los pueblos. Durante la guerra varios periodistas pedimos autorización para ir a cubrirla Un solo corresponsal pudo ir y las únicas imágenes que tuvimos fueron fragmentadas, absolutamente imposible llegar a alguna conclusión. Nosotros no vimos la guerra hasta el momento de la rendición. Esta falta total de imagen nos llevó a una ignorancia que nos llevó a uno de los casos más abyectos de contra información. Cuando empezaron a llegar las imágenes, la ciudadanía se enteró cómo se habían enviado cocinas a leña a un archipiélago que no tiene árboles, cómo se habían robado la comida para los chicos, cuando esto de supo ahí sonó la campana de muerte de la dictadura.

La información es indispensable. La manipulación de la opinión pública no es posible y prueba de ello es la falta de audiencia que tienen los tres canales que están más relacionados con el poder menemista. Hay una comprensión de la opinión publica que va mucho más allá de los que le muestran los medios.

Si nosotros no hubiéramos visto las imágenes de los refugiados de Kosovo, no hubiéramos podido ver que estamos frente a otro holocausto igual al de la Segunda Guerra Mundial.

Ignacio Ramonet: …… La guerra de Malvinas fue una guerra que nadie vio. Tenemos que comprender una cosa. Cómo funcionó la comunicación en Rumania, en Timisoara? Aquí sucedió un fenómeno llamado "efecto biombo": cuando algo ocurre en el mundo que atrae la atención de casi toda la humanidad, en ese momento se pueden hacer cosas que nadie ve.

Cuando cayó la dictadura de Caecescu, que fue la última dictadura del este en caer, dio la impresión de que se produjo una guerra callejera entre los partidarios de Caesescu, y por otra parte el pueblo armado, una guerra por las calles de Bucarest. Cuando se produce esto que es el primer acontecimiento que se sigue en directo en todo el mundo, es el momento en que aprovecha Estados Unidos para invadir Panamá. El efecto biombo: mientras la humanidad sigue los hechos de Rumania, Estados Unidos invade Panamá. Esta es una guerra invisible. El único periodista que estaba allí, del diario El País, es abatido. No puede haber testigos. Y nunca veremos un barrio de Panamá destruido por equivocación donde mueren 2000 personas.

Hoy sabemos que en Rumania sucede una especie de apocalipsis porque se descubre una fosa común con cientos de cadáveres con estigmas de tortura. Pero hoy sabemos que en Rumania no había oposición. Desde el primer momento todos estaban de acuerdo en que se fuera Caesescu. Además, él y su esposa fueron recogidos solos en una carretera, sin guardaespaldas, pidiendo agua para beber. Fueron juzgados y ejecutados inmediatamente. Y si hubo guerras callejeras se debió a una confusión. Todo el mundo pensaba que el otro era un enemigo. Hubo 800 muertos provocados por esa confusión. En Panamá hubo más o menos 2500. Y el mundo entero no vio lo de Panamá.

En el tema de Timisoara pasó lo mismo. Los muertos hallados en la fosa eran víctimas de accidentes; no eran miles sino 17; y los estigmas de tortura se debían a que habían sido autopsiados. Esa ha sido la mayor manipulación de esta segunda parte del siglo. Pero funciona a la perfección.

Hoy en día, qué es la verdad? Si yo veo una escena que me emociona hasta las lágrimas la verdad de mis lágrimas me hace creer en la verdad de lo que veo. En el Golfo esto funcionó de la misma manera. Debemos plantearnos cómo funciona la censura hoy. Si pensamos que la censura funciona de igual manera independientemente del régimen político, nos equivocamos. Un régimen político autocrático impone una forma de censura que conocemos bien. Cuando nosotros decimos censura, decimos supresión de información. Censura es impedir que algo se diga o suprimir una parte, amputar, cortar. Pero esa forma de funcionamiento de la censura es fácil de percibir porque se ve que no se ve. Veo que no veo la guerra de las Malvinas.

Pero, cómo funciona la censura en una sociedad democrática? No funciona con la supresión sino con la acumulación de información, funciona dándonos información. El problema que nos la da en un sistema de instantaneidad que nadie puede verificar. Me da tanta información que esa masa me oculta otra. Mientras consumo y me asfixio con información, me olvido de buscar la buena información. Y, a veces, la información que recibo es totalmente falsa. Por qué la guerra del Golfo fue una gigantesca mentira? Porque consumimos la información sin saber que la mayoría era falsa.

