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Argentina: Entrevista con el Movimiento de Trabajadores
Desocupados de Solano (MTD-S)
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1- El capitalismo en situación
No buscamos que en este material aparezca la opinión de ustedes
sobre lo que pasa en el nivel general de la política, aquello que
los medios de comunicación organizan como los temas sobre los que
habría que opinar, sino que el objetivo es reflexionar acerca de
cómo se vive el mundo acá, como habitan ustedes, concretamente,
esta experiencia que vienen desarrollando.
- ¿Cómo se les presentan los problemas, cómo se
discuten?
- Queremos que se exprese la riqueza que hemos experimentado aquí.
Para comenzar la conversación, entonces, queremos decirles que
pensamos que la condición para captar la fuerza que hay en esta
experiencia nos va a hacer falta salirnos de un discurso anticapitalista
muy inmediato, y por eso muy abstracto, que piensa en términos
de consignas como: "no queremos que se pague la deuda externa",
"cuando se tome el poder se resolverán los problemas"
o "hay que parar el ajuste del gobierno". Porque, aún
siendo estas consignas muy justas, esconden el hecho de que el poder funciona
a través de mecanismos muy concretos y cercanos, siempre situados,
y que es esta forma de aparecer del poder lo que tenemos que trabajar.
Por eso, la primera pregunta es ¿cómo existe el capitalismo
acá, cómo se les manifiesta, cómo se les hace presente?
- Cuando ustedes llegaron, nosotros terminábamos una reunión
con todos los delegados de los talleres productivos. Allí discutimos
el presupuesto de los talleres productivos, la forma de producción
y su destino; y, por más que los criterios del MTD sean los de
construir colectivamente una producción alternativa, a la hora
de definir las cosas, está muy fuerte este tema del capitalismo.
Y, como sabemos, se hace muy difícil construir colectivamente con
una mentalidad capitalista. Para nosotros es un obstáculo el individualismo,
el egoísmo, el pensar siempre en resolver primero los intereses
personales por encima de los intereses de todos los compañeros.
Es muy difícil, por ejemplo, empezar a producir cuando no está
resuelto el destino de lo que vamos a producir: si va a ser para vender
o si se trata de producir para el bien de todos, para ir generando una
economía solidaria, colectiva. Muchas veces lo que ha logrado el
capitalismo es socializar una imagen 0 una proyección de lo que
es la felicidad. A punto tal de que muchos, a pesar de estar en la peor
de las miserias, jamás abandonan la fantasía de que un día
puedan "salvarse". Es la idea de la lotería, de una salvación
que es individual, y que está muy ligada a una cultura: la felicidad
pasaría por resolver el tema de la vivienda, de tener flor de auto
o las últimas zapatillas. El capitalismo ha desarrollado todo ese
imaginario a lo largo de los siglos. En los barrios populares está
esa esperanza -o esa idea- de que un día se va , a poder acceder
a eso que se vende como felicidad.
De hecho, personajes como Susana Giménez tienen una aceptación
tremenda, la farándula, los juegos. A Menem lo votaron los sectores
populares: andaba en Ferrari, se codeaba con toda la crema y, en lugar
de generar odio, generaba admiración porque era el tipo que "triunfó"
en la vida. Esa es una de las trabas: hay un imaginario que es producto
de siglos de dominación, una idea de felicidad que está
muy presente. Acá en los barrios se ven claramente los destrozos
que deja ésto en las personas, en la comunidad, en los valores.
Porque creo que el capitalismo ha generado valores, por ejemplo, el de
"progresar", el de tener cierto status, "ser alguien",
como decimos muchas veces. y ser alguien significa tener cosas.
Esas son las maneras en que se vive el capitalismo. A pesar de que hay
mucha pobreza, en Solano hay mucha gente que vive de esos valores. La
misma religión afirma que uno siendo bueno, teniendo conducta,
tiene la oportunidad de salir adelante. Está el convencimiento
de que si no sos nadie es porque no estudiaste, no quisiste; o sea, lo
mismo se repite hasta en la culpa.
Muchos llegan a una determinada edad y sienten que su vida ha sido un
rotundo fracaso y todo pasa por el individuo, ahí es donde están
latentes los valores capitalistas. Es una tensión constante en
nuestra organización el hecho de plantear un proyecto que habla
de lo comunitario, del esfuerzo común, de que liberarnos no es
hacernos ricos, sino que la riqueza y la felicidad pasan por otros valores.
