Declaración política de Izquierda Castellana sobre el proyecto de Constitución Europeo

DECLARACIóN POLÍTICA DE IZQUIERDA CASTELLANA SOBRE EL PROYECTO DE CONSTITUCIóN EUROPEO Y EL REFERENDÚM CONSULTIVO DEL 20 DE FEBRERO DE 2005

Parece conveniente hacer un somero recuerdo histórico sobre Europa en las últimas décadas, desde el ascenso al poder del nazi-fascismo a finales de la década de los 20 del siglo pasado, antes de entrar de lleno en la valoración del actual proyecto de la llamada constitución Europea, que ni es constitución, ni es Europea en un sentido global.

La I Guerra Mundial 1914-1918, es una guerra ínter-imperialista, por el dominio del mundo, el Imperio Austro-Húngaro es derrotado y las potencias vencedoras: Francia, R.U., EE.UU,... a través del Tratado de Versalles imponen unas condiciones de pago de las deudas de guerra brutales, que como siempre van a recaer sobre las masas populares en este caso las alemanas. Ello genera un caldo de cultivo social adecuado para el crecimiento de un fuerte sentimiento nacional alemán, que como casi todo sentimiento nacional, tiene una doble proyección: reaccionaria y expansionista, hegemoneizada por la gran burguesía alemana que finalmente se acabará articulando en el partido nazi (Nacional-socialista); y otra proyección revolucionaria articulada fundamentalmente alrededor del Partido Comunista Alemán, aunque con algunas dificultades en la asimilación de esa vertiente patriótica.

En el marco de la ultima fase de la I Guerra Mundial, 1917, se produce en Rusia y progresivamente en la mayoría del territorio que ocupa el Imperio Zarista, la primera revolución socialista de la historia de la humanidad que tiene como base de la organización del poder popular los soviets y es dirigida políticamente por el Partido Bolchevique.

En la década de los años 20 hay una tremenda lucha para frenar el avance del socialismo, de la propia Rusia y países del antiguo Imperio Zarista, así como Centro-Europa y Europa meridional.

La gran burguesía en el poder, detecta que ya las formas democrático-parlamentarias de dominación, no son suficientes para garantizar la continuidad del poder y lanzan los proyectos nazi-fascistas que tienen su particularidad en cada Estado, tanto en cuanto a la forma de ascenso al poder como en sus concreciones, pero que tienen en común los siguientes aspectos:

- La liquidación de los regímenes de libertades democrático-parlamentarios.
- La militarización de los estados y la política de guerras.
- La represión social y política indiscriminada
- El asalto a la razón.
- La puesta en marcha de nuevas políticas económicas
- El anticomunismo-antisocialismo con una represión brutal sobre esos movimientos en el interior y en el exterior con unas políticas de agresión para la liquidación de la Unión Soviética.

En el caso de Alemania todo ello iba asociado a la construcción del III Reich, Imperio Alemán. En paralelo el estado fascista italiano reencontraba su vocación imperial con la expansión por el mediterráneo.

Así el eje Berlín-Roma se convirtió en la base de un proyecto imperialista brutalmente agresivo que pretendía dominar Europa, incluía por supuesto lo que era por aquel entonces las URSS, la cuenca del Mediterráneo, una parte de África y Asia menor, incluyendo el mundo árabe.

La incorporación posterior de Tokio a ese eje es un proceso más en paralelo que integrado, con el expansionismo japonés por Asia mayor (incluida la conquista y colonización de la Manchuria China) y el Pacífico, acaba de configurarse esa globalización político-económico-militar que fue el proyecto imperialista nazi-fascista de esa época.

La lucha popular contra el fascismo tuvo un primer episodio clave y principal en el Estado Español. La resistencia de los diversos pueblos del Estado Español contra el levantamiento militar-fascista del 36 ante la constatación de la incapacidad de bloque dominante español de acceder al poder por la vía electoral, es la primera gran página de la lucha antifascista en el mundo.

