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EE.UU. busca extender la guerra en América
del Sur
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x Marcelo Larrea
La orientación belicista de EE.UU., en lo que consideran despectivamente
su patio trasero, no descansa estos días en los que el Pentágono
está concentrado en la ofensiva militar contra Irak. Hoy el Jefe
del Comando Sur, James Hill, se reúne en Miami con los máximos
jefes de las fuerzas armadas de Ecuador y Colombia, Oswaldo Jarrín
y Jorge Enrique Mora, para insistir en su demanda de regionalizar el
Plan Colombia.
A sólo 8 días de su visita a Ecuador, en la que promovió
una activa participación del país en la estrategia militar
de EE.UU. en América del Sur, James Hill, pretende en está
reunión imponer el Plan de Actividades propuesto por el Pentágono.
Su contenido específico no se ha hecho público, excepto
que se trata de una cooperación para enfrentar amenazas comunes:
" la lucha contra el narcoterrorismo y la protección de
las fronteras de los países afectados", y que "los
generales no recibirán información acerca de qué
tipo de ayuda recibirán", como lo explicó Raúl
Duany, portavoz del Comando Sur.
El Pentágono busca que Ecuador cierre su frontera con Colombia,
para bloquear la que ellos consideran es una fuente de abastecimientos
de las FARC, en su propósito de asfixiar a la guerrilla. Pero
una decisión de este género, a más de contener
un acto de intervención en un conflicto interno de un país
soberano, por orden de una potencia extranjera, afectaría severamente
el comercio entre las dos repúblicas, una parte significativa
de la economía de sus poblaciones fronterizas.
Washington, viene impulsando desde el inicio de su Plan Colombia, la
concentración de miles de soldados ecuatorianos con una considerable
capacidad de fuego en esa línea fronteriza, para impedir no sólo
lo que podrían ser incursiones eventuales, sino fundamentalmente
para cercar a las FARC. Las consecuencias de la aplicación de
esta exigencia, contienen el relevo de Colombia de su responsabilidad
de cuidar sus propias fronteras y la transferencia de ésta tarea
que, no es de su competencia, el ejército ecuatoriano, con todos
los costos humanos y económicos que pueda implicar. A lo que
se suma, el riesgo de que Ecuador participe militarmente en el conflicto,
apenas se desaten enfrentamientos armados como los promovidos por los
paramilitares en la frontera sur de Venezuela, donde han muerto campesinos
venezolanos masacrados por la Autodefensas Unidas de Colombia (AUC),
que han amenazado con quedarse en territorio de ese país, en
un acto de clara provocación a Caracas, dirigido a incluir militarmente
a Venezuela en el conflicto.
EE.UU. demanda también la protección del Convenio que
le cedió la Base de Manta, donde instaló un denominado
Centro de Operaciones de Avanzada (FOL), el cual ya se encuentra operativo
al 100% y ha registrado en el último año, 1.028 vuelos
hacia la región. El Convenio está denunciado por haber
sido suscrito sin observar las normas constitucionales del Ecuador y
por su violación por EE.UU., al entregar su manejo logístico
a la cuestionada empresa Dyn Corp, acusada de actividades criminales
en Yugoslavia y de narcotráfico en Colombia.
La violación de EE.UU. de todas las normas internacionales en
la guerra que hoy desarrolla contra Irak y los crímenes que está
cometiendo en su ofensiva, subrayan el peligro que se cierne sobre Ecuador,
Colombia, Venezuela, Brasil y América del Sur en su conjunto,
atrás de la determinación del Jefe del Comando Sur, James
Hill, de regionalizar el Plan Colombia.
Adital
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