Ahora nos emocionamos viendo los refugiados de Kosovo y nos emocionamos con razón pero no a 100% de razón. Porque, qué es lo que hace que la opinión pública norteamericana adhiera a la idea de la guerra del Golfo cuando al principio no está de acuerdo con que se empiece una guerra? Qué es el Golfo para el público, qué es un emirato y por qué voy a hacer la guerra para proteger a ese emir que vive como un rey? La cosa cambia cuando un documento de televisión llega y vemos por fin un testimonio de la ocupación iraquí en Kuwait. Ustedes recuerdan que Kuwait fue ocupada a las dos de la madrugada y que no hay una sola fotografía de la ocupación. Llega el testimonio de la gente que huye y aparece una enfermera de un hospital de Kuwait y cuenta, llorando frente a una cámara, que los soldados iraquíes habían irrumpido en una maternidad, habían arrojado a los recién nacidos que estaban en incubadoras al suelo y se habían llevado las incubadoras como botín de guerra. Esa imagen nos mostró que estábamos ante una situación espantosa. Y días después llega otro testimonio con un video que muestra la resistencia civil contra la ocupación iraquí, vemos a civiles con fusiles que atacan a tanques iraquíes, un documento mal filmado.

Primero, la enfermera no existió jamás. La escena de la ocupación en el hospital nunca existió. La enfermera era la sobrina del embajador de Kuwait en Estados Unidos, que estudiaba medicina en una universidad y sabía perfecto inglés y un guionista genial que se llama Mike Zealer? que había sido contratado por el emir para construir documentos falsos que indujesen a la opinión pública. Y Zealer fabrica eso como también fabrica las imágenes de la resistencia con falsos tanques de cartón. Así la opinión pública se da vuelta. No censurando ni suprimiendo imágenes sino añadiendo.

En este momento, si ustedes viesen la televisión en Europa, en la sala de control se presentan todas las imágenes que vemos de Serbia, porque nadie presenta imágenes serbias. Y yo diría que es muy curioso que cuando empieza la guerra contra Serbia, el vocero tradicional de la OTAN, que era un oficial alemán, es cambiado por dos oficiales británicos. Por qué? Porque los británicos son los que han puesto a punto, desde Malvinas, el sistema de cómo engañar a los medios de comunicación del mundo. Ese solo elemento me debe hacer mantener mi espíritu crítico.

Jorge Montenegro: Puede continuar existiendo el periodismo en un contexto de globalización? Cómo se puede controlar la concentración de la propiedad de los medios ya que no tenemos ningún tipo de legislación anti-monopolio?

Ignacio Ramonet: Sobre el periodismo independiente, efectivamente, es una pregunta que hoy se plantea. Qué es lo que se sobreentiende con esta pregunta? Tiene porvenir el periodismo? Los periodistas están en vías de extinción? A finales del s.XIX, los periodistas tienen el monopolio de la información. El poder no tiene un sistema de información desarrollado. Curiosamente, a lo largo de este siglo, los periodistas han perdido ese monopolio. Hoy día, quién comunica? Todo el mundo informa. Toda institución, cívica, política, empresarial, cultural, tiene su propio medio de información. Produce su propio periódico, a veces tiene su propia radio. Hoy día, en la era del internet, cada uno de nosotros puede transformarse en un vehículo de información planetario. Cómo empieza el asunto Clinton- Lewinsky? Empieza con un rumor de Matt Drudge que edita en su página de internet.

Es decir, los periodistas han perdido el monopolio de la información y, en el contexto en el que estamos, hemos visto cómo criterios de rentabilidad han tomado el poder y obligan a emitir mensajes rápidos, sencillos, divertidos. También hemos visto cómo los medios ya no hacen opinión pública. Y esto, qué significa? Que los medios no tienen credibilidad porque todas las encuestas indican que una mayoría de ciudadanos no cree en la prensa. Y después de lo que ha ocurrido con Clinton, una mayoría piensa que la prensa se comporta de manera inadecuada con respecto a la democracia. Hay pérdida de credibilidad y respeto. Hay masificación. Sólo en Madrid hay 35.000 periodistas. Esto trae proletarización y alienación: la mayoría de los periodistas no controlan la información, varias personas intervienen entre la materia prima y la información resultante. Se enmascara la realidad. Es muy difícil hoy hacer un verdadero periodismo. Si el periodismo independiente es oponerse a los grandes poderes económicos, políticos y mediáticos, es muy difícil que un periodista lo logre y tenga un espacio para expresarse. Hay excepciones. Yo hablo desde un medio que se ha difundido mucho que es Le Monde Diplomatique. Por lo tanto, no es imposible. Hay un deseo de la opinión pública.

