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Suecia: Asesinada la Ministra de Exteriores,
fuerte defensora del euro, días antes del referéndum
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x Jonatan Kravall (desde Gotemburgo - Suecia)
Especial para La Haine
Contexto: Inminente referéndum sobre la entrada de Suecia
en el euro
El referéndum sueco sobre el euro, previsto para el próximo
domingo 14 de septiembre, no podía llegar en peor momento para
los partidarios de la unión monetaria tanto dentro como fuera
de Suecia. El campo del NO encabeza las encuestas en casi diez puntos
y la Comisión de la UE parece resignarse a una nueva decepción
nórdica tras el rechazo danés de hace tres años.
La pregunta que se someterá a los aproximádamente siete
millones de electores el próximo domingo será "¿Cree
Usted que Suecia debe incorporar el euro?" y, aunque su respuesta
"no tiene un carácter vinculante", los partidos se
han "comprometido" a respetar el veredicto.
En caso de victoria del NO, se considera que no podría convocarse
un nueva consulta hasta después de las próximas legislativas,
previstas para septiembre de 2006.
La Ministra de Exteriores, fuerte defensora del SI, muere apuñalada
en pleno centro de Estocolmo
La ministra sueca de Asuntos Exteriores, Anna Lindh, no ha logrado
sobrevivir al apuñalamiento que sufrió el miércoles
10 de septiembre por la tarde mientras compraba en una galería
de tiendas de lujo de Estocolmo. Lindh era una de las mayores defensoras
de la adhesión al euro. A pesar de que medios de prensa internacionales
han difundido la noticia que que los partidos suecos han decidido celebrar
finalmente el referéndum sobre el euro, en estos momento las
cadenas suecas televisan intensísimos debates "al más
alto nivel" sobre si el referéndum sobre el Euro debería
o no aplazarse, aunque todo indica que se realizará.
El agresor, que según los numerosos testigos presenciales vestía
chaqueta militar, tenía rasgos nórdicos y aspecto "normal",
pudo -según la prensa- haber actuado de forma espontánea,
ya que "la ministra se encontraba en la galería por motivos
particulares y la visita no había sido programada". El hombre
la tiró al suelo y la ministra empezó a gritar que había
recibido un golpe en el vientre. La policía ha encontrado el
cuchillo con el que se produjo la agresión pero casualmente no
al atacante.
"Lo que no debía pasar ha pasado nuevamente" declaran
los políticos en la televisión. "Es la segunda vez
en poco tiempo que una de las grandes personalidades de nuestro país
es brutalmente asesinada", han destacado. En 1986, el entonces
primer ministro social-demócrata Olof Palme, fue abatido de varios
disparos en una calle de Estocolmo, mientras paseaba con su esposa y
sin escolta. El compromiso social de este primer ministro se demuestra
con una anécdota: el parlamento soviético realizó
un minuto de silencio al conocer su muerte. El crimen nunca fue resuelto
oficialmente, pero muchos indicios llevan a pensar que fue obra de la
ultraderecha política sueca en conexión con la CIA. Lo
que todos los suecos sabemos es que ese día fue el primero del
desmantelamiento progresivo de un estado de bienestar, que si bien no
constituía un sistema revolucionario, sí contenía
un fuerte componente de participación social y no alineamiento.
Hoy nos encontramos con un caso igualmente "sin resolver".
Apenas unos días antes del referéndum sobre el Euro, un
desconocido apuñala a la Ministra de Asuntos Exteriores en una
galería comercial de lujo repleta de gente y nadie captura al
asesino. Como si asesinar a ministros en plena calle fuera tan sencillo.
¿Qué puede ocurrir ahora, con la sociedad sueca en estado
de shock? Permítanme especular un día como hoy, 11 de
septiembre. El que haya sido asesinado un fuerte símbolo de apoyo
al SI puede provocar un golpe mediático, con su correspondiente
shock emotivo, que haga a la gente votar por ella, y por tanto gane
el euro. Por otro lado puede ocurrir que este gran "impacto social"
lleve al poder político a "verse obligado" a aplazar
el referéndum, hasta el momento más favorable para el
SI.
El impacto social televisado
El capitalismo ha inventado una de las armas más poderosas de
propaganda para construir el consenso social necesario que le permita
tomar cualquier decisión, por catastrófica o antidemocrática
que esta sea. Esta arma de propaganda se llama "masacre",
"asesinato", "impacto brutal", “terrorismo”.
Y siempre televisado para crear mayor conmoción.
Sobre el atentado a las Torres Gemelas del 11 de septiembre del 2001,
cada vez hay más indicios de que fue un mega-montaje del Pentágono
para poder invadir y saquear el petróleo de Oriente Medio e implantarse
como policía del mundo. La televisión filmó cada
segundo.
A partir de ahí, otros ejemplos tales como el asesinato televisado
del activista Carlo Giuliani en Génova (pretendía frenar
el auge del movimiento antiglobalización) o el asesinato igualmente
televisado de los piqueteros Darío y Maxi en Argentina (pretendía
frenar el auge de la lucha piquetera), nos enseñan cómo
la clase dominante realiza atentados para crear un impacto social suficiente
que le permita realizar cualquier maniobra política.
Y las altas esferas suecas nos recuerdan a lo peor del nazismo. Desde
el asesinato planificado de Olof Palme hasta la represión con
fuego real contra manifestantes antiglobalización en Gotemburgo
2001, vemos un abanico de decisiones oscuras tomadas por lo peor y más
reaccionario de los estrategas del poder. Y vemos como este sector es
el más influyente en situaciones de "crisis".
Quizá nos equivoquemos aplicando este análisis al caso
del asesinato de la Ministra de Asuntos Exteriores sueca, pero los hechos
históricos no dejan de darnos razones.
11/09/2003
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