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Estado español :: 05/09/2020

Ley de extranjería, venta de armas y explotación laboral, en el punto de mira de la Caravana

Mathías Rodríguez y Jorge Mancebo
Abrimos Fronteras se ha movilizado en Valencia, el País Vasco e Italia para denunciar las violencias en las fronteras europeas

Mediante jornadas de reivindicación y de reflexión sobre la ley de extranjería, la industria armamentística y la explotación de las personas migradas, entre otros temas, la Caravana ha puesto en el centro la creación de alianzas entre colectivos para denunciar la situación "insostenible" que sufren las personas migrantes y refugiadas en Europa

Los últimos días la red Caravana Abriendo Fronteras se ha movilizado en Valencia, Euskal Herria e Italia para denunciar las violencias en las fronteras europeas / MATHÍAS RODRÍGUEZ

La red Caravana Abrimos Fronteras ha vuelto a organizar su encuentro anual con el objetivo de denunciar la violencia y el silencio mortal de las fronteras, tal como hace desde 2016. Hace justo cuatro años, organizaban la primera caravana con rumbo a Grecia y continuarían los años siguientes señalando las violencias y los asesinatos en la frontera sur de España, llegando hasta Ceuta y Melilla, e incluso en Italia. Un rumbo que les ha permitido articular vínculos con miles de activistas de toda Europa y trabajar para romper el silencio de las políticas migratorias de la Unión Europea, la vulneración de los derechos humanos y la militarización de las fronteras europeas.

Este año, debido al actual contexto de crisis sanitaria, la Caravana Abrimos Fronteras ha tenido que modificar los planes que preparaba desde hacía meses para denunciar el racismo y la violencia en la ruta de los Balcanes. A pesar de los cambios, esta ruta ha estado presente en las actividades y mesas de debate de la mano de colectivos como No Name Kitchen. "No entendemos nuestra presencia en la frontera de los Balcanes sólo para dar de comer. Nuestra tarea de denunciar la violencia y la vulneración de derechos también es fundamental ", declara Valentina Angotti, activista de No Name Kitchen y participante de la Caravana 2020. Aunque la situación actual llevaba nuevos retos e incertidumbres, se ha podido celebrar la expedición, que se ha transformado en un programa simultáneo en Valencia, el País Vasco e Italia. "Esta vez, aparte de reforzar el tejido con los diferentes colectivos que tienen sus raíces aquí, nos hemos propuesto identificar las diferentes fronteras y violencias en nuestras ciudades y territorios ", explica Noemí Seguí, activista de Abrimos Fronteras en Valencia. "Tenemos la frontera del Mediterráneo, una frontera natural donde Europa permite que continúan las muertes de tantas personas; pero también la frontera del CIE de Zapadores o las fronteras del racismo institucional y social ", añade.

La red Caravana Abrimos Fronteras ha vuelto a organizar su encuentro anual con el objetivo de denunciar la violencia y el silencio mortal de las fronteras| MATHÍAS RODRÍGUEZ

Tal y como denuncia la organización, la situación de las personas migradas y refugiadas se ha visto gravemente empeorada por la pandemia. "Se han cerrado los puertos y se ha suspendido el derecho de asilo en Grecia y Hungría. Se ha producido un silencio mortal sobre los refugiados en las fronteras exteriores y sobre las personas en tránsito en las fronteras internas ", remacha el manifiesto. Además, denuncian las consecuencias del racismo institucional en nuestro haciendo referencia a los miles de personas golpeadas por la ley de extranjería y para las que se exige una regularización incondicional como mecanismo de justicia social.

Así, el 26 de agosto, la caravana marcaba los primeros compases en la ciudad de Valencia e hizo del CSOA la Huerta su punto de encuentro. A lo largo de la semana se fueron sumando los actos en el País Vasco, con Ongi Etorri Errefuxiatuak, y en Italia, con la Carovane migrantes. Un total de cinco días llenos de actividades para denunciar la situación "insostenible" de las personas migradas y tejer alianzas entre los diferentes colectivos arraigados al territorio y también venidos de lejos.

Puertos de guerra y puertos de solidaridad

Uno de los ejes temáticos que la Caravana Abrimos Fronteras ha trabajado este año es el de los puertos, tanto valencianos como vascos, desde dos perspectivas. Los puertos de guerra son utilizados por la industria armamentística, que vende y exporta armas producidas en España y, al mismo tiempo, causan muertes y violencia en los conflictos armados de todo el mundo. El puerto de Sagunto ha focalizado los actos de denuncia en Valencia con una manifestación convocada por la Caravana Abrimos Fronteras y la plataforma Antimilitarista. "Sagunto, ciudad de paz" o "No queremos ser cómplices" fueron algunas de las consignas más sentidas durante el recorrido, que llegó hasta el puerto, donde varias personas se encadenaron simbólicamente en la valla del puerto para denunciar que las armas de guerra enviadas desde esta ciudad portuaria llegan incluso a Siria, Libia o Yemen.

