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México: Propuestas y estrategias
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x Alberto Híjar
En sustitución de la lluvia de ideas característica de
las sociedades civiles y sus confusiones democráticas, las mesas
de trabajo del Foro de Porto Alegre 2003 han recomendado a todos los
ponentes terminar sus reflexiones con propuestas y estrategias. Ojalá
también las conferencias magistrales hagan lo mismo.
El expresidente de México Ernesto Zedillo, quien cedió
el poder en el 2000 al Partido Acción Nacional para terminar
con 71 años de dictadura del Partido Revolucionario Institucional,
tuvo a su cargo una conferencia magistral en el Foro Empresarial de
Davós 2003. La hizo en su calidad de director del seminario permanente
sobre globalización de la Universidad de Harvard, a donde llegó
luego de ser integrado a los consejos de algunos consorcios a los que
benefició en las privatizaciones de su gobierno. En alto contraste,
la comparecencia del presidente Vicente Fox, no estuvo anunciada en
el programa y duró menos de 15 minutos. Nada de esto importaría
más que como señal de prestigios y prioridades neoliberales,
si Zedillo no hubiera centrado su exposición en planteamientos
de una ética neoliberal que en sí misma es una propuesta
y una estrategia. Cuatro son los argumentos de Zedillo:
1. La unidad entre globalización y democracia exige asumir
las debilidades de esta más allá de la búsqueda
de aprobaciones públicas inmediatas.
2. La estrategia es de largo plazo y requiere de los gobernantes el
desistimiento de los reconocimientos inmediatos. Hay que asumir incluso,
las reprobaciones.
3. Nada de populismos. Esta tentación ha de evitarse lo cual
exige gobiernos claros de una estrategia sin concesiones al pasado
benefactor.
4. La reforma del estado es la guía legal para garantizar la
globalización.
Pudo decir Zedillo que su gobierno siguió esta ética
hasta el punto de optar por el exilio familiar y el servicio a la ONU
como comisionado contra la pobreza y a Harvard y a los consorcios a
los que asesora a cambio del desprecio de los medios y de las organizaciones
populares. No importa, diría el expresidente considerado traidor
por los priístas, la estrategia de largo plazo probará
la verdad de lo que ahora no existe: la unidad entre globalización,
ideología neoliberal y democracia sustituida por corrupción
de alto nivel, crimen organizado desde los niveles más altos
incluidos los del ejército y las policías, empobrecimiento
y desempleo en asenso, destrucción del ambiente por los proyectos
globalizadores regionales, sumisión a la economía política
yanqui, apoyo gubernamental a las privatizaciones de salud, educación,
vivienda, abasto y seguridad hasta reducir los derechos civiles a servicios
al alcance de quien pueda pagarlos. Para realizar todo esto, los derechos
de los trabajadores del campo y la ciudad han sido arrasados por los
tratados y convenios trasnacionales y por la sustitución de los
contratos colectivos de trabajo y los derechos de los sindicatos y las
organizaciones gremiales, al arbitrio de los que el Secretario del Trabajo
Carlos Abascal, de muy confesional familia cristera opuesta en todo
al estado laico, llama empleadores para sustituir el nombre de patrones
cargado de sentido clasista.
Una cultura neoliberal crece y se fortalece en un proceso de urbanización
y desclasamiento garante de la reproducción social del neoliberalismo.
El pueblo es looser, luser, dice la nueva nomenclatura racista de los
jóvenes urbanos de clase media victimados por la industria del
espectáculo.
PROPUESTAS
1. Contra el largo plazo globalizador, el largo plazo de la lucha clasista.
Guerra popular prolongada llamaron a esto las organizaciones armadas
de los setenta al aprender la lección de los pueblos de China
y Vietnam. Funda esta necesidad, la certeza de la oposición esencial
entre globalización y democracia, imposible de ser solucionada
en la reducción a procesos electorales acordados entre cúpulas
de partidos distintos de la misma clase explotadora incapaz de campañas
limpias y transparentes. Se vive en México en el primer mes de
2003, año de elecciones de diputados, senadores y algunos presidentes
municipales y gobernadores de los estados, una serie de asesinatos de
funcionarios y candidatos acompañada por escandalosos fraudes
y participaciones criminales de funcionarios de todo tipo. La policía
especializada en el combate al narcotráfico tuvo que ser desmantelada
ante la evidencia de su control del tráfico de drogas. Esto no
es casual ni son incidentes aislados, porque la cultura de la posibilidad
mercadotécnica de los partidos políticos con registro
oficial y los altos salarios y cuantiosos negocios de los gobernantes,
son evidencia pública determinante de la abstención al
voto mayor del 50%.
