El neocolonialismo en Colombia

Que Colombia es, desde inicios del siglo XX una colonia de las potencias imperialistas y las multinacionales americanas, nadie lo duda ya, basta echar una vista atras para comprobarlo.

Ya en 1823, el presidente yankee James Monroe afirmo aquello de "América para los americanos", que leyendo entre lineas y ubicándose en el contexto histórico, en realidad quería decir "América para los EEUU", origen de la famosa frase de que "America es el patio trasero de los EEUU", el cual iba a controlar con mano de hierro hasta nuestros dias.

A esa expansión imperial dentro y fuera de sus fronteras le acompañaba la famosa "Doctrina del destino manifiesto" a mediados y finales del siglo XIX una especie de antecesora del "lebensraum" que unos cientos de años despues usarían los nazis alemanes para zamparse de un bocado media Europa, y que se basaba en una especie de "derecho divino" o "natural" que tenían los EEUU de expandirse imperial y territorialmente primero por toda la actual EEUU y luego ya por todo el continente.

Visionario era ya el libertador Simon Bolívar cuando decia en 1829 en su carta a Patricio Campbell que "los Estados Unidos parecen destinados por la providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad". Cuanta razón tenia el libertador, no lo sabia el bien.

Siguiendo esa dulce relación neocolonialista, desde inicios del siglo pasado, la relación especial entre EEUU y sus multinacionales y el gobierno colombiano ha encontrado cada vez mas expansió, al punto de que no nos resulta extraño que se considere a Colombia la gran base yankee en Sudamerica (de la misma forma que los ingleses lo son en el Europa)

A pesar de la que en Colombia es aun hoy en dia considerada una "mala jugada" de los gringos durante la guerra civil (primera gran intervención de EEUU en los asuntos internos colombianos) que propici la independencia del Panamá en 1903 (con la inestimable ayuda de los EEUU, que abiertamente boicoteó a Colombia, y ayudó militar y economicamente a los panameños en la independencia, para la lógica concesión a las multinacionales gringas del famoso Istmo de Panama y sus enormes beneficios económicos), sin embargo las acusaciones y tensiones mutuas entre Colombia y EEUU no duraron demasiado.

Ya se sabe que los gringos llevan esa doble cara; son tus amigos amablemente, pero cuando tienen que darte la puñalada por la espalda, lo hacen, indistintamente de que se trate de un aliado imperialista. Algo similar le hicieron a la España colonialista en 1898, con la voladura del Maine y demás sucesos.

De esta forma ya a inicios del siglo XX, Colombia (en realidad como el resto de todos los países latinoamericanos casi sin excepción) se convierte en terreno fértil para que multinacionales gringas campen a sus anchas por el país, cometiendo todo tipo de tropelías y amparados por unos gobiernos políticos locales ampliamente domesticados y favorables a los intereses gringos.

Y es que durante los primeros 30-40 años del inicio del siglo XX colombiano, el país estuvo controlado y dominado por la llamada "hegemonía conservadora" una serie de presidentes que tomaron al asalto el poder del país, monopolizando e incluso expulsando a sus rivales políticos, los liberales. Es en ese periodo cuando se abre camino a las multinacionales gringas y se empiezan a acumular las grandes fortunas colombianas.

El mejor ejemplo de ello seria la United Fruit Company, multinacional de la fruta (de la que Colombia tiene hasta saciarse) que explotaba impunemente el campo ( y a los campesinos) colombiano sin piedad. Ejemplo de ello seria el famoso caso de la "Masacre de las Bananeras" cuando en 1928, un regimiento de las lacayas Fuerzas Armadas de Colombia abrió fuego contra manifestantes que protestaban por las pésimas condiciones de trabajo en la United Fruit Company, la multinacional que los explotaba sin escrúpulos para obtener sus millonarios beneficios, arrojando una cifra de 800-3.000 asesinados.

Tal fue el impacto de la masacre que es ahí cuando se empiezan a levantar ya algunas voces serias contra la colonización gringa en Colombia y en toda Latinoamerica.

Los gringos han estado explotando de una forma demasiado descarada a los países latinoamericanos y se han estado apoyando demasiado abiertamente en todos estos regímenes despóticos, caciquiles y caudillistas en el continente. Es en este momento cuando surge la figura de Augusto Sandino en Nicaragua, de Farabundo Marti en Salvador o del celebre Jorge Eliecer Gaitan en Colombia, el primer gran líder popular liberal que, sin ser comunista, levanta la voz contra el imperialismo y colonialismo gringo en Colombia y los gobiernos caciquiles y oligárquicos locales que lo amparan.

