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Anti Patriarcado :: 08/03/2006

Feminismo y Lucha

Colaboradores Anónimos Hommodolars

Dentro de la coyuntura que nos presenta el día internacional de la mujer, más que preguntarnos sobre la necesidad de celebrar o conmemorar esta fecha, proponemos una crítica sobre el contexto social actual sobre el que se ubica la integración y el realce de la figura de la mujer y el lugar que el feminismo tiene hoy.

La reducción de la mujer a un nivel inferior a partir de su condición de género corresponde a uno de los motivos por los cuales las luchas feministas siguen teniendo sentido, al margen de la integración institucional y el realce que actualmente se le otorga al papel social de éstas. Así, mientras exista un amino de aumentar la participación política y laboral de las mujeres en las Sociedad Occidentales, tambien existirán motivos por los que estos avances son otorgados con facilidad, como a su vez, razones con los cuales la lucha feminista se haga menos reduccionista y más potente.

El aumento del área de participación del género femenino e incluso de algunas mayorías sexuales tiene a mi parecer tres áreas de acción: la laboral, la política -cuando ello favorece a los poderes ya existentes-, y en los espacios del mercado en los que ellas puedan aumentar su consumo o endeudamiento. De esta forma, la integración de la mujer como una gran masa de trabajadores que se integran al mercado y entregan su fuerza de trabajo a un salario inferior al que les corresponde por dicha acción -incluso por un valor inferior al precio de mercado que dichos trabajos tienen- es un proceso propicio para el aumento de las ganancias de las empresas, incluyendo con ello que dichos salarios se transformaran consumo de los bienes básicos, y si es posible, para alguna que otra migaja de placer que alcance con ello.

Por otra parte, los estándares morales que antaño eran reproducidos por las instituciones sociales como las iglesias y la familia, y que progresivamente se integraron al circuito de la educación y la comunicación, van afirmando los parámetros del cómo la mujer debe comportarse frente a la sociedad y/o el mercado; de los quehaceres y sus expectativas; y por supuesto, el cómo debe relacionarse con su cuerpo, etc. Este último, debiéndose entregar a la pureza de la procreación y la crianza, y al placer de un macho.

De este modo, el contexto de explotación y discriminación laboral, de represión social y alineación de la corporalidad y el placer de los trabajadores y trabajadores, el menoscabo de sus capacidades en torno a las diferencias de clase, la violencia física y psicológica, entre otros sufrimientos justificados y ocultados por el poder económico y la institucionalidad en plenitud, son problemas y reivindicaciones que no solo competen a la Mujer como género.

En otras palabras, estos dolores no son distintos a los de los demás grupos marginados y oprimidos; sus malestares de género no son sino equivalentes a las contradicciones que instalan los modos en que se basa de los grupos de poder, su monopolio de los medios de producción y su estatus. Así, no debiesen, por tanto, apoyar las nuevas formas mediante las cuales se aumentar y mantener dicho poder. En otras palabras, comprender el desplazamiento del que son producto ciertos grupos significa, a su vez, comprender la pertinencia que esta situación suscita para la reproducción de prácticas económicas y del poder.

En este sentido, la separación de los trabajadores de los trabajos intelectuales y de su propio trabajo; la alineación y represión del cuerpo que es impuesta por la moral y las pautas de consumo; la marginación territorial de los pobladores y pobladoras; permite de esta forma la persistencia de un modo de producción capitalista y de sus consecuencias; formas que mantiene el poder político y económico en las manos en que ya se encuentra y aumenta sus ganancias, sus redes de control y su poder.

Por ello, es que es necesario que las Luchas Feministas que hoy nos convocan centren su atención en las causas históricas que las suscitan, esto es, las formas en que el capital se produce y reproduce, así como sus mercancías y sus imágenes sociales: su estructura y su ideología. Contexto en el que las Reivindicaciones Feministas tienen y aumentan su vigencia, no al ala del poder que integra a su género, sino de la mano de una posición critica que enjuicie las causas históricas-concretas de su posición antagónica de clase, en forma tal que los objetivos primeros no sean sino la destrucción del capitalismo y su Cultura de masas.

Especial 8 de Marxo en Chile 2006:
http://www.hommodolars.cl/

 

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