lahaine.org
Estado español :: 21/04/2008

En defensa de las liberaciones de visones

Acción Vegana

Cada vez que se realiza una liberación de visones, surge inmediatamente un debate acerca de estos animales que generalmente están tan olvidados. Hay quienes no dudan en hacer una defensa contundente de las liberaciones y dar la espalda a la industria peletera, pero también los hay que condenan rotundamente las mismas por distintos motivos. Seguidamente se mostrarán los ataques más frecuentes que se suelen esgrimir contra las liberaciones de visones y se responderán a ellos.

1.- El impacto ambiental de los visones

Se afirma que los visones van a provocar una masacre en la zona que rodea la granja, de hecho, una periodista sensacionalista tras una liberación que se realizó en Gondomar (Galicia) en el año 2002 afirmaba literalmente que “cientos de monstruos corretean por el bosque”. Lo cierto es que los visones son animales solitarios y muy territoriales, no pueden vivir muchos en un mismo espacio. Cada uno de ellos dispone de un territorio de varios kilómetros cuadrados, al que no permite que accedan otros visones. Por ello el impacto ambiental que puede causar un único visón en varios kilómetros cuadrados será mínimo, nunca va a ser el que precipitadamente algunos periodistas auguran.

Por otra parte, no son pocas las zonas de la Península Ibérica donde los cazadores, por mera diversión, han terminado con las poblaciones de animales predadores (lobos, zorros, tejones, nutrias, visones europeos, etc.) Podría darse el caso de que un visón liberado llegase a ese ecosistema sustituyendo al predador extinguido, devolviendo al ecosistema el equilibrio que los cazadores rompieron.

También se dice que la introducción de una especie alóctona como es el visón americano (el que hacinan los peleteros en las granjas) en los ríos de la península es la causante de la progresiva desaparición de una especie autóctona, el visón europeo. Los principales responsables de la situación en que se encuentra el visón europeo no son los diferentes grupos que realizan liberaciones, sino la industria peletera. Desde hace cientos de años la industria peletera ha salido a cazar visones europeos (junto con otros animales) para hacer prendas de vestir de lujo, provocando un fuerte descenso en la población y colocándolo al borde de la extinción. Además, en distintos puntos de España existen poblaciones libres de visón americano desde los años 70, mucho antes de que le produjese la primera liberación (ocurrida en 2001). Estas poblaciones proceden de escapes fortuitos de granjas, y a veces granjeros arruinados han soltado los visones que mantenían enjaulados para no invertir dinero en alimentarles. La industria peletera y sus clientes son los únicos responsables de sacar a los visones de su hábitat natural, privarles de libertad e introducirles en los ecosistemas de la Península Ibérica.

Algo que sí supone una importante fuente de contaminación son las propias granjas de visones. Los visones son alimentados con comida de alto contenido en proteínas y por ello producen unos excrementos pequeños, pero con muchos nutrientes. Los granjeros, a pesar de que ante los periodistas dicen estar muy preocupados por el medio ambiente cuando el FLA libera a los visones que ellos mantienen enjaulados, jamás se preocupan por depurar sus aguas residuales. Los purines al degradarse en los ríos generan un descenso del contenido de oxígeno en el agua que puede asfixiar a los peces.

Pero más importante aun en lo referente al hipotético impacto ambiental que suponen las liberaciones de visones es que, incluso si este fuese cierto, seguimos defendiendo las liberaciones de visones. Creemos que ningún animal debe estar enjaulado, a pesar de que su posible liberación supusiese un impacto ambiental. Consideraos que todos los individuos que habitamos el planeta tenemos derecho a vivir en libertad, todos sin excepción alguna. Igual que nos opondríamos rotundamente a que se encerrase en una jaula (encarcelamiento) a un humano porque en su vida cotidiana crea un impacto en el medio ambiente, también condenamos el que un visón sea enjaulado bajo este mismo argumento. Si alguien dice que un visón debe estar enjaulado el resto de su vida en lugar de estar libre en un riachuelo por el posible impacto que cause en el mismo, antes debe recapacitar sobre el impacto que provoca esa persona en su vida cotidiana. No hay especie que esté causando mayor impacto en los ecosistemas del planeta que la humana, y ello no justificaría que se nos enjaulase a todos.