Cómo es posible que el momento en que nuestras sociedades están educadas como nunca antes lo han estado, coincida con un desmoronamiento del nivel de los medios de comunicación? Hay una exigencia por una información que sea de buena calidad. Hay que ver cuándo los grupos mediáticos se darán cuenta de este fenómeno. Pero se darán cuenta porque el negocio de la información, si deja de ser creíble, deja de ser negocio, así que debe funcionar antes o después.

En cuanto al problema del multimedios, la idea es que no se puede aceptar que este sea un universo sin reglamentar. Existe la idea de que en el Internet no se pueden poner barreras, todo existe aunque todo sea falso. Se habla de crear una comisión planetaria que pueda filtrar la información. Existe una oficina que verifica la publicidad. Por ejemplo, en Francia, no se puede publicitar si no ha sido verificado. Es indispensable avanzar sobre la idea que un país que no posee sus medios de comunicación en cierta manera pierde su soberanía.

Pero estamos en un sistema en que los países pierden otras soberanías: la económica, la monetaria, etc. y por eso hay tanto debate.

Damián Loretti: El acceso de la ciudadanía a Internet es del 1%; la red telefónica llega al 22% de los hogares y el cable al 56% de los hogares. Esto hace que la Argentina tenga una situación muy especial dentro del marco de la situación de Internet. No sólo estamos en un proceso de desnacionalización con respecto a la propiedad de los medios sino también estamos en un proceso de deslocalización de la actividad de los propios medios. Tal es así que incluso capitales de provincia se han levantado las señales locales de televisión y muchas veces se levantan los informativos.

En este marco no sólo la sobreinformación genera censura en América Latina sino que las organizaciones sin fines de lucro no pueden tener sus medios radioeléctricos. En Brasil se acaba de sancionar una ley por la cual la radiodifusión que no sea de grandes empresas limita su difusión a 1 vatio, hablamos de una radio con alcance a dos o tres cuadras a la redonda. En Chile también existe la política de 1 vatio. En Colombia hay un proceso de normalización de emisoras que no se terminó de hacer y que genera tensión.

En la Argentina estamos ante una apertura del proceso de normalización que, si bien amplía de 600 a dos mil y pico de emisoras posibles, los umbrales económicos son inaccesibles. Piden 50.000 dólares de garantía. En lugares como Zárate, Campana, Lobos, Los Toldos, a una persona a sociedad comercial le es imposible reunir ese dinero para una emisora chica.

Pregunta: En la Argentina existen redes de radios universitarias. Pero ustedes saben que los presupuestos de la educación superior son nefastos. Yo creo que podemos dejar de ser globalizados para ser libres alguna vez. Si nosotros fuéramos capaces de generar circuitos alternativos de información, sin ataduras comerciales, descubriríamos que hay canales para la información libre. Se puede empezar a democratizar la información desde las escuelas.

Pregunta: Hasta qué punto habrá una horizontalidad en Internet y para cuándo debemos esperarla?

Margarita Graziano: Primero habría que preguntarse si vale la pena. Cuando Damián Loretti daba los datos parecería que hay dos Argentina: una Argentina con acceso a toda la información a través del cable y una Argentina desinformada o por lo menos mal informada. Yo no creo que sea un problema de la horizontalidad de la tecnología ya que somos el tercer país de América en acceso al Internet. Pero la tecnología ha llegado ante la carencia de otras cosas. Es más barato ver una película en casa que ir toda la familia al cine. Y eso preocupa. Más que preguntar si va a ser más del 1% hay que preguntarse a qué sustituye.

Hay un concepto, la plusvalía ideológica: los medios llaman al consumo de otros medios, las tecnologías llaman al consumo de más tecnología. La pregunta es cuál es el tope que nosotros queremos ponerle a estos consumos tecnológicos. De qué forma ayudan a la resolución de nuestros problemas. Recuerden que Internet viene asociado al verbo "navegar", un placer del cual la mayoría de la gente no gozará jamás. Debemos preguntarnos cuál es el sentido de esta avidez por apropiarnos de tecnología, si no es un sustituto virtual de lo que nunca tendremos.

Horacio Verbitsky: Quiero reprocharle a Ramonet la verónica con que eludió la pregunta central: desde el estado, es deseable y posible hacer algo con respecto a la globalización y a la concentración?

Ignacio Ramonet: El problema es que antes de hacer algo se debe saber cómo funcionan las cosas. Hacer algo hoy no es hacerlo como se hubiera hecho en los años '70. Porque una de las lecciones que se sacan cuando uno trata de entender la comunicación es que conclusiones que son válidas en un momento dejan de serlo en otro. Hay dos o tres parámetros cuya evolución modifica el sistema: el económico, el tecnológico y el retórico, cómo se construye el discurso. Lo que he tratado de hacer en La Tiranía de la Comunicación es un retrato de lo que es hoy la comunicación en el estado en que se encuentra el poder económico, la evolución tecnológica y las modificaciones retóricas. Una vez que se entiende, se puede y se debe hacer algo.