Los negocios de las cúpulas de poder, la complicidad del gobierno
en negocios propios de la globalización como la compraventa de
bancos y empresas, la formación de consorcios controladores de
obras y servicios públicos y medios de incomunicación
de la terca realidad de empobrecimiento popular y de los crímenes
de estado, son necesidad económico política inocultable.
Desentenderse de todo esto con el manto ético de no hacer concesiones
populistas, exige la construcción constante y de largo plazo
del poder popular desde la base social y con orientación no sólo
anticapitalista, sino socialista. Los consejos populares de vigilancia
y administración surgidos de manera aparentemente espontánea
en los desastres económicos y ambientales, requieren de apoyo
y articulación regional con perspectiva nacional. Para esto,
el embrión de partido proletario con su disciplina, su mando
centralizado, su escuela de cuadros para precisar tácticas y
estrategia, su prensa organizadora, relevo de dirección en cultivo,
es necesidad política de urgente cumplimiento a pesar de la resistencia
civilista anarcoide.
2. Crecimiento económico cero en 2002, reforma fiscal obligatoria
para los pobres trabajadores, privatizaciones de todo y corrupta dictadura
del capital financiero asociado al crimen organizado que cuenta con
la liquidez disponible que no tiene el estado, son los índices
que exigen sustituir toda esta porquería con el ascenso al poder
de los trabajadores. La consigna argentina ¡que se vayan todos!,
sintetiza el hartazgo popular contra los partidos con registro oficial
descubiertos como servidores de la misma clase social.
Influir en los sindicatos, exigir el cumplimiento pleno de los contratos
colectivos de trabajo, oponerse al cierre de plantas y a la individualización
de los contratos, es tarea constante con todos los recursos tácticos
posibles. La huelga como recurso extremo en proceso de desconocimiento
real y legal, sigue siendo un recurso fundamental de lucha de los trabajadores.
El internacionalismo es necesario. El sindicato de Euzkadi, subsidiaria
de la General Tire, logró legalizar su huelga y resistir al cierre
de la fábrica sin apoyo creciente. Desorganizados o sujetos a
organizaciones corruptas, los trabajadores eventuales de las maquiladoras
sufren impotentes el éxodo empresarial a oriente y Centroamérica
y plantas como la de Motorola en Puebla son desmanteladas sin protección
alguna para los reducidos al desempleo. Vincular, articular y fusionar
es orientación leninista sólo realizable por el embrión
de partido político proletario que por su debilidad tiene que
coordinarse de manera permanente y de largo plazo con organizaciones
fraternas más allá del frente coyuntural.
3. Cajas populares de ahorro, cooperativas, sistemas de salud, educación,
vivienda y abasto autogestivos, tienen que acompañar a la exigencia
al estado de no usar los fondos de los trabajadores para proyectos de
privatización y globalización, tal como ocurre con el
novísimo Sistema de Ahorro de Fondos para el Retiro y con el
FOBAPROA para el rescate de los pobrecitos banqueros. Centrales tan
corruptas como la priísta Federación de Sindicatos de
Trabajadores al Servicio del Estado, han logrado recuperar sus fondos
de vivienda. Con ese antecedente, con el ejemplo del Frente Popular
Francisco Villa (Independiente) que ha terminado su primera unidad habitacional
legal y tiene en proceso a otras dos en terrenos expropiados y poblados,
se da la pauta de la autogestión y la práctica del presupuesto
participativo a partir de acciones populares concretas, recomendado
por el Foro de Porto Alegre no para reducir al pueblo a las normas del
estado como hace el PRD, especialmente en la delegación Tlalpan,
sino al revés: para reformar al estado en beneficio del pueblo.
Como consecuencia, la presencia partidaria en estos proyectos garantizaría
el repudio de los proyectos turísticos, industriales y transgénicos
opuestos a la conservación del ambiente.
4. No perdamos lo menos por lo más, dice el presidente Fox ante
las movilizaciones campesinas de toma de aduanas y carreteras por la
apertura de fronteras a los productos de Estados Unidos. Insiste en
Davós en la desregulación como requisito de auge comercial
globalizador. Ignora tramposamente, la protección del gobierno
norteamericano a su producción campesina y las normas estrictas
que afectan a los productores mexicanos de atún y de aguacate,
por ejemplo, mientras el gobierno de México autoriza la entrada
del pollo californiano contaminado. Lo de menos para Fox son los campesinos
y lo de más es la utopía globalizadora. Queda en el olvido
la aparición del EZLN el mismo 1º de enero de 1994 en que
empezaba a funcionar el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos,
Canadá y México. Este primer paso que culminará
en el Acuerdo de Libre Comercio para América en 2005, ha resultado
un desastre para la economía política de México,
a no ser que sólo se considere el cuarto lugar mundial que México
ocupa en cantidad de magnates empresariales. El hombre más rico
de Latinoamérica, Carlos Slim, acrecentó su capital de
8 mil 500 millones de dólares cuando llegó Fox a la presidencia
en 2000 a 12 mil millones de dólares en 2002. Las listas de la
revista Forbes no consideran a narcotraficantes asociados con banqueros
y financieros corruptos.
