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En México nada ha cambiado: EPR, TDR y
EVRP
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Dos hitos convocantes para las organizaciones guerrilleras
x Jorge Lofredo
Resumen Latinoamericano
El Ejército Popular Revolucionario, Tendencia Democrática
Revolucionaria y el Ejército Villista Revolucionario del Pueblo
coincidieron en caracterizar al gobierno del presidente Fox, como sus
antecesores priístas, en una administración donde se cometen
crímenes por "cuestiones de Estado". Insisten en remarcar
que el "cambio" no tuvo lugar en México. Todos reivindican
la lucha armada como recurso para el cambio político: los canales
legales están cancelados. Para los guerrilleros, el 2 de octubre
y el asesinato de Digna Ochoa forman parte de una misma política
"Nada ha cambiado"
Tres organizaciones armadas dieron a conocer sus escritos en estas
últimas semanas del mes de octubre, tanto por una nueva conmemoración
por la masacre de Tlatelolco como así también por el primer
año del asesinato de la abogada defensora de los Derechos Humanos
Digna Ochoa y Plácido.
El Ejército Popular Revolucionario (EPR) y dos de sus desprendimientos,
Tendencia Democrática Revolucionaria (TDR) y el Ejército
Villista Revolucionario del Pueblo (EVRP) enviaron sus comunicados donde
expresan algunas similitudes básicas respecto a la caracterización
de la coyuntura y la necesidad de la lucha armada como promotora del
cambio político y social. En este aspecto, la coincidencia es
contundente: nada ha cambiado en México entre los 71 años
de gobierno del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y la actual
administración del Partido de Acción Nacional (PAN).
"En cuanto a Vicente Fox, en los casi dos años que lleva
como presidente de la república no ha mostrado una diferencia
de fondo con la obra de sus antecesores del PRI. Continúa solapando
a los responsables principales de las masacres, asesinatos y desapariciones
que han herido profundamente la conciencia nacional. Y como ya es costumbre
en la historia presidencial, ya empezó también a acumular
la ola de asesinatos políticos que se están cometiendo
contra indígenas y campesinos y también contra defensores
de los derechos humanos, como sucedió con la abogada Digna Ochoa.
Asesinatos que, a la vieja usanza priísta, nadie sabe, nadie
supo quien fue el autor intelectual, y a veces ni siquiera el autor
material", afirma el EVRP.
El EPR ha quedado disminuido luego del largo proceso de escisiones
internas que ha sufrido, y actualmente su conducción se identifica
con el sector más ortodoxo de la conducción original.
TDR en cambio, el grupo más reciente, se gestó como una
línea interna en el seno del EPR hasta el momento de la ruptura
definitiva. Por su parte, el EVRP mantiene un trabajo conjunto con las
Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo (FARP), grupo que reivindicó
la colocación de petardos en las sucursales de Banamex en el
DF en agosto del año pasado, y el Comando Justiciero 28 de Junio
(CJ28) en una entidad mayor: la Coordinadora Guerrillera Nacional José
María Morelos.
Entre el pasado y el presente
Para Tendencia, "a 34 años de aquel fatídico suceso,
las condiciones de impunidad, de alevosía, de engaño,
de corrupción, de anti democracia e inconstitucionalidad de sus
acciones tenemos que la disyuntiva sigue persistiendo, continúa
siendo la misma; en consecuencia, a 34 años de la masacre no
sólo el dos de octubre no se olvida, sino que también
nos muestra que debemos continuar la lucha en pos de un poder popular,
de un ejército popular revolucionario, y de un verdadero gobierno
democrático, popular y revolucionario."
La mayoría de los grupos guerrilleros que registran operatividad
en el México actual denuncian el correlato de la ejecución
de la dinámica represiva del Estado contra cualquier manifestación
popular y social de oposición; también continúa
desarrollándose la "guerra sucia", aún cuando
existe una diferencia fundamental con la "guerra de baja intensidad"
que también denuncian su ejecución, principalmente a través
de los grupos paramilitares en la zona norte del estado de Chiapas contra
las bases del zapatistas.
"Este cobarde asesinato -continúa el EPR sobre Digna Ochoa-
no fue más que la continuidad que Fox da a la aplicación
de la guerra de baja intensidad, fue para atemorizar a todo aquel defensor
de los derechos humanos que continúe defendiendo a presos que
sean incómodos para el gobierno y la PGR."
En cuanto a las masacres ocurridas bajo el priísmo -Acteal,
Aguas Blancas, El Charco, El Bosque- y bajo el foxismo -Agua Fría-,
y el asesinato selectivo, como es el caso de Digna, surgen nuevas similitudes
para abordar la realidad: todo forma parte de una misma política
emanada con el objetivo de acallar a la disidencia y instaurar el terror
en la sociedad mexicana. Para ello el recurso a los escuadrones de la
muerte y grupos paramilitares constituyen el medio para materializar
la guerra sucia o de baja intensidad, y abortar así los proyectos
populares y revolucionarios.