Las Brigadas Internacionales expresan no solo la solidaridad de los trabajadores y trabajadoras de prácticamente todos los pueblos del mundo con la resistencia antifascista en el estado español, sino la percepción de que en la guerra de "España", se estaba jugando algo más que la caída de la II Republica.

El apoyo de los ejércitos de Hitler y Mussolinni a las tropas franquistas es un claro exponente de la sintonía de aquellos regímenes con el levantamiento militar-fascista español.

Las potencias capitalistas Europeas no tuvieron ningún problema mientras los nazis orientaban sus energías a combatir el peligro rojo, es más estaban francamente satisfechos con esas expectativas.

La guerra contra el nazi-fascismo que se sustancia en la II Guerra Mundial, se hace en frentes diferentes y con formas diferentes:

- El frente oriental, especialmente sustentado por la URSS
- La guerra en África- mundo árabe sustentada por el Reino Unido.
- La resistencia antifascista interior sustentadas por las fuerzas revolucionarias especialmente por los partidos comunistas, entre las que cabe destacar por su importancia: Italia, Serbia, Grecia, Francia... además del caso ya señalado de los pueblos del Estado Español.

En la última fase de la Guerra Mundial, ya cuando era evidente la derrota estratégica del III Reich, lo que más preocupa a los grandes estados capitalistas del mundo no es la derrota del eje Berlín-Roma-Tokio, sino que esa derrota se salde con un grandísimo avance del Socialismo en el mundo, Europa y Asia especialmente. Las condiciones objetivas realmente permiten tal cosa.

El famosísimo desembarco de Normandía, tiene más sentido como maniobra político-militar destinada a impedir que los ejércitos rojos sigan avanzando hacia el Sur, que a derrotar a un ejército alemán, que insistimos en el año 44 estaba ya estratégicamente derrotado.

La tesis de que fueron los EE.UU., el elemento clave en al derrota del nazismo no es más que una brutal distorsión de la realidad por supuesto ideológicamente interesada.

Derrotados los ejércitos Alemán, Italiano y posteriormente Japonés, se firma el tratado de Postdam que deja a Europa dividida en dos zonas de influencia, la zona Oriental bajo la URSS y la Occidental bajo hegemonía anglosajona (EE.UU., - RU) aunque formalmente Francia consigue alcanzar el estatus de potencia vencedora.

Se funda el nuevo Estado Federal Yugoslavo bajo el impulso de las Ligas Comunistas de los pueblos de la región y muy especialmente de la lucha antifascista del pueblo serbio.

En Grecia que queda bajo zona de influencia occidental se desarrollará una guerra antifascista nacional en la que la URSS no interviene y el movimiento popular griego solo contara con la solidaridad internacional de Yugoslavia-Serbia.

En ese momento existen dos Europas claramente contra puestas: la Europa capitalista que se escuda bajo la protección militar, política y económica de EE.UU., el gran imperio naciente y la Europa aliada de la URSS.

Alemania se divide en dos Estados y en dos Sistemas políticos - económicos.

El objetivo principal de luchar contra el avance del socialismo en el mundo se consolida como el prioritario, téngase en cuenta que en China también avanza el proyecto socialista.

El Estado Español ya constituido en Estado Franquista pasa a ser un aliado principal del mundo capitalista en la etapa que se abre con la guerra fría, que no es sino la guerra que se abre a nivel mundial entre dos sistemas el capitalista y el socialista.

No pretendemos por supuesto hacer en este escrito un balance del proceso de construcción del socialismo en la URSS y en el conjunto de Europa Oriental, de sus aciertos, sus errores, sus deformaciones y degradaciones varias, simplemente pretendemos hacer una descripción general de los hechos que nos permitan contextualizar la situación actual y nuestras alternativas.

El proceso de construcción de la Unión Europea del capital, tiene varias fases desde sus inicios hasta la actualidad que podríamos agrupar en dos grandes etapas.