De tiempo atrás, la producción agropecuaria en México
ha sido desmantelada al igual que la planta industrial, en beneficio
de los consorcios trasnacionales como Dupont y General Food. Para que
un banco ahora asociado con empresas sobre todo europeas conceda crédito
a algún productor agrícola o ganadero, se exige la compra
de semillas, fertilizantes, fungicidas, alimentos y maquinaria de consorcios
sobre todo norteamericanos. Esta desnacionalización es propia
del proceso que afecta a lo que fueran hasta los ochenta industrias
estratégicas como las de producción de energía.
Sin necesidad de reformas legales, PEMEX y la Comisión Federal
de Electricidad están sujetos por la tecnología norteamericana.
Esto es lo más que advierte Fox por lo menos que son los campesinos.
El sacrificio de los campesinos incluye la destrucción de estructuras
culturales ancestrales. El modo de producción capitalista fue
apropiado en México a partir de del despotismo de los dirigentes
comunitarios y luego regionales en la organización territorial
del estado nación capitalista, para convertirlos en caciques
protegidos y tolerados por el estado. A esta tradición de poder
despótico ha replicado el pueblo organizado con las dos revoluciones:
la de 1810 por la independencia política de España y la
de 1910 contra la dictadura y por la democracia. Ambas fueron revoluciones
fundamentalmente campesinas. Una cultura de resistencia popular y de
apropiación del catolicismo con variantes locales, gremiales
y comunitarias, forma una tradición que han sabido desarrollar
los dirigentes revolucionarios y que se concreta en formas peculiares
del artesanado, la manufactura y las condiciones de producción
con sus correspondientes estructuras de significación y simbolización.
El campo no es sólo los productos, la maquinaria y la fuerza
de trabajo, sino es toda la cultura que diferencia los países
no desarrollados industrialmente con tradición colonial. Ahora,
con la pobreza que afecta al 60% de los 105 millones de mexicanos y
que mantiene en extrema pobreza a no menos de 30 millones, la resistencia
cultural es también abatida en sus importantes orígenes
campesinos para su sustitución creciente por las estructuras
características del comercio, la alimentación y las relaciones
sociales imperialistas. La lucha en defensa de lo que es lo de menos
para Fox, exige no sólo reivindicaciones productivas directas,
sino también la promoción y defensa cultural en beneficio
de un proyecto de nación en proceso constante de deterioro y
extinción globalizadoras.
5. Zedillo alude a lo que Fox prometió antes de tomar posesión
como presidente: reformar el estado y la constitución política.
La oposición que ha encontrado en el poder legislativo compartido
por el PAN con el PRI, el PRD y los pequeños partidos singularmente
oportunistas, ha sustituido la reforma del estado encomendada a Porfirio
Muñoz Ledo, expresidente del PRI y del PRD y actual embajador
ante la Unión Económica Europea, por una ejecución
de privatizaciones apoyadas en los más de 200 cambios constitucionales
durante el corrupto gobierno de Salinas de Gortari.
La patria no se vende es el grito en las movilizaciones populares que
recibió Fox en un acto público para responder repitiendo
la consigna. Ni la seguridad social, ni PEMEX o la Comisión Federal
de Electricidad serán privatizadas, en tanto paso a paso se han
desmantelado los derechos populares y de los trabajadores en especial
hasta reducirlos a servicios que se compran y se venden. Del llamado
peyorativamente estado benefactor no queda nada, como prueban los efectos
de ciclones y terremotos atenuados con ayuda privada encabezada por
la filantrópica organización de la esposa del presidente
Martha Sahagún, vamos México financiada por fundaciones
norteamericanas y con apoyos bien propagandizados de las grandes empresas
de la industria del espectáculo en beneficio de la sustitución
de la política por la mercadotecnia. El escándalo de enero
de 2003 ha sido la muerte de 32 recién nacidos en un hospital
de Comitán Chiapas evidentemente comprometido a atender lo que
es imposible en otros centros de salud de la región, pero que
tampoco pudo ser resuelto por la falta de personal, equipos, instrumentos
y medicinas.
La reforma del estado está en marcha y la sustitución
del proyanqui canciller Jorge Castañeda por un exfuncionario
del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo, prueba la
reforma de hecho característica de los regímenes globalizadores
que hicieron de la Secretaría de Programación y Presupuesto
la guía principal de gobierno hasta hacer de sus responsables
presidentes de la república como de la Madrid y Salinas. El llamado
gabinete económico, servidor incondicional de la globalización,
torpe en sus justificaciones neoliberales y antipopular, cumple en todo
la propuesta ética de Zedillo reproducida por cursos, seminarios
y conferencias especiales en las universidades privadas y públicas
donde se reproducen los cuadros medios para la administración
estatal.
