Sostiene Palocci

Los "mercados" encabezan el gabinete de Lula

x Pablo Rieznik

"Tiene una inmejorable relación con los empresarios y banqueros paulistas, donde reside el poder económico del país. Esto le confiere el perfil ideal para el gobierno de Lula que exigirá ‘confianza y credibilidad’ entre dueños de empresas y financistas" (Clarín, 29/11) El retrato periodístico del futuro ministro de Economía de Lula habla por sí mismo. Antonio Palocci es, además, la estrella ascendente del equipo oficial que se hará cargo del Palacio del Planalto en los próximos días. En los medios del gran capital el clima es de euforia: "En el mercado financiero hay quienes piensan que con cinco Paloccis podemos salvar al mundo entero" (O Estado de Sao Paulo, 24 /11).

El hombre representa el continuismo que el mismo Lula selló cuando, algunos meses atrás, acordó oficialmente con Fernando Henrique Cardoso aceptar el plan de ajuste firmado con el FMI. Por eso mismo Palocci tiene "muchas coincidencias" con el actual ministro Pedro Malan, ejecutor del plan "neoliberal" del gobierno saliente.

En el gabinete económico lulista se espera también que ocupe un lugar privilegiado Antoninho Marmo Trevisan, líder de una consultora que tiene como clientes a grandes corporaciones capitalistas y que actuó como asesor en las privatizaciones de empresas, como Electropaulo, Light, Coelba y Compañía Paulista de Fuerza y Luz. El propio Trevisan declaró a toda la prensa que su presencia demuestra que "no hay ninguna posibilidad de que el próximo gobierno revise las empresas privatizadas".

Lo que se viene

Como lo anticipamos desde las páginas de Prensa Obrera, la "reforma previsional es la prioridad Nº 1 en la agenda de reformas del nuevo gobierno" (O Estado de Sao Paulo, 25/11). En realidad no se trata de ninguna reforma, porque el equipo del PT abandonó, en principio, la idea original de "eliminar el sistema de reparto por uno de capitalización", tal cual se procesó en nuestro país con la privatización del sistema jubilatorio y las Afjp. Sucede que, en este caso, el costo de mantener a los jubilados actuales tendría un enorme "costo fiscal". Esto en el mismo momento en que el FMI quiere hipotecar las finanzas públicas para rescatar a los acreedores y subsidiar al capital financiero. Hasta la voracidad capitalista se enfrenta al hecho de que no se puede raspar el tacho más allá del fondo.

Entonces, la mentada "reforma" se concentrará en un monumental golpe a las jubilaciones estatales: "Sin resolver el déficit del sistema previsional público de 53 mil millones de reales (unos 15 mil millones de dólares) nada se puede resolver", sostuvo el propio Palocci. Sucede que, mientras para las jubilaciones de los trabajadores del sector privado los anteriores gobiernos capitalistas ya consiguieron imponer un techo de 1.500 reales, en el caso de los estatales no pudieron quebrar la conquista de que se jubilen con montos equivalentes a su salario integral. El propósito de la "prioridad número 1" del gabinete de Lula es llevar el haber jubilatorio del trabajador público a una quinta parte del actual gasto promedio del Estado con cada jubilado propio. El gobierno del PT no se anda con chiquitas: Cardoso intentó una "reforma menos osada" que la de Lula... y fracasó.

El interrogante sobre esta ofensiva no consiste en determinar, como le gusta a la izquierda enfeudada a los Lula, Palocci y Cía, si el gobierno del PT optará por el FMI o por un programa en beneficio de los trabajadores. La única duda es hasta qué punto la popularidad de Lula conseguirá hacer pasar y/o disimular los planteos fondomonetaristas y antiobreros. Por eso mismo, algunas disputas sobre la conformación plena del gabinete, que aún no ha sido anunciada, han conseguido poner "nerviosos a los mercados", según informa la prensa en estos días.

Hacia la bancarrota

Los "nervios" capitalistas se encuentran en estricta relación con el nivel de bancarrota que marca a la economía brasileña como un todo. En el reciente encuentro preparatorio del Foro de Davos - es decir, el de los capitostes capitalistas del mercado mundial - , que acaba de celebrarse en Río de Janeiro, Lula envió a otra de las estrellas de su equipo, el senador Aloizio Mercadante, a compartir una mesa con el enviado de Bush y subsecretario del Tesoro norteamericano - el ultraderechista Kenneth Dam - . Mercadante planteó entonces, en tono de desesperación, que lo que necesita Brasil es "crédito, crédito y crédito" de la banca imperialista. Más interesante que el ruego servil fue la respuesta del yanqui: "No podemos inmiscuirnos en la cuestión de la línea de crédito para los bancos comerciales para el Brasil".

Sin estos préstamos de corto plazo el barco económico brasileño naúfraga; con ellos, naturalmente, la situación de las masas explotadas empeorará aún más, en función del ajuste acordado con el FMI. Un reciente estudio sobre sus consecuencias señala que el desempleo puede aumentar en un 20% (esto cuando ya uno de cada cinco trabajadores se encuentra sin trabajo en el centro industrial del país) y que, al mismo tiempo, caerá el poder adquisitivo de los salarios. Algo que "podrá generar frustración en la administración del PT (Tendencias Consultoría Integrada). Para ponerse "nerviosos".

"Que los sindicatos no protesten"

Por la misma razón, Lula dedicó uno de sus primeros actos como presidente electo a reunir a los dirigentes sindicales para "tirarles de las orejas" y plantearles que "terminemos con las protestas en puerta de fábrica... los voy a llamar... para hacer junto... la Reforma Previsional... y espero menos reclamos y más competencia".

El Partido (contra) los Trabajadores llegó al poder. El primer round se iniciará de inmediato porque en la reforma del sistema jubilatorio "Lula estará obligado a enfrentar a los sectores más organizados (del sindicalismo estatal)" (Folha de Sao Paulo, 28/11).


Asesor de Cardoso, un dirigente del PT es responsable de la reforma jubilatoria

El principal responsable en el gobierno de Lula por la reforma del sistema previsional y coordinador adjunto del equipo de transición del PT, Luiz Gushiken, es titular de la empresa Gushiken & Asociados, especializada en el tema. La empresa acaba de servir al gobierno de Fernando Henrique Cardoso con un grueso estudio titulado "El régimen jubilatorio de los empleados públicos. Una visión teórica y práctica".

Acaba de ser editado como un voluminoso libro de 357 páginas y es el resultado de un contrato de prestación de servicios entre Gushiken y el Ministerio de Previsión de Cardoso. El propio ministro - José Cechin - firma la presentación de la obra y celebra la calidad técnica del equipo de Gushiken & Asociados, mostrando que la cuestión de la reforma jubilatoria "supera las barreras partidarias e ideológicas" (O Estado de Sao Paulo, 25/11). Como se ve, el gobierno del PT es un gobierno de "especialistas"... del gran capital.

Prensa Obrera

 
         
   
 

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