Una primera etapa que se inicia en la postguerra totalmente subordinada a los EE.UU., se trata de reactivar el capitalismo europeo y crear un bloque de contención político, económico y militar ante el avance del socialismo en el viejo continente. La OTAN es el instrumento militar de ese proyecto.

A partir de los años 70, comienzan a expresarse con cierta intensidad algunas contradicciones entre lo que se llamaba por aquel entonces el Mercado Común, con el "Gran Imperio" especialmente en cuestiones de política exterior, aquellas vinculadas a el tipo de relaciones a mantener con la URSS y los países del COMECOM, Mercado Común en el que estaban integrados la mayoría de los Estados del llamado socialismo real europeo además de la URSS, así como con su pacto militar, más o menos respuesta a la OTAN, el llamado Pacto de Varsovia,. En esas diferencias tenía una posición puntera la Republica Federal Alemana (Alemania Occidental), Francia a su vez aspiraba a tener una cierta autonomía militar propia, lo que generaba también algunas tensiones.

En cualquier caso la hegemonía global de EEUU no era cuestionada por nadie en el mundo capitalista ni Oriental ni Occidental.

La caída de la URSS y del bloque europeo de socialismo real, crea una nueva situación internacional. El capitalismo anglosajón encabezado por EEUU, atravesado además por una profunda crisis estructural considero que era el momento de poner en marcha su plan de dominación global planetario. Esa no era una ambición nueva, pero parecía que se daban las condiciones para conseguirlo.

De un mundo esencialmente bipolar, se podía pasar según la interpretación del imperialismo yanki a un mundo unipolar con un solo y autentico amo y en todo caso serían aceptables delegaciones de esa gran jefatura.

Lógicamente ese proyecto de dominación capitalista lleva asociado una serie de nuevos modelos. En lo económico: Neoliberalismo; en lo Político: Neofascismo; en lo cultural: Imposición de la subcultura angloamericana incluida su vertiente gastronómica, en el cine, la televisión, la literatura; en lo militar: con el impulso al desarrollo de nuevas guerras.

En esta cuestión de dominio mundial imperialista se les fue algo la mano, no tanto por gusto como por las necesidades estructurales de su propio proyecto, absolutamente depredador y que cada día necesita explotar y destruir más para mantenerse con vida.

Esta situación ha dado pie a diversas respuestas en diferentes regiones del mundo. La Unión Europea es una de ellas pero sus connotaciones desde el punto de vista de la lucha de clases a nivel mundial, nada tiene que ver por ejemplo con el poryecto Regional Bolivariano..

La actual etapa de construcción de la Unión Europea, trata de construir un proyecto Regional Imperialista Europeo con una gran capacidad de intervención económica y comercial a nivel mundial y menor a nivel de intervención política y militar aunque con una perspectiva estratégica de fuerte desarrollo de este frente.
El capitalismo europeo no acepta el reparto del mundo diseñado por EEUU y lucha por su parte en la tarta. Es una cuestión de contradicciones secundarias dentro del capitalismo a nivel internacional.

El proyecto de constitución Europea, el proyecto capitalista Europeo, en nuestra opinión tiene elementos de continuidad desde sus orígenes pero también elementos diferenciales

En sus inicios como decíamos tiene un carácter defensivo ante el avance del socialismo a nivel internacional y Europeo. La influencia de EE.UU. en esa etapa es total.

En los años 70 surgen elementos de divergencia de cierta consideración entre ese proyecto y sus patrocinadores trasatlánticos.

La última ampliación U.E. paradójicamente porque muchos de los nuevos países que se incorporan son estrechos aliados de los EE.UU., supone un intento de consolidación de un proyecto Neoimperial Europeo con centro en Berlín y el eje Berlín-París con una línea evidente de ampliación de ese eje que incluiría como territorios hegemónicos aquellos que discurren entre Londres y Milán y que tiene como en común con el imperialismo Yankee el modelo Neoliberal capitalista.

