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Una mirada sobre la crisis en Argentina: El cerámico
y los retratos
x Sebastian Hacher
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Se viven horas decisivas en Neuquén,
en una situación donde se concentran en escala todos los actores
de la crisis argentina.
"Lock out" es el sinónimo de huelga patronal y es utilizada
por estos generalmente para imponer sus "demandas" a los trabajadores,
como pueden ser baja de salarios, despidos o suspensiones. Cuando el lock
out se utiliza para imponer ese tipo de medidas contra los empleados de
una empresa, en terminos jurídicos se lo califica como lock out
ofensivo. Esa categoría legal, olvidada en el marco de una justicia
cada vez mas comprometida con los intereses del poder, quedó enterrada
en la historia de la jurisprudencia hasta hace siete meses, cuando los
trabajadores de Zanon lograron demostrar frente a un juzgado laboral de
Neuquen que los dueños de la fábrica estaban incurriendo
en esa medida de presión extrema para lograr el despido de 200
operarios.
En un fallo histórico, la Dra Tania Rivero de Taiana dictaminó
que Cerámicas Zanon S.A. tenía que volver a abrir sus puertas
respetando todos los derechos de los trabajadores, tanto desde el punto
de vista de mantener la fuente laboral, como desde el punto de vista del
salario y las condiciones de trabajo. El Tribunal Superior de Justicia
de Neuquén, y la Corte Suprema de Jusctia, a su turno, ratificaron
este fallo que no se conocía en el país en los últimos
20 años. La sentencia, fue recibida y presentanda, con todo derecho,
como un triunfo y un reconocimiento a la lucha de los ceramistas.
Pero nada importó para el grupo que lidera, junto a un puñado
de bancos extranjeros, Luis Zanon. En noviembre, mientras mantenía
la planta cerrada, mandó dos centenares de telegrámas de
despido, tratando de avanzar en su plan de reabrir la planta con menos
de un tercio del personal.
Ante la negativa de los empresarios a cumplir con la sentencia, quedó
en manos de los propios trabajadores cumplir con el mandato de la justicia.
Por sus propios medios reconectaron el gas, pusieron la planta a punto
y comentazaron la maravillosa experiencia de producir por cuenta propia,
vendiendo la producción para garantizar salarios y mantener la
planta viva. Demostrando también, quizá sin proponerselo,
que también que podían producir sin la presencia de la patronal
y sus más de cien supervisores.
Desde allí, enfrentando miles de dificultades, las 300 familias
ceramistas que llevan adelante el conflicto lograron tejer una profunda
y extendida red solidaria alrededor suyo, involucrando en forma activa
a la comunidad de la zona y a diferentes sectores de trabajadores de la
provincia.
Y a más de ocho meses de lucha, podemos decir que la huelga ceramista
resume y concentra en forma casi científica todos los elementos
que están en juego en la crisis polícita, económica
y social que convulsiona a nuestro país.
UNA ALIANZA SOCIAL
Al tratarse de un sindicato que toma sus desiciones en asamblea -algo
poco común en Argentina- los trabajadores pudieron demostrar su
conciencia y su capacidad; la planta no solo se puso a funcionar, sino
que también exigieron que en base a las millonarias deudas de la
empresa con el estado, este tenía derecho a hacerse cargo económicamente
de la fábrica.
Declararon, y luego demostraron en la práctica, que sabrían
ponerla a funcionar según los intereses de la comunidad; pusieron
sobre la mensa un plan de obras públicas, que permitiría
atacar dos problemas; el de la falta de trabajo de miles de personas en
la provincia, y un alivio edilicio para los sectores más castigados.
Así nació, en el sur del país, una de las primeras
fábricas del país que se propone responder a la crisis funcionando
bajo control de los trabajadores.
Alrededor del conflicto se pronunció todo Neuquén. En la
Universidad del Comahue, además de dar apoyo institucional al fondo
de huelga, estudiantes y docentes ayudaron a diseñar un plan de
trabajo para la fábrica, orientado a darle un uso comunitario a
la producción de cerámicos, ligado a la solución
del problema edilicio que sufren hospitales, escuelas y para la vivienda
y también para el drama de la desocupación que viven miles
de trabajadores de la construcción.
Nadie se quedó en palabras; junto a los desocupados del MTD de
Neuquén, se propusieron terminar una sala del hospital que el estado
había abandonado en plena de construcción. Los ceramistas
donaron los materiales que ellos mismos produjeron, y los desocupados
la mano de obra para dejarla a full. La unión entre desocupados
y ceramistas se selló no solo a traves de las demandas y el trabajo
en común; en cada movilización, en cada conflicto, tanto
unos como otros están siempre juntos, convirtiendo su lucha en
una sóla.