Sin embargo, creo que van surgiendo nuevos valores, o valores que estaban
de alguna manera incorporados pero muy garroteados, muy azotados por todo
lo que se vive. En muchos lugares del interior no hay que hacer demasiado
esfuerzo porque la comunidad -lo grupal, colectivo- pasa por algo casi
necesario para sus vidas. Acá se nos ha convertido en algo sumamente
difícil encontrar ámbitos donde se supere aquello de que
la solución la voy a encontrar solo.
Pero es verdad que la competencia está -muy presente en los barrios
populares. Y estas relaciones traen los problemas de la autoridad y de
los roles: muchos compañeros, incluso dentro del MTD, que piensan
que tener responsabilidad dentro del movimiento es ser "la autoridad".
Y eso es el capitalismo. Si la gente se junta o se reúne, generalmente
es para pasar un rato, para que el tiempo pase, pero no con un sentido
solidario, comunitario. Es reventar un momento porque no tengo nada que
hacer con mi vida. A veces, cuando se acercan a participar, hay un interés
interno. Nosotros vemos que -el compañero no está dando
pasos desinteresados sino que tiene implícitamente un interés
y, por eso, da pasos.
En los momentos de crisis el interés aparece pero de otra forma,
y se pasan boletas: "yo hice esto y aquello". Ese es otro de
los temas a superar, tiene que ver con cómo nos hemos construido:
con esa idea de que no sirve dar algo si no vas a recuperar el doble.
Entonces, se piensa en los millones de dólares, no en la vivienda
digna con las comodidades básicas, sino en la mansión.
2- La desocupación
- ¿Qué significa acá en el barrio no tener trabajo?
Esto parece medio obvio, porque es este un movimiento de "sin trabajo"
y, en general, todo el mundo "sabe" lo que es un desocupado
como categoría sociológica. Pero: ¿qué significa
ser desocupado a nivel más vivencial y concreto?
- Generalmente, cuando la gente se acerca las expectativas son las de
resolver el problema de trabajo. Pero el MTD no es eso. No resuelve el
tema de la desocupación para nadie. El MTD es una propuesta, un
proyecto, que toma como eje el tema del trabajo - en este caso la desocupación-,pero
que e mucho más amplio. Es una construcción que tiene que
ver con la dignidad, con luchar por la salud, la educación. Acá
no buscamos poner en el lugar del proletariado al desocupado, por ejemplo.
Tiene que ver con otra forma de construcción.
Desde hace muchos años, las cárceles están llenas
de gente de los barrios por temas de delincuencia, de drogas. Acá
estamos creando ámbitos para generar la posibilidad de que los
jóvenes no salgan a afanar aunque muchos tiene recaídas.
Tenemos compañeros que lo dicen concretamente, "yo con esto
no puedo resolver situaciones que son de enfermedades, que son graves".
En el movimiento han encontrado un ámbito donde van recuperando
el tema de tener una tarea, una ocupación que los saca de esos
núcleos que estaban para cualquier cosa porque esos pibes toman
dos o tres pastillas y salen a hacer macanas. Eso se va notando, aunque
las dificultades que traen para el movimiento no son pocas, porque vienen
con todas sus vidas. Pero se ha hecho una opción por respetarlos,
con su historia y su vida, y no marginarlos porque consuman drogas, porque
anden armados, y se va dando una relación de mucha receptividad
con ellos. Y, a la vez, en ellos mismos se va produciendo un respeto y
una estima gracias la que nosotros podemos andar por la Florida tranquilos.
Se arma una relación en que se producen cosas positivas y ellos
son parte. Se van retomando códigos que antes eran comunes, incluso
entre los pibes que salían a robar. La droga trajo como consecuencia
que los códigos se rompieran, pero se va dando una recuperación
en la que ellos ya no se asumen como marginados, sino que se los acepta
así como son. Esto va dando la pauta de que lo que se va creando
es una posibilidad de reconstrucción de valores, de códigos,
de convivencia. Había vecinos que no se podían ver y hoy
están juntos en el mismo proyecto.
Aunque todavía tenemos muchísimo que hacer en el barrio.
