Las hijas de Isis en la próxima revolución popular mexicana

A la clase obrera mexicana
que hará la próxima revolución popular mexicana
conmemorativa en el 2010 – 2017 – 2034,
Bajo la avanzada indígena del EZLN
El Congreso Nacional Indígena
Campesinos desterrados sin territorio,
Vestidas, trabajadoras sexuales,
Niños de la calle, vagoneros,
Teatreros y artistas de la vía pública,
Enfermos de SIDA, taxistas,
Yerberas, chocheros,
Chamanas y brujos,
Policías comunitarias de Guerrero,
Promotoras de salud reproductiva zapatistas,
Locutoras triquis de su radio comunitaria
La voz que rompe el silencio,
Abortistas, plañideras sin dios y sin suerte,
Vendedores ambulantes, ilegales, y espaldas mojadas
Migrantes, empleadas del hogar,
Lesbianas y heterosexuales,
Costureras, estudiantes y maestros,
Ecologistas, cuidapalos y apagafuegos,
Alcohólicos anónimos y conocidos,
Drogadictos, anarco punk,
Comunistas, católicos progresistas,
Cristianos díscolos,
Y otros parías, harapientos y desterrados
Hijos de Isis,
Renegados del capital.

“Podremos construir una nueva sociedad donde el sexo comercial y las personas que lo ofrecen dejen de ser mercancías....Quizá uno de los papeles de las trabajadoras y trabajadores sexuales sea el de coadyuvar con una mejor educación sexual placentera, divertida y saludable de la clase obrera. Quizá muchas compañeras y compañeros del talón se dediquen a la terapia sexual o a la salud sexual. Así mismo, es posible que se dediquen a promover orgasmos a domicilio... pero ya sin la sombra de un protector patriarcal”.

La visión del trabajo sexual en una nueva sociedad es uno de muchos temas explorados en el nuevo libro, La Otra Campaña y La Lucha de Clases de las Trabajadoras Sexuales en México, presentado en el Café Ramona el viernes 16 de julio por los y las compañeras Elvira Montejo y Jaime Montejo de la Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer "Elisa Martínez" y David Avendaño (Krizna) de la Red Mexicana de Trabajo Sexual, con la participación de la periodista Gloria Muñoz Ramírez, y Sergio Rodríguez Lazcano de la revista Rebeldía, quien comentó: “El libro que tienen en sus manos representa la elaboración de una gramática de la rebeldía”.

Desde las calles del Distrito Federal, Tlaxcala, Ciudad Juárez, Guadalajara, Orizaba, Tijuana y tantos otros lugares, este libro presenta en detalle muy específico la realidad enfrentada a primera mano diariamente por las hijas e hijos de Isis que hoy practican el oficio más antiguo: “Los crímenes y agresiones contra trabajadores sexuales son cosa de todos los días. El 11 de julio de 2006 un grupo de militares violó a 14 bailarinas in Castaños, Coahuila, sin que hasta ahora se haya castigado a los responsables. En el barrio La Merced, en la Ciudad de México, en sólo 15 días de julio del año pasado, fueron asesinadas cuatro trabajadoras sexuales”.

El libro es un esfuerzo colectivo que pone su situación actual en un contexto histórico que abarca quince años de experiencia de tejer una amplia red de trabajo sexual en todo el país. Las y los autores exponen sus demandas de corto y largo plazo y sus maneras de organizarse en cooperativas contra políticas de explotación, estigmatización, represión y despojo ejemplificadas en el programa de Cero Tolerancia impuesto por Marcelo Ebrard en el Distrito Federal. Pero, saben que ellas solas no van a poder hacer los grandes cambios necesarios. Por eso sus reflexiones y planteamientos sobre la lucha actual y venidera se hacen dentro del contexto de La Otra Campaña zapatista.

Al presentar el libro, la compañera Krizna destacó que un aspecto importante del trabajo sexual ha sido la lucha contra el SIDA. Como resultado, las trabajadoras sexuales también se han convertido en educadoras y promotoras de salud. La Brigada y la Red rechazan el control sanitario impuesto por varios gobiernos y promueven medidas como pruebas voluntarias de SIDA.

También planteó que se requiere de una transformación interna para poder batallar diariamente contra la violencia policiaca, el encarcelamiento, las redadas, los asesinatos de trabajadoras, la explotación por padrotes y madrotas, la “limpieza” de la ciudad y el despojo de fuentes de trabajo: Hace falta borrar la estigmatización interna y dejar de sentirse víctimas para ser actores que pugnan por los derechos laborales y cambios profundos en la sociedad. Con respecto a la lucha, afirmó que es imprescindible que La Otra Campaña responda a los graves atropellos que ocurren en la sociedad como la quema de la guardería ABC en Hermosillo, Sonora.