La reivindicación de la lucha armada
Y porque en México se está librando una guerra, se legitima
la lucha armada; a la vez que los canales legales e institucionales
de reclamo se hallan clausurados. La decisión de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación en materia indígena pero especialmente
el asesinato de Digna Ochoa, marcan un punto de inflexión al
respecto: "Familiares y amigos han recorrido los 'cauces legales',
tolerando la indiferencia y la frialdad de la Ley, el hostigamiento
de funcionarios de la Procuraduría, respetando el Estado de Derecho
sin mayores resultados, las indagaciones en una maraña en espiral
sin fin, para no arribar a conclusiones que involucren al ejército
y a su Jefe supremo", afirma el EPR.
La impunidad es otro de los argumentos que aparecen en cada discurso
de los grupos clandestinos. En cuanto a ello, los villistas señalan:
"desde esa fecha [2 de octubre] se ha impuesto un manto de impunidad,
que ha estado encabezado por los sucesivos presidentes y funcionarios
que se sucedieron al frente del gobierno federal, desde 1968 hasta la
fecha, convirtiéndose prácticamente en cómplices
de tan terrible crimen."
Y esta impunidad encubre la estrategia que se desarrolla en el país:
"El terrorismo de Estado, que a escala internacional practica el
gobierno norteamericano, es reproducido en el plano nacional por el
Estado mexicano, con su secuela de persecuciones, encarcelamientos,
torturas, desapariciones y asesinatos políticos", continúa
el EVRP.
Sobre las investigaciones que se realizan para esclarecer los hechos
de 1968, el EVRP afirma que ésta será limitada pues los
archivos "contienen información rasurada" y que "reflejan
el doble discurso" de Fox, ya por aparentar la democratización
y transparencia de la investigación pero que será "parcial
e inducida" tanto porque recurre a presionar a la "vieja clase
política priísta" para obligarla a convalidar dichas
políticas.
El EVRP y el EPR coinciden en afirmar que todo es, en realidad, una
fachada y que sobre estas investigaciones, tanto del pasado como también
del presente, recae un control férreo por parte de las instancias
gubernamentales y de seguridad. Así el eperrismo resalta que
la abogada se mostraba "congruente con su amor por la justicia
y por los seres humanos, apasionada en sus defensas, traspasó
el umbral de lo 'legalmente permitido' para incluirse del lado de la
legitimidad, la justicia y la indignación que no permite dejar
pasar ni dejar hacer". Y, volviendo a establecer un paralelo entre
la imposibilidad de castigo a los culpables de la masacre del 2 de octubre
y conocer la identidad de los asesinos de Digna, aseveran: "Es
muy probable que no conozcamos la identidad de los autores materiales
durante algún tiempo, en dolorosa semejanza con la masacre del
2 de octubre del 68, la represión del 10 de junio del 71, los
crímenes y desapariciones forzadas de la guerra sucia..."
Los otros grupos
Sin embargo, aparte de estos grupos señalados existen otros
que, en diversa medida, guardan presencia en el país reivindicando
la lucha por las armas. El Ejército Revolucionario del Pueblo
Insurgente (ERPI), otros de los desprendimientos del EPR hoy sobrelleva
el encarcelamiento de sus presuntos dirigentes. Un hecho similar ocurre
con las FARP, luego que fueron apresados los hermanos Cerezo Contreras,
sindicados como responsables materiales de los petardos a Banamex, hecho
rotundamente negado por el grupo.
Recientemente dos nuevos grupos se dieron a conocer públicamente:
el Movimiento Revolucionario Lucio Cabañas Barrientos y la Nueva
Brigada Campesina de Ajusticiamiento, en Chiapas y Guerrero respectivamente.
Capítulo aparte merece la situación de los Loxichas en
Oaxaca. Sobre ellos pesa el estigma de ser la región donde el
EPR asentó sus bases, excusa que sirvió para consumar
el experimento represivo más brutal y descarnado sobre este pueblo
zapoteca de la sierra sur, bajo la responsabilidad política del
entonces gobernador Diódoro Carrasco Altamirano.
Otra dimensión muy distinta es el Ejército Zapatista
de Liberación Nacional (EZLN) cuyo último comunicado antes
del profundo silencio que mantiene se refirió, precisamente,
a la muerte de la abogada. A la ocasión, el EZ manifestó
que frente al asesinato de un luchador social, como es el caso de Digna
Ochoa, "el poder celebra".
Para los grupos clandestinos, el pasado se conjuga con el presente
en un mismo denominador común y tal como concluyen los villistas,
que seguramente suscriben los demás grupos, "el gobierno
foxista, que tanto pregonó el cambio, no ha cambiado nada. A
dos años de haber relevado al PRI en la presidencia ha demostrado
que no tiene voluntad política para desmantelar el viejo sistema
político que desangró durante 71 años al pueblo
mexicano."
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