Se han hecho muchos esfuerzos, por ejemplo, con el tema de la limpieza,
la erradicación de los basurales. No tenemos resuelta la desocupación
pero sí se van dando posibilidades de convivencia. No estamos siquiera
resolviendo el problema del hambre, hay muchísimo por hacer, pero
lo que se está logrando, y que para nosotros es lo fundamental,
es la recuperación de lo humano. Nosotros siempre decimos que los
recursos algún día los tendremos,pero lo humano, las relaciones
entre los compañeros, no lo vamos a conseguir en ningún
lado y en eso es en lo que se está avanzando. Acá la desocupación
es histórica, hace años que existe, pero lo más triste
ha sido la destrucción de los valores y la convivencia. Veníamos
hablando de las consecuencias de esta idea -muy difundida por el capitalismo-
de la salvación individual y de los efectos de una imagen del éxito
muy estandarizada, ideológica. Pero sabemos que el capitalismo
no sólo promete una salvación futura sino que, sobre todo,
nos muestra que lo más probable es que la gente de estos barrios
no vaya a salvarse. ¿No produce esto una destrucción del
lazo social? El simple hecho de que un desocupado se viva como alguien
excluido, expulsado, ¿no lo resiente, no lo violenta? ¿No
hay una destrucción de las expectativas, en los más jóvenes,
de salvarse incluso por la vía individual? Tiene que ver con lo
que decían de los compañeros que "bajan los brazos":
ni siquiera se trata de la clásica figura que cree que al final
de un camino de esfuerzo y trabajo lo espera el éxito individual.
- ¿Qué pasa con los que bajan los brazos y, sobre todo,
con sus hijos?
- Así es, el capitalismo acá tiene dos caras: por un lado,
la idea de que se logra el éxito por el poder, escalando; y, por
otro, estos comportamientos que a mi modo de ver son patológicos
la depresión, el bajar los brazos, pegarse un tiro, o quedarse
sin hacer nada. O cuando uno termina descargando todo lo que produce la
desocupación golpeando a la mujer, a los pibes o al vecino.
3- La horizontalidad y lucha
- Nos decían que hay compañeros que asumen las responsabilidades
dentro del movimiento como un poder de mando sobre el resto de sus compañeros.
Siendo que el MTD-Solano realiza un gran esfuerzo por sostener todo su
trabajo a partir de principios de horizontalidad: ¿cómo
viven acá la existencia y las modalidades de los liderazgos? ,
¿qué obstáculos han encontrado alrededor de las formas
de protagonismo entre los miembros del movimiento?
- Lo que hacemos es revisar constantemente los acuerdos. Porque siempre
nos manejamos con acuerdos: cuando salimos a la ruta, cuando constituimos
un grupo de trabajo o un área del movimiento. Hay muchas definiciones
que salieron de plenarios donde hemos discutido criterios de construcción,
y siempre se vuelve sobre ellos. También analizamos mucho en qué
nos perjudican las posturas individualistas. Lo que nos ha facilitado
mucho la tarea es que no hemos empezado ningún grupo sin haber
puesto primero los criterios en discusión, siempre han sido definidos
por todo el movimiento. Por ejemplo, en los emprendimientos productivos
primero hay que capacitarse y llegar a criterios de producción
para después producir y salir a vender; capacitarse tanto en el
oficio como en lo político. Esta es la manera que tenemos: es fundamentalmente
la formación como herramienta que nos garantiza la construcción.
Para nosotros, la formación tiene un sentido amplio: este taller,
por ejemplo, es para nosotros una actividad de formación. Pero
un corte de ruta también, porque discutimos cómo lo hacemos.
qué pasó, qué falló. Cotidianamente hacemos
formación, y lo hacemos en base a los criterios que tenemos. Hay
criterios que van cambiando de acuerdo ala realidad, hay otros más
generales que son los fundamentales del movimiento. Por ejemplo, decidimos
si queríamos tener un líder o si, más bien, queríamos
una organización horizontal. Si queríamos que haya un grupo
que tome las decisiones o si las teníamos que tomar entre todos
en asambleas. La democracia directa es otro criterio inamovible. La lucha
es la forma que tenemos y fomentamos para lograr las cosas. Ese es otro
de nuestros acuerdos: para participar del movimiento hay que acordar en
que este es un movimiento de lucha. En que acá las cosas las vamos
a cambiar con la lucha. Pero la lucha no significa solamente salir a cortar
la ruta o enfrentarte con la policía, sino que es una lucha cotidiana,
es luchar contra nuestra propia y vieja manera de pensar para ir incorporando
otro pensamiento nuevo donde las relaciones sean solidarias, colectivas,
de compañeros. Después, hay criterios que se van tomando
por grupos y que van cambiando de acuerdo a la realidad.