Hoy sería absurdo decir "para modificar la comunicación voy a utilizar el poder y voy a controlar la comunicación positivamente, bien". Esa es una reacción de los años '70. Lleguemos al poder y hagamos buena comunicación para el pueblo. Esto hoy en día no tiene sentido. Primero, porque cuando se conquista el poder no se conquista gran cosa, es un lugar vacío. Clinton no puede controlar la bolsa de Nueva York, no puede evitar lo que ocurrió en Brasil. Hoy día la política es economía, el poder no controla los mercados. Cómo se hace para pesar sobre un área que está fuera del perímetro de lo político?

Primero hay que restablecer la identidad de lo político que está amenazada. Segundo, hay que reconocer que esa no es una buena medida.

Pero hay que hacer algo. Por ejemplo, yo diría que la respuesta que se ha dado en el sentido de utilizar los medios alternativos para difundir buena información es una respuesta típica de los años '70, a la que yo adhiero, pero, frente a la globalización de los medios dominantes a escala planetaria, esa respuesta es demasiado local para tener eficacia. En un sistema en el que lo dominante es lo global, toda respuesta híperlocal es una respuesta limitada que no afecta el sistema. El sistema es difícil de entender. No tiene fronteras. Cómo controlo la comunicación si no sé dónde se termina? Hoy no se pueden comprar todos los periódicos y controlar la información.

La respuesta es tener un proyecto global, controlar los medios globales como el Internet. Medios alternativos sí, pero no locales sino globales. Hoy, si se derrumba el nivel de credibilidad, proponer nuevos medios que estén investidos de ella. No se va a llegar inmediatamente. Le Monde Diplomatique tiene distintas versiones internacionales, por la demanda. Tenemos la repercusión de lo que hacemos en radio y tenemos un sitio en Internet donde se puede leer el diario en distintos idiomas. El proyecto es proponer una respuesta global a un sistema global. Hoy hay una tirada de 800.000 ejemplares.

Otra respuesta: Cuál es la característica dominante de este planeta? La desigualdad. Los mercados financieros mueven dos mil millares de dólares diarios. Estos mercados están fuera de la política, fuera de toda responsabilidad fiscal con respecto a la colectividad. Cuando usted compra en un mercado financiero no paga una tasa pero cuando compra pan, sí lo hace.

Un investigador americano, antiguo consejero del presidente Kennedy, propuso que se crease una tasa del 0,1% para los intercambios financieros en el marco del mercado de divisas solamente. Si existiese esta tasa se podrían reunir cada año 200.000 millones de dólares. Naciones Unidas estima que, con esa cifra, en 5 años se podría suprimir la extrema miseria en el planeta. Nosotros desde Le Monde Diplomatique hemos propuesto la creación de una ONG a escala planetaria llamada Acción por una Tasa sobre las Transacciones finacieras (ATTAC). Hoy día se ha difundido y se sostiene en varios países. En el parlamento canadiense se está impulsando que se cree esta tasa a escala mundial. Hay que responder al fenómeno dominante.

Fanny Mandelbaum: Creo que se puede seguir informando con verdad. No es el momento de construir algo chico como un cable o una FM donde los periodistas independientes puedan seguir diciendo la verdad y donde los jóvenes que estudian periodismo puedan encontrar un lugar para que el idealismo sea una bandera flameando?

Pregunta: Si para los grandes medios como la CNN la verdad dejó de ser un valor, la falta de credibilidad afecta a los multimedios? Ignacio Ramonet: Habría que oponer verdad mediática y verdad cívica. La verdad mediática es más atractiva que la cívica. Un informe de la ONU es menos divertido que una confidencia de Mónica Lewinsky. Para los medios eso importa. Una verdad mediática vende mucho más. Pero esta carrera atenta contra los medios, olvida valorizar la verdad cívica. Pierde credibilidad y hace que la opinión pública establezca una diferencia entre la distracción que le resulta consumir una información y la realidad que busca. Por ejemplo, la muerte de Diana. La gente consume la información pero no la cree, como una película. El público distingue un periodismo de evasión y un periodismo cívico.

Llegará un momento en que los grupos tomarán conciencia de ese divorcio porque si ese divorcio se mantiene creará dificultades para todo el sistema comunicacional.

Ignacio Ramonet y otros - Seminario realizado el 31 de marzo de 1999 en el Hotel Claridge

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