Es, de hecho, en los debates parlamentarios por la masacre imperialista en Bananeras cuando afirma Gaitan que "esas mismas balas debían haber sido utilizadas para detener al invasor extranjero". Gaitan, sigue, pues, la senda directa de Bolívar hacia la emancipación colombiana frente a la injerencia imperialista extranjera, en alianza con la oligarquía local, propuesta que tragicamente, si miramos a nuestro alrededor, siguen siendo las mismas hoy en día, en pleno siglo XXI.

Y como no podía ser de otra forma, y tal y como se estarán imaginando a Gaitan, obviamente, se lo quitan de encima. Como a Sandino. Como a Farabundo Martí.

En 1948, el caudillo popular Jorge Gaitan es asesinado a balazos a la salida de su despacho de abogado en pleno centro de Bogota, curiosamente, el mismo día que se estaba celebrando la que se consideraba la mayor evidencia de la sumisión latinoamericana a los gringos, la famosa "Conferencia Panamericana" (iniciadas a finales del siglo XIX..¿adivinan a iniciativa de quien? exacto, de los gringos, para aumentar su comercio con latinoamerica, apoyándose en sus aliados gobiernos títere oligárquicos) y en este caso presidida por el líder, como no, conservador, Laureano Gómez, quien veta a Gaitán de la conferencia que es boicoteado.

Y misteriosamente unas horas después, aparece cosido a balazos, por cierto, no muy lejos de donde se celebraban los actos. Supongo que los gringos dirán que son casualidades del destino, como la voladura del Maine.

Tras este vil e impune asesinato, el pueblo obrero y campesino colombiano estalla en una revolución social denominada "Bogotazo" y que dio origen a las luchas guerrilleras en Colombia (precedente de las guerrillas liberales que en los 50 y 60 darían como origen a las FARC o el ELN), el famoso periodo de "La Violencia", entre las élites oligárquicas y un pueblo que estaba ya cansado y harto de sufrir el expolio de sus recursos a manos de multinacionales extranjeras y tener que callar, obligados por sus dóciles gobiernos locales, perros fieles de presa (como lo siguen siendo hoy en día) de sus amos gringos.

Es en ese contexto, de hecho, cuando en el país se instala abiertamente una dictadura fascista, para terminar de culminar los planes hegemonicos de la burguesía colombiana, la famosa dictadura del general Gustavo Rojas Pinilla de 1953-1958, que inicio la conciencia de resistencia revolucionaria del pueblo colombiano hasta hoy en día.

Sin embargo, a la burguesía oligárquica liberal "progre" colombiana aquello de la lucha armada debía parecerle poco "cool", y fruto de ello pactan con los que, al fin y al cabo eran sus aliados de clase, la burguesía oligárquica conservadora, en los famosos "Pactos del Frente Nacional" de 1958 y en los cuales, como buenos caciques, burgueses liberales y conservadores se repartieron el poder entre ellos de forma totalmente anti democrática (similar al bipartidismo español durante Alfonso XII y Alfonso XIII) obviamente con el visto bueno de sus amigos los gringos, que no ponían objeciones a semejante gobierno tan evidentemente antidemocrático. Todo sea por la estabilidad política del país, decían los burgueses.

Y así llegamos a los años 60 y 70. No todos los liberales han decidido dejar las armas. No todos se creen el cuento ese de la "democracia frente nacional" de la burguesía y algunos ven que ello no es más que la continuación del poder absoluto y caciquil de las oligarquías tradicionales colombianas, en alianza con las multinacionales y el gobierno neocolonial gringo.

Fruto de ello, algunas de esas guerrillas liberales se convierten en comunistas y nacen las FARC o el ELN, como elementos de lucha popular, revolucionaria, antioligárquica y antiiimperialista.

El gobierno oligárquico colombiano no se queda atrás, y fomenta el surgimiento del paramilitarismo, auténticos escuadrones de la muerte (similares a otros surgidos por toda Latinoamerica), que en alianza con el propio ejercito nacional, se dedican a la caza y captura del guerrillero, cometiendo masacres en todo el campo colombiano.