Los trabajadores estatales y la población también aportaron
lo suyo; enfermeros y médicos del hospital local ofrecieron las
guardias sanitarias para que la planta funcione en forma segura; los docentes
realizaron campañas de apoyo y hasta los estudiantes secundarios
abrazaron la fábrica para demostrar que los más jóvenes
también estaban dispuestos a defenderla.
Incluso el pueblo Mapuche, tantas veces postergado por el estado, también
tomó parte en el conflicto; ellos están aportando la arcilla
de sus tierras como materia prima para los cerámicos, y los trabajadores
están apoyando sus demandas no solo a través de las movilizaciones;
la primer linea de cerámicos diseñada y producida integramente
por los obreros se llama "Serie Mapuche", y está pensada
para difundir la problematica de un pueblo subsumido por la boracidad
de las petroleras.
El resultado es, como mínimo, alentador. Las trescientas familias
ceramistas lograron mantener su fuente de trabajo en medio de una crisis
descomunal, y trazaron un camino para miles de trabajadores que están
en su misma situación. Y lo han hecho de una forma que ni siquiera
sospechan los empresarios argentinos; dandole un norte social a su trabajo,
luchando por que el producto de la fábrica signifique un aporte
a la comunidad.
Si uno pregunta como hicieron para llegar hasta allí, los ceramistas
hacen referencia a un proceso que comenzó hace dos años
y que está en permanente construcción; desde que lograron
desplazar a la antigua conducción sindical, históricamente
aliada con los patrones, comenzaron una práctica asamblearia que
lograron mantener en el tiempo y profundizar. Cada una de las desiciones,
cada una de las medidas tomadas, es decidida en asamblea y sostenida por
la totalidad de los trabajadores, garantizando de esa forma no sólo
la trasparencia del accionar de los dirigentes, sino también la
contundencia de las resoluciones.
En los últimos meses, estos métodos y esa práctica
en común se ha convertido en un punto de referencia tanto en la
provincia, donde organizaron una coordinadora con trabajadores desocupados,
estatales y docentes, como a nivel nacional, donde su lucha es invocada
como un ejemplo a seguir en cada una de los conflictos que se gestan por
fuera y a pesar de las estructuras tradicionalmente burócráticas
de las centrales sindicales.
La solidaridad, la horizontalidad, la firmeza y decenas de movilizaciones,
piquetes, cortes de ruta y puentes, han ido construyendo un proceso que
ya se ganó un lugar en la convulsionada historia de este país.
EL PRIMER RETRATO
En medio de la crisis, con un profundo proceso de reflexión y
debate que recorre toda la sociedad, quizá uno de los temores más
grandes de empresarios, banqueros, políticos, burócratas
sindicales, jueces y policias es que ese ejemplo se extienda y se generalice.
Sabiendose cuestionados y destinatarios del "que se vayan todos",
para ellos los trabajadores de Zanon concentran y articulan en su lucha
todo lo odian y temen.
Don Luis Zanon, el dueño de la empresa, viene recurriendo a todos
sus contactos y amigos para quebrar la lucha de los trabajadores. Si alrededor
de los ceramistas y sus familias se estructuró la solidaridad y
el protagonismo de todos los sectores oprimidos de la sociedad neuquina,
alrededor del empresario se unieron representantes de todas las fuerzas
decadentes de la misma sociedad.
En su despacho Don Luis tiene un retrato de Menem, con quién se
siente unido no solo por fiestas y recepciones, sino también por
créditos, participación en la privatización turbia
de empresas del estado (fue, por ejemplo, uno de los testaferros para
la privatización de Aerolineas), beneficios mutuos y amigos en
común. Entre los más de ciento cincuenta acreedores que
figuran en los libros contables de la empresa, se encuentran desde personajes
como Moreno Ocampo, el actual abogado de Domingo Cavallo, pasando por
los "transparentes" IBM y el empresario Benito Roggio, hasta
empresas de seguridad ligadas a la policía como Falcon S.A. y toda
una serie de bancos extranjeros, algunos de los cuales están sospechados
de servir como pantalla para el lavado de dinero.
Entre los principales accionistas de la empresa, se encuentran también
a algunos de estos personajes; el sr. Villahoz, funcionario del Banco
Francés, involucrado en el escándalo del megacange y amigo
de la mafia financiera ligada a Cavallo.
El principal acreedor, sin embargo, es el partido-estado neuquino, otrora
protector del empresario y que hoy sigue dilapidando recursos económicos
con costosas campañas publicitarias en contra de los ceramistas
y en petrechos para aumentar la represión.