Nosotr@s rechazamos frontalmente ese proyecto. Nuestra pretensión no es vestir mas o menos de rojo ese proyecto porque entre otras cosas nos parece imposible, eso no implica que tácticamente haya que confrontar con aspectos parciales del actual mal llamado proyecto de constitución europea, pero estratégicamente rechazamos ese proyecto global y frontalmente

Desde Castilla no podemos tener la menor complicidad con un proyecto de Unión Europea que deja completamente al margen al mundo Latinoamericano con el que nos unen estrechísimos lazos históricos, culturales y lingüísticos o a los pueblos de la otra orilla del mediterráneo, el mundo árabe. Cuando es además desde esas dos realidades de las que surgen en estos momentos mayores movimientos de resistencia frente al proyecto imperialista yankee.

Desde luego estamos por construir el frente más amplio posible de rechazo al proyecto europeo actual. Y además pensamos que se pueden acumular bastantes fuerzas alrededor de ese objetivo y en ese sentido daremos nuestro apoyo a todas las iniciativas que vayan en esa dirección.

10 RAZONES PARA DECIR NO A LA ACTUAL CONSTITUCIóN EUROPEA

1. NO es una constitución, no hay un proceso constituyente, no se ha elaborado mediante un proceso democrático.
2. NO es un proyecto para el conjunto de Europa, se amputa geográficamente, históricamente, culturalmente, a partes importantísimas de Europa que han tenido aportaciones esenciales a la transformación social de esta parte del mundo.
3. No es un proyecto de los pueblos ni para los pueblos, es un proyecto de los estados capitalistas y para los estados capitalistas europeos, al servicio de las grandes empresas europeas.
4. No es un proyecto a favor de las clases populares, de la mayoría de la población, es un proyecto a favor de las minorías privilegiadas.
5. No es un proyecto para las mujeres y los jóvenes.
6. No es un proyecto para que Europa pase a jugar un papel activo, transformador y positivo en el mundo, es un nuevo Proyecto Imperialista que comparte con el imperialismo yankee el noliberalismo y aunque entre ambos proyectos imperialistas hay ciertas contradicciones comparten un objetivo estratégico esencial cual es la dominación del mundo a través de la imposición del modelo neoliberal capitalista
7. Es un proyecto xenófobo.
8. Es un proyecto que perjudica muy especialmente a Castilla y dentro de Castilla muy particularmente a su agricultura y a su ganadería.
9. Es un proyecto que institucionalmente esta muy mal diseñado y no crea instituciones de control democrático de ese propio proyecto. Por primera vez en un tratado que se pretende constitucional el poder ejecutivo tiene competencias legislativas.
10. El actual proyecto de Constitución Europea no supone el menor avance en los derechos de l@s trabajadores y de los pueblos sino todo lo contrario, es por ello que rechazamos total y frontalmente ese proyecto. En cualquier caso la lucha contra este es una cuestión que necesita un desarrollo a largo plazo, la cuestión del referendúm consultivo del día 20 no es más que una batalla y seguramente no la más importante en esta larga guerra que tendremos que mantener hasta derrotar a este nuevo proyecto imperialista.

Por todo ello consideramos
A) Que el referendúm consultivo del día 20 no tiene la menor legitimidad y por supuesto que no nos vamos a sentir vinculados a sus resultados. Ese referendúm se va a realizar en unas condiciones de ausencia de democracia y de información sobre la cuestión que formalmente va a ser sometida a consulta.
B) Rechazamos absolutamente el actual proyecto de Constitución Europea.

Como conclusión de estas dos consideraciones nos parece que social y políticamente la expresión de rechazo a este proyecto puede ser en forma de votar NO en el referendúm o de ABSTENCIóN en el mismo. Considerando esta última posición no como una actitud de ambigüedad ante la propuesta que hace el gobierno español sino con una actitud de rechazo no solo a la Constitución Europea sino a la propia convocatoria de referendúm

Castilla, enero de 2005

Coordinadora Nacional de Izquierda Castellana