Por ejemplo, si trabajamos o no cuando llueve. Eso depende del grupo:
si es un grupo que trabaja en la calle por lo general no trabaja pero,
entonces ese día se puede mirar una película, discutir,
capacitarse.
- En la mayoría de las experiencias hay un grupo en el que se
concentra las tareas. Sea por la responsabilidad que demuestran o por
la forma en que asumen el compromiso, suele producirse una delegación
de información y de poder hacia un conjunto de compañeros
a los que se va poniendo en el centro de la organización. En muchas
experiencias se registra esta tendencia. El grupo que se ha colocado en
el centro, incluso contra toda voluntad del movimiento y del grupo en
cuestión, se encuentra luego en una posición muy difícil:
cada vez encuentra más dificultades para colectivizar efectivamente
sus saberes y responsabilidades.
- ¿Qué mecanismos encuentran ustedes para evitar o revertir
esta tendencia a la delegación?
- Siempre hay una dependencia, porque los compañeros en sus comienzos,
sobre todo, buscan en los grupos a la persona que tiene más experiencia
o, sencillamente, la que habla mejor, o al que se desempeña mejor
en una tarea. Se genera una dependencia que nosotros decimos que está
bien pero sólo para una etapa, no para siempre. La manera de revertir
esta situación es la socialización de los conocimientos,
por eso trabajamos con la educación popular.
Se crean ámbitos donde todos los compañeros van desarrollando
su talento, sus virtudes, sus aportes, en una infinidad de responsabilidades.
Hay compañeros que han tenido experiencias en algún sindicato,
otros que son más desinhibidos, y otros a los que los atemoriza
asumir una responsabilidad. Pero es constante el ejercicio para que nadie
se quede sin hacer nada. Ahí está la superación del
referente. Además, la delegación, tiene que ser rotativa,
tiene que ser por mandato de los compañeros para cada momento que
se necesite. Hoy estamos aun año desde que se produjo un crecimiento
fuerte y todavía existe una gran dependencia. Pero siempre hemos
dicho que el que está en una tarea de apoyo t está para
brindar, para acompañar, pero nunca para decidir. Es un acompañamiento,
pero nunca el que trae la solución o el que dice cómo se
tiene que hacer. Sabemos que eso va a llevar su maduración, su
tiempo, pero ya están habiendo signos muy alentadores, porque gente
que no hablaba, que le rehuía a la participación, no solamente
vienen a cumplir cuatro horas de tareas comunitarias, sino que ya se vienen
dedicando a otras tareas y actividades. Eso alienta, pero sin acelerar
los tiempos. Hay referencias que son positivas porque no excluyen, pero
que ayudan al crecimiento de los otros. Pero también las hay de
las que acaparan, que no fomentan participación, que se imponen
autoritariamente. Eso es una constante revisión en la que la democracia
del movimiento, y la vida como tal, se está preparando para otros
desafíos. Porque no se vive de una forma pura, no podemos decir
que tenemos el cien por ciento de participación, de democracia
directa y de horizontalidad, pero sabemos que ese es el camino.
Otra cosa importante es lograr que el compañero que en un momento
fue referente y que ya va dejando de serio, no se le acabe la vida y el
compromiso. Es complejo, porque muchas veces son mecanismos de compensación
ya uno le gusta ser querido; todos tenemos nuestros egos. Así que
se trata de ubicarnos en una situación en que eso ayude e ilumine,
pero que no queme. Una cosa es ayudar, alumbrar, brindar, y otra es no
dejar que el otro crezca.
- El movimiento no es meramente una organización política
ideológica, es decir, un grupo que se valida por sus "propuestas"
y sus "opiniones" sobre "esto o aquello" (aunque eventualmente
estas opiniones y propuestas existan). Hay una forma de intervención
del MTD-Solano que nos resulta muy potente. Se trata de la capacidad de
apuntar directamente a la sociabilidad, a los valores y las formas en
que las personas resuelven todos los problemas de la vida. Honestamente,
nosotros hemos pensado siempre que un contra-poder concreto no es una
fuerza política sino una potencia de producción de valores,
de modos de existencia, superiores a los que, en situación, produce
el capitalismo.