2.- Capacidad de supervivencia de los visones

A la vez que se nos habla de la masacre en el ecosistema que van a provocar esos “monstruos” se nos dice que al haber pasado toda la vida enjaulados, los visones no saben cazar. ¿Cómo unos animales que no son capaces de cazar puede realizar una masacre? Las contradicciones en que caen quienes atacan las liberaciones de visones son numerosas, ésta es una de las más evidentes.

Los visones son animales completamente salvajes, y a pesar de haber nacido en una jaula y haber sido alimentados artificialmente por un granjero dos veces al día, cuando son liberados el instinto salvaje que poseen empieza a jugar su papel. Enseguida buscan un medio acuático, y un lugar en el que hacer su madriguera. Si a este río o lago llegan muchos de los visones liberados se dispersarán ampliamente ya que, como se ha indicado, son animales solitarios y muy territoriales.

No podemos afirmar que todos los visones liberados sobrevivan, es cierto que debido a las condiciones de confinamiento a la que el granjero les ha sometido se encontrarán con varias desventajas. Sus músculos no estarán tan desarrollados como lo estarían si hubiesen vivido en libertad, los reflejos no serán tan rápidos como deberían, y no son pocos los que a causa de la privación de estímulos que han padecido muestran desajustes psíquicos tales como las conductas repetitivas (balanceos, giros sobre sí mismos, etc.). Aun con estas dificultades provocadas por la industria peletera, el instinto salvaje de muchos visones les permitirá vivir en libertad el resto de sus vidas.

Tras las liberaciones aparecen en las cadenas televisivas decenas de visones muertos, con ello se intenta mostrar que los visones no sobrevivirán. En realidad esos visones no han fallecido por no poder desenvolverse en un medio salvaje, sino que han sido asesinados por los granjeros, sus amigos, los cazadores de la zona y otros verdugos que aprovechan esa oportunidad para salir a divertirse. Es curioso que cuando la liberación se produce pocos días antes de la matanza de los visones (noviembre), los visones que aparecen muertos en la televisión se puede contar por decenas, mientras que cuando se liberan a las hembras embarazadas (primavera) tan solo se ve la imagen de los muy pocos visones que han sido atropellados por los coches (muchas veces ninguno). La razón de que esto ocurra es muy sencilla. El granjero no permitirá que se maten a las hembras embarazadas, ya que esto le supondría un importante coste económico, pero cuando el visón liberado ya ha alcanzado el tamaño suficiente para ser despellejado, el granjero no dudará en pedir a cazadores y vecinos que maten todo visón que encuentren y que le lleven el cadáver. La captura del animal vivo en esta situación no supone ninguna ventaja al granjero.

Otra contradicción de quienes atacan las liberaciones porque supuestamente no logran sobrevivir en la naturaleza es que implícitamente están diciendo que en las granjas sí que pueden. Esto evidentemente es falso. Los animales criados por la industria peletera siempre tienen el mismo destino, ser asesinados para acabar convirtiéndose en un abrigo. Cuando se nos habla de lo difícil que es que un visón liberado sobreviva en libertad se nos debería hablar a continuación de lo imposible que es si permanece en la jaula. Al contrario de lo que se nos quiere hacer creer, las liberaciones de visones son la única oportunidad que tienen estos animales de escapar de una muerte segura.

