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Miles de argentinos se enfrentan en las calles a la nueva política de hambre de Duhalde
Agencias/La Haine. 11/01/02.- Las calles de Buenos Aires volvieron a convertirse
en el escenario de otra protesta, esta vez contra el nuevo plan de hambre elaborado
por el Gobierno para "salir de la crisis". Gran cantidad de bancos,
grandes comercios, restaurantes y confiterías, así como cabinas
de teléfonos fueron destrozados en respuesta a la dura represión
de la policía, que cargó con gases y balas de goma en la Plaza
de Mayo.
Miles de argentinos volvieron a salir a la calle anoche para protestar de nuevo
contra la profundización de las medidas económicas neoliberales
que el Gobierno del presidente Duhalde tiene intención de poner en marcha
este mismo viernes.
El cacerolazo arrancó hacia las 22.05 en distintos barrios, expandiéndose rápidamente sobre toda la ciudad. Los miles de manifestantes se dirigieron desde sus barrios hacia la Plaza de Mayo, como ya sucedió el 20 y el 30 de diciembre, fechas en las que obligaron a dimitir Fernando de la Rúa y Adolfo Rodríguez Saá.
La Policía Federal calculó esta mañana que anoche hubo entre 40 y 50 cacerolazos en distintos barrios porteños, en general protagonizados por grupos numerosos grupos de vecinos.
Violentas cargas policiales
A pesar de que las fuerzas de seguridad habían reforzado el sistema de vallado en la Casa de Gobierno, en el Congreso, en la Corte Suprema y en la Plaza de Mayo, decidieron apaciguar la furia popular con botes de humo y balas de goma. Varios centenares de personas intentaron mover las vallas de protección y se enfrentaron a la represión policial lanzando piedras y levantando barricadas de fuego durante varias horas.
Como respuesta a la fuerte carga policial, cientos de personas destrozaron a pedradas los locales de varios bancos, carteles publicitarios y grandes comercios de la avenida de Mayo, dirigiendose hacia la Plaza del Congreso, donde se concentraron más de 3.000 personas. Los bancos sufrieron destrozos de sus vidrieras y también de sus maquinarias y muebles. Incluso muchas de las entidades todavía no habían reparado los daños que habían sufrido en las anteriores protestas del 19 y el 29 de diciembre pasado.
Según informes de la Policía, en esta ocasión un número mayor -que enteriores oportunidades- de bancos y grandes empresas se vieron afectados por las protestas. Esto demuestra que la gente tiene claro quiénes forman parte del verdadero problema del país.
Además, se produjeron saqueos de supermercados en el barrio porteño de Once.
En la Plaza del Congreso, la Guardia de Infantería disparó de nuevo indiscriminadamente gases y pelotas contra los miles manifestantes, que prendieron fuego a una sucursal del Banco Provincia.
Las protestas, que estallaron a raíz de la insostenible situación económica, se han ampliado, y se lanzaron gritos contra la clase política del país. Se corearon muchas consignas, cada cual protestaba por su problema en particular, pero si había una concordancia en los cantiticos eran para Menem, Cavallo, De la Rua, Duhalde, Telefonica y los Banqueros. "Ese yo no lo vote" se repetía una y otra vez, al igual que "que se vayan todos que no quede ni uno solo".
Según la prensa oficial argentina se registraron 7 detenciones.
Duhalde amenazó con un "baño de sangre" si la lucha
popular no cesa. Menem está intentando hacerse con el poder con el apoyo
del FMI, pero la gente está dejando poco margen de maniobra a la clase
política corrupta, lo que hace preveer que el ejército pueda aparecer
en escena en poco tiempo.
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La Haine
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