Un poco en este sentido, queríamos pedirles que nos cuenten cómo
trabajan alrededor de los núcleos más profundos de la sociabilidad
y de la intimidad del barrio. De hecho, si el movimiento no cuestionase
las modalidades de sociabilidad anteriores ocurriría que sería
simplemente una estructura reproductora de valores dominantes.
- ¿Es posible recrear una comunidad alrededor de valores alternativos
sin que, a la vez, se trabaje al nivel de los roles que ya vienen impuestos
desde la familia, la crianza, la educación, etc.? ¿Ustedes
ven que la organización comunitaria, la experiencia colectiva,
va modificando la propia estructura familiar?
- Sí, en el poco tiempo que tenemos hay cosas que se van viendo.
De hecho, al principio la asamblea del barrio tenía una participación
bajísima. Es lo común, no sólo en el MTD sino también
en una Sociedad de Fomento, entre los padres con relación a la
escuela y en la misma Iglesia, que en los barrios cada vez tiene menos
inserción. Nosotros estamos contentos por ver que en nuestra experiencia
eso se viene rompiendo. Compañeros que no solamente vienen a una
asamblea, sino que también van a una marcha, o aun corte de ruta,
y esas son cosas que hasta hace poco generaban mucho miedo, mucha resistencia.
Hay ámbitos que se van generando, y que la gente los comienza a
sentir como una necesidad: estar en algo más grande que su familia.
Se generan relaciones que van mostrando un crecimiento en los compañeros
a los que ya no les basta con su núcleo familiar. Y eso se ve cuando
terminan las asambleas y hay muchos que se quedan para charlar. Hay compañeros
que lo manifiestan y dicen que empezaron a vivir cuando vinieron acá.
Es algo muy fuerte encontrarle sentido a la vida en ámbitos comunitarios,
donde se van generando relaciones y recuperando los valores. Hay compañeros
que plantean que no se irían aunque se acaben los "planes
trabajar". Y eso es lo que a uno lo motiva,la posibilidad de generar
relaciones de amistad, de compañerismo, de comunidad. Para muchos
el MTD es su familia.
4. La organización de base
Cuando publicamos los Borradores de Investigación sobre "la
lucha piquetera" recibimos muchas críticas, sobre todo de
gente ligada a la CTA. Básicamente nos reprochaban que habiendo
hecho gala de tanta agudeza crítica para con el movimiento de Luis
D'Elía, habíamos idealizado demasiado la experiencia de
Solano.
Hemos quedado, entonces, un poco obligados -por nuestros amigos críticos-
a mejorar la calidad de aquel cuaderno y a meternos más a fondo
con los problemas (que van surgiendo aquí alrededor de la representación,
la tentación de la política y todo este conjunto de problemas
-que seguramente son muy parecidos en todos los movimientos- y que están
bien puntualizados en los Borradores. Pensamos que lo interesante, entonces,
es ir mostrando hasta qué punto las diferencias entre estas experiencias
pasan más por el tipo de decisiones que se van tomando en la construcción
para enfrentar estos problemas comunes antes que por ocultar que las modalidades
alternativas tienen exactamente los mismos obstáculos.
- Para empezar, entonces, ¿cómo se organiza el MTD de Solano?
¿Cómo se trabaja para lograr un movimiento que no sea el
dueño de todas las respuestas y el que todo lo soluciona? Porque
el problema sería que el movimiento apunte a constituirse como
un poder que impide la circulación de nuevos saberes y formas de
protagonismo ¿no?
- Acá en Solano el movimiento surge a partir de una necesidad
concreta del barrio, en torno a la que nos empezamos a juntar ya discutir
cómo hacemos esto. Yo creo que no hubo una receta para comenzar,
sino que lo vamos haciendo con el tiempo. y en la medida en que nos vamos
organizando, van surgiendo cosas.
- La asamblea es el órgano que tiene la mayor importancia, es
el lugar donde se discuten las propuestas, donde se toman las principales
decisiones: los planes de lucha, la creación de nuevas áreas,
la elección de delegados en cada barrio.
En los barrios, por otra parte, hay grupos de trabajo, compuestos por
diez o veinte personas que, a su vez, también eligen dos o tres
delegados, no hay un número preciso, pero siempre más que
uno.