Según datos proporcionados por el Centro Delàs de Estudios por la Paz, 2019 España destinó 20.050 millones de euros al gasto militar

"Hay una insistencia por parte de la industria armamentística y una confluencia de intereses políticos con el objetivo de expandir el miedo y la fobia hacia ciertos sectores, de manera que se justifique la inversión en la securización de la sociedad", dice Jordi Calvo, investigador del Centro Delàs de Estudios por la Paz. De hecho, las cifras hablan por sí mismas. Según datos proporcionados por este centro de investigación, 2019 España destinó 20.050 millones de euros al gasto militar, Mientras que el presupuesto para cultura y deportes sólo fue de 1.000 millones. Además, la Caravana Abrimos Fronteras ha denunciado que los puertos de "guerra", como el de Sagunto o el de Bilbao, transitan contenedores con todo tipo de armas y materiales militares que se exportan a otros países y que forman parte del negocio internacional de la violencia armada que mata y obliga a huir las personas de sus territorios. "Hasta el año pasado, empresas españolas de armas exportaron armas por 1.000 millones de euros en los Emiratos Árabes y 2.000 millones de euros en Arabia Saudí, dos países que bombardean escuelas y hospitales en Yemen", denunció Calvo .

La Caravana ha puesto en el centro la creación de alianzas entre colectivos para denunciar la situación "insostenible" que sufren las personas migrantes| MATHÍAS RODRÍGUEZ

Por otra parte, la Caravana también ha destacado la función del puerto de Burriana como puerto de solidaridad, donde llegan la mayoría de los barcos de rescate de las ONG europeas que trabajan en el Mediterráneo central, como el Alan Kurdi, el Sea Watch  o el Open Arms . Las facilidades que el puerto les ofrece para atracar y hacer reparaciones, además de las ventajas en el pago de las tasas y la colaboración de diversas organizaciones locales con los barcos, ha posicionado el municipio de Burriana (Plana Baja) como un sitio de referencia para las organizaciones civiles de rescates humanitarios que llegan de toda Europa. "Cuando estábamos en Libia sólo teníamos dos caminos: salir al mar o morir en prisión. Desde que el Aquarius nos rescató, Tenemos más opciones, pero necesitamos que el gobierno nos ayude a legalizar nuestra situación para poner fin a esta pesadilla ", declara Moses Von Kallon , miembro de la Asociación de Supervivientes del Aquarius y participante de la Caravana.

Explotación laboral y cadena invisible de cuidados 

En las jornadas también se ha tratado la explotación laboral que sufren las personas migrantes en todo el Estado español. "Los temporeros, cuando están en el campo, trabajan todo el día, incluso por 25 euros", explica Aboubakar, testigo llegado desde Huelva. Por otra parte, Mor Diagne, activista de Valencia Acoge, añade que "el problema viene a raíz de la ley de extranjería, porque el hecho de tener papeles o no nos hace sufrir un infierno". Finalmente, desde el Sindicato de Manteros de Madrid, Abdou y Jibi explican la realidad del colectivo manter durante la pandemia, uno de los grupos que más sufre la criminalización: "Se habla poco de las personas precarias que dejará la pandemia. Nuestro colectivo es muy vulnerable y apelamos al apoyo mutuo creando una caja de resistencia para cubrir las necesidades básicas ".

Otro eje de la jornada ha sido las cadenas invisibles de los cuidados con perspectiva feminista| MATHÍAS RODRÍGUEZ

Últimamente, otro eje de la jornada ha sido las cadenas invisibles de los cuidados con perspectiva feminista. En esta ocasión, Rocío Echevarría explica que desde que llegó a Europa ha sido empleada del hogar, "y no por voluntad propia". Echevarría detalla la doble opresión por ser mujer y migrante. "Muchas feministas blancas dicen que quieren mejorar nuestras condiciones. Nosotros queremos desarrollarnos como cualquier mujer, pero nos atraviesa la ley de extranjería, que queremos abolir ", remacha con rotundidad. Dolores Jacinto, de la Asociación Intercultural de Profesionales del Hogar y los Cuidados (AHIPYC), explica que una de cada tres mujeres que trabajan en el sector del hogar y los cuidados vive por debajo del umbral de la pobreza y que la pobreza extrema "es la punta del iceberg porque hay muchas situaciones invisibilizadas".

Manifestación para exigir la regularización

A lo largo de la tarde del sábado 29 en Valencia y el domingo 30 en el País Vasco, la red Caravana Abrimos Fronteras también se ha manifestado para exigir una regularización incondicional de todas las personas migrantes que viven en España en situación irregular. "Exigimos que se reanude el debate parlamentario para poder avanzar hacia la regularización que necesitamos. Sin regularización somos muchas las que nos vamos a quedar atrás ", explica Jacinto, quien también es portavoz de la campaña RegularitzacióJa .

La proposición no de ley (PNL) para la regularización, impulsada por el movimiento # RegularitzacióJa y la Coordinadora Abrimos Fronteras, entró en el Congreso el 19 de junio con declaraciones de apoyo de diversas fuerzas políticas y de más de 1.500 colectivos de todo Estado. "Nuestras vidas ya eran vulnerables antes, atravesadas por una ley de extranjería que criminaliza el derecho a migrar. La pandemia nos está dejando un panorama desolador ", añade la portavoz.

La manifestación comenzó en la avenida de Tarongers y transcurrió por el paseo marítimo de Valencia, con el objetivo de visibilizar que el mar Mediterráneo es utilizada por los estados europeos como un espacio de no derecho donde el racismo institucional provoca miles de muertes con total impunidad. "Este año, Caravana no ha podido viajar, pero no callaremos la voz. Seguiremos denunciando todas y cada una de las vulneraciones que sufren las personas migrantes ", concluye Emilia Moreno de la Vieja, portavoz de la Caravana Abrimos Fronteras.

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