Ya en los 80 y 90, estos gobiernos oligárquicos, con el objetivo de obtener una alianza militar y económica para mantenerse en el poder, llaman a sus coleguitas los gringos para que entren como un elefante en una cacharreria en el país y se metan de lleno en el conflicto colombiano, amparando, ya de paso (por si fuera poco) la neocolonizacion económica de Colombia.

Ya en 1983 se firman los primeros acuerdos de cooperación judicial entre gringos y colombianos, con el objetivo de encerrar a los guerrilleros que no toleran en Colombia esta violación de su país, de su soberanía y de la clase trabajadora.

Durante toda la década de los 80, el partido izquierdista "Unión Patriótica", es masacrado y físicamente eliminado por el estado colombiano, en alianza a sus amigos paramilitares, que evidencian que en Colombia no existe la democracia. No existen cifras exactas pero se pueden llegar a contabilizar unos 5.000 asesinados en este auténtico genocidio político contra la U.P. Por supuesto, los EEUU, tan propensos a protestar en todo el mundo contra los "gobiernos dictatoriales" no dice ni pío. Estaba demasiado ocupado planeando la invasión económica del país.

Durante los años 90, es, sin embargo, cuando se dan mayores pasos a favor de esta colonización impune del país.

Desde los años 80, surge el famoso sindicato SINALTRAINAL-Sindicato Nacional de Trabajadores del Sistema Agroalimentario, fundado en 1982 y filial de la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia, y que agremia a obreros de la industria alimenticia, especialmente de las multinacionales Coca Cola y Nestlé, que ya en esta época se han metido de lleno en la explotación de los recursos, fundamentalmente agrícolas del país.

SINALTRAINAL va a representar mejor que nadie que las Bananeras no fueron nada en comparación con lo que los gringos son capaces de hacer con tal de obtener recursos explotando al máximo el país. Ya en 1990 el primer sindicalista, que protesta por las abusivas condiciones laborales de los gringos, es asesinado. Los métodos usados por los paramilitares de Coca Cola van desde la tortura y mutilación de cadáveres (que son mostrados a sus familiares como represalia) hasta la contaminación del entorno natural como castigo.

Entre 1991-1995, se registran hasta 3 asesinados mas por los esbirros paramilitares de la multinacional gringa, que añaden un muerto mas al año siguiente, complementándolo con amenazas de muerte o cierres de fabricas dejando a cientos de trabajadores en la calle.

Obviamente, sus aliados presidenciales Gaviria, Samper y Pastrana, siguen mirando a otro lado mientras los gringos cometen abusos y masacres en su país. Todo sea por la "plata" que se están llevando, que por cierto, no es poca. En el caso de Ernesto Samper, combina los beneficios de las multinacionales con lo que los narcotraficantes le pagan para sus campañas presidenciales y por lo cual será juzgado (aunque obviamente absuelto por sus amigos de la corte judicial).

Llegamos así, a los tres últimos presidentes del país, que han terminado de vender Colombia a los gringos; Andres Pastrana, Alvaro Uribe y Juan Manuel Santos, ya a inicios del siglo XXI.

El primero en poner el cartel "se vende" a Colombia para los compradores gringos, es Andres Pastrana, quien en 1999 firma en famoso "Plan Colombia" entre EEUU y Colombia, una renovada alianza militar con el gobierno de Bill Clinton de los Estados Unidos, que comprometió recursos de los dos gobiernos para fortalecer las Fuerzas Armadas y la justicia en su lucha contra "las guerrillas" y el narcotráfico.

Esta alianza militar implicó ya claramente la subordinación de la estrategia de seguridad interna colombiana a los intereses de política externa de Washington y especialmente, de los grandes contratistas privados yankees, como Dynamics Corporation, beneficiaria de los contratos de fumigación aérea de "cultivos ilícitos".

En virtud del Plan Colombia, se vinculó al ejército en la lucha contra las drogas, lo cual disimulaba realmente el verdadero propósito de meter al ejercito en el campo colombiano para tratar de exterminar a la lucha guerrillera.

Un paso mas lo dio su sucesor, el líder conservador Alvaro Uribe Velez (conocido por sus implicaciones en la fundación del movimiento paramilitar ultraderechista), que firma el "Acuerdo militar entre Colombia y Estados Unidos" de 2009, acuerdo bilateral de tipo militar entre Alvaro Uribe y "pacifista" Barack Obama con el que ambos países buscan combatir con mayor eficacia el narcotráfico en Colombia, cuando lo único que hacen en realidad es aumentar la agresión contra el movimiento guerrillero.