Y esos compañeros elegidos en cada núcleo de trabajo forman
la mesa, ámbito de evaluación y de planteo de dificultades.
La mesa no es resolutiva porque las resoluciones se toman en asamblea.
A partir de que surgen trabajos en nuevos barrios, en cada uno se eligen
dos delegados que componen una mesa general, cuya función fundamental
es la articulación de los barrios.
Por último, están las áreas, que fueron surgiendo
de la necesidad. La de prensa, por ejemplo, surge cuando empezamos a cruzarnos
con los medios, y porque empezamos a hacer denuncias; producción,
que tiene que ver con la planificación; el área economía,
que lleva las cuentas del movimiento; la de capacitación, y la
de educación popular; seguridad, que se creó para salir
organizados a los cortes; administración, que se encarga de todo
lo referido al seguimiento de los planes de empleo, a la elaboración
de proyectos, y de la relación con el ministerio; mercadería,
que ahora está parada porque hace mucho que no recibimos mercadería;
el área tierra y está también el área de relaciones
institucionales, que funciona cuando, producto de los cortes de ruta,
hay que ir al una reunión con el ministerio.
- Muchas veces las asambleas son ámbitos en los que o bien se
dirimen posiciones distintas ya prefijadas, como si fuera un plebiscito
en donde la gente no tiene ninguna participación activa más
que elegir entre opciones ya clausuradas; o bien se legitiman las posiciones
que ya están definidas de antemano. Sabemos que no resulta fácil
lograr que las asambleas se conviertan en verdaderos espacios de pensamiento
colectivo.
- La participación depende fundamentalmente del proceso de maduración
de cada barrio. Hay lugares en los que se debate mucho y, por lo general,
hay bastante acuerdo en los criterios de fondo, porque hay más
tiempo de trabajo colectivo. En los barrios más chicos y más
nuevos usamos disparadores y dinámicas que alienten la participación.
- Creo que es muy importante volver constantemente sobre los criterios
y los principios, que han sido muy discutidos, porque constituyen pilares
del movimiento, que en- marcan muchas veces la discusión. Por ejemplo,
este es un movimiento en donde está muy claro que no hay ambiciones
de poder y, por lo tanto, la posibilidad de presentarse a elecciones es
algo que está descartado. Eso no quita que haya momentos en los
que aparecen problemas y posiciones que cuestionan los criterios mismos
de la organización.
Por eso creo que tiene que ver con la maduración. Es un proceso
y no podemos decir que las asambleas sí son verdaderamente democráticas.
Muchas veces hay debates que se extienden y llevan horas, y se traban.
Hay veces que tenemos que saldar la cosa con la votación, pero
en general se busca el consenso. Ha habido tensiones, ha habido muchas
crisis. en distintos barrios, con compañeros delegados. Los últimos
planes de lucha nos dejaron un agujero en el camino que tuvo su repercusión.
Pero no hemos sufrido divisiones, lo que habla de que hay un ejercicio
colectivo que permite crecer y seguir adelante.
- Con respecto a la coordinación ya las vinculaciones políticas
que se establecen con grupos distintos, quizás se vuelva más
difícil sostener esta dinámica, porque se entra en relación
con grupos que no tienen las mismas prácticas (más allá
de lo que digan de sí mismos o de lo que, en sus cabezas, quisieran
que suceda). Así, muchas veces hay desfasajes. Recién contaban
cómo se resuelven las discusiones para adentro del barrio, cómo
se toman las decisiones. Hay un criterio de responsabilidad que está
en juego y que sostiene la experiencia. Esta horizontalidad de responsabilidades
pone las condiciones para una experiencia común, soberana, de pensamiento
y, ala vez, muy, muy práctica.
- ¿Pero cómo pueden extenderse estas modalidades de recreación
de acuerdos existenciales, cómo pueden recrearse estos proyectos
de origen cuando se trabaja a nivel de coordinadoras?
- Hay mucho respeto, y también nos manejamos en base a los acuerdos
que vamos tomando. Pero en la coordinadora de los MTD hay grupos que tienen
otra forma de construcción, otras características. Es más
complicado cuando vamos a otros espacios donde no están sólo
los movimientos de desocupados.
- Hay una forma de pensar la organización, bastante extendida
en el movimiento popular, en la que se ponen en primer plano términos
más bien institucionales. Las preguntas que allí se hacen
son:¿cómo hacemos un diagrama que sea democrático?