El embrión de partido proletario coordinado con organizaciones
fraternas y proyectos semejantes, tendrá que evitar la defensa
incondicional de la Constitución burguesa de 1917 con la bandera
de limpiarla de reformas neoliberales para restituir su sentido original.
En todo caso, contra la exaltación de los derechos del individuo
característicos de la tradición liberal, es necesario
preservar los intereses comunitarios y de las organizaciones populares
con todo lo que esto implica de poder popular económico y político.
La reducción de la ley de derechos y cultura indígena
a un puro reconocimiento formal de usos, costumbres y lengua, prueba
los límites del estado y la necesidad de alcanzar la gestión
económica sobre la base de poderes políticos que tienen
que ser convalidados por el estado a la manera como ya ocurre especialmente
en la Constitución política del Estado de Oaxaca. Exigir
que esta orientación se aplique también a las organizaciones
populares urbanas hasta que tengan voz y voto equiparable al de los
partidos políticos con reconocimiento oficial, tiene que pasar
por las movilizaciones de todo tipo que prueben la importancia del poder
popular y que logren salvar las persecuciones represivas.
La orientación socialista exige la liberación de las
fuerzas productivas hoy en proceso de privatización y concentración
oligárquica e imperialista, para permitir el desarrollo pleno
en vista de las evidencias del crecimiento cero y de datos como el siguiente:
el PIB creció hasta el 30 de septiembre de 2002 1.85% para decrecer
después en 4.13%, con un comportamiento igual al de los últimos
18 años. La actual depreciación de la moneda, acrecienta
la carestía y la disminución real de los salarios. Enfrentar
esto con medidas de emergencia que incluyan la aplicación del
sobreprecio del petróleo en beneficio de proyectos populares,
es lo que Zedillo llama populismo.
El embrión de partido proletario tiene que chocar contra el
muro de la incomprensión estatal, pero tiene que promover con
todos los recursos posibles, el derecho a la vigilancia popular a la
economía del estado globalizador acompañada por propuestas
que necesariamente tienen que estar orientadas por el tránsito
al socialismo. No hay de otra.
6. La economía política de guerra al servicio de la llamada
seguridad nacional norteamericana, hace de México un territorio
estratégico con un gobierno obediente hasta el límite
de negociar su soberanía. En estos términos, el gobierno
de México renunció en 2002 al Tratado Interamericano de
Asistencia Recíproca fundado en la segunda posguerra mundial.
A la par, pertenece al Consejo de Seguridad de la ONU y ha designado
a dos especialistas como inspectores en Irak.
La posición del gobierno de México es de supuesta legalidad
porque no exige detener el militarismo yanqui ni obligarlo a que de
cuentas de las armas de todo tipo que pretende experimentar contra el
pueblo iraquí. El dominio económico yanqui exige subordinación
política y somete la posición frente a Irak y Palestina
a negociaciones legaloides a cambio de contribuir a la seguridad continental
bajo dominio yanqui, a partir del proyecto del Comando Norte, acorde
con tratado de Libre Comercio con Canadá y Estados Unidos y con
los proyectos regionales: el Plan Puebla Panamá y su articulación
con el Plan Colombia, el Tratado Andino, el Comando Sur y el posible
Tratado del Atlántico Sur.
Con el pretexto de combate al narcotráfico y al terrorismo el
gobierno de México somete a estado de sitio a las regiones con
emergencias guerrilleras como Guerrero, Oaxaca y Veracruz, aunque tiene
que enfrentar la corrupción militar y policíaca involucrada
en el narcotráfico, los secuestros y el contrabando. Contribuye
a organizar militarmente el territorio en disputa, los proyectos turísticos
como la Escalera turística que pretende cubrir toda la península
de Baja California ante la alarma de las organizaciones ecologistas
que prevén la destrucción de uno de los santuarios marinos
más importantes del mundo. Sólo la acción comunitaria
de los pobladores de estas regiones, podrán detener estos proyectos
y para ello la acción económico-política constante
es un requisito más allá del pacifismo meramente simbólico.
El estado con los medios integrados a él como un todo de dependencia
mercadotecnica trasnacional, criminaliza a las organizaciones populares
radicales y reduce sus problemas a situaciones policiacas. Una cultura
de construcción de la historia nacional con la importante participación
en ella de las organizaciones populares radicales es una necesidad constante
no sólo de oposición al pensamiento único, sino
de contribución a la historia anticolonial y por la liberación
definitiva.
Campo Antiimperialista
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