Estado de Alarma y las personas con TEA
Las personas con TEA (Trastorno del Espectro Autista) ven el mundo de una forma diferente a los neurotípicos. El Estado de Alarma decretado por el Estado Español desmorona nuestra forma de vida, nuestro cómodo individualismo. Ese individualismo que sigue condenando a las personas con TEA a la total invisibilidad.
Hagamos un esfuerzo empático sí, es mucho pedir, pero no debería suponer ningún esfuerzo. La empatía en el ser humano viene de serie pero se pierde cuando cedemos al sistema que nos convierte en egoístas y ciegos selectivos.
Una vez hecho este esfuerzo, toca dirigirse al grano. Las personas con TEA necesitan vivir en un mundo estructurado. Cuando son niños es más fácil reestructurar su día a día con la ayuda de pictogramas, así como con recordatorios, sobre todo escritos. ¿Pero qué ocurre cuando llegan a la edad adulta? Los pictogramas ya no son suficientes para reestructurar su mundo.
Pues bien, las personas con TEA necesitan un día a día sin grandes cambios, unas terapias, sobre todo presenciales, que apacigüen su ansiedad ante un mundo que cambia demasiado rápido y casi siempre sin avisar.
El estado de alarma ha parado las terapias y la rutina de estas personas. Les ha creado un estado de ansiedad que será difícil de controlar por parte de sus familiares. Es por todo ello por lo que es de imperiosa necesidad que se cubran las necesidades de estas personas por parte del estado. Se han de poner medios, de carácter público por supuesto, a la disposición de estas personas y de sus familias.
Por otro lado es necesario informar a la ciudadanía de que antes de señalar a cualquier persona que acompaña a algún familiar con TEA no lo hace por capricho, lo hace porque es algo vital, algo totalmente necesario. Y totalmente imprescindible, que las fuerzas de seguridad que vigilan que se cumpla el estado de alarma, sean formadas en el modo de tratar a las personas con Tea para evitar provocarles un estado de ansiedad.