A Estados Unidos se le permitiría mayor acceso a 7 bases militares, incluyendo la Base Militar de Palanquero que es considerada estratégica por su posición en el continente americano. Con este acuerdo, pues, la presencia militar yankee en Colombia se considera ya una invasión de EEUU en una Sudamérica que, recordemos, en 2009 cuenta ya con una elevada cantidad de gobiernos de inspiración izquierdista y antiimperialista.

Nueva casualidad, dirán los gringos, y es que la historia colombiana esta llena de casualidades, qué cosas.

El delfín de Uribe, y su heredero político, Juan Manuel Santos, sube a la presidencia colombiana en 2010, y aparte de continuar con los planes ya iniciados en los 90, ha terminado, hasta el momento, dando la puntilla al neocolonismo yankee en Colombia, en este caso a nivel económico, con los recientes acuerdos, apenas hace unos días del "Tratado de Libre Comercio-TLC" entre, como no, EEUU y Colombia, tendiente a una liberalizacion y acercamiento del comercio entre ambos países.

Un acuerdo que en palabras del senador del Polo Democrático Alternativo (coalición de izquierdas de la que forma parte el partido comunista), Jorge Enrique Robledo "es la peor decisión que ha tomado Colombia en toda su historia, se organiza la economía nacional colombiana según la conveniencia de las multinacionales estadounidenses, y quedamos convertidos en una especie de colonia económica de EEUU".

La propia alcaldesa de la capital, Bogota, Clara Lopez, también del Polo, mostró igualmente su indignación y rechazo al TLC. Un tratado que prevé convertir la economía colombiana en un apéndice de los intereses yankees (como de hecho ya es de facto, al ser los gringos los principales consumidores colombianos, y que orientan su economía, así como sus recortes) y que el gobierno de Santos ya ha iniciado a nivel educativo.

De hecho, las recientes reformas de la universidad colombiana (que en estos días están generando protestas por todo el país) no es mas que el intento del presidente colombiano Santos de copiar, literalmente, el modelo universitario de los EEUU, con una universidad corporativa, totalmente privatizada y financiada hasta las trancas por empresas y multinacionales privadas que son, obviamente, quienes dirigen los planes y contenidos curriculares de la universidad. En Europa, con el sistema europeo de educación superior, ya sabemos de que va la película.

Colombia queda, pues, en 2011, convertida en una autentica colonia económica y militar de los EEUU, su bastión y punta de lanza en el molesto continente latinoamericano, demasiado contestatario a los planes imperialistas de los EEUU.

Esa es la trágica realidad del pueblo colombiano, mientras en sus grandes ciudades (Bogota, Medellin, Cali, Barranquilla, Cartagena..) vemos barriadas de cientos de miles de personas que malviven en condiciones infrahumanas, en chabolas de cartón o chapa, sus gobernantes prefieren priorizar el llenarse los bolsillos a costa de atractivos contratos millonarios con sus amos de los gringos.

Mientras los políticos yankees y la oligarquía colombiana nos insisten que el malo es "el terrorismo", que el malo es el comunismo, que el malo es Chávez, y que ellos son los salvadores de la patria colombiana, lo cierto es que nunca jamás en toda la historia de Colombia, el país había quedado vendido y colonizado de una forma tan clara y vergonzosa como ahora en el siglo XXI.

En Colombia hay un conflicto, claro que si, les guste o no reconocerlo a sus lideres. Pero no sólo en Colombia, en toda América, Europa, África y Asia hay un conflicto, y un conflicto grave; se llama lucha de clases y se llama capitalismo.

Y eso no se erradica con tratados y alianzas, eso se soluciona con la unión, no sólo del pueblo colombiano, si no de todos los pueblos del mundo, para eliminar el sistema capitalista y para ponerle una barra de hierro que colapse de una vez por todas la maquinaria del imperialismo en todo el mundo.

Esa es la ÚNICA realidad de Colombia y, como dije en otro articulo, esa realidad no la maquillan ni los mejores guiones de Hollywood.

xWilfo, militante de Iniciativa Comunista

http://www.iniciativacomunista.org/venceremos/spip.php?article963