La compañera Elvira habló de la formación de las cooperativas y de los esfuerzos para construir clínicas y espacios propios para evitar dependencia del Estado y de los padrotes. En las clínicas ofrecen análisis de papanicolau, coloposcopías y la electrocirugía como tratamiento para el virus de papiloma humano, el cual provoca más muertes que el VIH en México. Venden a precios bajos el condón Encanto, disponible en varios modelos, como medida de protección y como una importante fuente de ingresos para otros proyectos.

La respuesta con respecto a una pregunta sobre la prostitución infantil fue contundente: No es trabajo sexual. Es la esclavitud. Siempre nos oponemos a esa. Elvira agrega: Pero nosotras no nos quedamos ahí llorando por las pobres niñas como esas liberales... Nosotras vamos, agarramos al padrote, lo llevamos al ministerio público y lo acusamos.

Si no pueden agarrarlo, lo denuncian en público a pesar de las amenazas de muerte que suelen recibir. El marzo pasado Gloria Muñoz Ramírez reportó unas recientes amenazas en La Jornada. En este caso, la procuraduría capitalina había detenido a 28 personas por lenocinio el 12 de marzo, pero un poco después Elvira Madrid y Jaime Montejo denunciaron que “no se detuvo a ninguno de los grandes capos de las 10 bandas organizadas dedicadas a la trata de personas”. Dijeron que en La Merced existen “por lo menos 30 locales, entre hoteles, callejones y casas, que son utilizados para servicios sexuales, incluso con menores de edad, cada uno de los cuales, para seguir operando sin problemas, paga 150 mil pesos mensuales a autoridades delegacionales de Cuauhtémoc y Venustiano Carranza”. Identificaron a un individuo apodado El Negro, o El Bombacho, quien controla a 50 trabajadoras sexuales, que le dejan ganancias de 3 millones 600 mil pesos mensuales.

Cabe señalar que el nuevo libro contiene un buen número de denuncias de este tipo contra padrotes y madrotas individuales o de un cartel, las cerveceras y los oficiales del gobierno que ganan millones de pesos de la prostitución adulta e infantil.

Al hablar de algunas de las demandas mencionadas en el libro, como mejores condiciones laborales, la defensa de las fuentes y conquistas laborales y la erradicación de las causas estructurales que generan el sexo comercial, el compañero Jaime Montejo comentó que la Brigada y la Red no exigen la abolición de la prostitución. Se profundiza en esta cuestión también en una de las secciones más interesantes y controvertidas del libro. Entre las varias consecuencias de la abolición ha sido la criminalización de las trabajadoras sexuales pero no de los grandes capos que promuevan la trata infantil o adulta forzada, la pérdida de patria potestad de hijos e hijas menores de seis años y la extorsión.”

La Brigada tampoco se limita a exigir el reconocimiento de derechos laborales a las trabajadoras sexuales. Esta opción puede promover la subordinación de las mujeres, legitimar la industria sexual y la explotación económica y facilitar la extorsión.

Concluye que se requiere de “la destrucción del capitalismo para que el trabajo sexual deje de ser comercial” y esto “nos obliga a luchar contra todo tipo de propiedad, privada en general y contra aquella propiedad que reduce a las mujeres a una condición de mercancía, concretamente a la mercancía sexo comercial”.

Entre las propuestas para la organización política de las trabajadoras sexuales en La Otra Campaña, son las de “derrocar al régimen capitalista sin fetichizar la lucha armada” y de “destruir el Estado nacional, lenón por naturaleza y no refundarlo nuevamente” (algo no resuelto por ninguna revolución proletaria del siglo XX).

Con respecto al debate sobre disolver, destruir, o tomar el poder, se propone:
1. darle una dimensión humana y cotidiana a la resistencia contra “los cuatro ejes del capitalismo que nos reduce a todas las personas a mercancías”: la represión, la discriminación, el despojo, y la explotación y
2. luchar directamente contra “las cuatro expresiones del patriarcado arraigadas en nuestro inconciente y vida diaria que nos hace cómplices de esta situación”: el sexismo, la homofobia, la militarización y la miseria sexual.

La Brigada y la Red proponen “el desmantelamiento del orden falogocéntrico que impone al capital sobre el trabajo, a lo masculino (el pene) sobre lo femenino ––las mujeres, niños y niñas, lo gay, lésbico, bisexual, travesti, transexual y transgénero–– , y al trabajo intelectual sobre el trabajo material” para llegar a una ética comunista, feminista y anarquista.

A sus previas propuestas, agregan una propuesta al Plan de Acción que incluye, entre otros aspectos, el establecimiento de una Coordinación Temporal, una política de comunicación, capacitación y actualización para adherentes, simpatizantes y colaboradores de La Otra Campaña, y la integración de una Dirección Nacional temporal y rotativa que se base en los principios zapatistas de “mandar obedeciendo, que proponga y no imponga, que represente y no suplante, que construya y no destruya, que convenza y no busque vencer a sus antagonistas, que busque bajar y no subir, que busque servir y no servirse, que camine preguntando y que busque para todos todo y nada para sí”.

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