3.- Animales violentos

También se dice que se trata de animales muy violentos, y aparecen espectaculares fotos y grabaciones de algún visón recapturado revolviéndose entre los guantes de su captor. Los visones no son monstruos como nos decía aquella periodista, son animales que quieren defenderse de una posible agresión. Nunca intentarán cazar a un humano, y de hecho -al igual que ocurre con los visones, hurones, nutrias, etc. que han vivido siempre libres- cuando ven a una persona que se les acerca intentarán escapar y se esconderán. No obstante, es posible que se defiendan cuando se sienten acorralados, cada vez que los vecinos intentan matarlos o recapturarlos. Esta es una reacción instintiva que muestra la capacidad de supervivencia que poseen, así como sus ansias de libertad. No son especialmente violentos, sino que actúan de la misma manera a como lo haría cualquier otro animal salvaje que se sienta amenazado. Para que esto no suceda lo mejor es dejarles en libertad y no hacer que se sientan amenazados.

4.- Posibles ataques a “animales de granja”

La longitud del cuerpo desde la cabeza hasta el comienzo de la cola es de entre 42 y 45cm. en el macho, y de entre 36 y 38cm. en la hembra. El peso habitual de un visón macho adulto es de 2.200g. y de las hembras de 1.1000g. Un animal de este tamaño no tiene la capacidad de cazar ciertos animales domésticos como la vaca o la oveja, aunque se defenderá de ellos si se siente amenazado. Se alimenta de pequeños animales como los pichones y huevos de aves, es muy hábil nadador, lo que le permite pescar.

Aunque no tengamos constancia de que haya sucedido nunca, sería posible que un visón liberado cazase algún pollo, gallina o conejo de un corral. Los visones, como cualquier animal, luchan por sobrevivir, y tan legitimo es que cacen un conejo salvaje como uno encerrado en un corral. No creemos que haya diferencia alguna en cuanto al conejo en sí, lo único que distingue a uno del otro es que el de corral está siendo utilizado por un humano que tiene intereses en él. Consideramos que todos los habitantes del planeta tienen derecho a disfrutar de sus vidas en libertad, y que nadie es quien para encerrar a ningún animal en un corral. Por consiguiente, en el hipotético caso de que algún día un visón liberado cazase un pollo de un corral esto no nos escandalizaría, lo aberrante es que un humano se crea con derecho a someter a otro animal.

Una cosa que nos debe hacer pensar es lo que ocurre cuando un depredador salvaje logra entrar en un corral. Cuando el zorro se mete en el gallinero no mata a una gallina, sino que mata a todas las posibles pero se lleva solo unas pocas de ellas. ¿Por qué ocurre esto?. Sencillamente porque los animales no deben estar encerrados, no están preparados para ello. El instinto del animal salvaje es cazar, cazar lo máximo posible, un animal que cace mucho tiene mayores posibilidades de sobrevivir. Lo que ocurre es que un animal con este instinto natural de cazar lo máximo posible se encuentra con una situación completamente antinatural que es la de que un grupo de posibles presas están hacinadas sin posibilidad de escapar. Es una situación que en la naturaleza jamás se daría. El zorro no está preparado para tal situación debido a su carácter antinatural. Estos hechos nos invitan a pensar hasta qué punto el ser humano está creando situaciones artificiales y antinaturales por su codicia y ansias de someter a otros animales.

5.- Los visones como propiedad privada

Otra de las condenas más frecuentes a las liberaciones de visones se debe a que el crítico ve a los visones como si fuesen propiedad del granjero. Considera que es el granjero el único que puede disponer de los visones porque “son suyos”. El que alguien los libere es calificado como un “robo”.

Como se ha mencionado, todos los animales del planeta tienen (tenemos) derecho a ser libres, y ningún granjero tiene potestad para tratarles como si fuesen objetos, recursos, o mercancía. No es el liberador el que no tiene derecho a devolver la libertad que le ha sido arrebatada a un visón, sino que es el granjero el que no tiene derecho a enjaular y esclavizarle. El liberador no está “robando” nada, sino que le está devolviendo al visón lo que le pertenece; la libertad.