¿cómo hacer una forma que garantice la democracia interna?
Así, muchas veces termina habiendo ámbitos, más bien
vacíos, donde no pasa nada.
- A mí me parece que donde existe ese simulacro de democracia
es en las organizaciones que se plantean la construcción de base
como medio para llegar a otro objetivo.
- Sí, y puede tener que ver también con una modalidad de
la actividad militante - que parte de guardar un "modelo" (un
conjunto de saberes) de cómo se construye. Incluso -y sobre todo-
compañeros que, sin ninguna mala leche, suelen tener un "modelo"
ideológico totalmente exterior a la situación en la que
trabajan, y aparecen, de golpe, con criterios totalmente dogmáticos
sobre cómo debieran ser las cosas, anteponiendo a la experiencia
colectiva, criterios exteriores. Este "atajo" militante se ahorra
el principal de los trabajos: el camino de crear, de pensar colectivamente.
Por eso, cuando ustedes nos cuentan los criterios organizativos con que
trabajan uno no puede evitar desconfiar un poco, ! por haber escuchado
esos criterios en otros lados donde se "hacía que se practicaban"
pero, en realidad, los ámbitos de pensamiento estaban ganados por
estas I "astucias políticas" y estos "saberes militantes".
Me parece que hay algo de cómo ustedes piensan la construcción
que no se deriva sólo de contar cómo es la forma de la organización.
- Nosotros en algunos barrios estamos destruyendo la imagen del delegado,
porque tuvimos una crisis muy grande a causa de actitudes autoritarias
y personalistas. Dijimos que ese modelo no lo queríamos repetir
más, que no podía haber nadie que nos cague a pedos, y que
había que trabajar más participativamente. Lo que hicimos
fue hacer la cosa rotativa. Armamos un cronograma para la mesa general,
y empezamos a venir de a dos. Finalmente no queremos más de- legados,
así participamos todos. Lo que hay que ver es cómo hacemos
para que la función que venían cumpliendo se garantice,
que era la comunicación con el resto de los barrios, la articulación
de tareas, etc.
- Lo que se destruyó fue el rol del delegado, no su función.
- Claro, la función del delegado como una autoridad. Y si no sirvió,
si se tomó ese rol que es de servicio como un poder, hay que destruirlo.
- Nos resulta muy curioso el hecho que cuando hablan de algún
compañero que actúa mal, que comete errores, lo nombran
como alguien que no tiene formación o que no se ha capacitado lo
suficiente. ¿Por qué?
- El problema con estos compañeros es que en los momentos en que
se presenta una crisis, en lugar de resolverla, la complican más
con temas personales. En lugar de pensar una respuesta más política
todo recae en lo personal.
- Entonces, es algo que tiene que ver con lo colectivo, no es que sea
deficiente en la capacidad de pensar. Más bien decimos eso para
referirnos al que pone por encima de lo colectivo los intereses personales.
Además, para nosotros no hay responsabilidad del compañero
solo, sino de todo el conjunto -Ustedes decían que en este barrio
fue donde primero surgió la organización. ¿Cómo
surgió en los otros?
- En todos los barrios surgió por pedidos de la gente. Algunos
como La Florida y Monte- verde se acercaron hasta acá. Otros -por
ejemplo IAPI, La Sarita, Avellaneda- surgieron a partir de cortes de rutas.
Nosotros cortábamos por esa zona, y se acercaban los vecinos y
se enganchaban en los cortes. Pero todos han surgido por una propuesta
del barrio, nunca fuimos nosotros a ofrecer.
Incluso, acá en San Martín surgió por propuesta
de compañeros que tenían el problema de la desocupación.
No es que dijimos: "vamos a hacer el Movimiento de Desocupados".
- Los compañeros de los otros barrios nos pedían que fuéramos
y contáramos lo que : hacíamos. Así surgía
la discusión de si organizarse como nosotros o si querían
hacer otra historia. No era una imposición. Así se empieza
a desarrollar la experiencia. En ningún barrio hubo problemas por
no querer integrarse a estos criterios, no nos ha pasado. Sí de
rediscutir algunas cosas sobre la marcha, pero no de rechazar los criterios
más importantes.
Publicado en el nro. 4 de "SITUACIONES"
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