Zanon, si bien no es un "gran" empresario, fue uno de los invitados
a la fiesa menemista, y hoy sigue viviendo de los restos de la "pizza
con champagne" que todavía sigue enquistada en los puestos
dirigentes de la república. Y logró que alrededor suyo,
toda esa lacra, crema y nata de la corruptela argentina, se coaligue para
defender al empresario contra las justas demandas de los trabajadores.
EL SEGUNDO RETRATO
Quizá movido por la misma mano invisible de esa casta, el Juzgado
Comercial Nro 18 aceptó tomar en sus manos la tarea de dictar el
concurso de acreedores y co- administrar la fábrica con los empresarios,
como primer paso para cumplir el plan de desalojarla y dejar 200 familias
en la calle. El fallo, que lleva la firma del . Dr. Germán M. Páez
Castañeda, es el último paso de todo un rosario de tácticas
para tratar de lograr el objetivo de abortar la experiencia de los trabajadores
y la comunidad neuquina.
Además del gobierno provincial y nacional, hasta ahora venían
aportando lo suyo la policía y los servicios de inteligencia, primero
con represión directa a los trabajadores y ahora mediante secuestros,
amenazas y robos, dejando siempre el típico sello de los métodos
que recuerdan a la dictadura militar y haciendo gala de una total impunidad.
Otro actor que no ha faltado a la cita es la burocracia sindical, en
la peor de sus variantes; un pequeño grupo de ex-burocratas sindicales
devenidos en carneros, desplazados en forma tajante por los trabajadores
y acusados en reiteradas ocaciones de robo y corrupción, han mentado
una inutil y torpe campaña de desprestigio contra los ceramistas
y se han prestado como testigos de cualquiera de las aberraciones judiciales
que intentó la patronal y el gobierno.
Fracasado todo intento de derrota mediante las maniobras políticas
y represivas, la justicia hizo nuevamente su entrada en escena. Pisoteando
y contradiciendo el histórico fallo de Lockout ofensivo, el Juzgado
Nro. 18 nombró un síndico encargado de tomar la co-administración
de la fábrica. El fallo pone nuevamente a la juscticia en su lugar,
aliándose con los corruptos e inescrupulosos contra el pueblo.
El elegido "imparcial" para llevar adelante esta tarea es el
estudio Picado, Levy, De Angelis y Asociados, que casualmente en sus oficinas
en Capital Federal ofrece como bienvenida un gran retrato de Menem en
actidud sonriente y de significado idéntico a la foto que tiene
Luis Zanon en su despacho.
El detalle no es menor; ese tipo de retratos son el símbolo de
la casta dominante en el país , acostumbra a vivir en la lujuría
en base a la corrupción, la estafa, la explotación y la
falta de escrúpulos. Es la bandera de esa alianza que empresarios,
banqueros, políticos, burocratas síndicales y policías
han tejido para generar el abismo en el que hoy se debate la sociedad
entera. Representantes de ste estudio, otrora colaborador del desastre
de la reforma financiera en Ecuador, y de la colonización de Puerto
Rico y Panamá, se presentaron en la planta para intentar materializar
sus amenazas.
Así se cierra nuevamente el círculo de la vieja argentina,
agazapada contra los trabajadores que toman en sus manos su presente y
su futuro. ¿Podrán esta vez con la tenacidad y la firmeza
de los trabajadores ceramistas?
Los trabajadores han recibido el viernes un ultimatum para desalojar
la fábrica y se teme que en pocos días esa amenaza se convierta
en un nuevo intento represivo. Ellos, en asamblea, resolvieron no aceptar
la entrada del síndico sin atender al fallo de lock out ofensivo,
impuesto en condiciones inadmisibles para su propia supervivencia y decidieron
resistir todo intento de desalojo.
No se trata ya de la vida y el futuro de 300 familias, sino de un caso
testigo que resume y concentra todo lo que se está gestando en
el seno de la sociedad. No es posible para nadie preocupado por el futuro
de Argentina mirar para otro lado mientras esto se define. Si los trabajadores
de Cerámicas Zanon son derrotados, el oscuro karma pesará
sobre toda la sociedad. Si salen victoriosos, el germen de una respuesta
positiva a la crisis que desde el 20 de diciembre recorre los sectores
postergados de la sociedad argentina se habrán anotado un notable
triunfo a su favor.
Sebastian Hacher
sebastian@indymedia.org
Para comunicarse con los trabajadores de Zanon: acunac2@hotmail.com
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