6.- Los liberadores como ecologistas

Titulares y comentarios como: “Se abren las jaulas de una granja de visones dejando escapar a miles de ellos; los ecologistas podrían estar detrás de esto” son muy frecuentes. Cuando surge el debate gracias a las liberaciones de visones, son muchos los que evitan hablar de Liberación Animal (o posibles miembros del F.L.A.) y llaman a los liberadores ecologistas. Lo que se está intentando aquí es desviar el debate del problema real. En lugar de hablar de los argumentos que han motivado la acción se quiere centrar la cuestión en si los visones dañarán el ecosistema o no. Se da por hecho que sí causarán un impacto y que por consiguiente los “ecologistas” que han realizado la liberación en realidad, más que ecologistas eran unos irresponsables que actuaban precipitadamente sin haber recapacitado sobre las consecuencias reales de sus actos.

Se pretende ocultar que quienes realizan este tipo de actos se sienten motivados principalmente por el derecho de cada animal a ser libre. Al equipararles con “ecologistas” en cierta medida se está manipulando la información. Porque con el término ecologistas comúnmente se entiende a aquellas personas pertenecientes a una organización que pretende conservar el planeta por propio beneficio de los humanos. Cuando realmente la crítica que esconde cada liberación de visones sobrepasa estos argumentos y se centra en el derecho de cada visón a ser libre y a no ser enjaulado por ningún granjero que quiera enriquecerse.

Pero además de preocuparse por los visones como individuos, los liberadores también se preocupan por el ecosistema, ya que en él viven otros animales que también merecen consideración. No es que quien realice estas acciones no se pueda considerar ecologista, sino que las liberaciones en sí mismas muestran que quienes las realizan no suelen sentirse identificados con las connotaciones que comúnmente implica ese término. Los “ecologistas” (o lo que se entiende por ecologista) suelen preocuparse por “el planeta que dejaremos a nuestros hijos”, ven la Tierra como un recurso del que los humanos podemos disponer en nuestro beneficio. Se trata de un ecologismo superficial. Pero los liberadores van mucho más lejos, creen que la naturaleza no debe ser destruida no tanto por interés de los humanos, sino porque merece un respeto en sí misma. No porque los humanos le podamos sacar mayor provecho, sino porque los humanos y el resto de animales formamos parte de ella. Se trata de un ecologismo profundo.

Como oposición explícita a las connotaciones que se suelen asociar al término ecologismo un grupo de liberadores hizo un comunicado público en el que se desmarcaban de este tipo de “ecologismo”, y querían mostrar que su crítica iba mucho más lejos. Al parecer el grupo en cuestión era consciente de que en una liberación ocurrida dos días antes (a más de 1000 kilómetros) los medios de información habían llamado ecologistas a los miembros del otro grupo (con las connotaciones que esto implica). El grupo que emitía el comunicado no quería que a ellos les sucediese lo mismo, o pretendían que si a ellos se les llamaba ecologistas que fuese con las connotaciones reales que ese término tenía para ellos. A continuación aparece el extracto del comunicado en el que se hace alusión a ello:

“…Los medios de comunicación de masas nos han calificado como ecologistas (a los liberadores de visones) tras la reciente liberación que el Frente de Liberación Animal llevó a cabo en Castellón. Desde aquí queremos matizar que, aunque no nos desagrada el término en cuestión, nuestra postura ecologista parte de un rechazo radical al antropocentrismo comúnmente manifestado por las grandes ONG´s “ecologistas”. Creemos en la liberación animal desde una visión respetuosa con el medio ambiente del que formamos parte. Los visones son animales salvajes, y nos hemos limitado a devolverles a su estado natural, de donde jamás debieron haber sido sacados…”

7.- Los liberadores como gamberros

Las personas que participan en este tipo de actos son muy diferentes entre ellas, hay tanto hombres como mujeres, adolescentes que apenas rondan los 15 años como señoras que holgadamente sobrepasan los 60. Sólo hay una cosa que podemos decir que con toda seguridad les une, es el deseo de que todos los animales del planeta sean libres, y el que todos están dispuestos a luchar por conseguirlo. Quienes llevan a cabo las liberaciones no se limitan al mundo de las ideas ni de las palabras, sino que llevan sus creencias a la práctica. El comunicado citado anteriormente finaliza así:

“(…) Lo que hemos hecho ha sido una expresión de nuestras ideas en el mundo real. Creemos que ningún individuo debe estar enjaulado (…) repetimos una vez más que este tipo de acciones sólo se erradicarán cuando el último animal oprimido sea liberado. Hasta ese momento continuaremos adelante.”

Los comunicados que los distintos grupos publican tras una liberación confirman que no ha sido un acto vandálico, ni una gamberrada. Sino que tras la liberación se esconde una fuerte concienciación acerca de los visones como individuos que merecen ser libres.

Quienes califican a los liberadores como vándalos pretenden ocultar el motivo real de las liberaciones, una vez más intentan evadir el debate y criminalizar un acto en defensa de la libertad.

Es significativo que quienes más hincapié hacen en tachar a los liberadores de gamberros son siempre los propios granjeros y los responsables de la industria peletera. Son ellos quienes siempre esquivan el hablar de la liberación animal como movimiento, ni siquiera mencionan las palabras de liberación animal. Saben que las liberaciones en sí mismas promueven el debate sobre el supuesto derecho de los humanos a explotar otras especies, especialmente la industria peletera. Es preferible para los granjeros el no dar pie al debate y afirmar, como hacen siempre, que la liberación ha sido obra de “gamberros”.

La famosa Charo Carrillo, una de las 5 principales peleteras de Europa por tener un centro de investigación genética de visones, varias tiendas y ser diseñadora, decía compungida ante las cámaras que no había que confundirse, que quien había liberado a los 11.000 visones que mantenía enjaulados “no son defensores de animales sino animales”. Cruella Devil, como es apodada esta señora, no se daba cuenta de que el que les insultase a los liberadores llamándoles animales era ridículo, porque todo aquel que cree en la liberación animal considera la especie humana como una más de entre las que habitan el planeta, se consideran animales porque lo somos. Los liberadores rechazan esa soberbia de especie tan frecuente entre los humanos.

Pero la intención real de ese astuto comentario de Charo era alejar lo máximo posible el debate acerca de los visones como individuos que merecen ser libres, y evitar que se cuestionase su derecho a subyugar, enjaular y asesinar según sus intereses económicos.

CONCLUSIÓN

El texto anterior se ha escrito no con intención de fomentar las liberaciones de visones, un vez más reiteramos que la decisión de llevar a cabo o no este tipo de actos es cuestión de cada uno.

Lo que se pretende desde www.accionvegana.org es mostrar nuestro apoyo a estas acciones, y responder de una forma crítica a los ataques que se esgrimen contra las liberaciones de visones.

Desde nuestro punto de vista las liberaciones de visones son motivo de alegría por muchos motivos, no sólo porque promueven el debate y despiertan a la gente de ese estado de somnolencia y pasividad crónico con respecto a la cuestión de la explotación animal. También, y especialmente, por cada uno de esos individuos a los que se les brinda la oportunidad de ser libres, algo que la industria peletera, codiciosa de dinero, se empeña en negarles. Por último, las liberaciones nos alegran porque son una muestra de que hay personas que no entienden la liberación animal sólo como una ideología, sino que además la llevan a la práctica, asumiendo las posibles consecuencias que esto les pueda suponer.

El texto se refiere principalmente a las liberaciones de visones, pero puede ser aplicado a cualquier otra especie animal. Para escribirlo nos hemos basado principalmente en nuestras propias reflexiones, pero también nos hemos servido del nº 10 de Sombras y Cizallas (especialmente centrado en la industria peletera), en la revista “Ofensiva Antipeletera”, el libro “Liberación Animal: más que palabras”, así como entrevistas, relatos de acciones y comunicados que han sido publicados en nuestra página web.

 

Contactar con La Haine

 

Este sitio web utiliza 'cookies'. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas 'cookies' y la aceptación de nuestra política de 'cookies'.
o

La Haine - Proyecto de desobediencia informativa, acción directa y revolución social

::  [ Acerca de La Haine ]    [ Nota legal ]    Creative Commons License ::

Principal